VIVIR EN EL PARAISO NEOLIBERAL.
19 mar 2009
La situación del país es crítica, afirma Bancomer
Bajó la demanda de crédito, dice el próximo presidente ejecutivo de la ABM
Manifiesta que los empresarios contienen planes para no suicidarse
Niega que bancos extranjeros transfieran utilidades a sus matrices
Roberto González Amador. La Jornada,
En la operación diaria de las instituciones de crédito se advierte ya la forma en que la crisis que afecta al país causa la cancelación de proyectos productivos. Estamos viviendo un entorno verdaderamente crítico en el sentido económico, plantea Luis Robles Miaja, quien desde este viernes será el presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos de México (ABM). En las actuales condiciones sería un suicidio empresarial llevar adelante algunos planes que hasta hace algunos meses estaban puestos sobre la mesa, comenta.
Luis Robles es el vicepresidente del consejo de administración de BBVA Bancomer, la filial en México del consorcio español BBVA, el mayor proveedor de servicios financieros en el país. Asegura que la banca que opera en el país sigue aumentando la oferta de préstamos, con excepción del destinado al consumo y en específico con la tarjeta de crédito. En entrevista con La Jornada afirma que las filiales en México de las instituciones foráneas, que en conjunto controlan 85 por ciento del capital del sistema financiero, no han transferido las utilidades logradas aquí a sus matrices en el exterior, como se ha señalado incluso en el Congreso.
–¿En la operación diaria de la banca ya se advierte que se esté dando una cancelación de proyectos que estaban programados para realizarse este año?
–Sí, definitivamente. La demanda de crédito ha disminuido porque muchos proyectos empresariales se han pospuesto o bien se ha bajado su alcance.
Esto no nos debe espantar ni preocupar, es consecuencia de la crisis. Evidentemente los inversionistas hoy son más prudentes y, considerando el entorno, reducen sus inversiones y no podría ser de otra manera.
Expone el caso de la industria automotriz, el motor –nunca mejor dicho– del sector manufacturero mexicano y responsable de una quinta parte de las exportaciones del país. Lo que aquí se produce tiene como destino Estados Unidos y ahora en aquel país, dice Robles Miaja, el número de automóviles que se fabrica por habitante está al mismo nivel que durante la segunda Guerra Mundial.
Sería suicidio concretar algunos proyectos
Es un dato impresionante. Y aquí en México tenemos muchas empresas que abastecen y están muy vinculadas con la fabricación de autos en Estados Unidos y que obviamente se ven afectadas por una caída dramática en el consumo de autos allá. Entonces se suspenden proyectos porque en las actuales condiciones sería un suicidio llevarlos adelante y eso tiene consecuencias en la demanda de crédito, porque las fábricas de autopartes difícilmente van a requerir el financiamiento que pedían en el pasado, apunta.
–Además de la caída en la demanda por la crisis, ¿de qué manera afecta la actividad económica y la demanda de crédito el aumento en la inseguridad en el país?
–La pregunta tiene una respuesta compleja. Evidentemente, la seguridad tanto física como jurídica es un elemento fundamental de la inversión y no se puede aspirar a grandes inversiones si no hay seguridad física y jurídica. Y es un hecho que hay un gran deterioro en algunas zonas del país, como consecuencia de la lucha contra el crimen organizado. En mi visión, los empresarios siguen invirtiendo, probablemente la seguridad haya afectado su forma de vivir, su lugar de residencia, pero las fábricas siguen produciendo y los empresarios invirtiendo. No podemos generalizar esta impresión, porque hay zonas del país donde la situación es verdaderamente dramática, basta leer los periódicos para darse cuenta.
Robles Miaja expone que los bancos extranjeros que operan en México han mantenido la canalización de préstamos aun cuando sus casas matriz, como es el caso del estadunidense Citigroup –controlador de Banamex– han sido rescatadas por el gobierno.
Puedo hablar por Bancomer, cuyo controlador BBVA no está en situación de rescate. Ha seguido creciendo en cuanto al otorgamiento de crédito, sigue prestando de forma significativa y no se ha visto afectado por la situación económica española.
Entra al tema del uso que la banca foránea que opera en el país (BBVA Bancomer, Banamex, Santander, HSBC, principalmente) ha dado a sus utilidades. En 2008, el conjunto del sistema bancario generó para sus accionistas ganancias por 53 mil 756 millones de pesos, 32 por ciento menos de las obtenidas en 2007, según cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el organismo regulador del sistema.
