UNA PROPUESTA REAL
30 jul 2010
Único proyecto alternativo de nación
GABRIELA RODRÍGUEZ
En el marco de la democracia moderna, el de AMLO es el único proyecto alternativo para nuestra nación. Hasta el momento, ningún otro candidato ha articulado una opción distinta de país, una propuesta transformadora que se basa en el ejercicio de 10 años del Gobierno del Distrito Federal y en el más amplio movimiento social de la actualidad.
Y es que a diferencia de quienes sólo prometen, López Obrador está parado sobre los hechos, sobre los programas de gobierno realizados en la ciudad de México, el que dirigió Cuauhtémoc Cárdenas, el que él mismo encabezó de 2000 a 2006, y el actual que comanda Marcelo Ebrard. Así de fácil, yo coloco en el mismo saco lo que considero el mejor legado de la izquierda mexicana: los diez años del gobierno de la ciudad de México.
Cada gobierno ha sido mejor que el otro, porque cada uno va cosechando los frutos que sembró el anterior. Ninguno ha sido perfecto ni idéntico, se trata de gobernantes honestos, personalidades ejemplares y diferentes, jefes que se han apoyado en gabinetes de muy alto nivel profesional y académico, con equidad de género al nivel de las secretarías de Estado, funcionarios que han trabajado en colaboración con una ciudadanía cosmopolita y exigente, y que han sostenido las mismas líneas prioritarias en asuntos sustantivos: la política social, la austeridad republicana, la construcción y creación de empleos que ella conlleva, los proyectos culturales comunitarios (en el Zócalo, en las plazas populares, los maravillosos Faros), los derechos humanos de los adultos mayores, el acceso creciente a la formación media y superior de jóvenes, los derechos de las mujeres, los derechos sexuales y reproductivos de todos y todas, la laicidad de facto, que ha ido más allá del discurso demagógico.
Andrés Manuel ha ampliado sus miras más allá de la capital del país porque también está parado sobre un movimiento social de resistencia civil pacífica, sin un vidrio roto, un ejercicio único de construcción de redes sin violencia –hay que subrayar esta cualidad que hoy brilla por su ausencia–, forjadas desde abajo con grupos en las 32 entidades del país. Se trata del fruto de su peregrinar en 2038 municipios que visitó personalmente, una experiencia que amplió el horizonte de su proyecto de nación, porque convive y toca a diario la realidad de los más pobres, de las mayorías, de la clase trabajadora, de los excluidos, la que vive en barrancas, en cinturones de miseria, en comunidades rurales, en zonas indígenas.
En su tono de indignación, en sus adjetivos estridentes, yo identifico la empatía del líder con quienes vienen acompañándolo en los últimos cuatro años, ya no es la voz del gobernante sino el eco de quienes sostienen la resistencia. Comparto y me identifico con ese sentimiento que a veces llega a la desesperación, las cosas no están para menos.
De los 10 postulados del proyecto alternativo, celebro que los haya abierto para un proceso abierto de consulta, que nos invite a todos para afinarlo durante el año. Está señalando necesidades muy urgentes: recuperar el Estado y los medios masivos de comunicación, cambiar la actual política económica, abolir los privilegios fiscales. La política como imperativo ético es de lo más importante, la austeridad republicana: nada de sueldos onerosos y ofensivos, ni flotillas de aviones y helicópteros al servicio de la llamada clase gobernante, eliminar los gastos improductivos, el derroche y los privilegios, alcanzar la soberanía alimentaria y restablecer el estado de bienestar. Al final aborda temas que fueron la debilidad de su gobierno: cristalizar una nueva corriente de pensamiento donde se promueva la tolerancia, la solidaridad, el respeto a la diversidad y la protección del medio ambiente. Hay que alentar un pensamiento que ayude a impedir el predominio del dinero, del engaño, de la corrupción y del afán de lucro, sobre la dignidad, la verdad, la moral y el amor al prójimo.
