CRISTEROS CONTRA LA CONSTITUCION
2 feb 2010
Clerecía medieval
JOSÉ BLANCO
La arquidiócesis de Guadalajara, encabezada por el cari-matón Juan Sandoval Íñiguez, continúa junto con sus contlapaches de todas partes de la República, en cruzada medieval contra la laicidad, contra la Carta Magna y en pro de la discriminación.
El artículo primero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dispone: Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas. El artículo 4, prevé: El varón y la mujer son iguales ante la ley.
¿Cuántas veces han leído estas disposiciones constitucionales al menos las cabezas más visibles de la clerecía? Seguramente muchas: pero no saben leer, además de que ya decidieron desoír las disposiciones constitucionales, y por si fuera poco tienen su propio (corto) entendimiento del castellano.
Hay de todo en la embestida de esa corporación ideada por vivales que lograron hacer que los creyentes confundan la religión con la Iglesia. Las cosas no son así: una es el conjunto de creencias en el origen de la existencia del mundo, de los hombres, de la vida, de un más allá; la creencia en la existencia del alma y de lo que con ella ocurre con la muerte, y otra cosa muy distinta es la historia, harto conocida, de cómo unos señores de carne y hueso como cualesquiera otros, se autoproclamaron dueños y señores de ese conjunto de creencias y se autodesignaron ministradores de esas creencias: los curas de todas las jerarquías.
Para las entendederas retorcidas de esa beligerante novísima inquisición, no cabe que un hombre homosexual, o una mujer homosexual, sean eso que indican los sustantivos: un hombre o una mujer; con los mismísimos derechos establecidos por la Constitución. No son un tipo distinto de mamíferos; no son un tercer o cuarto sexo; no, son hombre y mujer, con sus propias preferencias, como cualquier hombre o mujer, como las tiene Juan Sandoval. Queda prohibido, lea bien señor cura: queda prohibido todo tipo de discriminación que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.
Es increíble, pero a los curas, a partir del que está hasta arriba, hay que decirles que los hombres y las mujeres homosexuales, son personas; y que como tales no pueden ser discriminadas para ningún asunto humano. Ningún hombre, ni ninguna mujer, pueden ser discriminados y exceptuados de adoptar –si este es el caso–, porque es un derecho de cualquier hombre o mujer.
Por supuesto, la ley prevé las condiciones en que las personas son elegibles para adoptar, pero ello nada tienen que ver con las preferencias a las que se refiere la Constitución.
Pero todo esto son polvos –no hablo a la española– de aquellos lodos: la orden expedida y dirigida a la clerecía y a los ¡políticos católicos! por el retrógrado señor Benedicto XVI, de dar media vuelta y caminar hacia atrás.
En octubre de 2005 tuvo lugar el último sínodo presidido por Juan Pablo II. 256 obispos de todo el mundo hicieron aportaciones para un documento que se destiló durante año y medio y que terminó siendo una exhortación papal titulada Sacramentum Caritatis (El sacramento de la caridad), que no era el consenso de los obispos, sino las decisiones aviesas de Benedicto, publicadas en marzo de 2007.
En lenguaje político belicoso, Benedicto enumeraba los asuntos que no son negociables. La defensa de la vida humana desde su concepción hasta su fin natural, la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, la libertad de educación de los hijos. Los políticos católicos están obligados a oponerse a las leyes que no se ajusten a su doctrina religiosa, y los obispos están obligados a exigírselo constantemente.
El culto a Dios, dice el Papa, nunca es un acto meramente privado: al contrario, exige el testimonio público de la propia fe (ja). Para referirse a las parejas de hecho el Vaticano habló de discutible mascarada, exhibición histérica y carnavalada. Palabras más propias de un periódico político aguerrido y hasta rasposo, extrañas en un documento papal. Pero desde entonces, los Norbertos y los Sandovales andan con sus espadas desenvainadas, ayudando a Benedicto a regresar a las cavernas oscurantistas del Medioevo.
De paso. El iletrado arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, arrojó su vómito sobre los matrimonios homosexuales diciendo: los perros no hacen el sexo entre dos del mismo sexo. Vaya usted ignaro arzobispo al sitio www.absurddiari.com/s/llegir.php?llegir=llegir&ref=11097 y vea que un museo en Oslo expone fotografías de mil 500 especies animales homosexuales.
