CONTRA EL CRIMINAL IMPUNE
25 ene 2010
APPO insiste en juicio político a Ulises Ruiz
A pesar de que existe ya una solicitud de juicio político contra Ruiz en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), presentarán nuevamente esta petición a fin de "reactivarla con las firmas".
Oaxaca.- Con 3 mil firmas recabadas para la solicitud de juicio político contra el gobernador Ulises Ruiz, integrantes de la APPO concluirán este domingo el ayuno iniciado el pasado viernes en el zócalo de esta capital.
Al respecto, Marcelino Coache Verano, ex vocero de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), indicó que será a las 20:00 horas de hoy cuando los appistas concluyan el ayuno iniciado la mañana del pasado viernes, para recabar las firmas dirigidas a solicitar el juicio político contra el mandatario.
Sumado a ello, dijo, exigen la liberación de Juan Manuel Martínez Moreno, quien se encuentra preso en el Penal Central de Santa María Ixcotel, acusado de participar en el asesinato del camarógrafo estadounidense Brad Will durante el conflicto del 2006.
Asimismo, puntualizó, "exigimos a la Procuraduría General de Justicia del Estado, avances en las investigaciones por tortura y los homicidios que ocurrieron en contra del movimiento del 2006 y que a la fecha se encuentran en el olvido".
Refirió que a pesar de que existe ya una solicitud de juicio político contra Ruiz en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), presentarán nuevamente esta petición a fin de "reactivarla con las firmas".
Indicó que aunque en las cámaras de diputados federal y local, es posible que no prospere esta solicitud, confió en que los diputados "tengan un poco de dignidad para que se pueda llevar a cabo este juicio político, y si no pues habrán instancias internacionales a las que podremos acudir, pero dependerá también del pueblo".
Aseveró que continuarán recabando firmas hasta el próximo 30 de enero, y será el 1 de febrero cuando presenten la solicitud ante la SCJN y ante las Cámaras federal y local.
Para ello, explicó, por acuerdo de la Asamblea Estatal de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el magisterio convocará a las organizaciones aglutinadas en la APPO para recabar esas firmas.
De esta forma, a las dos mil firmas recabadas en esta primera etapa, se sumarán las 71 mil del magisterio democrático y un número aún no determinado por parte de las organizaciones sociales adheridas a la Asamblea Popular.
A pesar de que existe ya una solicitud de juicio político contra Ruiz en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), presentarán nuevamente esta petición a fin de "reactivarla con las firmas".
Oaxaca.- Con 3 mil firmas recabadas para la solicitud de juicio político contra el gobernador Ulises Ruiz, integrantes de la APPO concluirán este domingo el ayuno iniciado el pasado viernes en el zócalo de esta capital.
Al respecto, Marcelino Coache Verano, ex vocero de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), indicó que será a las 20:00 horas de hoy cuando los appistas concluyan el ayuno iniciado la mañana del pasado viernes, para recabar las firmas dirigidas a solicitar el juicio político contra el mandatario.
Sumado a ello, dijo, exigen la liberación de Juan Manuel Martínez Moreno, quien se encuentra preso en el Penal Central de Santa María Ixcotel, acusado de participar en el asesinato del camarógrafo estadounidense Brad Will durante el conflicto del 2006.
Asimismo, puntualizó, "exigimos a la Procuraduría General de Justicia del Estado, avances en las investigaciones por tortura y los homicidios que ocurrieron en contra del movimiento del 2006 y que a la fecha se encuentran en el olvido".
Refirió que a pesar de que existe ya una solicitud de juicio político contra Ruiz en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), presentarán nuevamente esta petición a fin de "reactivarla con las firmas".
Indicó que aunque en las cámaras de diputados federal y local, es posible que no prospere esta solicitud, confió en que los diputados "tengan un poco de dignidad para que se pueda llevar a cabo este juicio político, y si no pues habrán instancias internacionales a las que podremos acudir, pero dependerá también del pueblo".
Aseveró que continuarán recabando firmas hasta el próximo 30 de enero, y será el 1 de febrero cuando presenten la solicitud ante la SCJN y ante las Cámaras federal y local.
Para ello, explicó, por acuerdo de la Asamblea Estatal de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el magisterio convocará a las organizaciones aglutinadas en la APPO para recabar esas firmas.