Sea quien sea el candidato a la Presidencia de la República en 2012, tenemos que ganar con este proyecto. Ya se burlaron algunos del romanticismo de López Obrador, pero yo valoro que hable de la moral y el amor en el sentido de justicia, de honestidad y solidaridad, porque si algo está perdido en la elite política es esa sensibilidad moral.
Se trata de términos vacíos en las bocas de la nueva derecha, la de esos políticos serviles a sus jefes: potentados y curas. ¿A qué suena la moral en voz del nuevo secretario de Economía, Bruno Ferrari, cuyo mayor mérito para ganar el cargo fue ser el enlace de los empresarios de Nuevo León con Marcial Maciel? ¿O qué moral puede tener el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, quien acaba de codificar en el mismo nivel de delito grave el abuso sexual a menores y a discapacitados, la pornografía infantil y el intento de ordenación de una mujer?
La intriga del Jefe Diego
José Gil Olmos
MÉXICO, D.F., 28 de julio (apro).- La difusión de la segunda foto de Diego Fernández de Cevallos secuestrado y de las cartas en las que suplica a su hijo que pague el rescate a sus plagiarios, es un nuevo fragmento de este rompecabezas de intrigas, misterios y complicidades que se ha tejido alrededor de este acontecimiento cuyo final aún está en suspenso.
Después de que fuera secuestrado entre el 14 y el 15 de mayo en su rancho de Querétaro, muchas versiones han surgido sobre la identidad de los plagiarios y los motivos que tuvieron para retenerlo.
La última versión o pieza de este escabroso crucigrama es el supuesto correo electrónico que recibió el periodista José Cárdenas y que, si nos atenemos a los hechos, podría ser una filtración de la Procuraduría General de la República (PGR) para presionar a la familia a que acceda a las peticiones de un rescate de 50 millones de dólares.
El pasado viernes 23, Cárdenas escribió en su columna del diario El Universal que tenía datos del secuestro de El Jefe Diego. En un estilo completamente ambiguo e incierto, escribió que “circulaba en pasadizos del gabinete de seguridad nacional” la información de que lo había secuestrado el grupo guerrillero Tendencia Democrática Revolucionaria-Ejército del Pueblo (TDR-EP) al mando del comandante José Arturo, a quien identificaba con el nombre de Constantino Alejandro Canseco Ruiz.
Usando siempre una preposición condicional, dijo “que la liberación de Diego está prevista entre septiembre y noviembre”, pero “que antes le harán un juicio revolucionario”.
Sin embargo, esta información, la foto y las cartas, al parecer, no salieron del correo electrónico de los secuestradores hacia lacuenta de twitter del periodista José Cárdenas, como él mismo lo afirmó, sino que ya estaba en manos de la PGR y de ahí fue filtrada.
La especie de que el secuestro de Fernández de Cevallos la realizó un “grupo guerrillero extremista” había circulado entre algunos políticos un par de semanas antes. Incluso se mencionaba desde entonces que se trataba de un operativo llevado a cabo por una “escisión del EPR”, el cual tenía la estructura y capacidad para retener al panista durante mucho tiempo.
Algunos de los enterados indicaron que habían visto los correos electrónicos enviados a la familia y que estaban “correctamente escritos”; incluso con un lenguaje rebuscado. “Es gente preparada”, fue la observación.
Además, precisaron que no eran 30 millones de dólares, sino 50, los que estaban pidiendo los plagiarios; y que la familia estaba vendiendo bienes para juntar la cantidad requerida para la liberación.
En su nota del martes 27, el reportero del diario La Jornada, Alfredo Méndez, ofreció un dato esclarecedor.
“La Jornada consultó anoche a funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR), quienes revelaron que el abogado Antonio Lozano Gracia entregó el manuscrito original de la carta difundida ayer al titular de la dependencia, Arturo Chávez Chávez, entre el 15 y el 19 de junio pasados.”
Es decir, que desde hace más de un mes, el gobierno de Felipe Calderón ya tenía la información sobre la situación en que se encontraba Diego Fernández de Cevallos, de las súplicas que le hacía a su hijo que lleva su mismo nombre para juntar la cantidad exigida y de las intenciones de los secuestradores de no ceder en el monto demandado para la liberación.
