MADRES EXPLOTADAS Y REPRIMIDAS
10 may 2010
Madres trabajadoras: ganan menos y trabajan más
por SILVIA CHAVELA RIVAS
Afrontan sexismo, violencia, discriminación laboral y el salario es 30% menor al de los hombres. Para 579 mil oaxaqueñas trabajadoras hoy será un día como cualquier otro, carecen de dinero y tiempo para el esparcimiento. Por la migración, en algunos casos deben cumplir con los compromisos que la comunidad asigna al padre, hijo o esposo.
Mientras en Oaxaca un asalariado podría recibir como mínimo mil 500 pesos de sueldo, las mujeres en igual condición laboral reciben hasta 30 por ciento menos.
Pero la situación se agrava para 125 mil trabajadoras oaxaqueñas que, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), no reciben pago alguno por su actividad laboral.
Para la delegada federal de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, María Guadalupe González Ruiz, las condiciones para la mujer que trabaja están en franca desventaja con las del varón, pues a pesar de trabajar más, gana menos. De igual forma, no todas las mujeres que trabajan cuentan con las mismas prestaciones laborales.
La gran mayoría de madres trabajadoras no cuenta con tiempo suficiente para dedicarlo al descanso y esparcimiento. Tampoco posee información suficiente sobre sus derechos humanos y laborales y en muchos casos hasta desconoce a qué instancias recurrir para la defensa de los mismos, dijo González Ruiz.
Explicó que ello es producto de los bajos salarios que se reciben en Oaxaca, lo que ubica a la entidad en el penúltimo lugar en la tabla nacional.
En Oaxaca, del millón 483 mil 240 mil personas ocupadas, 39.6 por ciento son mujeres, unas 579 mil.
Aproximadamente 17.3 por ciento son patronas o empresarias; 37.2 por ciento son asalariadas; 38.8 trabaja por su cuenta y el 50.8 por ciento no recibe pago.
Del total de la población femenina subordinada y remunerada, el 46.7 por ciento dispone de un contrato por escrito, el 52.4 por ciento no cuenta con éste y 0.9 no especifica si dispone o no del mismo.
Desigualdad
Para la especialista en el tema laboral, Gudelia Jiménez, la incursión de las mujeres al mercado laboral y el desarrollo de una cultura de respeto a sus derechos han motivado la creación de normas que regulan su trabajo para tratar de que haya igualdad de trato y condiciones, y sobre todo que aseguren su acceso al trabajo.
Sin embargo, dijo que pese a que el gobierno federal ha trazado diversas acciones que aseguren la generación de programas para que cada vez más mujeres y madres trabajadoras accedan a mejores condiciones laborales y sientan la seguridad del cuidado de sus hijos, en los hechos esto no se traduce, pues aún sigue habiendo un gran número de casos de despidos injustificados, acoso e intimidación.
Por ello, señaló, es necesario desarrollar programas orientados a combatir la discriminación hacia las mujeres en el ámbito laboral, facilitar la integración de las mujeres al mercado laboral y fortalecer la igualdad de oportunidades laborales, garantizando la aplicación de las leyes existentes y promoviendo la actualización de las que aún lo necesitan.
"De esta manera se reconocería la aportación de las madres trabajadoras a la economía del país, y se reafirmaría con acciones el compromiso con las madres que trabajan", externó.
Exclusión, sexismo, violencia
Con reconocimiento o no, "las mujeres oaxaqueñas viven una realidad que preocupa e indigna", opinó Ana María Hernández Cárdenas, directora de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca A.C. "Me refiero a la realidad actual que viven las mujeres por motivos de discriminación, violencia, sexismo, exclusión, marginación y pobreza", agregó.
La discriminación se manifiesta de diferentes formas: la brecha salarial entre hombres y mujeres, la solicitud de requisitos físicos específicos para conseguir un empleo, su escasa participación sindical, la solicitud de examen de no gravidez para acceder a un empleo, los ascensos limitados y el permanente acoso sexual del que siguen siendo victimas en sus lugares de trabajo.
De acuerdo con el INEGI, las mujeres reciben salarios menores, sufren de un mayor desempleo y realizan actividades con mayor precariedad, en comparación con el sector varonil. Además, socialmente se les sigue responsabilizando del cuidado de los hijos y los hijas, de la atención de familiares adultos mayores e incluso de las labores domésticas, generando así la llamada doble jornada laboral.
