INSTRUMENTO POLITICO PERSECUTORIO

1 jun 2010

La politización de la PGR
Jesús Cantú
MÉXICO, D.F., 31 de mayo.- Desde el 2005, cuando inició el uso partidista de la Procuraduría General de la República, los procesos electorales competidos han estado marcados por la detención o acusación de personajes políticos importantes. En abril de ese año la PGR solicitó el desafuero de Andrés Manuel López Obrador; poco más de un año después, en la víspera de la elección por la gubernatura de Jalisco, la misma dependencia incautó nueve inmuebles propiedad del candidato priista a dicho puesto, Arturo Zamora Jiménez; en mayo de 2009 la PGR inició una averiguación previa contra Cándido Monreal Ávila –hermano del senador Ricardo y de David–, quien acababa de anunciar su intención de competir por la gubernatura de dicha entidad; y el día 26 del mismo mes, la PGR detuvo en un operativo sorpresa a una treintena de servidores públicos michoacanos, entre los que se encontraban alcaldes y funcionarios de alto nivel del gobierno perredista del estado.
Más allá del impacto mediático y, por lo mismo, político de las acciones de la PGR, sus casos se han desvanecido en el Poder Judicial, de manera que la mayoría de los consignados han sido exonerados. La aprehensión de López Obrador jamás se pudo realizar, a pesar de que se otorgó el desafuero; los bienes incautados a Zamora fueron devueltos unos meses después y él resultó jurídicamente inocente; el caso contra Cándido tampoco tuvo consecuencias legales; y a un año de la detención de los funcionarios michoacanos, 19 ya fueron liberados por falta de pruebas.
Más aún, el juez que libró las órdenes de aprehensión del llamado “michoacanazo” es el mismo al que la semana pasada recurrió la PGR para aprehender al candidato a la gubernatura de Quintana Roo por la alianza PRD-PT-Convergencia, Gregorio Sánchez, Greg.
Luego de que el juez sexto de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales en el Estado de México, Roberto Hoyos Aponte, negó a la PGR la orden de aprehensión en contra de Greg por considerar que no acreditaba su probable responsabilidad en los delitos que le atribuye, la dependencia federal recurrió al juez segundo de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales, Carlos Alberto Elorza Amores, quien determinó que el candidato a la gubernatura fuera aprehendido y trasladado a Nayarit.
A juzgar por los antecedentes de Elorza Amores, se trata de un juez muy obsequioso con el Ministerio Público, tanto para girar órdenes de aprehensión como autos de formal prisión, aunque posteriormente las acusaciones no se sostengan, como ha sucedido con buena parte de los funcionarios michoacanos mencionados, y como ocurrió con los custodios contra los que dictó auto de formal prisión por su presunta responsabilidad en la evasión de 53 reos de alta peligrosidad del Centro de Readaptación Social de Cieneguillas, Zacatecas, en mayo de 2009. A la fecha, 31 de los 51 excustodios recluidos han tenido que ser liberados.
Aunque estos y otros hechos muestran la debilidad de las averiguaciones y expedientes del juez Elorza Amores, parece ser que, más que el desenlace de los casos que aborda, lo que importa es que sus actuaciones cumplan con un objetivo político inmediato. En el caso más reciente, el de Gregorio Sánchez, el objetivo sería eliminarlo de la contienda electoral por la gubernatura de Quintana Roo.
Dado que Greg se encuentra detenido en el reclusorio y que el martes 1 de junio, a más tardar, se dictará el auto de formal prisión en su contra, en ese momento perderá sus derechos políticos y, por lo mismo, su registro como candidato, de acuerdo con los criterios del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
El pasado 13 de mayo, el TEPJF resolvió el expediente SUP-JDC-98/2010 a favor del candidato panista a la gubernatura de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval, y en los considerandos estableció que la pérdida de los derechos político-electorales “sólo ocurre en dos supuestos: cuando el ciudadano sujeto a proceso está privado de su libertad provisionalmente, o bien, cuando ha sido declarado penalmente responsable de la comisión de un ilícito, por sentencia ejecutoriada”. Asimismo, estableció que “si el ciudadano se encuentra sujeto a proceso penal y está en libertad, entonces es factible que ejerza tanto su derecho a votar como el derecho a ser registrado como candidato, pues la condición de libertad permite al ciudadano el ejercicio material de esas prerrogativas”.