De ser cierto que fueron los “secuestradores misteriosos” los que le enviaron a José Cárdenas la foto y la carta, vía twitter, habría que cuestionar qué ganan con esto, si desde hace un mes no han recibido noticias de la familia de Fernández de Cevallos de las peticiones para su liberación.
En todo caso, es a la PGR la que le interesa desatorar este problema porque se ha quedado al margen de la negociación del secuestro de uno de los políticos más importantes del sistema, lo cual pone en entredicho la capacidad del gobierno.
Sin embargo, cabe la posibilidad de que otra instancia del gobierno, quizá la Secretaría de Seguridad Pública a cargo de Genaro García Luna, le interese involucrarse también en el asunto y haya filtrado la información para reventar cualquier adelanto de negociación. El “fuego amigo” ha sido una constante en el gobierno de Felipe Calderón.
En el caso del secuestro de Diego Fernández de Cevallos la intriga palaciega y la inquina de los grupos al interior del gobierno es la que ha reinado.
La ausencia de información concreta o también la administración que se ha hecho de la misma, pues la carta de El Jefe Diego fechada desde el 10 de junio se dio a conocer después de la elección del 4 de julio y en medio del escándalo de la masacre en Coahuila, sólo ha ocasionado especulaciones.
De ser cierto que los secuestró un grupo guerrillero, faltaría que se lo reivindicara, como siempre lo han hecho en el pasado. Pero esto no ha ocurrido.
Mientras tanto, ocurren hechos lamentables, el informador cobra demasiado protagonismo y trata de convertirse en la noticia cuando el sujeto principal de la historia sigue maniatado y, según sus secuestradores, hablando de su fortuna, de sus negocios, de sus relaciones personales y de las políticas también. Información que puede resultar atractiva para cualquiera porque El Jefe Diego es parte de un importante grupo político que ha manejado al país por muchos años y que tiene las vinculaciones más impúdicas con los grupos de poder que se mueven en las sombras.
GABRIELA RODRÍGUEZ
En el marco de la democracia moderna, el de AMLO es el único proyecto alternativo para nuestra nación. Hasta el momento, ningún otro candidato ha articulado una opción distinta de país, una propuesta transformadora que se basa en el ejercicio de 10 años del Gobierno del Distrito Federal y en el más amplio movimiento social de la actualidad.
Y es que a diferencia de quienes sólo prometen, López Obrador está parado sobre los hechos, sobre los programas de gobierno realizados en la ciudad de México, el que dirigió Cuauhtémoc Cárdenas, el que él mismo encabezó de 2000 a 2006, y el actual que comanda Marcelo Ebrard. Así de fácil, yo coloco en el mismo saco lo que considero el mejor legado de la izquierda mexicana: los diez años del gobierno de la ciudad de México.
Cada gobierno ha sido mejor que el otro, porque cada uno va cosechando los frutos que sembró el anterior. Ninguno ha sido perfecto ni idéntico, se trata de gobernantes honestos, personalidades ejemplares y diferentes, jefes que se han apoyado en gabinetes de muy alto nivel profesional y académico, con equidad de género al nivel de las secretarías de Estado, funcionarios que han trabajado en colaboración con una ciudadanía cosmopolita y exigente, y que han sostenido las mismas líneas prioritarias en asuntos sustantivos: la política social, la austeridad republicana, la construcción y creación de empleos que ella conlleva, los proyectos culturales comunitarios (en el Zócalo, en las plazas populares, los maravillosos Faros), los derechos humanos de los adultos mayores, el acceso creciente a la formación media y superior de jóvenes, los derechos de las mujeres, los derechos sexuales y reproductivos de todos y todas, la laicidad de facto, que ha ido más allá del discurso demagógico.
