VIVIR EN EL PARAISO PRIANISTA.

18 mar 2009



Alerta ONU pobreza estructural en México.
ISAíN MANDUJANO
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis., 17 de marzo (apro).- El representante del Sistema de Naciones Unidas en México, Magdy Martínez Solimán, instó al gobierno de Felipe Calderón a tomar acciones drásticas para enfrentar la crisis global.Argumentó que, de lo contrario, "estamos frente al peligro de que personas que viven actualmente en la pobreza coyuntural, pasen a ser pobres estructurales". Al recibir la medalla Fray Matías de Córdova y Ordóñez, que se otorga por primera ocasión en la entidad, Martínez Solimán dijo que es "necesario encontrar soluciones a la crisis dentro de la democracia y evitar a toda costa que la crisis debilite la democracia". El también coordinador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estuvo en Tapachula donde recibió la presea que reconoce a personas u organismos que luchan por del desarrollo social de los pueblos de Chiapas.El funcionario de ONU dijo que la actual recesión "no es una crisis más", sino que fue precedida por vaivenes tempestuosos en los precios de los alimentos, casos de corrupción corporativa y el empeoramiento de las condiciones de vida de millones.Sostuvo que "en los ciclos económicos negativos, como el que estamos viviendo, la pobreza e inequidad aumentan muy rápido, mientras que cuando sobreviene un ciclo económico favorable, la riqueza tarda en repartirse".Advirtió que "estamos frente al peligro de que personas que viven en la pobreza coyuntural pasen a ser pobres estructurales".Por ello, exhortó al gobierno mexicano a aplicar "soluciones innovadoras y de manera rápida" para evitar que la crisis "viaje" hacia el sur del país.Sostuvo que "es necesario encontrar soluciones a la crisis dentro de la democracia y evitar a toda costa que la crisis debilite a la democracia".

Demanda Cárdenas a Calderón nacionalizar Banamex
ROSALíA VERGARA
MÉXICO, D. F., 17 de marzo (apro).- En vísperas de la celebración de los 71 años de la expropiación petrolera, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano urgió hoy al gobierno del presidente Felipe Calderón a nacionalizar Banamex.Comentó que desde el momento mismo en que el gobierno de Estados Unidos compró un paquete accionario y se convirtió, en consecuencia, en socio de Citigroup, propietario de Banamex, el Estado mexicano, subrayó, debió haber asumido de inmediato las riendas del banco, en concordancia con el marco legal mexicano.En un discurso pronunciado ante el Consejo Nacional de Egresados del Instituto Politécnico Nacional realizado el pasado 14 de marzo, pero difundido hasta ahora por la Fundación para la Democracia, Cárdenas, señaló que, dadas las condiciones en que se encuentra, Banamex no está en posibilidades legales de solucionar sus problemas, si antes no pasa por el control absoluto del Estado mexicano.Abundó: "La crisis norteamericana, circunstancialmente, está abriendo la extraordinaria oportunidad para que empiece a reconstruirse y cobre vitalidad una banca comercial realmente mexicana, y es responsabilidad de los Poderes del Estado se aproveche esta oportunidad, simplemente cumpliendo y haciendo cumplir lo que marca la ley vigente".Sostuvo que hace falta crear una política específica que permita recuperar las capacidades productivas del campo y elevar substancial y sostenidamente los niveles de vida de su población. También, dijo, hace falta una mayor inversión en obra pública generadora de empleos, como pueden ser la rehabilitación y mejoramiento de la infraestructura de los distritos de riego, la construcción de caminos rurales y de bordos para la captación de agua para la ganadería y la agricultura en pequeñas extensiones.Según Cárdenas, es necesario además reparar escuelas y hospitales, tomar medidas que protejan el empleo existente, proteger y estimular la micro, pequeña y mediana empresa, y regular el sector financiero que impida la salida indiscriminada de divisas, como ha estado sucediendo desde que se reconoció la existencia de la crisis.En su discurso, Cárdenas recordó el intento privatizador del gobierno de Calderón mediante la reforma energética."Hubiera sido un retroceso, dijo, haber permitido que manos extranjeras determinaran los intereses nacionales, como antes de la expropiación de 1938 realizada por el general