OAXACA SE TRANSFORMA Y EL CANGREJO.
12 feb 2010
LAS VOCALES.
Ausencia Gómez. Periódico "Noticias". Oaxaca.
A.
Después de Heráclito, Perogrullo dice que nada permanece inmutable, todo se transforma; habrá entonces que sacar conclusiones en torno a la propaganda de la campaña priísta maquillada de gobierno sobre la transformación de Oaxaca. Luego, el docto Perogrullo no se compromete en afirmar que toda transformación sea para bien, tampoco nosotros en el caso de la entidad. Lo cierto es que aparte de las frases publicitarias, para enterarse que tanto cambia la entidad en términos del desarrollo socioeconómico y humano, hay que remitirse a los datos.
Para el caso, conviene acudir al informe 2007 – 2008 relativo a México, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, mismo que contiene los índices para Oaxaca, desagregados por municipio. Los números dan un rotundo mentís a la parroquiana publicidad del cacicazgo. Y lástima que los datos del Censo 2010 del INEGI estarán disponibles hasta un año después de la larga noche de pesadilla.
E.
El índice de desarrollo humano del PNUD se compone de otros tres índices, de salud, de educación y de ingreso. En un comparativo del IDH entre las entidades del país, Oaxaca ocupa el nada honorable lugar 31, apenas arriba de Chiapas. Y mientras la salud, la educación y el ingreso de la población permanecen rezagados con respecto a las demás entidades, todavía tiene que tragar sin digerir la andanada propagandística.
Se cacaraquean eufemísticos huevos que no se han puesto o fueron a dar a Miami y anexas. No se ve por donde números incuestionables confirmen lo festejado. Lo cierto es que en estos días asistimos a un desplegado propagandístico con intenciones electorales que tramposamente burlan las restricciones legales al respecto.
I.
La campaña sobre la cobertura en salud, apertura de clínicas y hospitales y demás rollo ¿Se soporta con los números del índice de salud? Dicho índice es el más parejo en el país, presenta menos desequilibrios. Pues bien, Oaxaca ocupa nuevamente el lugar 31. Si el índice se midiera por la publicidad invertida, estaríamos en los primeros lugares, si se midiera por el número de espectaculares instalados, igual.
Lo cierto es que el índice en su mudez, encierra una dramática realidad, los, las oaxaqueñas, vivimos menos que el resto de la población del país, la tasa de desnutrición infantil, particularmente indígena, alcanza al 42% de niñ@s de las culturas originarias de Oaxaca. Esa realidad no se oculta con el discurso de funcionarios en campaña.
O.
El índice de educación, que no mide la calidad de ésta sino se integra por indicadores de alfabetización de la población, grado promedio de escolaridad y tasa de asistencia a la escuela de la población en edad de hacerlo, sitúa a la entidad en el “glorioso” lugar 30 en el contexto nacional. Habrá que esperar que el ciclo de vida de la población adulta se cierre para mejorar las cifras e indicadores.
¡Ah pero Oaxaca se encamina a una educación de calidad! Y la bandera blanca de la alfabetización se iza y arría al ritmo de la danza de las cifras de sucesivos y maravillosos programas alfabetizadores, fast track traslapados con otros, gracias a nuestro financiamiento, vía impuestos agregados. El 65% de la población oaxaqueña de 15 años y más, está en situación de rezago educativo.
U.
Componente esencial, determinante, es el índice de ingreso, sustentado en el Producto Interno Bruto estatal y el PIB per cápita. Tesoneramente la entidad ocupa el lugar 31. Y eso que se trata de promedios los cuales ocultan las abismales desigualdades de ingreso entre la población. En tanto el promedio estatal del PIB per cápita es de 3977.58 (dólares anuales) para un habitante de un municipio de la Cañada baja a 1566.60; es decir, 1697 pesos mensuales, que conste, en promedio.
Por lo anterior, con ese PIB per cápita, cualquier hijo de vecino se compra un condominio en Miami y si hace coperacha con su familia, puede contar en su patrimonio con un hospital de primer mundo en la ciudad de México. Que no haya lugar a dudas ni a palabras de amargados y falsos redentores, sí, Oaxaca se transforma con paso de cangrejo y al redoble de tambores caciquiles.