Más allá de las buenas o malas intenciones de los accionistas de los bancos, en México tenemos un sistema regulatorio que nos impide transferir utilidades, apunta. Explica: “Leo con cierta insatisfacción que a algunos periodistas les ha dado por escribir que estamos mandando dinero a las matrices. Pero una filial sólo puede transferir dinero por tres vías:
Primero, por pago de dividendos, que sería completamente legal, pero en el caso no lo estoy haciendo; dos, a través de créditos, que están regulados en la ley como créditos relacionados y tienen un límite. En mi caso, el tope de créditos relacionados está muy copado porque tengo como consejeros del banco a empresarios muy destacados con empresas grandes y yo les presto. O tres, violando la ley y para eso está la CNBV, para supervisar.
Robles Miaja asegura que si una filial estuviera mandando dinero a su casa matriz sólo puede remitirlo por tres vías, dos de las cuales están muy acotadas y la tercera es ilegal. Entonces, yo no veo en ese sentido una afectación de la banca en México como consecuencia del descalabro y el deterioro causado por la crisis en algunas de las casas matriz, apunta.
–¿En qué temas insistirá la banca en los siguientes dos años?
–Hay varios. Uno, definitivamente, es cuidar la integridad del sistema. Con la crisis que tenemos y lo que se viene, una de las primeras preocupaciones es conservar la banca sólida, fuerte y capitalizada. Esto implica desde cuidar los niveles de capitalización, la calidad de la cartera y un adecuado nivel de reservas. Es fundamental que la banca salga bien librada de la crisis y no se vea arrastrada, como en otros países. Dos, cambiar la imagen de la banca. No hemos sabido transmitir a la sociedad y a los actores políticos y líderes de opinión que nuestro trabajo es trascendente para la economía nacional y que ese trabajo lo estamos haciendo bien y con eficiencia.
En este punto, abunda al señalar que a la banca se le rescata en todos los países cuando enfrenta problemas. A una empresa comercial se le deja quebrar, pero a la banca, no a los banqueros, se le rescata porque es el motor de la economía. Sin ella no funcionaría la economía, el sistema de pagos está en la banca, la banca es capaz de colocar los recursos para actividades productivas, y si la banca quiebra te cargas al sistema económico en general.
Lomas del Poleo: lucha entre pobreza y avaricia
La colonia, en las márgenes de Ciudad Juárez, fue cercada por empresarios, pese a que está en litigio
Arturo Cano/ I
Enviado
Ciudad Juárez-El Paso. Lucy Carrillo tiene una casa llena de cosas compradas en las segundas, objetos desechados del otro lado de la frontera. La cerca de su terreno, por ejemplo, está hecha con los esqueletos de colchones. Ahí se juntan los vecinos que quedan en Lomas del Poleo, para hacer el recuento de sus males, en un coro de voces que no cesa.
A todos los dejaron sin luz. A muchos les han robado sus pertenencias. A otros les han quemado o tumbado sus casas. A Luis Guerrero lo mataron a patadas. Todos, desde 2004, viven dentro de un cerco de alambre de púas.
Desde este último rincón de Ciudad Juárez se ven los árboles de Sunland Park, Nuevo México. Verdea del otro lado, porque acá el agua llega en pipas, cuando llega.
Esto fue tierra de pollos y polleros, de narquillos que aprovechaban algunas casas abandonadas para esconderse. Más de una vez nos llegaron muchachas a llore y llore, decía un vecino en octubre de 1996. Seis meses antes, los colonos habían participado en el peinado de toda la zona en busca de cadáveres de muchachas. Hallaron nueve. El chivero que dijo dónde estaban tres se llevó las palmas. Ahora tiran los cadáveres en cualquier parte de la ciudad.
Y Lomas del Poleo no es más la tierra olvidada, de calor que mata en el verano y menos 15 grados en invierno, de polvo seco.
Durante 30 años, 250 familias aguantaron las penurias con tal de tener un terreno de dos hectáreas, criar animales, sembrar árboles y hortalizas, a 25 minutos del centro de la ciudad. En 1996, los colonos contaban de pleitos permanentes con los malandros, que se robaban hasta las sillitas de las aulas y la tubería de los baños de la escuela.
Nadie se acordaba, sino sus habitantes de la colonia Granjas Lomas del Poleo.
