CRONICA DE LA PORQUERÍA.
10 mar 2010
Peña Nieto, alianza ilegal
Jenaro Villamil
MÉXICO, D.F., 9 de marzo (apro).- A Enrique Peña Nieto le gusta firmar todo, aunque sean documentos clandestinos. Firmó los cheques de la administración de Arturo Montiel, especializada en corromper a opositores, empresarios y colaboradores. Firmó con TV Promo, empresa intermediaria de Televisa, un contrato multimillonario para que desde 2005 a la fecha lo llevaran a la Presidencia de la República, a costa de comprar con dinero del erario, sin fiscalización, más de 3 mil millones de pesos en espots, entrevistas a modo y hasta noviazgos tele-producidos.
En octubre de 2009, sagaz como suelen ser los Golden Boys, Peña Nieto le ordenó a su secretario de Gobierno, Luis Enrique Miranda Nava, que firmara como “testigo de honor” en las oficinas de Bucareli, donde despacha aún Fernando Gómez Mont, un documento en el cual se comprometen los dirigentes nacionales del PAN, César Nava, y del PRI, Beatriz Paredes, a no realizar alianzas electorales en el 2011 que despeinaran al copete más caro del país y que le permitieran a la dinastía política que encabeza continuar gobernando el Estado de México como si fuera un casino Caliente.
Tres de las seis cláusulas del ahora multicitado “convenio de colaboración” constituyen una verdadera joya de la infamia política contemporánea:
“Tercera. Cada una de las partes se obliga a no utilizar la descalificación personal como herramienta para demeritar (sic) la imagen de su contraparte ante la opinión pública.”
¿Qué entendían “las partes” como descalificación personal? ¿Acaso se trata de que el PAN no criticara más los convenios secretos y multimillonarios de Peña Nieto con los medios electrónicos, para que, a su vez, los priistas no atacaran al gobierno de Felipe Calderón con el mismo argumento? No se sabe. Quizá fue una cláusula que se le ocurrió al señor Alejandro Quintero, accionista de TV Promo y vicepresidente de Comercialización de Televisa.
“Cuarta. Las partes se abstendrán de formar coaliciones electorales con otros partidos políticos, cuya ideología y principios sean contrarios a los establecidos en sus respectivas declaraciones de principios.”
Esta es una verdad de Perogrullo. ¿Qué partido firmaría una coalición que viole sus documentos básicos? El astuto Peña Nieto quería de esta manera “amarrar” al PAN para que en el 2011, el año de la sucesión en el Estado de México, ninguno de sus aspirantes a sucederlo (Alfredo del Mazo Maza, Luis Enrique Miranda Nava o a quien se le ocurriera) tuviera que enfrentar una alianza opositora que pusiera en riesgo toda la millonaria operación de compra-venta y coacción del voto para garantizar la “absoluta mayoría” del PRI en esa entidad.
La sexta cláusula le da sentido a todo el documento: “El presente convenio entrará en vigor a partir de la fecha de su firma y tendrá una vigencia hasta el 31 de julio de 2011”. Es decir, el convenio culmina justo cuando el señor Peña Nieto, siempre tan precavido, se pretendiera lanzar como precandidato del PRI a la Presidencia de la República.
La ilegalidad fundamental de toda esta alianza radica en sus dos condiciones: ser un pacto secreto, ajeno al escrutinio público, con un adéndum que hasta ahora se conoce a medias. Las dirigencias nacionales del PRI y del PAN se comprometen a todo esto, a cambio de que se aprobara el incremento al IVA en la Cámara de Diputados –dominada ampliamente por la bancada del Estado de México y sus coaligados priistas-- y que el gobierno de Enrique Peña Nieto recibiera carretadas de dinero, más de 50 mil millones de pesos, como el cobro por la factura de sacar adelante la Ley de Ingresos de Felipe Calderón.
A pesar de la existencia de este documento, el señor Peña Nieto se sintió molesto porque el PAN de César Nava y una parte del PRD, de Jesús Ortega, comenzaron a articular una serie de alianzas estatales que muy pronto pusieron en jaque el buen año electoral que preveía el PRI para este 2010.