Andrés Manuel ha ampliado sus miras más allá de la capital del país porque también está parado sobre un movimiento social de resistencia civil pacífica, sin un vidrio roto, un ejercicio único de construcción de redes sin violencia –hay que subrayar esta cualidad que hoy brilla por su ausencia–, forjadas desde abajo con grupos en las 32 entidades del país. Se trata del fruto de su peregrinar en 2038 municipios que visitó personalmente, una experiencia que amplió el horizonte de su proyecto de nación, porque convive y toca a diario la realidad de los más pobres, de las mayorías, de la clase trabajadora, de los excluidos, la que vive en barrancas, en cinturones de miseria, en comunidades rurales, en zonas indígenas.
En su tono de indignación, en sus adjetivos estridentes, yo identifico la empatía del líder con quienes vienen acompañándolo en los últimos cuatro años, ya no es la voz del gobernante sino el eco de quienes sostienen la resistencia. Comparto y me identifico con ese sentimiento que a veces llega a la desesperación, las cosas no están para menos.
De los 10 postulados del proyecto alternativo, celebro que los haya abierto para un proceso abierto de consulta, que nos invite a todos para afinarlo durante el año. Está señalando necesidades muy urgentes: recuperar el Estado y los medios masivos de comunicación, cambiar la actual política económica, abolir los privilegios fiscales. La política como imperativo ético es de lo más importante, la austeridad republicana: nada de sueldos onerosos y ofensivos, ni flotillas de aviones y helicópteros al servicio de la llamada clase gobernante, eliminar los gastos improductivos, el derroche y los privilegios, alcanzar la soberanía alimentaria y restablecer el estado de bienestar. Al final aborda temas que fueron la debilidad de su gobierno: cristalizar una nueva corriente de pensamiento donde se promueva la tolerancia, la solidaridad, el respeto a la diversidad y la protección del medio ambiente. Hay que alentar un pensamiento que ayude a impedir el predominio del dinero, del engaño, de la corrupción y del afán de lucro, sobre la dignidad, la verdad, la moral y el amor al prójimo.
Sea quien sea el candidato a la Presidencia de la República en 2012, tenemos que ganar con este proyecto. Ya se burlaron algunos del romanticismo de López Obrador, pero yo valoro que hable de la moral y el amor en el sentido de justicia, de honestidad y solidaridad, porque si algo está perdido en la elite política es esa sensibilidad moral.
Se trata de términos vacíos en las bocas de la nueva derecha, la de esos políticos serviles a sus jefes: potentados y curas. ¿A qué suena la moral en voz del nuevo secretario de Economía, Bruno Ferrari, cuyo mayor mérito para ganar el cargo fue ser el enlace de los empresarios de Nuevo León con Marcial Maciel? ¿O qué moral puede tener el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, quien acaba de codificar en el mismo nivel de delito grave el abuso sexual a menores y a discapacitados, la pornografía infantil y el intento de ordenación de una mujer?
La intriga del Jefe Diego
José Gil Olmos
MÉXICO, D.F., 28 de julio (apro).- La difusión de la segunda foto de Diego Fernández de Cevallos secuestrado y de las cartas en las que suplica a su hijo que pague el rescate a sus plagiarios, es un nuevo fragmento de este rompecabezas de intrigas, misterios y complicidades que se ha tejido alrededor de este acontecimiento cuyo final aún está en suspenso.
Después de que fuera secuestrado entre el 14 y el 15 de mayo en su rancho de Querétaro, muchas versiones han surgido sobre la identidad de los plagiarios y los motivos que tuvieron para retenerlo.
La última versión o pieza de este escabroso crucigrama es el supuesto correo electrónico que recibió el periodista José Cárdenas y que, si nos atenemos a los hechos, podría ser una filtración de la Procuraduría General de la República (PGR) para presionar a la familia a que acceda a las peticiones de un rescate de 50 millones de dólares.
El pasado viernes 23, Cárdenas escribió en su columna del diario El Universal que tenía datos del secuestro de El Jefe Diego. En un estilo completamente ambiguo e incierto, escribió que “circulaba en pasadizos del gabinete de seguridad nacional” la información de que lo había secuestrado el grupo guerrillero Tendencia Democrática Revolucionaria-Ejército del Pueblo (TDR-EP) al mando del comandante José Arturo, a quien identificaba con el nombre de Constantino Alejandro Canseco Ruiz.