Ahora, desde la casa de Lucy Carrillo se ve una carretera a medio hacer, que hoy conduce a ninguna parte, pero mañana conectará Ciudad Juárez con una nueva ciudad maquilada, San Jerónimo-Santa Teresa, el gran proyecto binacional de empresarios de ambos lados de la frontera. Ya pusieron la primera piedra de una maquila que, en su primera fase, tendrá 20 mil obreros.
La ampliación de Maquilatitlán trajo cola. La familia Zaragoza Fuentes –leche, terrenos, hoteles, desarrollos inmobiliarios– descubrió que Lomas del Poleo había sido comprada por su padre en 1963. Y también, de paso, que por ahí pasará la carretera y que esos terrenos sólo apreciados por los pobres que los habitan desde hace 30 años valdrán una millonada en pocos años. Eso dicen Pedro Zaragoza y su hermano Jorge, que han defendido su propiedad en desplegados públicos. Para los habitantes, las 245 hectáreas que poseían están ubicadas dentro de un polígono de 25 mil declaradas propiedad de la nación en 1975. Aunque el asunto está en litigio, los Zaragoza decidieron emular el chiquihuitazo, y se han apoderado de los terrenos con guardias armados, alambres de púas, buldózeres… y todo el apoyo de los gobiernos locales.
Todo estaría olvidado de no ser por 25 familias obstinadas, que se niegan a salir en tanto no haya una resolución legal. Veinticinco familias y el terco de don Cruz.
Las chivas de don Cruz
Cruz Reza vendió sus 30 chivas y se quedó sin nada. Cruz Reza tenía una novia que lo visitaba de cuando en cuando, pero ahora no la dejan entrar a la colonia. El comprador de las chivas sí pudo pasar porque iba a sacar animales, no a meter alimento para el ganado, cosa que también está prohibida. Los hombres que controlan la puerta desde hace cinco años, empleados de los Zaragoza Fuentes, dijeron: “Así que Cruz ya vendió sus chivas…”
Un par de días después, los celosos vigilantes que nunca dejan pasar a la novia de Cruz ni a ningún familiar o visitante de los colonos, no se percataron de la entrada de unos pandilleros. ¿Dónde está el dinero de las chivas?, le soltaron a Cruz, entre golpe y golpe, atado él de pies y manos.
Las penas de Cruz Reza, de 72 años, vinieron de a montón. Otro día le cayeron los soldados, que a estas alturas ya han visitado más de 4 mil hogares en Ciudad Juárez. Los vigilantes de la familia Zaragoza Fuentes habían informado que don Cruz tenía un rifle. Catearon sus dos casas y hallaron un calibre 22. ¿Para qué lo quiere?, preguntó un militar. “Pus pa’ las liebres, los coyotes… y los malandros”.
Los soldados se llevaron el arma, pero no a don Cruz.
Don Cruz tuvo alguna vez 80 chivas, 70 cerdos y 180 gallinas. Pero ahora sólo me queda una marrana, se lamenta.
Desde 2003 don Cruz se enteró de que el terreno donde levantó dos casas y engordó a sus animales no era suyo, sino de los Zaragoza. Lo supo de golpe, pues le quitaron la luz con todo y postes. Luego cercaron con alambre de púas toda la colonia, mataron a un hombre que vivía cerca de él y tiraron, una tras otra, las casas de más de 200 de sus vecinos. Ya perdió la cuenta de las amenazas, de las ofertas de 50 mil pesos por dos hectáreas y dos casas, de sus días de ermitaño.
Tan solo quedó don Cruz que los vigilantes no entienden por qué diablos sigue ahí: Cuando vuelva a salir le tumbamos las casas, le fueron a decir en los primeros días del año. Desde entonces, don Cruz no sale de su casa. Los vecinos le llevan comida y noticias. Su contacto con el mundo es un celular que recarga con la batería de su camioneta.
Maten a esos pinches perros
Carlos Morales, funcionario del ayuntamiento de Ciudad Juárez, le decía una y otra vez a William Morton: Mire, padre, éste no es un problema legal, es un problema social, ¿por qué no me echa la mano para mover a la gente?
Morton, misionero columbano, ha tenido más de dos años para pensar en cómo comenzó la historia del solitario don Cruz y sus vecinos de Lomas del Poleo, la suya propia, porque la defensa de los colonos le costó que, súbitamente, las autoridades migratorias se enteraran de su estancia irregular en México durante 11 años y lo hicieran firmar un oficio de salida definitiva.
El “padre Memo”, como le dicen aún los colonos, reconstruye la historia frente a un jugo de naranja, en un restaurante de El Paso, Texas. Se sabe las fechas de memoria.