Vino la renuncia de Gómez Mont a una “militancia cachirul” en el PAN como acto escenográfico para que el “testigo de honor” calmara las ansias del heredero y sobrino de Arturo Montiel, quien al parecer vuelve por sus fueros a tomar el control de la política en Toluca. Le siguieron las reiteradas declaraciones de César Nava negando que él formara parte de pacto alguno, y el cinismo transexenal de Beatriz Paredes, que acusó de “chaqueteros” a los panistas.
Como nada de esto bastó, Peña Nieto decidió contraatacar a su estilo: con frases crípiticas y entrevistas a modo en Televisa para hacer valer lo acordado. El 24 de febrero dio un adelanto de lo que ya estaba tramando:
“No es que estén prohibidas las alianzas, sino que hay que dejarle muy en claro a la ciudadanía cuál es la razón de éstas, y aquí no veo otra que no sea buscar el poder por el poder. La ambición del poder parece que deja de lado ideologías y las propuestas que se hacen a la ciudadanía”, le declaró Peña Nieto a Joaquín López Dóriga en Radio Fórmula.
El joven de Atlacomulco, que se preocupa más por sus portadas en revistas de espectáculos y que un día sí y otro, también humilla a sus colaboradores más cercanos, habla ahora en contra de la “ambición de poder”. No se mordió la lengua porque eso nunca estará en el guión.
El 2 de marzo, con Adela Micha en Televisa, Peña Nieto lanzó el último dardo: reveló que existía un pacto firmado por César Nava y Beatriz Paredes para que no se hicieran alianzas “contra natura”. Y ardió Troya.
Quizá se sintió más abusado que sus adversarios inmediatos, incluidos los otros precandidatos priistas (la propia Beatriz Paredes y Manlio Fabio, su adversario más peligroso). Lo que en realidad operó Peña Nieto fue el inicio de un suicidio político que puede arrastrar a su partido al desastre.
En el caso del PAN, las mentiras de César Nava lo han llevado a un callejón sin más salida que la renuncia a la dirigencia de su partido, y a Fernando Gómez Mont lo ha colocado como un insigne representante de la “concertacesión” más grotesca del gobierno de Felipe Calderón. Ahora quieren salvarse con argumentos tan contradictorios que logran el efecto inverso a lo que pretenden: en lugar de defender a su jefe sólo lo exhiben como iluso, desinformado, en el mejor de los casos, o como parte de un trueque que le está costando al bolsillo de millones de mexicanos.
Pero el problema fundamental está en el palacio de gobierno de Toluca. Peña Nieto buscó un efecto mediático y le regresó un boomerang político que puede llegar a ser judicial. Por más que sus plumas rentadas insistan en decir que él salió ileso de este escándalo, la realidad es que aquí comenzó el descarrilamiento de un ambicioso retorno a la Presidencia de la República. No hay vuelta a la página sin copete despeinado.
La perversidad del jefe político de la campaña de Peña Nieto, Carlos Salinas de Gortari, pudo más que la ansiedad del gobernador de los informerciales.
Un acuerdo PRI-PAN llevó a la silla a Calderón: Santiago
ENRIQUE MÉNDEZ Y ROBERTO GARDUÑO
Periódico La Jornada
Miércoles 10 de marzo de 2010, p. 3
Un acuerdo entre el PRI y el PAN permitió que Felipe Calderón ocupara la silla presidencial en 2006, afirmó ayer el diputado priísta César Augusto Santiago Ramírez, en medio del debate sobre el convenio que ambos partidos suscribieron para evitar las alianzas electorales en el estado de México de panistas con el PRD.
Último orador en el intercambio verbal, Santiago Ramírez llamó a revalorar el sentido de los acuerdos entre partidos y resaltó:
Los acuerdos, señoras y señores, están en la esencia de la construcción de la democracia. Gracias a uno de esos acuerdos está Felipe Calderón en una silla, lo que yo personalmente no acepto.
Desde su curul, el panista Agustín Torres Ibarrola, quien forma parte del denominado Grupo Michoacán, lo interpeló: Si el Presidente está sentado ahí (en la silla) por voluntad de los mexicanos, quisiera saber a qué acuerdo se refiere.