Así pues, las condiciones que favorecen a Orozco para conservar sus derechos político-electorales no se cumplen en el caso de Greg, quien el día de los comicios muy probablemente estará “sujeto a proceso privado de su libertad”.
Por otra parte, hay que señalar que éste no es el primer obstáculo que Greg enfrenta para ser candidato a la gubernatura, pues el 18 de marzo del 2008, recién elegido para ocupar la alcaldía de Benito Juárez –las elecciones habían sido el domingo 3 de febrero–, se publicó una reforma a la Constitución estatal para cerrarle el paso en su carrera, consistente en elevar de 10 a 20 años de residencia en la entidad el requisito para ser candidato al gobierno estatal. De haber prevalecido esa reforma, Greg no habría podido inscribirse como candidato, pues su residencia en el estado apenas llega a los 10 años. Sin embargo, dicha reforma fue revocada por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación el 13 de enero de este año.
Las acciones de la mayoría priista en el Congreso de Quintana Roo, y los antecedentes de la PGR y del juez que giró la orden de aprehensión conducen a la misma conclusión: La detención de Gregorio Sánchez en estos momentos es una decisión política que pretende facilitar el camino al candidato priista a la gubernatura de Quintana Roo.
Y esto es posible porque el artículo 38 de la Constitución señala que “los derechos y prerrogativas de los ciudadanos se suspenden: …II. Por estar sujeto a un proceso criminal por delito que merezca pena corporal, a contar desde la fecha del auto de formal prisión”, a pesar de que existe una iniciativa de reforma desde agosto de 2004, para adecuarla a los convenios y tratados internacionales y establecer que dicha suspensión no procede hasta que causa estado una sentencia condenatoria. Pero mientras no se introduzca esta reforma, las autoridades harán un uso partidista de dicha norma para facilitar el camino a sus candidatos.
Los huesos
PEDRO MIGUEL
El país está incendiado. Se perdió (o se regaló, o se vendió) el control del Estado sobre el territorio, y no sólo a favor del narco, sin también en abono de las trasnacionales; uno de los más prominentes secuestradores de instituciones sigue secuestrado, a su vez, por sabrá Dios cuál de las mafias que se disputan el poder fáctico; la media de 30 ejecuciones diarias no muestra visos de disminuir; sobre los estamentos organizados del pueblo (SME, municipio autónomo de Copala, mineros de Cananea, comuneros de Atenco) se abate una represión visceral e incontenida, mientras la Secretaría de Energía guarda bajo llave los documentos de la extinción de LFC y se niega a divulgarlos por temor a que su contenido genere actos violentos o conflictos sociales (¿pues qué pillerías se esconden en ese acto prepotente, que tanto miedo tienen de exhibirlas?) Está por cumplirse un año de la muerte atroz de 45 niños en la guardería ABC de Hermosillo sin que se haya sancionado a alguno de los altos responsables de esa catástrofe; el cadáver de la pequeña Paulette lleva ya tres meses enredado en la trayectoria presidencial de Peña Nieto y nadie se da cuenta; sobre la gran mayoría de la gente se abaten la inflación, el desempleo, la recesión, la inseguridad, y el absoluto desdén de las autoridades hacia los ciudadanos, de los que se acuerdan sólo cuando llega el momento de sacarles impuestos o sufragios.