Todo comenzó, dice, cuando quitaron los postes de luz, el 16 de mayo de 2003. Ya a oscuras, los colonos vieron llegar 300 cholos, encabezados por un leguleyo. Se instalaron en campers y comenzaron a visitar vecinos. Estas tierras son de los Zaragoza, dijeron. Fue el comienzo.
Una tarde, Morton dirigía la ampliación de la capilla cuando llegaron varios hombres a caballo. Aquí está prohibido construir, le soltaron.
No tomé en serio las amenazas, porque sabía que los Zaragoza son una familia muy católica y no pensé que se molestaran porque se ampliara la capilla, dice Morton.
La capilla fue destruida en septiembre de 2003. Los Zaragoza, donantes cinco estrellas de la diócesis local y sus obras pías, se deslindaron del hecho.
Como los colonos reconstruyeron la capilla, el 18 de marzo de 2004, los Zaragoza apretaron tuercas. Trescientos hombres cavaron zanjas y un día la colonia amaneció cercada por completo. Adentro quedaron las casas, la escuela primaria, el jardín de niños, un campo de futbol y el templo.
Los residentes se alebrestaron. Algunos comenzaron a derribar la cerca. Llegaron los guardias y se armó la trifulca. Las señoras con bebés en brazos aventaban piedras, recuerda Morton.
Un mes más tarde, los Zaragoza instalaron portón y dos torres de vigía. Pese a que han reconocido públicamente que los terrenos siguen en litigio, pusieron también un letrero con letras rojas: Propiedad privada.
Nadie pudo entrar más sin su permiso.
Al mismo tiempo, el hostigamiento arreció. Los guardias aprovechaban las ausencias de vecinos para tirar las cercas de sus casas.
En agosto de 2005, Manuel Balderas, abogado de los Zaragoza, ordenó a un grupo de golpeadores derribar la casa de “Abel, a quien apodaban El Bombero”. Cuatro vecinos se acercaron y los insultaron. Cuenta Morton que Balderas ordenó: Maten a esos pinches perros.
Cincuenta guardias se fueron contra ellos. A Luis Guerrero Dávila lo patearon en el suelo. Chuy, un vecino, corrió a su camioneta. Al verlo venir, Balderas le disparó en una pierna. Chuy le regresó un tiro en la panza. Balderas no murió, pero no volvió a aparecerse. Guerrero murió en el hospital un par de días después. Yo estaba con su esposa y sus niños, recuerda Morton, antes de hablar de su miedo de volver a México.
Ex ferrocarrileros, mineros y maestros protestan en Sonora
Demandan liquidaciones justas y respuesta a pliegos petitorios
Corresponsal
Hermosillo, Son., 18 de marzo. Mineros de Cananea, profesores y empleados de la Universidad de Sonora y ex ferrocarrileros efectuaron una manifestación en la capital de Sonora para demandar solución a conflictos laborales.
El contingente más numeroso fue el de los afiliados a la sección 65 del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana, quienes pidieron instalar una mesa de negociación, ya que la huelga en Cananea tiene casi dos años y no hay acercamiento entre las partes.
Encabezados por su dirigente, Sergio Tolano Lizárraga, los mineros pidieron que se inicien los trámites para retirar la concesión al Grupo México, de Germán Larrea, por su falta de interés en hacer producir el socavón ubicado en ese municipio.
Tolano indicó que acudieron a Hermosillo para pedir la intercesión del gobernador Eduardo Bours Castelo a fin de reiniciar negociaciones.
Reconoció que el gobierno de Sonora se hizo cargo del Hospital del Ronquillo. Nosotros vamos a seguir luchando y agradecemos la solidaridad de otras organizaciones sindicales, dijo.
A la protesta se unieron 20 ex ferrocarrileros, quienes demandaron indemnización justa, pues hace 12 años fueron despedidos y recibieron menos de un tercio de lo que les correspondía.
Asimismo, pidieron a los gobiernos estatal y federal castigo a los policías federales que los desalojaron el 18 de febrero cuando bloqueaban las vías del tren en el municipio de Benjamín Hill.
Afiliados al Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad de Sonora se unieron a la protesta de los mineros y recordaron que la institución está emplazada a huelga para el 5 de abril. La rectoría no ha dado respuesta a la lista que entregamos el 19 de enero, indicó Dorotea Rascón Gámez, dirigente del gremio.