De esta forma, a las dos mil firmas recabadas en esta primera etapa, se sumarán las 71 mil del magisterio democrático y un número aún no determinado por parte de las organizaciones sociales adheridas a la Asamblea Popular.
Remozamiento del Centro, obra superficial: Arquitectos
Sayra Cruz
La ciudad está convertida en una ratonera, dijo categórico el presidente del Colegio de Arquitectos del Estado de Oaxaca, Lázaro García Saavedra, quien urgió una reestructuración del Centro Histórico, no sólo el cambio de pavimento como lo hacen los gobiernos estatal y municipal.
El proyecto, de ser tomado en consideración, puede tardar 3 años en concretizarse. Sin embargo, de acuerdo con el profesional, éste debe de contener una reubicación de las rutas del transporte urbano, que libren las manzanas del Centro Histórico del paso de estos vehículos.
Aunque carece de un recurso aproximado para esta inversión, mencionó que este objetivo puede ir realizándose poco a poco, en la cual las administraciones destinen cada año un recurso.
Lo que se ha realizado hasta el momento es sólo una remodelación de calles, opinó, cuando lo que urge hacer, de acuerdo con su percepción, es un verdadero rescate del Centro Histórico, para una mejor imagen urbana de la capital.
En cuanto a las obras, las criticó pues sólo es el cambio de pavimento, y no existe un proyecto integral. “No hay un verdadero rescate”, ya que ese trabajo implicaría hacer un estudio de cada edificio para considerar lo que se puede mejorar, indicó.
Ejemplificó casos de Zacatecas o el Distrito Federal; “se puede hacer, pero se requiere la voluntad de las autoridades”, opinó el presidente del Colegio de Arquitectos del Estado de Oaxaca.
En términos generales, es el Centro Histórico lo que genera más visitantes nacionales e internacionales, más turismo; así como la reactivación económica de la ciudad. Y para este proyecto se debe incluir el mejoramiento de las calles, y eliminar las pintas de las fachadas. Pero debe realizarse una actividad conjunta, no sólo de una parte, “la mejor manera de hacer que los centros urbanos funcionen, es que las propuestas sean elaboradas de manera conjunta entre la sociedad civil y sus representantes, los gremios de empresarios, colegios y autoridades”, dijo.
Ya que consideró la reestructuración, no como una medida unilateral, sino conjunta entre diversos sectores para su funcionamiento. “Esto puede ser posible –dijo- si existe una relación cordial entre las autoridades y la sociedad”.
Para ello, los gobiernos estatal y municipal deben contar con la disposición, y el recurso para la modificación de calles, fachadas, jardines, plazuelas, comercios, así como un verdadero estudio vial, que libere las calles de ese problema.
Esto, para definir qué calles deben cerrarse al tránsito vial, y cuáles deben dejarse, luego del intenso tráfico que se genera en esta zona, ya que de acuerdo con el profesional, “la ciudad está convertida en una ratonera”.
Hasta el momento, consideró, el automovilista no ve un orden para circular. “Nos vamos por ahí y está cerrado, vamos del otro lado y está cerrado, hay un trabajo desordenado”, por ello convocó, necesariamente, a la suma de esfuerzos.
Una reestructuración que incluya el rescate del Centro Histórico, de las manzanas más importantes de la ciudad, se llevaría unos tres años, precisó.
Sin embargo, hasta el momento, los diferentes colegios de arquitectos no han sido convocados para una reestructuración a fondo, finalizó.
Sayra Cruz
La ciudad está convertida en una ratonera, dijo categórico el presidente del Colegio de Arquitectos del Estado de Oaxaca, Lázaro García Saavedra, quien urgió una reestructuración del Centro Histórico, no sólo el cambio de pavimento como lo hacen los gobiernos estatal y municipal.
El proyecto, de ser tomado en consideración, puede tardar 3 años en concretizarse. Sin embargo, de acuerdo con el profesional, éste debe de contener una reubicación de las rutas del transporte urbano, que libren las manzanas del Centro Histórico del paso de estos vehículos.
Aunque carece de un recurso aproximado para esta inversión, mencionó que este objetivo puede ir realizándose poco a poco, en la cual las administraciones destinen cada año un recurso.
Lo que se ha realizado hasta el momento es sólo una remodelación de calles, opinó, cuando lo que urge hacer, de acuerdo con su percepción, es un verdadero rescate del Centro Histórico, para una mejor imagen urbana de la capital.