Usando siempre una preposición condicional, dijo “que la liberación de Diego está prevista entre septiembre y noviembre”, pero “que antes le harán un juicio revolucionario”.
Sin embargo, esta información, la foto y las cartas, al parecer, no salieron del correo electrónico de los secuestradores hacia lacuenta de twitter del periodista José Cárdenas, como él mismo lo afirmó, sino que ya estaba en manos de la PGR y de ahí fue filtrada.
La especie de que el secuestro de Fernández de Cevallos la realizó un “grupo guerrillero extremista” había circulado entre algunos políticos un par de semanas antes. Incluso se mencionaba desde entonces que se trataba de un operativo llevado a cabo por una “escisión del EPR”, el cual tenía la estructura y capacidad para retener al panista durante mucho tiempo.
Algunos de los enterados indicaron que habían visto los correos electrónicos enviados a la familia y que estaban “correctamente escritos”; incluso con un lenguaje rebuscado. “Es gente preparada”, fue la observación.
Además, precisaron que no eran 30 millones de dólares, sino 50, los que estaban pidiendo los plagiarios; y que la familia estaba vendiendo bienes para juntar la cantidad requerida para la liberación.
En su nota del martes 27, el reportero del diario La Jornada, Alfredo Méndez, ofreció un dato esclarecedor.
“La Jornada consultó anoche a funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR), quienes revelaron que el abogado Antonio Lozano Gracia entregó el manuscrito original de la carta difundida ayer al titular de la dependencia, Arturo Chávez Chávez, entre el 15 y el 19 de junio pasados.”
Es decir, que desde hace más de un mes, el gobierno de Felipe Calderón ya tenía la información sobre la situación en que se encontraba Diego Fernández de Cevallos, de las súplicas que le hacía a su hijo que lleva su mismo nombre para juntar la cantidad exigida y de las intenciones de los secuestradores de no ceder en el monto demandado para la liberación.
De ser cierto que fueron los “secuestradores misteriosos” los que le enviaron a José Cárdenas la foto y la carta, vía twitter, habría que cuestionar qué ganan con esto, si desde hace un mes no han recibido noticias de la familia de Fernández de Cevallos de las peticiones para su liberación.
En todo caso, es a la PGR la que le interesa desatorar este problema porque se ha quedado al margen de la negociación del secuestro de uno de los políticos más importantes del sistema, lo cual pone en entredicho la capacidad del gobierno.
Sin embargo, cabe la posibilidad de que otra instancia del gobierno, quizá la Secretaría de Seguridad Pública a cargo de Genaro García Luna, le interese involucrarse también en el asunto y haya filtrado la información para reventar cualquier adelanto de negociación. El “fuego amigo” ha sido una constante en el gobierno de Felipe Calderón.
En el caso del secuestro de Diego Fernández de Cevallos la intriga palaciega y la inquina de los grupos al interior del gobierno es la que ha reinado.
La ausencia de información concreta o también la administración que se ha hecho de la misma, pues la carta de El Jefe Diego fechada desde el 10 de junio se dio a conocer después de la elección del 4 de julio y en medio del escándalo de la masacre en Coahuila, sólo ha ocasionado especulaciones.
De ser cierto que los secuestró un grupo guerrillero, faltaría que se lo reivindicara, como siempre lo han hecho en el pasado. Pero esto no ha ocurrido.
Mientras tanto, ocurren hechos lamentables, el informador cobra demasiado protagonismo y trata de convertirse en la noticia cuando el sujeto principal de la historia sigue maniatado y, según sus secuestradores, hablando de su fortuna, de sus negocios, de sus relaciones personales y de las políticas también. Información que puede resultar atractiva para cualquiera porque El Jefe Diego es parte de un importante grupo político que ha manejado al país por muchos años y que tiene las vinculaciones más impúdicas con los grupos de poder que se mueven en las sombras.