CESA EL PLEITO EN LA RECAMARA

9 abr 2009

HITLERCITO Y DON BELTRONE.

Pedro Echeverría V.

1. En México se sabe que el PAN y el PRI pelean de día pero “cuando llega la noche se cogen cariño”. Se sabe porque los partidos registrados pertenecen a la misma clase política, a la misma estructural de dominación y porque tienen la obligación de cuidar que el sistema político que les ha dado todo no se encuentre en peligro. Los partidos no representan “partes” del pueblo, es decir, intereses de sectores de la población trabajadora (indígenas, campesinos, obreros, etcétera) tal como debería ser, sino partes de la clase política (familiares, amigos, compadres, socios) Así que el “hitlercito” panista Germán Martínez, de quien salen palabras como diarrea y “Don Beltrone”, Fabio Beltrones, que en la práctica se ha adueñado del PRI, son los mejores guardianes del sistema de dominación.

2. Entre paréntesis podría decirse que los dos personajes le hacen un ajustado honor a sus apodos. Los panistas, al estilo de Martínez, han tenido como libros de cabecera Mi Lucha, el Judío Internacional, La derrota mundial, a Von Mises, Von Hayek y a Luis Pazos, por eso los priístas le colocaron a su líder el apodo de Hitlercito. Por su lado los priístas durante toda su vida han conformado mafias que, agrupadas, les ha permitido dominar la política en México, por eso los panistas bautizaron a su líder como Don Beltrone el mafioso. La realidad es que no hicieron muchos esfuerzos, pues ambos partidos se conocen muy bien. Pero lo importante es ver entre qué partidos y políticos se mueven los mexicanos y, a pesar de ello, manipulados por los miles de millones de pesos que se gastan en campañas, ¿saldrán a votar?

3. Los altos políticos de los distintos partidos, aunque parezcan confrontarse en sus declaraciones políticas son, como se dice por aquí: “uña y mugre”. Tienen sus residencias en la misma zona privilegiada, suelen haber estudiado en las mismas escuelas, se cambiaron las novias, pertenecen a la misma banca y son socios en los mismos negocios; y si alguno llega a la “alta política” de un rumbo distinto, en corto tiempo se “acultura”. La clase política y su hija, la “partidocracia”, son poderosas esponjas que absorben a cualquier político que quisiera ser independiente. ¿Cómo resistir un “cañonazo” de 300 mil pesos mensuales más viajes, comidas, vinos y más? Por eso hay que ver que las confrontaciones verbales de tiempos de campaña como formas para animar al votante.

4. La “confrontaciones” entre PRI y PAN, así como entre los otros partidos (ellos mismo lo dicen) son sólo durante la campaña; en cierta manera es como una farsa que se presenta ante el pueblo para engañarlo y lograr su voto. Ningún partido presenta deferencias de fondo porque no las tiene. Si acaso hubo un tiempo en que el PAN era la derecha clerical empresarial, el PRI el partido de centro indefinido y el PRD la izquierda que luchaba por los intereses de los trabajadores, esas diferencias desaparecieron y cada partido registrado es más de lo mismo. Pasó exactamente lo que en la vieja Europa: los partidos se intercambian el gobierno y siguen sirviendo al mismo poder que se concentra en los grandes empresarios transnacionales y en los medios de información.

5. En España, Francia, Italia, Suecia (países que en sus buenos tiempos llegaron a ser imperios), se intercambian el gobierno los llamados, laboristas, socialcristianos, socialistas, comunistas, socialdemócratas, derechistas y el poder sigue estando en un millar de poderosísimos empresarios mientras la mayoría de la población (aunque no se crea) vive en la pobreza. ¿Se piensa acaso que esos países, después de saquear durante siglos las riquezas de Asia, África y América Latina, no sufren problemas de pobreza y miseria en sus poblaciones? Obviamente nuestros pueblos explotados y oprimidos del llamado “tercer mundo” viven mucho más miserables, pero también en Europa, como en los EEUU, el descontento es grande y los gobiernos siguen al servicio del capital.