También participó el Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Sonora, que emplazó a huelga para el 15 de abril. Sergio Barraza Félix, dirigente de este gremio, advirtió que el 23 y 24 de marzo cerrarán de manera simbólica el edificio de rectoría, en Hermosillo.
Ola de violencia
JOSé GIL OLMOS. Proceso.
MEXICO, D.F., 18 de marzo (apro).- Una de las preocupaciones que con mayor insistencia se han comenzado a escuchar en los círculos sociales es el miedo a una ola de violencia, que ya comenzó a mostrarse en asaltos a bancos, negocios, casas y autos, atracos personales, secuestros exprés y extorsiones telefónicas. La preocupación no es cosa menor si tomamos en cuenta que, cada vez que hay una crisis económica, donde se refleja de inmediato es en una mayor inseguridad. La Ciudad de México es el lugar donde ocurren el mayor número de asaltos, atracos y robos. Desde hace dos décadas, se tienen registrados en estudios realizados por los organismos empresariales los altos índices delictivos en el Distrito Federal, seguido por los estados de México, Morelos y Jalisco. Pero desde finales del sexenio pasado y principios de este, la violencia se ha diseminado en todo el país, y otro tipo de delincuencia, vinculada con las necesidades básicas de subsistencia, también ha empezado a manifestarse. Quizá en algunos medios ya no sea noticia, pero en los últimos meses hemos visto que en Guanajuato y Sinaloa la gente más pobre se ha organizado a las orillas de los trenes para saquear los vagones cargados de granos, como maíz, arroz, frijoles, lentejas y otros productos. Los gobiernos de estas entidades han reaccionado de manera policial metiendo a la cárcel a mujeres y hombres que viven en la miseria. Sin embargo, el sustrato de este fenómeno sigue intocable: el aumento del desempleo y con éste el incremento de los niveles de pobreza ya rayan en la miseria. El presidente de la Coparmex, Ricardo González, afirmó en días pasados que, de noviembre a febrero, se han perdido 598,600 empleos en México y la más afectada es la industria de la transformación. Por su parte, el Banco de México estimó que para todo 2009 la pérdida de plazas laborales sería de 325 mil. Y la empresa Manpower dijo que tan sólo en el primer semestre se perderán 500 mil empleos formales. Los datos oficiales, es decir, los del Banco de México, aun cuando están bajos, expresan un grave problema que habrá para el país este año. Además de que no se generarán los empleos que se necesitan cada año, estimados en un millón 400 mil, se perderán al menos 325 mil. Es decir, el déficit de 2009 será de un millón 725 empleos. Desde finales de 1994 y en todo el año de 1995 el país no vivía una situación tan grave como la de hoy. Si bien es cierto que la crisis económica de aquellos años fue producto de los errores de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo y que la de hoy es originada por las fallas de la administración de George W. Bush, en la realidad social tienen la misma expresión: miedo a perder el empleo, miedo a salir a la calle. El temor de perder el empleo se ha transformado en una psicosis familiar y, al mismo tiempo, en un pretexto para que la parte patronal abuse de sus trabajadores exigiéndoles más producción con menos personal. Mientras, el temor a salir a las calles es evidente. De acuerdo con la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA), de 1997 a 2007 la industria registró un incremento de 800 por ciento. El organismo expuso que en 2006 se blindaron en el país alrededor de 200 unidades, mientras que al finalizar el año pasado se esperaba que la cifra llegara a los mil 600 automóviles. Otro rasgo que llama la atención son los efectos de la violencia y la inseguridad en la economía y en la salud pública. Según un estudio realizado hace dos años por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el costo de la inseguridad en México representa casi el 15 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB); es decir 130 mil millones de dólares. Este monto está integrado por costos directos; es decir, por aquellos que inciden en la pérdida de la salud y materiales sobre el bienestar de la sociedad. Datos del BID establecen que el costo de la inseguridad en México representa 14.8 por ciento del PIB, porcentaje superior en 14.2 por ciento respecto del promedio de la región.Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que cada mexicano pierde 2.5 años saludables de vida, más del doble del promedio mundial, como carga de enfermedad asociada con la violencia.Aunque en algunos sectores políticos no se quiera vincular el tema de la crisis económica con el aumento de la inseguridad, a nivel social es fácil detectar cuando se sufren asaltos a mano armada en los camiones de pasajeros, en el microbús, en los taxis; cuando la gente trabajadora llega a su departamento y ha sido desvalijado completamente o cuando en un semáforo en rojo en la calle atracan a plena luz del día.