El priísta reviró: “Voy a usar un ejemplo de sus clásicos, del secretario de Hacienda: ‘le responderé por escrito dentro de mes y medio”’.
El jueves pasado, en Guadalajara, durante el aniversario 81 del PRI, Beatriz Paredes hizo referencia al acuerdo con el PAN en 2006, al afirmar que se garantizó la estabilidad del país al reconocer a un Presidente repudiado. Quién iba a decir que apenas tres años después, el partido del Presidente que fue repudiado y calificado de espurio por otra fuerza política, celebraría alianzas con aquellos que han sido los detractores principales de su abanderado, afirmó.
Ayer, el priísta César Augusto Santiago consideró que los acuerdos no deben ser motivo de prejuicios. Es una práctica con la que aireamos nuestras ideas, cuando menos, sostuvo.
"Reprobable", el pacto PRI-PAN: Creel
Jenaro Villamil
MEXICO, D.F., 9 de marzo (apro).- Como un pacto “reprobable” que implica un retroceso democrático, calificó el senador panista Santiago Creel, el convenio firmado por el dirigente nacional del PAN, César Nava.
Reiteró que la bancada de su partido en el Senado no conoció ese acuerdo.
“Si lo hubiéramos conocido, lo hubiéramos repudiado en el mismo momento de haberlo conocido. Fue un pacto hecho fuera del Congreso, fuera del Senado de la República. Es un pacto que nos regresa muchos años atrás de lo que ya habíamos avanzado como país en materia democrática. No se pueden comprometer los resultados electorales de ningún partido, de ningún candidato en ninguna entidad federativa”, dijo Creel durante la sesión de este martes en la cámara alta.
Las declaraciones de Creel contrastaron con el silencio de la bancada del PRI, cuyo coordinador Manlio Fabio Beltrones no quiso abundar sobre el tema, mientras que el coordinador del grupo parlamentario panista, Gustavo Madero, afirmó que el “tema ha estado ya muy discutido, muy analizado”.
Reiteró que había que avanzar en la política de alianzas del PAN con el PRD.
Creel insistió que corresponderá a las autoridades electorales determinar si el actual secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, violó la ley al actuar como testigo de honor y aclaró que él, como titular de la misma secretaría durante el sexenio pasado, no firmó ningún pacto de esa naturaleza.
--¿Debe haber un cambio en la dirigencia del PAN? –se le cuestionó.
--Lo primero que yo propongo es que reconozcamos el error, como ya lo hizo el jefe nacional (César Nava) y que busquemos, en primer lugar, rechazar los pactos en los hechos buscando ganar los procesos electorales que están en curso este año. Eso es lo que debemos hacer antes de cualquier cosa. Y si ya hicimos alianzas afuera, lo primero es aliarnos adentro.
Por su parte, el senador Ricardo Monreal, coordinador del PT, exigió derogar la Ley de Ingresos de 2010 porque “fue producto de acuerdos inconstitucionales y cupulares”.
Reforma Política, en abril
Por otra parte, los senadores del PRD, Graco Ramírez, Arturo Núñez, Tomás Torres y Pablo Gómez informaron que ya iniciaron los trabajos en las comisiones que dictaminarán las cuatro iniciativas de reforma política que existen en el Senado y pronosticaron que será en abril cuando se dictamine.
“Si de aquí a abril no somos capaces de ponernos de acuerdo, después de septiembre va a ser más difícil”, afirmó Graco Ramírez, presidente de la Comisión de Reforma del Estado.
Los temas que se desprenden de las propuestas son los siguientes: democracia representativa, democracia participativa, sistema de partidos, integración de los poderes legislativos, federal y locales, y equilibrio de poderes.
A su vez, el senador priista Pedro Joaquín Coldwell puntualizó que existen dos tendencias en las propuestas: la creación de “mayorías estables” y más poder constitucional al Poder Ejecutivo; y otra tendencia es “mayor equilibrio de poderes, protagonismo del Congreso y su modernización.
Presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Joaquín Coldwell opinó que la metodología para procesar las iniciativas debe partir de un diagnóstico claro y con objetivos concretos. “El éxito de las reformas del 77 o de los 90 era que tenían muy claro a dónde queríamos llevar al sistema político del país”, afirmó.
La inflación en febrero fue la mayor de los últimos 6 años
El repunte obedece al aumento en el precio de la gasolina, según Invex Casa de Bolsa
ROBERTO GONZÁLEZ AMADOR
Periódico La Jornada
Miércoles 10 de marzo de 2010, p. 26
La inflación en febrero pasado fue la mayor en los últimos seis años y llegó a un nivel que, transcurrido sólo un bimestre, se equiparó al incremento a los salarios decretado para todo 2010. El conjunto de alimentos registró un alza de precios mayor al promedio general, e igual ocurrió con el transporte público, dos de los renglones de mayor impacto en el bolsillo de la población.
El índice nacional de precios al consumidor (INPC), que mide el comportamiento de la inflación general, repuntó en febrero a una tasa anual de 4.83 por ciento, superior a la tasa anual de enero anterior, que había sido de 4.46 por ciento, informó el Banco de México este martes.
En particular, en febrero la inflación fue de 0.58 por ciento, la más alta para un periodo similar en seis años, agregó el banco central. El repunte de la inflación obedece al aumento en el precio de la gasolina, comentó Ricardo Aguilar Abe, analista de Invex Casa de Bolsa.
Como otros impuestos, el alza en los precios de la gasolina, electricidad y gas fue dispuesta por el gobierno federal como resultado de la negociación presupuestal a finales del año pasado, que fue aprobada por las bancadas de los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional.
Además del alza en los combustibles, otro factor que determinó que la inflación superara el pronóstico de analistas financieros fue el comportamiento en el precio de productos agropecuarios, tradicionalmente afectado por cuestiones meteorológicas.
Los precios agropecuarios impulsaron la inflación arriba de las expectativas, opinó Arturo Vieyra, analista de Banamex.
En los últimos 12 meses la inflación general aumentó 4.83 por ciento, un incremento comparable al 4.85 por ciento en que fueron elevados los salarios mínimos –indicador de referencia también para las negociaciones contractuales– en diciembre pasado, y que no será movido hasta finales de este año.
En productos de consumo generalizado, las alzas superaron, en algunos casos varias veces, el promedio general. El conjunto de productos alimenticios tuvo en los 12 meses anteriores un incremento de 6.03 por ciento, de acuerdo con el banco central. En el periodo de referencia el precio final de la cebolla se elevó 166 por ciento; el del jitomate 43, y el del tomate 28 por ciento. El precio promedio de la papa aumentó 44 por ciento; el de los nopales, 26, y el del azúcar 88 por ciento. La tortilla de maíz elevó su precio en 7.4 por ciento.
Otro renglón que consume parte importante del dinero de las familias en los estratos de menor ingreso es el transporte. En este caso, según los datos divulgados ayer por el banco central, el precio nacional promedio del transporte urbano subió 7.4 por ciento en los 12 meses precedentes, arriba de la inflación general y de las alzas salariales. Lo mismo ocurrió con las tarifas eléctricas, que repuntaron 7 por ciento.
Otros incrementos arriba del promedio general fueron los de la cerveza, con un alza de 12.6 por ciento en los 12 meses anteriores, y los cigarrillos, 9 por ciento.
La inflación podría ubicarse por encima del intervalo estimado del banco central hacia el cierre del año, esto por una probable contaminación de mayores precios de gasolina hacia los precios de otros bienes y servicios, comentó Aguilar Abe. Los incrementos en el precio de la gasolina continuarán a lo largo de 2010.
Decisiones de política económica tienen influencia directa sobre el comportamiento de los precios, como es el caso del alza de impuestos y al precio de la gasolina, aunque el banco central ha mencionado que este efecto será transitorio.
La inflación sigue aumentando de la mano de la política de precios públicos, de la política fiscal vigente, así como por presiones de los precios agrícolas, comentaron a su vez los analistas de BBVA Bancomer Pedro Uriz Borrás y Octavio Gutiérrez Engelmann.