En cuanto a las obras, las criticó pues sólo es el cambio de pavimento, y no existe un proyecto integral. “No hay un verdadero rescate”, ya que ese trabajo implicaría hacer un estudio de cada edificio para considerar lo que se puede mejorar, indicó.
Ejemplificó casos de Zacatecas o el Distrito Federal; “se puede hacer, pero se requiere la voluntad de las autoridades”, opinó el presidente del Colegio de Arquitectos del Estado de Oaxaca.
En términos generales, es el Centro Histórico lo que genera más visitantes nacionales e internacionales, más turismo; así como la reactivación económica de la ciudad. Y para este proyecto se debe incluir el mejoramiento de las calles, y eliminar las pintas de las fachadas. Pero debe realizarse una actividad conjunta, no sólo de una parte, “la mejor manera de hacer que los centros urbanos funcionen, es que las propuestas sean elaboradas de manera conjunta entre la sociedad civil y sus representantes, los gremios de empresarios, colegios y autoridades”, dijo.
Ya que consideró la reestructuración, no como una medida unilateral, sino conjunta entre diversos sectores para su funcionamiento. “Esto puede ser posible –dijo- si existe una relación cordial entre las autoridades y la sociedad”.
Para ello, los gobiernos estatal y municipal deben contar con la disposición, y el recurso para la modificación de calles, fachadas, jardines, plazuelas, comercios, así como un verdadero estudio vial, que libere las calles de ese problema.
Esto, para definir qué calles deben cerrarse al tránsito vial, y cuáles deben dejarse, luego del intenso tráfico que se genera en esta zona, ya que de acuerdo con el profesional, “la ciudad está convertida en una ratonera”.
Hasta el momento, consideró, el automovilista no ve un orden para circular. “Nos vamos por ahí y está cerrado, vamos del otro lado y está cerrado, hay un trabajo desordenado”, por ello convocó, necesariamente, a la suma de esfuerzos.
Una reestructuración que incluya el rescate del Centro Histórico, de las manzanas más importantes de la ciudad, se llevaría unos tres años, precisó.
Sin embargo, hasta el momento, los diferentes colegios de arquitectos no han sido convocados para una reestructuración a fondo, finalizó.
Democratización, el reclamo de Oaxaca: I. Piñeyro Arias
Juan Carlos Medrano
Luego de rechazar la politiquería en la disputa por las candidaturas a la gubernatura, la precandidata por el Partido Nueva Alianza, Irma Piñeyro Arias, dijo que lo primero que haría como gobernadora “es garantizarle a los oaxaqueños que van a tener un Gobierno y una autoridad que respete la Ley, la autonomía de los municipios, fortalecerlos, acompañarlos en su desarrollo, porque eso requiere la entidad”.
Y dónde queda la educación?, se le pregunta, y responde: Creo que en este tema tenemos que reclamar para Oaxaca una atención especial, darle una viabilidad y una certeza a los maestros. El respeto a sus derechos, a su autonomía sindical en la conducción de un proyecto educativo que a todos nos obligue y a todos nos responsabilice para que la niñez tenga esas garantías, los jóvenes también, y Oaxaca tenga una posibilidad de desarrollo.
Accesible y de buen humor Irma Piñeyro Arias, feminista, ex militante del PRI, ex legisladora federal por el Panal y quien se autodefine como “amiga de mis amigos, porque no los niego”, acepta una entrevista con Tiempo para hablar de su interés por encabezar la Alianza Opositora al PRI, de su actuación como funcionaria pública y de un plan de gobierno en caso de ser electa candidata y ganar las elecciones.
-¿Un café?, ofrece al reportero, mientras permanece sentada, detrás de una mesa de madera del restaurante donde se realiza la charla.
Irma Piñeyro habla con entusiasmo de su interés y vocación por encabezar un gobierno donde estén las mejores mujeres, y los mejores hombres, “los más capaces en un gobierno para Oaxaca”.
En este sentido, plantea que este sector sería fundamental en su gobierno, de ser electa gobernadora, de un estado donde priva el “machismo” en diversos órdenes.
Abunda en que la mujer debe ir mas allá de ocupar el espacio que le da su tiempo cercano a su hogar, a su familia; debe tener mejores condiciones sociales. Creo que las organizaciones sociales donde el campo ciudadano ha dado una posibilidad importante a las mujeres, que es la organización a favor del medio ambiente, a favor de respeto, de los derechos humanos, se ha enriquecido mucho por la participación de ellas y eso lo tenemos que llevar a los esquemas de políticas públicas; no debe haber un género dominante, creo que debe haber una ubicación de las dos partes que se responsabilizan.