El rollo de que matrimonio, viene de madre, de lo que se sigue que tiene como propósito sagrado la procreación, es eso, un rollo de la Iglesia católica, no de la religión. Vale la etimología –con dudas de algunos lingüistas-, para el español. Pero marriage en inglés, mariage en francés, ehe o heirat en alemán, huwelijk en holandés, y para miles de millones en Asia y África, nada que ver con procreación ni con madre.
La Suprema Corte debe poner las cosas en su sitio para ilustrar a los curas y al secretario de Hobernación. La Iglesia no tiene derecho a roer las bases del Estado.
JOSÉ BLANCO
La arquidiócesis de Guadalajara, encabezada por el cari-matón Juan Sandoval Íñiguez, continúa junto con sus contlapaches de todas partes de la República, en cruzada medieval contra la laicidad, contra la Carta Magna y en pro de la discriminación.
El artículo primero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dispone: Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas. El artículo 4, prevé: El varón y la mujer son iguales ante la ley.
¿Cuántas veces han leído estas disposiciones constitucionales al menos las cabezas más visibles de la clerecía? Seguramente muchas: pero no saben leer, además de que ya decidieron desoír las disposiciones constitucionales, y por si fuera poco tienen su propio (corto) entendimiento del castellano.
Hay de todo en la embestida de esa corporación ideada por vivales que lograron hacer que los creyentes confundan la religión con la Iglesia. Las cosas no son así: una es el conjunto de creencias en el origen de la existencia del mundo, de los hombres, de la vida, de un más allá; la creencia en la existencia del alma y de lo que con ella ocurre con la muerte, y otra cosa muy distinta es la historia, harto conocida, de cómo unos señores de carne y hueso como cualesquiera otros, se autoproclamaron dueños y señores de ese conjunto de creencias y se autodesignaron ministradores de esas creencias: los curas de todas las jerarquías.
Para las entendederas retorcidas de esa beligerante novísima inquisición, no cabe que un hombre homosexual, o una mujer homosexual, sean eso que indican los sustantivos: un hombre o una mujer; con los mismísimos derechos establecidos por la Constitución. No son un tipo distinto de mamíferos; no son un tercer o cuarto sexo; no, son hombre y mujer, con sus propias preferencias, como cualquier hombre o mujer, como las tiene Juan Sandoval. Queda prohibido, lea bien señor cura: queda prohibido todo tipo de discriminación que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.
Es increíble, pero a los curas, a partir del que está hasta arriba, hay que decirles que los hombres y las mujeres homosexuales, son personas; y que como tales no pueden ser discriminadas para ningún asunto humano. Ningún hombre, ni ninguna mujer, pueden ser discriminados y exceptuados de adoptar –si este es el caso–, porque es un derecho de cualquier hombre o mujer.
Por supuesto, la ley prevé las condiciones en que las personas son elegibles para adoptar, pero ello nada tienen que ver con las preferencias a las que se refiere la Constitución.
Pero todo esto son polvos –no hablo a la española– de aquellos lodos: la orden expedida y dirigida a la clerecía y a los ¡políticos católicos! por el retrógrado señor Benedicto XVI, de dar media vuelta y caminar hacia atrás.
En octubre de 2005 tuvo lugar el último sínodo presidido por Juan Pablo II. 256 obispos de todo el mundo hicieron aportaciones para un documento que se destiló durante año y medio y que terminó siendo una exhortación papal titulada Sacramentum Caritatis (El sacramento de la caridad), que no era el consenso de los obispos, sino las decisiones aviesas de Benedicto, publicadas en marzo de 2007.
En lenguaje político belicoso, Benedicto enumeraba los asuntos que no son negociables. La defensa de la vida humana desde su concepción hasta su fin natural, la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, la libertad de educación de los hijos. Los políticos católicos están obligados a oponerse a las leyes que no se ajusten a su doctrina religiosa, y los obispos están obligados a exigírselo constantemente.
El culto a Dios, dice el Papa, nunca es un acto meramente privado: al contrario, exige el testimonio público de la propia fe (ja). Para referirse a las parejas de hecho el Vaticano habló de discutible mascarada, exhibición histérica y carnavalada. Palabras más propias de un periódico político aguerrido y hasta rasposo, extrañas en un documento papal. Pero desde entonces, los Norbertos y los Sandovales andan con sus espadas desenvainadas, ayudando a Benedicto a regresar a las cavernas oscurantistas del Medioevo.