Jenaro Villamil
MÉXICO, D.F., 9 de marzo (apro).- A Enrique Peña Nieto le gusta firmar todo, aunque sean documentos clandestinos. Firmó los cheques de la administración de Arturo Montiel, especializada en corromper a opositores, empresarios y colaboradores. Firmó con TV Promo, empresa intermediaria de Televisa, un contrato multimillonario para que desde 2005 a la fecha lo llevaran a la Presidencia de la República, a costa de comprar con dinero del erario, sin fiscalización, más de 3 mil millones de pesos en espots, entrevistas a modo y hasta noviazgos tele-producidos.
En octubre de 2009, sagaz como suelen ser los Golden Boys, Peña Nieto le ordenó a su secretario de Gobierno, Luis Enrique Miranda Nava, que firmara como “testigo de honor” en las oficinas de Bucareli, donde despacha aún Fernando Gómez Mont, un documento en el cual se comprometen los dirigentes nacionales del PAN, César Nava, y del PRI, Beatriz Paredes, a no realizar alianzas electorales en el 2011 que despeinaran al copete más caro del país y que le permitieran a la dinastía política que encabeza continuar gobernando el Estado de México como si fuera un casino Caliente.
Tres de las seis cláusulas del ahora multicitado “convenio de colaboración” constituyen una verdadera joya de la infamia política contemporánea:
“Tercera. Cada una de las partes se obliga a no utilizar la descalificación personal como herramienta para demeritar (sic) la imagen de su contraparte ante la opinión pública.”
¿Qué entendían “las partes” como descalificación personal? ¿Acaso se trata de que el PAN no criticara más los convenios secretos y multimillonarios de Peña Nieto con los medios electrónicos, para que, a su vez, los priistas no atacaran al gobierno de Felipe Calderón con el mismo argumento? No se sabe. Quizá fue una cláusula que se le ocurrió al señor Alejandro Quintero, accionista de TV Promo y vicepresidente de Comercialización de Televisa.
“Cuarta. Las partes se abstendrán de formar coaliciones electorales con otros partidos políticos, cuya ideología y principios sean contrarios a los establecidos en sus respectivas declaraciones de principios.”
Esta es una verdad de Perogrullo. ¿Qué partido firmaría una coalición que viole sus documentos básicos? El astuto Peña Nieto quería de esta manera “amarrar” al PAN para que en el 2011, el año de la sucesión en el Estado de México, ninguno de sus aspirantes a sucederlo (Alfredo del Mazo Maza, Luis Enrique Miranda Nava o a quien se le ocurriera) tuviera que enfrentar una alianza opositora que pusiera en riesgo toda la millonaria operación de compra-venta y coacción del voto para garantizar la “absoluta mayoría” del PRI en esa entidad.
La sexta cláusula le da sentido a todo el documento: “El presente convenio entrará en vigor a partir de la fecha de su firma y tendrá una vigencia hasta el 31 de julio de 2011”. Es decir, el convenio culmina justo cuando el señor Peña Nieto, siempre tan precavido, se pretendiera lanzar como precandidato del PRI a la Presidencia de la República.
La ilegalidad fundamental de toda esta alianza radica en sus dos condiciones: ser un pacto secreto, ajeno al escrutinio público, con un adéndum que hasta ahora se conoce a medias. Las dirigencias nacionales del PRI y del PAN se comprometen a todo esto, a cambio de que se aprobara el incremento al IVA en la Cámara de Diputados –dominada ampliamente por la bancada del Estado de México y sus coaligados priistas-- y que el gobierno de Enrique Peña Nieto recibiera carretadas de dinero, más de 50 mil millones de pesos, como el cobro por la factura de sacar adelante la Ley de Ingresos de Felipe Calderón.
A pesar de la existencia de este documento, el señor Peña Nieto se sintió molesto porque el PAN de César Nava y una parte del PRD, de Jesús Ortega, comenzaron a articular una serie de alianzas estatales que muy pronto pusieron en jaque el buen año electoral que preveía el PRI para este 2010.