Si el hablar de su propuesta le emociona, más se entusiasma cuando habla de su interés por democratizar Oaxaca.
“Creo que esto tiene un espectro muy amplio de responsabilidad para quienes participamos en este proceso; fui invitada para participar como precandidata y yo he tenido un trabajo y un ejercicio político de muchos años. He construido una carrera muy cercana a la causas sociales, a mi me importa mucho esa parte, como mujer también se encontrar un punto de vista que enriquezca la democracia, que le dé una luz, que le de la posibilidad de darle a la sociedad una posibilidad diferente”, precisa.
Rechaza el uso de la “politiquería” en la que ha caído en las últimas semanas la disputa por las candidaturas a la gubernatura, y que está llena de descalificaciones y adjetivos.
La madre de familia de dos jóvenes, Alejandro y Mariana, que gusta de cocinar el mole negro y los chiles rellenos, precisa que hoy Oaxaca necesita y reclama una democratización, dado que hay una sociedad demandante que exige que estemos a la altura de lo que están reclamando.
La mujer, a quien en todo momento le gusta escuchar a Bach, Beethoven, Piotr Ilich Chaikovski y Federico Chopin e incluso, hasta los corridos, pero no los narcocorridos, avizora una escalda en la “guerra sucia” hacia los partidos que pretenden conformar la Alianza Opositora al Partido Revolucionario Institucional (PRI). “Los ataques se verán más agresivos conforme pasen los días, lo cual no es sano para la vida de Oaxaca, sobre todo cuando aun hay heridas, odios y rencores que no han sido superados”, vaticinó quien hoy desde las filas del partido Nueva Alianza (Panal) busca encabezar la coalición.
No es una elección simplemente, sino que existen algunos grupos de priistas que van más allá, por lo tanto, si no se cuida esta situación, puede ser el detonante de una situación mayor, alertó la ex secretaria de Desarrollo Agropecuario y Forestal y de la Contraloría en administraciones estatales pasadas.
Yo creo, dijo, que la politiquería usada últimamente y donde privan las descalificaciones y adjetivos calificativos, en nada ayudan a construir un proceso democrático en la sociedad; lo que necesitamos es ver a la política como la posibilidad de inclusión, de posibilidades, de alternativas para los ciudadanos.
Juan Carlos Medrano
Luego de rechazar la politiquería en la disputa por las candidaturas a la gubernatura, la precandidata por el Partido Nueva Alianza, Irma Piñeyro Arias, dijo que lo primero que haría como gobernadora “es garantizarle a los oaxaqueños que van a tener un Gobierno y una autoridad que respete la Ley, la autonomía de los municipios, fortalecerlos, acompañarlos en su desarrollo, porque eso requiere la entidad”.
Y dónde queda la educación?, se le pregunta, y responde: Creo que en este tema tenemos que reclamar para Oaxaca una atención especial, darle una viabilidad y una certeza a los maestros. El respeto a sus derechos, a su autonomía sindical en la conducción de un proyecto educativo que a todos nos obligue y a todos nos responsabilice para que la niñez tenga esas garantías, los jóvenes también, y Oaxaca tenga una posibilidad de desarrollo.
Accesible y de buen humor Irma Piñeyro Arias, feminista, ex militante del PRI, ex legisladora federal por el Panal y quien se autodefine como “amiga de mis amigos, porque no los niego”, acepta una entrevista con Tiempo para hablar de su interés por encabezar la Alianza Opositora al PRI, de su actuación como funcionaria pública y de un plan de gobierno en caso de ser electa candidata y ganar las elecciones.
-¿Un café?, ofrece al reportero, mientras permanece sentada, detrás de una mesa de madera del restaurante donde se realiza la charla.
Irma Piñeyro habla con entusiasmo de su interés y vocación por encabezar un gobierno donde estén las mejores mujeres, y los mejores hombres, “los más capaces en un gobierno para Oaxaca”.
En este sentido, plantea que este sector sería fundamental en su gobierno, de ser electa gobernadora, de un estado donde priva el “machismo” en diversos órdenes.