De paso. El iletrado arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, arrojó su vómito sobre los matrimonios homosexuales diciendo: los perros no hacen el sexo entre dos del mismo sexo. Vaya usted ignaro arzobispo al sitio www.absurddiari.com/s/llegir.php?llegir=llegir&ref=11097 y vea que un museo en Oslo expone fotografías de mil 500 especies animales homosexuales.
El rollo de que matrimonio, viene de madre, de lo que se sigue que tiene como propósito sagrado la procreación, es eso, un rollo de la Iglesia católica, no de la religión. Vale la etimología –con dudas de algunos lingüistas-, para el español. Pero marriage en inglés, mariage en francés, ehe o heirat en alemán, huwelijk en holandés, y para miles de millones en Asia y África, nada que ver con procreación ni con madre.
La Suprema Corte debe poner las cosas en su sitio para ilustrar a los curas y al secretario de Hobernación. La Iglesia no tiene derecho a roer las bases del Estado.
El Yunque, asunto de salud pública
Álvaro Delgado
MÉXICO, D.F., 1 de febrero (apro).- Una vez que se ha demostrado con vasta información que El Yunque no es un mito ni un mote, pese a que la pereza, la estulticia y la complicidad se empeñan en lo contrario, ha llegado el momento de que institucionalmente se tome una definición sobre esta organización secreta que, como se denunció ante la Procuraduría General de la República (PGR), opera como un cártel de criminales.
Ha sido ya formalizada ante la PGR una denuncia penal por los delitos de traición a la patria, sedición, terrorismo, sabotaje y conspiración, presuntamente cometidos por un grupo de jefes y operadores de El Yunque, cinco de ellos de militancia en el Partido Acción Nacional (PAN), cuyo presidente, César Nava, es también un prominente juramentado.
Se trata de Bernardo Ardavín Migoni, jefe general de la organización desde 1995 en México, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Colombia, Venezuela, Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Estados Unidos, España, Francia y Filipinas, países donde El Yunque tiene presencia; José Antonio Quintana Fernández, jefe general hasta 1995 y actualmente jefe general emérito, y Guillermo Velasco Arzac, jefe en México e integrante del Mando Nacional.
Estos tres personajes no tienen militancia formal en el PAN, pero no hace falta porque sus instrucciones son operadas por otros de los denunciados ante la PGR por Luis Paredes Moctezuma, quien militó en El Yunque durante tres décadas.
Otros dos denunciados son Manuel Espino, antecesor de Nava en la presidencia del PAN, y Marco Antonio Adame, gobernador de Morelos, este último “Jefe de la Estrategia PAN a nivel nacional”, es decir, encargado de hacer que El Yunque mantenga y refuerce el control en ese partido.
Los otros tres denunciados son Fernando Guzmán Pérez-Peláez, jefe de El Yunque en la región Occidente, que incluye Jalisco, Colima y Nayarit; Gerardo Mosqueda Martínez, jefe en El Bajío, con mando en Guanajuato y Aguascalientes, y Alfredo Botello Montes, jefe en Querétaro e Hidalgo.
Como se detalla en el reportaje que se publica en el semanario Proceso, Guzmán y Mosqueda son secretarios de Gobierno de Jalisco y Guanajuato, respectivamente, y Botello Montes, quien ocupó el mismo cargo en Querétaro, es actualmente secretario de Acción de Gobierno del Comité Ejecutivo Nacional del PAN que preside Nava.
De acuerdo con la denuncia de Paredes, los involucrados –“jefes, operadores y cómplices de la Organización Nacional del Yunque”-- presuntamente han cometido los delitos previstos en el Libro Segundo, Título Primero del Código Penal Federal:
Traición a la Patria: “Realizan actos que comprometen a la seguridad nacional en función de los intereses supranacionales de esa organización. Algunos de sus militantes tienen acceso a información reservada a los más altos niveles del Estado mexicano y, según he sido enterado, es filtrada a gobiernos y/o entidades extranjeras. Anteponen los intereses de su organización a los de nuestra patria. La soberanía nacional no se restringe a preservar su territorio y recursos naturales, sino que en gran parte es de orden jurídico y político, y dicho orden va siendo socavado por la perniciosa acción de esa organización.”