Vino la renuncia de Gómez Mont a una “militancia cachirul” en el PAN como acto escenográfico para que el “testigo de honor” calmara las ansias del heredero y sobrino de Arturo Montiel, quien al parecer vuelve por sus fueros a tomar el control de la política en Toluca. Le siguieron las reiteradas declaraciones de César Nava negando que él formara parte de pacto alguno, y el cinismo transexenal de Beatriz Paredes, que acusó de “chaqueteros” a los panistas.
Como nada de esto bastó, Peña Nieto decidió contraatacar a su estilo: con frases crípiticas y entrevistas a modo en Televisa para hacer valer lo acordado. El 24 de febrero dio un adelanto de lo que ya estaba tramando:
“No es que estén prohibidas las alianzas, sino que hay que dejarle muy en claro a la ciudadanía cuál es la razón de éstas, y aquí no veo otra que no sea buscar el poder por el poder. La ambición del poder parece que deja de lado ideologías y las propuestas que se hacen a la ciudadanía”, le declaró Peña Nieto a Joaquín López Dóriga en Radio Fórmula.
El joven de Atlacomulco, que se preocupa más por sus portadas en revistas de espectáculos y que un día sí y otro, también humilla a sus colaboradores más cercanos, habla ahora en contra de la “ambición de poder”. No se mordió la lengua porque eso nunca estará en el guión.
El 2 de marzo, con Adela Micha en Televisa, Peña Nieto lanzó el último dardo: reveló que existía un pacto firmado por César Nava y Beatriz Paredes para que no se hicieran alianzas “contra natura”. Y ardió Troya.
Quizá se sintió más abusado que sus adversarios inmediatos, incluidos los otros precandidatos priistas (la propia Beatriz Paredes y Manlio Fabio, su adversario más peligroso). Lo que en realidad operó Peña Nieto fue el inicio de un suicidio político que puede arrastrar a su partido al desastre.
En el caso del PAN, las mentiras de César Nava lo han llevado a un callejón sin más salida que la renuncia a la dirigencia de su partido, y a Fernando Gómez Mont lo ha colocado como un insigne representante de la “concertacesión” más grotesca del gobierno de Felipe Calderón. Ahora quieren salvarse con argumentos tan contradictorios que logran el efecto inverso a lo que pretenden: en lugar de defender a su jefe sólo lo exhiben como iluso, desinformado, en el mejor de los casos, o como parte de un trueque que le está costando al bolsillo de millones de mexicanos.
Pero el problema fundamental está en el palacio de gobierno de Toluca. Peña Nieto buscó un efecto mediático y le regresó un boomerang político que puede llegar a ser judicial. Por más que sus plumas rentadas insistan en decir que él salió ileso de este escándalo, la realidad es que aquí comenzó el descarrilamiento de un ambicioso retorno a la Presidencia de la República. No hay vuelta a la página sin copete despeinado.
La perversidad del jefe político de la campaña de Peña Nieto, Carlos Salinas de Gortari, pudo más que la ansiedad del gobernador de los informerciales.
Un acuerdo PRI-PAN llevó a la silla a Calderón: Santiago
ENRIQUE MÉNDEZ Y ROBERTO GARDUÑO
Periódico La Jornada
Miércoles 10 de marzo de 2010, p. 3
Un acuerdo entre el PRI y el PAN permitió que Felipe Calderón ocupara la silla presidencial en 2006, afirmó ayer el diputado priísta César Augusto Santiago Ramírez, en medio del debate sobre el convenio que ambos partidos suscribieron para evitar las alianzas electorales en el estado de México de panistas con el PRD.
Último orador en el intercambio verbal, Santiago Ramírez llamó a revalorar el sentido de los acuerdos entre partidos y resaltó:
Los acuerdos, señoras y señores, están en la esencia de la construcción de la democracia. Gracias a uno de esos acuerdos está Felipe Calderón en una silla, lo que yo personalmente no acepto.
Desde su curul, el panista Agustín Torres Ibarrola, quien forma parte del denominado Grupo Michoacán, lo interpeló: Si el Presidente está sentado ahí (en la silla) por voluntad de los mexicanos, quisiera saber a qué acuerdo se refiere.