Ausencia Gómez. Periódico "Noticias". Oaxaca.
A.
Después de Heráclito, Perogrullo dice que nada permanece inmutable, todo se transforma; habrá entonces que sacar conclusiones en torno a la propaganda de la campaña priísta maquillada de gobierno sobre la transformación de Oaxaca. Luego, el docto Perogrullo no se compromete en afirmar que toda transformación sea para bien, tampoco nosotros en el caso de la entidad. Lo cierto es que aparte de las frases publicitarias, para enterarse que tanto cambia la entidad en términos del desarrollo socioeconómico y humano, hay que remitirse a los datos.
Para el caso, conviene acudir al informe 2007 – 2008 relativo a México, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, mismo que contiene los índices para Oaxaca, desagregados por municipio. Los números dan un rotundo mentís a la parroquiana publicidad del cacicazgo. Y lástima que los datos del Censo 2010 del INEGI estarán disponibles hasta un año después de la larga noche de pesadilla.
E.
El índice de desarrollo humano del PNUD se compone de otros tres índices, de salud, de educación y de ingreso. En un comparativo del IDH entre las entidades del país, Oaxaca ocupa el nada honorable lugar 31, apenas arriba de Chiapas. Y mientras la salud, la educación y el ingreso de la población permanecen rezagados con respecto a las demás entidades, todavía tiene que tragar sin digerir la andanada propagandística.
Se cacaraquean eufemísticos huevos que no se han puesto o fueron a dar a Miami y anexas. No se ve por donde números incuestionables confirmen lo festejado. Lo cierto es que en estos días asistimos a un desplegado propagandístico con intenciones electorales que tramposamente burlan las restricciones legales al respecto.
I.
La campaña sobre la cobertura en salud, apertura de clínicas y hospitales y demás rollo ¿Se soporta con los números del índice de salud? Dicho índice es el más parejo en el país, presenta menos desequilibrios. Pues bien, Oaxaca ocupa nuevamente el lugar 31. Si el índice se midiera por la publicidad invertida, estaríamos en los primeros lugares, si se midiera por el número de espectaculares instalados, igual.
Lo cierto es que el índice en su mudez, encierra una dramática realidad, los, las oaxaqueñas, vivimos menos que el resto de la población del país, la tasa de desnutrición infantil, particularmente indígena, alcanza al 42% de niñ@s de las culturas originarias de Oaxaca. Esa realidad no se oculta con el discurso de funcionarios en campaña.
O.
El índice de educación, que no mide la calidad de ésta sino se integra por indicadores de alfabetización de la población, grado promedio de escolaridad y tasa de asistencia a la escuela de la población en edad de hacerlo, sitúa a la entidad en el “glorioso” lugar 30 en el contexto nacional. Habrá que esperar que el ciclo de vida de la población adulta se cierre para mejorar las cifras e indicadores.
¡Ah pero Oaxaca se encamina a una educación de calidad! Y la bandera blanca de la alfabetización se iza y arría al ritmo de la danza de las cifras de sucesivos y maravillosos programas alfabetizadores, fast track traslapados con otros, gracias a nuestro financiamiento, vía impuestos agregados. El 65% de la población oaxaqueña de 15 años y más, está en situación de rezago educativo.
U.
Componente esencial, determinante, es el índice de ingreso, sustentado en el Producto Interno Bruto estatal y el PIB per cápita. Tesoneramente la entidad ocupa el lugar 31. Y eso que se trata de promedios los cuales ocultan las abismales desigualdades de ingreso entre la población. En tanto el promedio estatal del PIB per cápita es de 3977.58 (dólares anuales) para un habitante de un municipio de la Cañada baja a 1566.60; es decir, 1697 pesos mensuales, que conste, en promedio.
Por lo anterior, con ese PIB per cápita, cualquier hijo de vecino se compra un condominio en Miami y si hace coperacha con su familia, puede contar en su patrimonio con un hospital de primer mundo en la ciudad de México. Que no haya lugar a dudas ni a palabras de amargados y falsos redentores, sí, Oaxaca se transforma con paso de cangrejo y al redoble de tambores caciquiles.