6. Para que entre los partidos se registren confrontaciones verdaderas y francas deben presentarse programas políticos diferentes y hasta antagónicos. Por ejemplo: gritar en abstracto que se está contra la corrupción, la inseguridad, la pobreza, la antidemocracia y la injusticia, resulta ya demagógico y motivo de risa porque todo mundo (sobre todo los gobernantes) lo ha hecho durante siglos sin que nada suceda. Otra cosa sería si el planteamiento fuera contra el sistema de explotación, contra el sistema electoral de por sí fraudulento, por la organización independiente de los trabajadores, por la toma de calles y plazas como forma de lucha, por la distribución equitativa de la riqueza, por el castigo a los despojadores del pueblo. ¿Qué partido político registrado podría plantear esto sin ser sancionado o excluido?

7. Si los partidos fueran verdaderos representarían a una clase social definida y a sectores de clase que la rodean. Los izquierdistas siempre tomaron partido por la clase explotada, por los sectores pobres y oprimidos; entre ellos hubo muchas divisiones en las formas de organización y de lucha, aunque también en las estrategias para alcanzar los objetivos, pero no abandonaron la idea de la necesidad de derrocar el sistema capitalista para construir una sociedad sin explotación y sin plusvalía. Concebían un partido de clase no una organización para las elecciones burguesas que pongan un manto para esconder las desigualdades y la opresión de una minoría rapaz sobre la mayoría de la población. Muchos problemas desvirtuaron sus objetivos, pero de origen fueron diferentes de los otros partidos que sólo buscaban obtener o mantenerse en el poder.

8. En México ha llegado la civilización entre partidos y políticos; sólo se confrontan con espots y declaraciones en campañas, pero en el resto del tiempo todos son muy comprensibles y respetuosos, tal como sucede en Europa y como han deseado los intelectuales orgánicos. ¿Tienen acaso por qué confrontarse si sus programas primero se movieron al centro y luego a la derecha? En Europa, así como en varios países de América, los dos o tres partidos grandes se dividen el voluminoso pastel y los pequeños siguen mamando de la ubre del presupuesto. Los únicos que movilizan a las masas y se solidarizan con las batallas de los trabajadores y estudiantes, son las organizaciones no electorales y no parlamentarias. Sobre ellas descargan los gobiernos la represión, la mayoría de las veces con la aprobación de partidos registrados.


LUJAMBIO, CERO EN EDUCACION.

Pedro Echeverría V.

1. Alonso Lujambio, nombrado secretario de Educación Pública, no tiene la menor idea de lo que ha sido la educación en México, de la estructura de intereses que conforma la Secretaría de Educación Pública (SEP) y mucho menos de la forma de actuar del Sindicato Nacional de los Trabajadores de Educación (SNTE) así como la de su cacique magisterial Esther Gordillo. Más aún, desde la primaria hasta los estudios superiores, Lujambio nunca piso una escuela pública, porque desde los seis años (como hijo de papi) sólo estuvo en escuelas privadas. Obvio, todos los altos dirigentes del PAN (comenzando con el presidente ilegítimo Calderón) estudiaron en colegios privados.

2. Esto último es fundamental porque el principal problema de la educación en México es que desde 1982 se comenzó a instrumentar un profundo proceso privatizador disminuyendo o paralizando las inversiones en la escuela pública (cuatro por ciento del PIB) y apoyando a los capitalistas dueños de escuelas privadas. Si desde 1917 la educación pública se encargó de atender al 95 por ciento de la educación dejándole a la privada sólo el 5 por ciento hoy la relación es de 60 pública y 40 privada. Si el doctor Mora dijo en 1833 que el Estado no puede dejar que la iglesia y los privados se adueñen de la conciencia del pueblo usando como medio la escuela, esto sólo fue frenado hasta 1982.

3. Pero la privatización de la educación no solo hay que verla en el estancamiento del presupuesto en la escuela pública y en la multiplicación de escuelas particulares, sino que también en la misma escuela pública se han introducido medidas privatizadoras en planes y programas de estudio, en cuotas en inscripciones, exámenes, cursos a alumnos, pagos que no existían antes. Si bien no puede aplaudirse la educación anterior a la década de los ochenta, por lo menos el “embudo” estaba totalmente abierto en la primaria para que luego “por la ley del más fuerte” se fuera rechazando a la inmensa mayoría. Con la educación privada (fuera la demagogia de las becas para un uno por mil) todas tienen que pagar una mensualidad que el 50 por ciento de la población no tiene.