Lázaro Cárdenas del Río. Por lo tanto, celebró que el Senado hiciera un ejercicio inédito al realizar foros de discusión sobre el tema energético."Los logros de este ejercicio fueron que se impidió al mantener como exclusivo de la Nación el manejo de las áreas estratégicas de la industria petrolera y el que haya quedado cancelada la posibilidad de autorizar la celebración de contratos de riesgo en el caso de la exploración y explotación de nuevos yacimientos, además de los avances que contiene la nueva legislación, que concede mayor autonomía presupuestal y de gestión para Petróleos Mexicanos", expresó.Cárdenas recordó que se pidió al Consejo Nacional de Energía, creado por la nueva legislación, la elaboración de una Estrategia Nacional de Energía para un horizonte de 15 años, que deberá aprobar el Congreso a más tardar en febrero del 2010, para complementar las actividades de la Comisión Nacional de Hidrocarburos. Antes de concluir, el exjefe de Gobierno del DF recordó la labor desarrollada por su madre, Amalia Solórzano de Cárdenas, quien falleció hace tres meses."Quiero pensar en éste como un acto de confluencias: una, la de Amalia y Lázaro, de amor, ideales, comprensión, que los llevó a una vida en la que se identificaron y compartieron alegrías y aspiraciones, una vida de esfuerzos y realizaciones que fueron, desde que decidieron unirse, siempre de ambos y así lo reconocían ellos, con la vista puesta en fines superiores: la soberanía de México, el progreso y bienestar de su gente, la paz en el mundo, la igualdad, el fin de las injusticias, las exclusiones y la explotación".

El cambio: desde abajo
Luis Linares Zapata
La alternancia en el Ejecutivo federal en 2000 dio como fruto una mediocre continuidad tanto del modelo de gobierno priísta como de su correlato: la conducción económica neoliberal. Sólo se le aderezó una paletada de tontería e ignorancia que Fox y sus gerentes aportaron. Ambos, como ya es más que evidente, no dan más de sí. Por eso el desencanto no tardó en cundir por todos los rincones de la patria. Por arriba y abajo crujió el sistema establecido, aunque de diversas maneras. Sólo un puñado de mandones, ya bien trepados en lujuriosos privilegios amasados durante los tres sexenios precedentes, supieron sacar enorme tajada para rellenar bolsillos e influencias.
No les ha sido suficiente. El cómodo grupo de presión que controla, manda y se sirve de cuanta institución se ha creado en la República decidió contrariar el sentimiento y la voluntad popular una vez más (2006). Encaramaron en la Presidencia, de ilegal manera, a un personaje por demás débil. Lo maniataron con sutiles y groseras correas y, desde ahí, continúan con su perseverante y cruenta labor de acumulación.
Ahora, encuentran que el señor Calderón ya no les es funcional a sus voraces apetitos. Él y sus acompañantes en la administración han dado tangibles pruebas de su ineficiencia, torpeza y nula visión de futuro. Al paso de los días, los panistas de elite se encierran con más llaves e interponen numerosas antesalas entre ellos y el resto de la población, en especial respecto de esos ciudadanos que habitan abajo, a los lados y en los arrabales circundantes. Tiene la plutocracia una salida bien planeada: un sustituto para 2012. El heredero lo han encontrado ya y lo empujan con el arma favorita (la televisión), quizá la única que les ha sido fiel, para introducirlo en sociedad. Lo acicalan con candor y gomina. Lo rodean de lo mejor (nice & cool) y, con trucados resortes de convencimiento popular, (lemas) lo presentan ante las masas teleauditivas. Contarán, para su labor de zapa y apaciguamiento de la conciencia colectiva, con varios aliados. En especial intentan apoyarse en las capas superiores de las clases medias. Serán ellas las adelantadas para desparramar puntos de vista afines y robustecer fobias contra los rivales. Esos estamentos sociales, donde el racismo hace de las suyas con una efectividad bien apreciada por la crítica orgánica, son los heraldos escogidos por los beneficiarios de la continuidad. Insistirán en expulsar a los nacos que acechan, sin rendición alguna, su oportunidad para trasladar su mayoría poblacional a otra de gobierno. Clamarán por la redición de los temores, mientras más etéreos mejor penetrarán en las almas timoratas, que son las más numerosas, según su corto entender.