Sedición: “El Yunque realiza tareas de inteligencia para interferir en las funciones del Estado mexicano. Bajo amenaza, dicta línea y consigna a numerosos legisladores y funcionarios federales, estatales y municipales a lo largo y ancho del país con la finalidad de imponer a la nación una forma de vida ceñida a la ideología que profesan. El Yunque pretende abolir --de facto-- la esencia democrática de nuestro orden constitucional, expresamente la división de poderes, al ir tomando el control de los órganos del Estado para constituirse en el poder real --que actuaría oculto-- sojuzgando a la República como ya se ha visto en Guanajuato, Jalisco y Morelos. En Puebla, su cómplice Mario Marín Torres, da claro ejemplo de la subordinación de los poderes Legislativo y Judicial al Ejecutivo.
Terrorismo: “No tiene otro nombre el propósito, no de espantar a una persona, sino de aterrorizar a los políticos mexicanos todos, con que de no ceñirse a sus dictados serían difamados, desacreditados e incluso perseguidos hasta privarles de su libertad, destruyendo su patrimonio y el de sus familias, e incluso amagándoles con asesinarles --suicidándose en prisión de cinco puñaladas por la espalda--, como amenazaron hacer conmigo
Sabotaje: “El Yunque sabotea al Estado mexicano entorpeciendo las funciones de sus dependencias, esto ha sucedido y sucede en todo el país en los diferentes órdenes de gobierno. El Yunque impide la ejecución de planes y programas de gobierno, como lo hicieron con el ayuntamiento de Puebla 2002-2005 que tuve el honor de presidir, al que sistemáticamente calumniaron y acosaron desde puestos en las legislaturas federal y estatal, desde el Partido Acción Nacional, desde Cámaras y sindicatos empresariales y desde universidades públicas y privadas, realizando tales actos por sí y también incitando a otros a que lo hicieran. Así sucede ahora en contra del presidente Calderón y el principal ejecutor de esos planes es Manuel Espino Barrientos...“
Según Paredes Moctezuma, la actuación de los jefes y miembros de El Yunque constituyen una conspiración contra México y por ello emplaza a la PGR a iniciar la averiguación previa correspondiente para acreditar si, en efecto, ésta existe.
Obviamente, para proceder a tal propósito se requiere voluntad política al más alto nivel, específicamente de Felipe Calderón.
No se trata de que se le haga caso a un militante del PAN que se dice afectado en sus derechos políticos, como Paredes, sino un asunto que concierne a la nación, un asunto de salud pública.
Aun cuando el procurador Arturo Chávez Chávez es conocido en Chihuahua por su pertenencia a la facción de El Yunque y como procurador de ese estado fue capaz de encubrir a una banda de asaltabancos integrada por miembros de esa organización y ahora actúe como abogado de la jerarquía católica, quizá pueda tener gallardía para iniciar una averiguación previa con base en la denuncia de Paredes.
Quizá tenga un arranque de grandeza, aunque se encolerice Calderón…
Apuntes
Reproduzco la cita de Jesús Ortega, presidente del PRD, escrita aquí la semana pasada sobre el personaje que tiene ensangrentado el país, pese a que el tema ya salió de su repertorio de peroratas: “Yo soy una persona que trata de ser congruente con lo que piensa. He dicho, y lo sostengo, que Calderón es y será ilegítimo, y que esa ilegitimidad no se quita como si se quitara una mancha en la camisa. Calderón es y será ilegítimo por los siglos de los siglos.”
Álvaro Delgado
MÉXICO, D.F., 1 de febrero (apro).- Una vez que se ha demostrado con vasta información que El Yunque no es un mito ni un mote, pese a que la pereza, la estulticia y la complicidad se empeñan en lo contrario, ha llegado el momento de que institucionalmente se tome una definición sobre esta organización secreta que, como se denunció ante la Procuraduría General de la República (PGR), opera como un cártel de criminales.
Ha sido ya formalizada ante la PGR una denuncia penal por los delitos de traición a la patria, sedición, terrorismo, sabotaje y conspiración, presuntamente cometidos por un grupo de jefes y operadores de El Yunque, cinco de ellos de militancia en el Partido Acción Nacional (PAN), cuyo presidente, César Nava, es también un prominente juramentado.
Se trata de Bernardo Ardavín Migoni, jefe general de la organización desde 1995 en México, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Colombia, Venezuela, Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Estados Unidos, España, Francia y Filipinas, países donde El Yunque tiene presencia; José Antonio Quintana Fernández, jefe general hasta 1995 y actualmente jefe general emérito, y Guillermo Velasco Arzac, jefe en México e integrante del Mando Nacional.
Estos tres personajes no tienen militancia formal en el PAN, pero no hace falta porque sus instrucciones son operadas por otros de los denunciados ante la PGR por Luis Paredes Moctezuma, quien militó en El Yunque durante tres décadas.