En esta circunstancia, a Calderón no se le ocurrió nada mejor que manosear los huesos de los próceres de la Independencia, hacerlos pasear por Reforma, llevarlos al Castillo de Chapultepec y hacerlos analizar para establecer, más allá de cualquier duda, si son de quienes se dice que son.
¿Para qué? ¿Es posible identificar a ciencia cierta el origen de esas osamentas? ¿Y si resulta que entre los despojos hay huesos de niño y hasta de pollo, como fue el caso de los restos de Cuauhtémoc conservados en Ixcateopan, Guerrero, y examinados con rigor científico en los años 70 del siglo pasado? ¿No habrá pensado Calderón que, por culpa de su torpeza, suficientes cabezas andan rodando por el sufrido mapa nacional como para, encima, ponerse a juguetear con los cráneos (reales o designados) de los padres de la patria? ¿Por qué lo hizo? ¿Por necrófilo, por morboso, por maltentretenido? ¿Por afán de ponerle un poco de tuétano a ese caldo insustancial que es su festejo bicentenario?
Pudo ser por una de esas razones, o por las tres juntas, o por ninguna. Hay una cuarta, y es deprimente: la realización de un ritual primitivo en el que el oficiante se apodera de unos restos humanos, se hace con ellos un collar o un sombrero y cree que de esa forma obtiene para sí las virtudes y las capacidades del difunto: el sacerdote azteca que se uncía al cuerpo la piel del Xipe Tótec; las enormes colecciones de carroña santa acumuladas por una iglesia no tan santa; el cuerpo de Lenin, disecado y exhibido para untarle a Stalin un poquito de gloria.
Con la pena, pero en esas anda Calderón: este personaje musiliano, furiosamente empeñado en la búsqueda del Santo Grial de la legitimidad (que más se le aleja mientras más la ansía), usa ahora el poder presidencial malhabido en la forma más arbitraria que uno pueda imaginarse: ordena el manoseo solemne de unos huesos heroicos –que, fueran de quienes fueran en realidad, hasta la semana pasada descansaban en paz, a pesar del tránsito de Reforma– y se toma la foto con ellos, como queriéndonos decir: Miren quiénes están en mi poder o, cuando menos, vean nomás con quiénes me codeo. Tal vez, en otro momento, a otro gobernante le habría lucido el gesto. Pero a éste, tan marcadamente entreguista que se ha pasado subastando la soberanía a pedazos (desde la insistencia en transferir la industria petrolera a entidades extranjeras hasta la prosternación impresentable en el cementerio de Arlington, en incluyente homenaje a los invasores estadunidenses caídos en suelo mexicano), la iniciativa se le ve mal: poner al lado de Calderón el cráneo de Hidalgo es como devolverlo a su exhibición de escarmiento en la Alhóndiga de Granaditas.
La herencia ideológica y moral de los dirigentes independentistas es de las pocas cosas que están bien repartidas en este país: de su posesión sólo están excluidos, por propia decisión, los neoliberales mafiosos. Como no le tocó nada de ese legado intangible, Calderón se apañó los huesos. Y en una de esas, hasta falsos le resultan.

El derrumbe de la Selección
Álvaro Delgado

MÉXICO, D.F., 31 de mayo (apro).- Después de dos meses de concentración y de un una serie de juegos de preparación anodinos en Estados Unidos y más bien mediocres en Europa, el grupo de futbolistas que encabeza Javier Aguirre no termina de ser un equipo en su definición más elemental, pero la baja de Jonathan dos Santos perfila implicaciones devastadoras.
Y no porque ese muchacho canterano del Barcelona haya participado en la francachela entre los seleccionados, que exhibió a Cuautémoc Blanco gozando del tabaco a dos semanas del inicio del Mundial y que Aguirre justificó sólo porque él mismo lo hizo de joven --como si fuera un tema moral y no profesional--, sino porque la decisión de eliminarlo del grupo de los 23 ya pegó en el ánimo de un sector de éstos.