Para su infortunio y pesada carga emocional, las elecciones de El Salvador les anuncian un grano adicional de preocupación en esta saga de la izquierda continental. El señor Caderón y sus protectores, guías y patrones se van quedando solos y de cara opuesta a los vientos que soplan por doquier. Empezando por Estados Unidos. Todavía no reparan bien en la disonancia que ya ocasionan entre sus posturas y las que pergeña Barack Obama. La visita de Lula a Washington debía ponerlos sobre aviso y sonar las alarmas. La crisis (quiebra profunda) de Wall Street les ha pasado de largo en sus efectos inmediatos, más aún en sus consecuencias estratégicas o de largo aliento.
Quieren, los hacendistas nacionales y empresarios subyugados por el imperio hegemónico falleciente, reparar de inmediato las pocas piezas obsoletas del sistema establecido para seguir haciendo de las suyas cuando la calma regrese. No se dan cuenta, o no quieren percibir, los profundos trastornos en los imaginarios políticos, sociales, económicos y hasta culturales que introdujo la crisis actual. El grueso del modelo imperante se vino abajo y no habrá forma de repararlo. En Latinoamérica han sucedido hechos de trascendencia y tal parece que seguirán su trayectoria, independientemente del pequeño grupo de padres e hijos que los potentados ensamblaron para su reproducción, defensa o seguridad. La izquierda da pruebas de su capacidad para gobernar, hablar, inventar y producir por varios rumbos. México ha quedado arrinconado y la compañía de Colombia le acentúa dicha soledad. De persistir en tal ruta de colisión, no quedará otra que allanarse con potencias como Guatemala o Belice.
Mientras, en esta misma semana (al final de ella), se reunirá en el Distrito Federal un nutrido conjunto (miles) de activistas sociales y políticos de nuevo cuño. Uno que se empata, allá en la base de la pirámide poblacional, con millones que han empollado, en ellos mismos y sus comunidades, una nueva conciencia, individual y colectiva, que reclama su sitio en la convivencia organizada del país. Se les ha ensamblado con delicadeza y constancia ejemplares por todos los confines de la patria. No habrá ningún municipio que esté ausente de este conjunto de mexicanos alborotados por su nuevo papel entrevisto.
Los convencionistas visitantes quieren formar parte en la construcción de la nueva República. Lo intentan, y lo harán, trabajando desde abajo, con sus conocidos y vecinos que son, ciertamente, millones. Han resistido las apabullantes andanadas difusivas del aparato comunicacional del oficialismo, sus cercos y ninguneos, los chismes, desprecios a su inteligencia y demás conciliábulos para someterlos o, al menos, para atontarlos por un rato más. Son los que han alzado la voz disidente. Los que quieren ocupar el lugar que un futuro gobierno les depara en la construcción de la patria que sueñan. No solicitan ningún apoyo oficial, ni del dinero o de los prestigios adyacentes con sus agencias y altavoces reproductores. Sin difusión compulsiva que los arrope y hasta contra la más abyecta de las descalificaciones interesadas, provenientes, claro está, de los círculos selectos del sistema, irán ocupando el puesto en esta historia que, entre todos, han empezado a zurcir.