Otros dos denunciados son Manuel Espino, antecesor de Nava en la presidencia del PAN, y Marco Antonio Adame, gobernador de Morelos, este último “Jefe de la Estrategia PAN a nivel nacional”, es decir, encargado de hacer que El Yunque mantenga y refuerce el control en ese partido.
Los otros tres denunciados son Fernando Guzmán Pérez-Peláez, jefe de El Yunque en la región Occidente, que incluye Jalisco, Colima y Nayarit; Gerardo Mosqueda Martínez, jefe en El Bajío, con mando en Guanajuato y Aguascalientes, y Alfredo Botello Montes, jefe en Querétaro e Hidalgo.
Como se detalla en el reportaje que se publica en el semanario Proceso, Guzmán y Mosqueda son secretarios de Gobierno de Jalisco y Guanajuato, respectivamente, y Botello Montes, quien ocupó el mismo cargo en Querétaro, es actualmente secretario de Acción de Gobierno del Comité Ejecutivo Nacional del PAN que preside Nava.
De acuerdo con la denuncia de Paredes, los involucrados –“jefes, operadores y cómplices de la Organización Nacional del Yunque”-- presuntamente han cometido los delitos previstos en el Libro Segundo, Título Primero del Código Penal Federal:
Traición a la Patria: “Realizan actos que comprometen a la seguridad nacional en función de los intereses supranacionales de esa organización. Algunos de sus militantes tienen acceso a información reservada a los más altos niveles del Estado mexicano y, según he sido enterado, es filtrada a gobiernos y/o entidades extranjeras. Anteponen los intereses de su organización a los de nuestra patria. La soberanía nacional no se restringe a preservar su territorio y recursos naturales, sino que en gran parte es de orden jurídico y político, y dicho orden va siendo socavado por la perniciosa acción de esa organización.”
Sedición: “El Yunque realiza tareas de inteligencia para interferir en las funciones del Estado mexicano. Bajo amenaza, dicta línea y consigna a numerosos legisladores y funcionarios federales, estatales y municipales a lo largo y ancho del país con la finalidad de imponer a la nación una forma de vida ceñida a la ideología que profesan. El Yunque pretende abolir --de facto-- la esencia democrática de nuestro orden constitucional, expresamente la división de poderes, al ir tomando el control de los órganos del Estado para constituirse en el poder real --que actuaría oculto-- sojuzgando a la República como ya se ha visto en Guanajuato, Jalisco y Morelos. En Puebla, su cómplice Mario Marín Torres, da claro ejemplo de la subordinación de los poderes Legislativo y Judicial al Ejecutivo.
Terrorismo: “No tiene otro nombre el propósito, no de espantar a una persona, sino de aterrorizar a los políticos mexicanos todos, con que de no ceñirse a sus dictados serían difamados, desacreditados e incluso perseguidos hasta privarles de su libertad, destruyendo su patrimonio y el de sus familias, e incluso amagándoles con asesinarles --suicidándose en prisión de cinco puñaladas por la espalda--, como amenazaron hacer conmigo
Sabotaje: “El Yunque sabotea al Estado mexicano entorpeciendo las funciones de sus dependencias, esto ha sucedido y sucede en todo el país en los diferentes órdenes de gobierno. El Yunque impide la ejecución de planes y programas de gobierno, como lo hicieron con el ayuntamiento de Puebla 2002-2005 que tuve el honor de presidir, al que sistemáticamente calumniaron y acosaron desde puestos en las legislaturas federal y estatal, desde el Partido Acción Nacional, desde Cámaras y sindicatos empresariales y desde universidades públicas y privadas, realizando tales actos por sí y también incitando a otros a que lo hicieran. Así sucede ahora en contra del presidente Calderón y el principal ejecutor de esos planes es Manuel Espino Barrientos...“
Según Paredes Moctezuma, la actuación de los jefes y miembros de El Yunque constituyen una conspiración contra México y por ello emplaza a la PGR a iniciar la averiguación previa correspondiente para acreditar si, en efecto, ésta existe.
Obviamente, para proceder a tal propósito se requiere voluntad política al más alto nivel, específicamente de Felipe Calderón.
No se trata de que se le haga caso a un militante del PAN que se dice afectado en sus derechos políticos, como Paredes, sino un asunto que concierne a la nación, un asunto de salud pública.