Abunda en que la mujer debe ir mas allá de ocupar el espacio que le da su tiempo cercano a su hogar, a su familia; debe tener mejores condiciones sociales. Creo que las organizaciones sociales donde el campo ciudadano ha dado una posibilidad importante a las mujeres, que es la organización a favor del medio ambiente, a favor de respeto, de los derechos humanos, se ha enriquecido mucho por la participación de ellas y eso lo tenemos que llevar a los esquemas de políticas públicas; no debe haber un género dominante, creo que debe haber una ubicación de las dos partes que se responsabilizan.
Si el hablar de su propuesta le emociona, más se entusiasma cuando habla de su interés por democratizar Oaxaca.
“Creo que esto tiene un espectro muy amplio de responsabilidad para quienes participamos en este proceso; fui invitada para participar como precandidata y yo he tenido un trabajo y un ejercicio político de muchos años. He construido una carrera muy cercana a la causas sociales, a mi me importa mucho esa parte, como mujer también se encontrar un punto de vista que enriquezca la democracia, que le dé una luz, que le de la posibilidad de darle a la sociedad una posibilidad diferente”, precisa.
Rechaza el uso de la “politiquería” en la que ha caído en las últimas semanas la disputa por las candidaturas a la gubernatura, y que está llena de descalificaciones y adjetivos.
La madre de familia de dos jóvenes, Alejandro y Mariana, que gusta de cocinar el mole negro y los chiles rellenos, precisa que hoy Oaxaca necesita y reclama una democratización, dado que hay una sociedad demandante que exige que estemos a la altura de lo que están reclamando.
La mujer, a quien en todo momento le gusta escuchar a Bach, Beethoven, Piotr Ilich Chaikovski y Federico Chopin e incluso, hasta los corridos, pero no los narcocorridos, avizora una escalda en la “guerra sucia” hacia los partidos que pretenden conformar la Alianza Opositora al Partido Revolucionario Institucional (PRI). “Los ataques se verán más agresivos conforme pasen los días, lo cual no es sano para la vida de Oaxaca, sobre todo cuando aun hay heridas, odios y rencores que no han sido superados”, vaticinó quien hoy desde las filas del partido Nueva Alianza (Panal) busca encabezar la coalición.
No es una elección simplemente, sino que existen algunos grupos de priistas que van más allá, por lo tanto, si no se cuida esta situación, puede ser el detonante de una situación mayor, alertó la ex secretaria de Desarrollo Agropecuario y Forestal y de la Contraloría en administraciones estatales pasadas.
Yo creo, dijo, que la politiquería usada últimamente y donde privan las descalificaciones y adjetivos calificativos, en nada ayudan a construir un proceso democrático en la sociedad; lo que necesitamos es ver a la política como la posibilidad de inclusión, de posibilidades, de alternativas para los ciudadanos.
Válidas Las Alianzas Para Derrotar A Grupos Caciquiles En Oaxaca Y Puebla
Agustín Basave.
Está a discusión la pertinencia de las alianzas partidistas. El detonador son las elecciones en varios estados -particularmente Oaxaca y Puebla- en las que el PAN y el PRD pretenden acordar candidaturas comunes o coaliciones. Sus críticos los acusan de oportunismo. ¿Cuáles son los criterios para trazar fronteras entre partidos políticos? En buena tesis, deben ser bastante rígidos para constituir opciones diferenciadas ante el electorado y suficientemente flexibles para evitar su proliferación. ¿Y entonces cuántos partidos debe haber en un país, uno o dos, diez o veinte? Aunque eso depende de variables históricas y socioculturales, no es descabellado afirmar que con uno no habría democracia y con veinte no habría gobernabilidad. Vamos, sin ánimo de reducir un asunto tan relativo a una receta de cocina, podría decirse que un número razonable está entre dos y diez. Ahora bien, una vez deslindados, los institutos políticos teóricamente no tendrían por qué aliarse. Se trata de agrupaciones diseñadas entre otras cosas para evitar la atomización en la búsqueda y el ejercicio del poder y por ende, si dos o más de ellas encontraran coincidencias ideológicas, programáticas y estatutarias para justificar un maridaje electoral, probablemente deberían fusionarse permanentemente en una sola.