Salvo que haya un trabajo psicológico inmediato y exitoso, en un plantel que, además carece de un especialista en esta disciplina, Giovanni dos Santos no podrá recuperar el temple y la alegría con los que venía jugando, después de que su hermano Jonathan fue prácticamente echado por Aguirre de la selección de futbol.
“Mi ilusión es poder coincidir algún día en una cancha con mi hermano, y si puede ser, en el mismo equipo o en la Selección”, decía Jonathan en 2008, cuando tenía 17 años de edad y era visto como una realidad en el Barcelona de Primera División.
Tan importante la salud mental como la física, lo previsible es que el ánimo abatido de Giovanni contagie, al menos, a quienes son sus amigos desde que formó parte de la Selección Sub 17 que ganó el campeonato del mundo: El defensivo Héctor Moreno, el mediocampista Efraín Juárez y el ofensivo Carlos Vela.
Si es cierto lo que dice Zizinho, el indignado y dolorido padre de los dos futbolistas, en el sentido de que Giovanni no quiere ir al Mundial --¡a dos semanas de que inicie!--, la moral del equipo completo se vendrá abajo.
“Gio está hecho polvo. No quiere jugar el Mundial, me pidió que fuera por él a Alemania. Está destrozado”, declaró Zizinho en la cadena ESPN, y luego formuló una frase clave: “¿Crees que Gio rendirá en el Mundial? Los dos me llamaron llorando.”
La decisión de Aguirre y de su cuerpo técnico, particularmente Mario Carrillo --que chocó con él por excluir de la selección a Nery Castillo--, no es sólo estratégica y táctica, ni de méritos futbolísticos, sino de elemental trato humano y, sobre todo, de sentido común: ¿Puede alguien quedarse en paz cuando su hermano es lastimado, así sea la exclusión de una competencia deportiva?
En el futbol se juega con los sentimientos de las personas y detrás siempre existen afanes de manipulación política. En el caso específico de México, está en marcha una simbiosis descarada entre el gobierno de Felipe Calderón y las cadenas televisivas para obtener ganancias con la selección de futbol.
Tan es así que fue el propio Calderón el que intervino para que Aguirre relevara a Sven Goran Ericsson, en mayo de 2008, para evitar la debacle que implicaba no calificar al Mundial de Sudáfrica. Luego debió regañar al técnico cuando éste afirmó, con tono gachupín, que México estaba “jodido” por la violencia.
Ahora, con el mismo tonito de los discursos de Calderón y hasta sus mismos ademanes, Aguirre aparece en los canales de Televisa, promocionando el negocio llamado Iniciativa México. Sobre el Paseo de la Reforma y delante del monumento a la Independencia, pontifica: “Soy Javier Aguirre y amo México. No sé si siempre lo entiendo, pero sé que siempre lo amo.”
Y sin un equipo, en su expresión más básica, un cuadro titular que nunca ha tenido, un grupo deshilvanado y caótico, aunque con algunos muchachos con talento y temple, y ahora con la bomba que estalló con el caso Jonathan, Aguirre ofrece --en los hechos-- la Copa del Mundo.
De otra manera no se entiende cómo Aguirre ofrece --con exactamente el mismo discurso de Calderón, aunque sin el acento español cuando se refirió al “jodido” México-- pasar del México de los complejos al “sí se pudo”.
Calderón debe estar preocupado por este asunto. Sabe que el derrumbe de la Selección Mexicana de futbol es, también, su propio hundimiento…

APUNTES
Se cumple un año de la tragedia de la Guardería ABC, de Hermosillo, Sonora, que dejó 49 niños muertos y 75 heridos, cuyos responsables gozan de total impunidad, que amenaza con extenderse a la Suprema Corte de Justicia de la Nación si no asume el reclamo de los deudos. El ministro Arturo Zaldívar, amigo de Calderón, puede imitar a Enrique Peña Nieto en el caso de la niña Paulette Gebara Farah, una farsa que echarán al olvido…