Aun cuando el procurador Arturo Chávez Chávez es conocido en Chihuahua por su pertenencia a la facción de El Yunque y como procurador de ese estado fue capaz de encubrir a una banda de asaltabancos integrada por miembros de esa organización y ahora actúe como abogado de la jerarquía católica, quizá pueda tener gallardía para iniciar una averiguación previa con base en la denuncia de Paredes.
Quizá tenga un arranque de grandeza, aunque se encolerice Calderón…
Apuntes
Reproduzco la cita de Jesús Ortega, presidente del PRD, escrita aquí la semana pasada sobre el personaje que tiene ensangrentado el país, pese a que el tema ya salió de su repertorio de peroratas: “Yo soy una persona que trata de ser congruente con lo que piensa. He dicho, y lo sostengo, que Calderón es y será ilegítimo, y que esa ilegitimidad no se quita como si se quitara una mancha en la camisa. Calderón es y será ilegítimo por los siglos de los siglos.”
Astillero
Guardar silencio. Felipe sigue en el viaje. ABC, CJ: desmemoria. Izquierda nice.
JULIO HERNÁNDEZ LÓPEZ.
México abandonado a su suerte: muy elocuente, Felipe pone de oferta a México ante consorcios japoneses (sobre todo, las oportunidades traspasadas de Luz y Fuerza del Centro a la manejable Comisión Federal de Electricidad), pero guarda imperturbable silencio ante la masacre de jóvenes juarenses. El gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza Terrazas, que durante un sexenio ha sido solamente un callado y aquiescente administrador de los negocios dominantes en la entidad, hace como que se aparece en escena para soltar la demagogia acostumbrada, mientras el presidente municipal de la mártir Ciudad Juárez, el azaroso José Reyes Ferriz, tarda larguísimas horas en salir de El Paso, Texas, donde prudentemente reside, para asomarse a la realidad del lado sur y anunciar recompensas para que alguien ayude a hacer lo que la autoridad no puede o no quiere.
Mexicanos que saben que no se tienen más que a ellos mismos: la tragedia juarense muestra la distancia astronómica que hay entre los intereses de las clases populares y los de las elites que siguen comportándose como si nada pasara, cúpulas ensimismadas en la contemplación mediática del incidente de un futbolista extranjero agredido en un incidente de narcobar; portales electrónicos de los principales medios nacionales de comunicación dedicados a seguir los detalles gastronómicos y de recuperación de memoria de un jugador metido en asuntos oscuros mientras la tragedia de un barrio popular apenas merece líneas menores y distraídas. Basta leer y escuchar los comentarios y reportes de familiares de los jóvenes masacrados, y de juarenses de a pie en general, para darse cuenta de la extrema irritación que les produce el desahucio criminal en que les mantienen los tres niveles de gobierno, sin distingo de partidos ni banderías: Ciudad Juárez abandonado a la ley del narcotráfico gobernante, dominante, poderoso.
Nueva apuesta a la desmemoria del pueblo mexicano: Ciudad Juárez como la guardería ABC de Hermosillo; hoy jóvenes asesinados como ayer bebés quemados. ¿Qué pasó en Sonora? Que el PAN aprovechó el incidente para darle voltereta electoral a la entidad y fabricar una turbia victoria de un candidato blanquiazul que antes del incendio de la guardería iba claramente abajo del priísta que era apadrinado por Eduardo Bours, priísta peleado con Los Pinos. Hoy también hay elecciones en Chihuahua, y en la urbe fronteriza como en la capital sonorense parece que los reclamos de justicia no resuenan porque no provienen de las elites gobernantes. En Hermosillo sólo hubo ínfimos chivos expiatorios, pero los apellidos poderosos no fueron tocados ni con el pétalo de una prisión preventiva: ni los allegados al supermillonario Bours ni los emparentados con la esposa de Felipe. En Ciudad Juárez todo va transitando ya por los aceitados carriles de la impunidad institucionalizada. Ayer, el Senado guardó un minuto de silencio por los chavos masacrados (Felipe ya lleva días de guardar silencio) y convocó a comparecer a los jefes de Sedena, Semar, PGR y SSP, todo en el marco de esos encuentros faramalleros que ganan titulares de prensa, pero nada más. El tinterillo neocristero aposentado en la PGR, por ejemplo, gasta tiempo y recursos en impugnar la constitucionalidad de una decisión del órgano legislativo de la capital del país relacionada con matrimonios gays y adopción, mientras sus presuntos subordinados no saben en Ciudad Juárez más que mantener los arreglos de la plaza supercaliente que acaba de ser dejada por el Ejército, en una deshonrosa marcha, para que retomara el control la misma policía federal garcialunesca cuya amplísima corrupción había hecho que antes hubiese sido desplazada por esos soldados que ahora... Uf: los enredos de nunca acabar...