Eso dice la teoría. En la praxis las cosas, desgraciadamente, no son tan sencillas. Las alianzas son necesarias para gobernar cuando un partido no cuenta con mayoría en el Congreso o Parlamento, y son válidas en ciertas circunstancias para competir en las elecciones. Desde luego, cuando surge una sociedad electoral, debe crear un programa de gobierno consensuado de cara a la sociedad. Esta es una de las razones por las que considero que el régimen parlamentario es mejor que el presidencial: su diseño institucional obliga a quienes se alían a hacerlo con una plataforma común y de largo aliento. En el presidencialismo eso no ocurre. Los tratos entre partidos para ir juntos en unos comicios suelen ser coyunturales, y no hay incentivos para que las negociaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo den como resultado algo más que arreglos casuísticos y volátiles.
En México está a discusión la pertinencia de las alianzas partidistas. El detonador son las elecciones en varios estados -muy particularmente Oaxaca y Puebla- en las que el PAN y el PRD o el DIA pretenden acordar candidaturas comunes o coaliciones. Sus críticos los acusan de oportunismo: aducen la incompatibilidad entre derecha e izquierda y la disfuncionalidad del posible gobierno emanado de esa cruza. Panistas y perredistas radicales y analistas de buena fe los critican por convicción, sin agenda escondida, pero otros lo hacen para defender los intereses del PRI. Los líderes de este partido han atacado con virulencia inusitada la fórmula PRD-PAN, cosa que no harían si su temor de perder bastiones estatales no fuera muy grande. Ese repentino prurito de pureza ideológica carece de credibilidad porque proviene de políticos extraordinariamente pragmáticos que, cuando les conviene, recurren a peores impurezas o callan ante connivencias mucho más cuestionables. Las que sí son creíbles son las encuestas que esos mismos políticos consultan y que sugieren que la suma de perredistas y panistas puede vencer a los priistas en estados en que se consideraban invencibles.
Cuando digo que en ciertas circunstancias esas alianzas son válidas me refiero justamente a eso: el beneficio de derrotar a grupos caciquiles enquistados en el poder es mayor que el costo de la presunta incongruencia de los aliados. Y es que el objetivo no es sólo lograr la alternancia ahí donde no se ha dado, sino primordialmente sacar del poder a una facción corrupta de un partido, en este caso a lo peor del viejo priismo. Se trata de algo más que ganarle al PRI: se trata de ganarle a esa parte del PRI que amenaza con adueñarse de un todo cuyo poderío resurge y cuya relevancia en la gobernanza de México crece. He aquí mi razonamiento. Por supuesto que el del PAN y del PRD contiene un móvil adicional: quieren impedir que los priistas gobiernen en 2012 estados con muchos electores. Porque en estos tiempos de feudalismo los gobernadores, y más ese tipo de gobernadores, suelen inclinar con su presupuesto la votación de sus entidades a favor de su candidato presidencial. Sospecho que Felipe Calderón estará dispuesto a ceder en la exigencia del reconocimiento de su némesis con tal de quitar al priismo ese almácigo de votos.
No creo que esas alianzas deban ser norma sino excepción. Pero sí creo viable construir programas de gobierno de seis años en el que panismo y perredismo concilien sus diferencias en dos o tres estados, y que las fricciones que emerjan valen la pena si lo que se logra es derrocar cacicazgos. Por cierto, la reforma política del Presidente incluye la segunda vuelta, que induce al electorado a votar por uno de dos partidos. Los votantes del candidato que quedó en tercer lugar tienen que escoger a uno de los dos primeros, formando así una alianza de facto que bien podría ser entre el PAN y el PRD y que en cualquier caso no es programática. Supongo que pronto se escucharán las mismas voces de indignación frente a una iniciativa que fomenta la incongruencia que achacan a los aliancistas del 2010.
Agustín Basave.
Está a discusión la pertinencia de las alianzas partidistas. El detonador son las elecciones en varios estados -particularmente Oaxaca y Puebla- en las que el PAN y el PRD pretenden acordar candidaturas comunes o coaliciones. Sus críticos los acusan de oportunismo. ¿Cuáles son los criterios para trazar fronteras entre partidos políticos? En buena tesis, deben ser bastante rígidos para constituir opciones diferenciadas ante el electorado y suficientemente flexibles para evitar su proliferación. ¿Y entonces cuántos partidos debe haber en un país, uno o dos, diez o veinte? Aunque eso depende de variables históricas y socioculturales, no es descabellado afirmar que con uno no habría democracia y con veinte no habría gobernabilidad. Vamos, sin ánimo de reducir un asunto tan relativo a una receta de cocina, podría decirse que un número razonable está entre dos y diez. Ahora bien, una vez deslindados, los institutos políticos teóricamente no tendrían por qué aliarse. Se trata de agrupaciones diseñadas entre otras cosas para evitar la atomización en la búsqueda y el ejercicio del poder y por ende, si dos o más de ellas encontraran coincidencias ideológicas, programáticas y estatutarias para justificar un maridaje electoral, probablemente deberían fusionarse permanentemente en una sola.