El priísta reviró: “Voy a usar un ejemplo de sus clásicos, del secretario de Hacienda: ‘le responderé por escrito dentro de mes y medio”’.
El jueves pasado, en Guadalajara, durante el aniversario 81 del PRI, Beatriz Paredes hizo referencia al acuerdo con el PAN en 2006, al afirmar que se garantizó la estabilidad del país al reconocer a un Presidente repudiado. Quién iba a decir que apenas tres años después, el partido del Presidente que fue repudiado y calificado de espurio por otra fuerza política, celebraría alianzas con aquellos que han sido los detractores principales de su abanderado, afirmó.
Ayer, el priísta César Augusto Santiago consideró que los acuerdos no deben ser motivo de prejuicios. Es una práctica con la que aireamos nuestras ideas, cuando menos, sostuvo.
"Reprobable", el pacto PRI-PAN: Creel
Jenaro Villamil
MEXICO, D.F., 9 de marzo (apro).- Como un pacto “reprobable” que implica un retroceso democrático, calificó el senador panista Santiago Creel, el convenio firmado por el dirigente nacional del PAN, César Nava.
Reiteró que la bancada de su partido en el Senado no conoció ese acuerdo.
“Si lo hubiéramos conocido, lo hubiéramos repudiado en el mismo momento de haberlo conocido. Fue un pacto hecho fuera del Congreso, fuera del Senado de la República. Es un pacto que nos regresa muchos años atrás de lo que ya habíamos avanzado como país en materia democrática. No se pueden comprometer los resultados electorales de ningún partido, de ningún candidato en ninguna entidad federativa”, dijo Creel durante la sesión de este martes en la cámara alta.
Las declaraciones de Creel contrastaron con el silencio de la bancada del PRI, cuyo coordinador Manlio Fabio Beltrones no quiso abundar sobre el tema, mientras que el coordinador del grupo parlamentario panista, Gustavo Madero, afirmó que el “tema ha estado ya muy discutido, muy analizado”.
Reiteró que había que avanzar en la política de alianzas del PAN con el PRD.
Creel insistió que corresponderá a las autoridades electorales determinar si el actual secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, violó la ley al actuar como testigo de honor y aclaró que él, como titular de la misma secretaría durante el sexenio pasado, no firmó ningún pacto de esa naturaleza.
--¿Debe haber un cambio en la dirigencia del PAN? –se le cuestionó.
--Lo primero que yo propongo es que reconozcamos el error, como ya lo hizo el jefe nacional (César Nava) y que busquemos, en primer lugar, rechazar los pactos en los hechos buscando ganar los procesos electorales que están en curso este año. Eso es lo que debemos hacer antes de cualquier cosa. Y si ya hicimos alianzas afuera, lo primero es aliarnos adentro.
Por su parte, el senador Ricardo Monreal, coordinador del PT, exigió derogar la Ley de Ingresos de 2010 porque “fue producto de acuerdos inconstitucionales y cupulares”.
Reforma Política, en abril
Por otra parte, los senadores del PRD, Graco Ramírez, Arturo Núñez, Tomás Torres y Pablo Gómez informaron que ya iniciaron los trabajos en las comisiones que dictaminarán las cuatro iniciativas de reforma política que existen en el Senado y pronosticaron que será en abril cuando se dictamine.
“Si de aquí a abril no somos capaces de ponernos de acuerdo, después de septiembre va a ser más difícil”, afirmó Graco Ramírez, presidente de la Comisión de Reforma del Estado.
Los temas que se desprenden de las propuestas son los siguientes: democracia representativa, democracia participativa, sistema de partidos, integración de los poderes legislativos, federal y locales, y equilibrio de poderes.
A su vez, el senador priista Pedro Joaquín Coldwell puntualizó que existen dos tendencias en las propuestas: la creación de “mayorías estables” y más poder constitucional al Poder Ejecutivo; y otra tendencia es “mayor equilibrio de poderes, protagonismo del Congreso y su modernización.
Presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Joaquín Coldwell opinó que la metodología para procesar las iniciativas debe partir de un diagnóstico claro y con objetivos concretos. “El éxito de las reformas del 77 o de los 90 era que tenían muy claro a dónde queríamos llevar al sistema político del país”, afirmó.
La inflación en febrero fue la mayor de los últimos 6 años
El repunte obedece al aumento en el precio de la gasolina, según Invex Casa de Bolsa
ROBERTO GONZÁLEZ AMADOR
Periódico La Jornada
Miércoles 10 de marzo de 2010, p. 26
La inflación en febrero pasado fue la mayor en los últimos seis años y llegó a un nivel que, transcurrido sólo un bimestre, se equiparó al incremento a los salarios decretado para todo 2010. El conjunto de alimentos registró un alza de precios mayor al promedio general, e igual ocurrió con el transporte público, dos de los renglones de mayor impacto en el bolsillo de la población.
El índice nacional de precios al consumidor (INPC), que mide el comportamiento de la inflación general, repuntó en febrero a una tasa anual de 4.83 por ciento, superior a la tasa anual de enero anterior, que había sido de 4.46 por ciento, informó el Banco de México este martes.
En particular, en febrero la inflación fue de 0.58 por ciento, la más alta para un periodo similar en seis años, agregó el banco central. El repunte de la inflación obedece al aumento en el precio de la gasolina, comentó Ricardo Aguilar Abe, analista de Invex Casa de Bolsa.
Como otros impuestos, el alza en los precios de la gasolina, electricidad y gas fue dispuesta por el gobierno federal como resultado de la negociación presupuestal a finales del año pasado, que fue aprobada por las bancadas de los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional.
Además del alza en los combustibles, otro factor que determinó que la inflación superara el pronóstico de analistas financieros fue el comportamiento en el precio de productos agropecuarios, tradicionalmente afectado por cuestiones meteorológicas.
Los precios agropecuarios impulsaron la inflación arriba de las expectativas, opinó Arturo Vieyra, analista de Banamex.
En los últimos 12 meses la inflación general aumentó 4.83 por ciento, un incremento comparable al 4.85 por ciento en que fueron elevados los salarios mínimos –indicador de referencia también para las negociaciones contractuales– en diciembre pasado, y que no será movido hasta finales de este año.
En productos de consumo generalizado, las alzas superaron, en algunos casos varias veces, el promedio general. El conjunto de productos alimenticios tuvo en los 12 meses anteriores un incremento de 6.03 por ciento, de acuerdo con el banco central. En el periodo de referencia el precio final de la cebolla se elevó 166 por ciento; el del jitomate 43, y el del tomate 28 por ciento. El precio promedio de la papa aumentó 44 por ciento; el de los nopales, 26, y el del azúcar 88 por ciento. La tortilla de maíz elevó su precio en 7.4 por ciento.
Otro renglón que consume parte importante del dinero de las familias en los estratos de menor ingreso es el transporte. En este caso, según los datos divulgados ayer por el banco central, el precio nacional promedio del transporte urbano subió 7.4 por ciento en los 12 meses precedentes, arriba de la inflación general y de las alzas salariales. Lo mismo ocurrió con las tarifas eléctricas, que repuntaron 7 por ciento.
Otros incrementos arriba del promedio general fueron los de la cerveza, con un alza de 12.6 por ciento en los 12 meses anteriores, y los cigarrillos, 9 por ciento.
La inflación podría ubicarse por encima del intervalo estimado del banco central hacia el cierre del año, esto por una probable contaminación de mayores precios de gasolina hacia los precios de otros bienes y servicios, comentó Aguilar Abe. Los incrementos en el precio de la gasolina continuarán a lo largo de 2010.
Decisiones de política económica tienen influencia directa sobre el comportamiento de los precios, como es el caso del alza de impuestos y al precio de la gasolina, aunque el banco central ha mencionado que este efecto será transitorio.
La inflación sigue aumentando de la mano de la política de precios públicos, de la política fiscal vigente, así como por presiones de los precios agrícolas, comentaron a su vez los analistas de BBVA Bancomer Pedro Uriz Borrás y Octavio Gutiérrez Engelmann.