El bajo mundo de la política sigue, también, como si nada. En Durango, Chucho Ortega y César Nava (con Manuel Camacho, el ideólogo de las concertaciones, como testigo) comparten sonriente foto a la hora de levantar las manos presuntamente triunfadoras a José Rosas Aispuro, quien horas antes había renunciado al PRI para aceptar la candidatura del perreanismo convergente al máximo cargo local hoy en manos de otro denso personaje, Ismael Hernández Deras, miembro del catálogo de gobernadores que no gobiernan, nomás administran o sobrellevan. Las vergonzosas alianzas de pragmatismo extremo se cubrieron de gloria en Durango mientras en la capital del país se montaba otro capítulo de la novela La zanahoria de 2012, cuya tesis central es rechazar tibiamente de palabra lo que de obra se consiente y tolera: Crean lopezobradoristas una nueva corriente en el PRD, decía el titular de la nota publicada en el portal de La Jornada.
En ese texto se dio cuenta de la formalización de una Red Nais (very nice) que luchará dentro del sol azteca para impulsar las candidaturas de Marcelo Ebrard o López Obrador. El nombre oficial de la lucha desde dentro es Red por la Unidad Nacional de las Izquierdas y su trabajo comenzará de inmediato para apoyar las campañas electorales que se avecinan. ¡Oh, la lá: apoyar las campañas electorales que se avecinan! Haigan sido como haigan sido; ya lo pasado, pasado; reconocido Calderón por candidatos como el de la Arca de Cué, pero sin que el michoacano se la crea; con postulaciones de elbistas, ex priístas al vapor, foxistas que invitarán a Chente y panistas de cepa. ¿Renunciar al PRD y plantear algún mecanismo imaginativo para participar en 2012? Nada de eso. ¿Repudiar las alianzas y desplegar una campaña activa, indudable, tajante, contra tamaños engendros? Claro que no. Hay que trabajar en la cimentación de un frente electoral de las izquierdas y fuerzas progresistas, dijo Alejandra Barrales, y Alejandro Encinas señaló que la nueva agrupación no se plantea pedir la remoción del dirigente Jesús Ortega. La política nais.
Y, mientras llegan reportes de más muertos en el convulso Torreón, ¡hasta mañana, en esta columna que ve a Candil de la Calle Calderón firmando en Tokio proyectos de cooperación hacia terceros países, como paliar los daños del terremoto en Haití!
Guardar silencio. Felipe sigue en el viaje. ABC, CJ: desmemoria. Izquierda nice.
JULIO HERNÁNDEZ LÓPEZ.
México abandonado a su suerte: muy elocuente, Felipe pone de oferta a México ante consorcios japoneses (sobre todo, las oportunidades traspasadas de Luz y Fuerza del Centro a la manejable Comisión Federal de Electricidad), pero guarda imperturbable silencio ante la masacre de jóvenes juarenses. El gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza Terrazas, que durante un sexenio ha sido solamente un callado y aquiescente administrador de los negocios dominantes en la entidad, hace como que se aparece en escena para soltar la demagogia acostumbrada, mientras el presidente municipal de la mártir Ciudad Juárez, el azaroso José Reyes Ferriz, tarda larguísimas horas en salir de El Paso, Texas, donde prudentemente reside, para asomarse a la realidad del lado sur y anunciar recompensas para que alguien ayude a hacer lo que la autoridad no puede o no quiere.
Mexicanos que saben que no se tienen más que a ellos mismos: la tragedia juarense muestra la distancia astronómica que hay entre los intereses de las clases populares y los de las elites que siguen comportándose como si nada pasara, cúpulas ensimismadas en la contemplación mediática del incidente de un futbolista extranjero agredido en un incidente de narcobar; portales electrónicos de los principales medios nacionales de comunicación dedicados a seguir los detalles gastronómicos y de recuperación de memoria de un jugador metido en asuntos oscuros mientras la tragedia de un barrio popular apenas merece líneas menores y distraídas. Basta leer y escuchar los comentarios y reportes de familiares de los jóvenes masacrados, y de juarenses de a pie en general, para darse cuenta de la extrema irritación que les produce el desahucio criminal en que les mantienen los tres niveles de gobierno, sin distingo de partidos ni banderías: Ciudad Juárez abandonado a la ley del narcotráfico gobernante, dominante, poderoso.