Eso dice la teoría. En la praxis las cosas, desgraciadamente, no son tan sencillas. Las alianzas son necesarias para gobernar cuando un partido no cuenta con mayoría en el Congreso o Parlamento, y son válidas en ciertas circunstancias para competir en las elecciones. Desde luego, cuando surge una sociedad electoral, debe crear un programa de gobierno consensuado de cara a la sociedad. Esta es una de las razones por las que considero que el régimen parlamentario es mejor que el presidencial: su diseño institucional obliga a quienes se alían a hacerlo con una plataforma común y de largo aliento. En el presidencialismo eso no ocurre. Los tratos entre partidos para ir juntos en unos comicios suelen ser coyunturales, y no hay incentivos para que las negociaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo den como resultado algo más que arreglos casuísticos y volátiles.
En México está a discusión la pertinencia de las alianzas partidistas. El detonador son las elecciones en varios estados -muy particularmente Oaxaca y Puebla- en las que el PAN y el PRD o el DIA pretenden acordar candidaturas comunes o coaliciones. Sus críticos los acusan de oportunismo: aducen la incompatibilidad entre derecha e izquierda y la disfuncionalidad del posible gobierno emanado de esa cruza. Panistas y perredistas radicales y analistas de buena fe los critican por convicción, sin agenda escondida, pero otros lo hacen para defender los intereses del PRI. Los líderes de este partido han atacado con virulencia inusitada la fórmula PRD-PAN, cosa que no harían si su temor de perder bastiones estatales no fuera muy grande. Ese repentino prurito de pureza ideológica carece de credibilidad porque proviene de políticos extraordinariamente pragmáticos que, cuando les conviene, recurren a peores impurezas o callan ante connivencias mucho más cuestionables. Las que sí son creíbles son las encuestas que esos mismos políticos consultan y que sugieren que la suma de perredistas y panistas puede vencer a los priistas en estados en que se consideraban invencibles.
Cuando digo que en ciertas circunstancias esas alianzas son válidas me refiero justamente a eso: el beneficio de derrotar a grupos caciquiles enquistados en el poder es mayor que el costo de la presunta incongruencia de los aliados. Y es que el objetivo no es sólo lograr la alternancia ahí donde no se ha dado, sino primordialmente sacar del poder a una facción corrupta de un partido, en este caso a lo peor del viejo priismo. Se trata de algo más que ganarle al PRI: se trata de ganarle a esa parte del PRI que amenaza con adueñarse de un todo cuyo poderío resurge y cuya relevancia en la gobernanza de México crece. He aquí mi razonamiento. Por supuesto que el del PAN y del PRD contiene un móvil adicional: quieren impedir que los priistas gobiernen en 2012 estados con muchos electores. Porque en estos tiempos de feudalismo los gobernadores, y más ese tipo de gobernadores, suelen inclinar con su presupuesto la votación de sus entidades a favor de su candidato presidencial. Sospecho que Felipe Calderón estará dispuesto a ceder en la exigencia del reconocimiento de su némesis con tal de quitar al priismo ese almácigo de votos.
No creo que esas alianzas deban ser norma sino excepción. Pero sí creo viable construir programas de gobierno de seis años en el que panismo y perredismo concilien sus diferencias en dos o tres estados, y que las fricciones que emerjan valen la pena si lo que se logra es derrocar cacicazgos. Por cierto, la reforma política del Presidente incluye la segunda vuelta, que induce al electorado a votar por uno de dos partidos. Los votantes del candidato que quedó en tercer lugar tienen que escoger a uno de los dos primeros, formando así una alianza de facto que bien podría ser entre el PAN y el PRD y que en cualquier caso no es programática. Supongo que pronto se escucharán las mismas voces de indignación frente a una iniciativa que fomenta la incongruencia que achacan a los aliancistas del 2010.