4. El súper ignorante y derechista doctor Lujambio antes de pisar la SEP tendrá que reunirse con la cacique sindical Gordillo. (Ésta que en el momento tiene que arreglar la “burrada” política de su funcionario de la Lotería Nacional que, para congraciarse con Calderón, quiso comprar al Diario de Yucatán ofreciéndole muchos millones para apuntalar al candidato panista en Campeche). No hay que olvidar que la Gordillo, al cumplir este abril 20 años de caciquismo en el SNTE, tiene un decálogo mínimo para cualquier secretario de Educación. Lujambio lo único que tiene que hacer es poner en práctica el decálogo de Gordillo para no tener problemas. Así que Lujambio en vez de componer la educación lo único que hará es obedecer a la Gordillo.

5. ¿Y el presidente ilegítimo Calderón? El presidente es tan papanatas en educación como el recién nombrado Lujambio. Calderón desde que tomó posesión entregó a la Gordillo la educación con la sola recomendación de frenar las luchas y protestas magisteriales de la CNTE. “Si se conserva la paz y se evita la agitación, no importa que la educación siga en los últimos lugares”. La cacique sindical no ha logrado frenar la protesta social ni imponer la llamada Alianza para la Calidad Educativa (ACE), pero sí ha logrado dividir, mediatizar y debilitar la protesta (Morelos, Novena, Puebla) ¿Qué puede hacer el político derechista Lujambio en un sector que no conoce y que siempre ha representado en el país un sector de protestas y lucha?

6. La batalla por la educación tiene que ser global e integral. Además de la lucha sindical por la democracia e independencia, tiene que lucharse también contra el avance privatizador, por la recuperación de la educación pública, gratuita, laica y popular. Además de luchar por el mejoramiento económico de los maestros, debe profundizarse la batalla contra el autoritarismo de los funcionarios y de los mismos profesores frente a los alumnos. Además de luchar contra los líderes “charros” hay que evitar un simple cambio de personas en la dirección sindical que sigan aplicando los mismos métodos de dominación. Y la batalla por el autogobierno y la autogestión debe ser permanente, sobre todo al interior de las organizaciones que se autodenominan “democráticas”

7. Lujambio tendrá que rodearse de “especialistas en educación” que no han reparado servir al PAN y a los proyectos derechistas. Algunos “connotados investigadores” en educación funcionan como meros tecnócratas dispuestos a poner sus técnicas al servicio de un buen salario. No les importa el proyecto o la ideología, lo importante es cobrar “sirviendo a México”. Así rodearon a Zedillo en la SEP y luego como presidente de la República, o bien al tonto de Fox y su ignorante secretario de Educación pensando en que impondrían su proyecto. Los llamo técnicos porque sólo saben de números y estadísticas que se informan en computadoras. No comprender que por encima de la educación está la política y la clase social que la domina.

8. La esperanza de transformación sigue ubicándose en las luchas de la CNTE. En esta organización con 30 años de lucha se puede dar la batalla para componer el rumbo educativo de la nación. La CNTE sí tiene proyecto educativo no difundido de manera amplia, ni tampoco discutido y analizado fuera de los mismos marcos de la organización. Aunque no ha podido erradicar de su seno el autoritarismo y el sectarismo, la CNTE es la única organización que durante 30 años ha abierto sus puertas a los profesores que luchan por una buena educación. Las luchas de los profesores de la 22 de Oaxaca, 18 de Michoacán, de los de Guerrero, Morelos, DF, Chiapas, Tlaxcala, Zacatecas, Puebla, Estado de México son ejemplo.

9. Ni Lujambio ni ningún panista tienen idea de lo que significa educación pública porque todos ellos son hijos de “papi” y de la educación privada. Los priístas, que sí la entendían, pudieron evitar su desplome pero la inmensa corrupción se los funcionarios de su partido lo impidió. En la izquierda hay algunos estudiosos de la problemática pero han permanecido al margen de los gobiernos porque no son ilusos. La educación sólo podrá cambiar junto con el cambio de estructuras del país. Entre tanto la lucha debe ser radical contra el proyecto educativo de la burguesía mientras paralelamente luchamos contra todo el sistema. Quien piense en la Mota, Gordillos o Lujambio seguirá siendo un oportunista e insulso irremediable.