Nueva apuesta a la desmemoria del pueblo mexicano: Ciudad Juárez como la guardería ABC de Hermosillo; hoy jóvenes asesinados como ayer bebés quemados. ¿Qué pasó en Sonora? Que el PAN aprovechó el incidente para darle voltereta electoral a la entidad y fabricar una turbia victoria de un candidato blanquiazul que antes del incendio de la guardería iba claramente abajo del priísta que era apadrinado por Eduardo Bours, priísta peleado con Los Pinos. Hoy también hay elecciones en Chihuahua, y en la urbe fronteriza como en la capital sonorense parece que los reclamos de justicia no resuenan porque no provienen de las elites gobernantes. En Hermosillo sólo hubo ínfimos chivos expiatorios, pero los apellidos poderosos no fueron tocados ni con el pétalo de una prisión preventiva: ni los allegados al supermillonario Bours ni los emparentados con la esposa de Felipe. En Ciudad Juárez todo va transitando ya por los aceitados carriles de la impunidad institucionalizada. Ayer, el Senado guardó un minuto de silencio por los chavos masacrados (Felipe ya lleva días de guardar silencio) y convocó a comparecer a los jefes de Sedena, Semar, PGR y SSP, todo en el marco de esos encuentros faramalleros que ganan titulares de prensa, pero nada más. El tinterillo neocristero aposentado en la PGR, por ejemplo, gasta tiempo y recursos en impugnar la constitucionalidad de una decisión del órgano legislativo de la capital del país relacionada con matrimonios gays y adopción, mientras sus presuntos subordinados no saben en Ciudad Juárez más que mantener los arreglos de la plaza supercaliente que acaba de ser dejada por el Ejército, en una deshonrosa marcha, para que retomara el control la misma policía federal garcialunesca cuya amplísima corrupción había hecho que antes hubiese sido desplazada por esos soldados que ahora... Uf: los enredos de nunca acabar...
El bajo mundo de la política sigue, también, como si nada. En Durango, Chucho Ortega y César Nava (con Manuel Camacho, el ideólogo de las concertaciones, como testigo) comparten sonriente foto a la hora de levantar las manos presuntamente triunfadoras a José Rosas Aispuro, quien horas antes había renunciado al PRI para aceptar la candidatura del perreanismo convergente al máximo cargo local hoy en manos de otro denso personaje, Ismael Hernández Deras, miembro del catálogo de gobernadores que no gobiernan, nomás administran o sobrellevan. Las vergonzosas alianzas de pragmatismo extremo se cubrieron de gloria en Durango mientras en la capital del país se montaba otro capítulo de la novela La zanahoria de 2012, cuya tesis central es rechazar tibiamente de palabra lo que de obra se consiente y tolera: Crean lopezobradoristas una nueva corriente en el PRD, decía el titular de la nota publicada en el portal de La Jornada.
En ese texto se dio cuenta de la formalización de una Red Nais (very nice) que luchará dentro del sol azteca para impulsar las candidaturas de Marcelo Ebrard o López Obrador. El nombre oficial de la lucha desde dentro es Red por la Unidad Nacional de las Izquierdas y su trabajo comenzará de inmediato para apoyar las campañas electorales que se avecinan. ¡Oh, la lá: apoyar las campañas electorales que se avecinan! Haigan sido como haigan sido; ya lo pasado, pasado; reconocido Calderón por candidatos como el de la Arca de Cué, pero sin que el michoacano se la crea; con postulaciones de elbistas, ex priístas al vapor, foxistas que invitarán a Chente y panistas de cepa. ¿Renunciar al PRD y plantear algún mecanismo imaginativo para participar en 2012? Nada de eso. ¿Repudiar las alianzas y desplegar una campaña activa, indudable, tajante, contra tamaños engendros? Claro que no. Hay que trabajar en la cimentación de un frente electoral de las izquierdas y fuerzas progresistas, dijo Alejandra Barrales, y Alejandro Encinas señaló que la nueva agrupación no se plantea pedir la remoción del dirigente Jesús Ortega. La política nais.
Y, mientras llegan reportes de más muertos en el convulso Torreón, ¡hasta mañana, en esta columna que ve a Candil de la Calle Calderón firmando en Tokio proyectos de cooperación hacia terceros países, como paliar los daños del terremoto en Haití!