Mujeres trabajando
La información de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo para Oaxaca muestra que en el cuarto trimestre de 2009 había 434 mil madres económicamente activas, quienes representan 45.8 por ciento del total de las de las mujeres madres con 14 años y más.
La tasa de participación económica indica que 38.4 por ciento de las madres de 14 a 29 años de edad participa en la producción de bienes y la prestación de servicios destinados al mercado, lo mismo que 55.3 por ciento de las madres entre 30 y 49 años y 38.1 por ciento de las de 50 años y más.
Las madres con educación media superior y superior registran mayores oportunidades de empleo, con una tasa de participación económica de 66.0 por ciento; en contraste, 39.0 por ciento de las que no terminaron la primaria participan en actividad económica.
De acuerdo con la situación conyugal, las madres solteras (71.1%), se insertan con mayor frecuencia en el mercado laboral, seguidas por las separadas (67.1%), divorciadas (64.0%), viudas (38.1%) y las casadas o en unión libre cuya participación económica es de 43.0 y 42.0% respectivamente
Por lo que corresponde a la participación de las mujeres en los sectores de actividad económica, 67 de cada 100 laboran en el sector terciario; de éstas, 61 de cada 100 se dedica a los servicios y 39 se dedica al comercio.
Del total de la población ocupada en Oaxaca, los trabajadores subordinados y remunerados representan el 44.4 por ciento (623 mil oaxaqueños); de éstos, el 47.7 por ciento son mujeres que dispone de un contrato por escrito, el 51.2 por ciento no cuenta con éste.
Para las mujeres, la situación laboral se agrava, puesto que el salario promedio se reduce. A pesar de que la inserción laboral de la mujer ha crecido, ellas siguen siendo empleadas como secretarias, taquimecanógrafas, capturistas, recepcionistas o en áreas que se catalogan exclusivamente para el sector femenino.
De hecho, a este sector todavía se le complica acceder al tres por ciento de los puestos directivos en empresas o dependencias públicas.
En este sentido, la empresaria Fabiola García Calvo opinó que es necesario promover e impulsar una sociedad más equitativa con igualdad de oportunidades donde las mujeres tengan acceso a la participación social, generando mejores condiciones de vida.
Externó que hoy por hoy las mujeres han logrado insertarse en todos los ámbitos de la vida pública; sin embargo, hay mucho por hacer, pues en muchos estratos aún persiste la discriminación.
Un día en la vida de...
"Después de preparar el desayuno, acompaño a mi niño de 11 años a la primaria, que queda a unas calles de mi casa, Luego regreso corriendo por los más chiquitos para llevarlos al kinder. De ahí me voy a trabajar y, a las 2 de la tarde, me dan permiso de ir a recogerlos. Les doy de comer, les ayudo un poco con sus tareas y me voy a esperar al grandecito que sale a las 4 de la tarde", menciona la señora Elba Mendiola. de 45 años de edad
Ella es una de las muchas mujeres trabajadoras que realizan doble función, "cuando ya están todos en casa regreso al trabajo por si se ofrece algo y salgo a las 19:00 horas. Retorno casi a las 8 de la noche sólo a darles de cenar, bañarlos y a dormir porque al día siguiente otra vez la misma rutina".
Rimel en el trabajo
• 17.3% son patronas o empresarias
• 37.2%, asalariadas
• 38.8% trabaja por su cuenta
• 6.7% no especificada
"Las mujeres oaxaqueñas viven una realidad que preocupa e indigna por motivos de discriminación, violencia, sexismo, exclusión, marginación y pobreza", agregó.
Ana María Hernández Cárdenas, directora de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca A.C.
por SILVIA CHAVELA RIVAS
Afrontan sexismo, violencia, discriminación laboral y el salario es 30% menor al de los hombres. Para 579 mil oaxaqueñas trabajadoras hoy será un día como cualquier otro, carecen de dinero y tiempo para el esparcimiento. Por la migración, en algunos casos deben cumplir con los compromisos que la comunidad asigna al padre, hijo o esposo.
Mientras en Oaxaca un asalariado podría recibir como mínimo mil 500 pesos de sueldo, las mujeres en igual condición laboral reciben hasta 30 por ciento menos.
Pero la situación se agrava para 125 mil trabajadoras oaxaqueñas que, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), no reciben pago alguno por su actividad laboral.
Para la delegada federal de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, María Guadalupe González Ruiz, las condiciones para la mujer que trabaja están en franca desventaja con las del varón, pues a pesar de trabajar más, gana menos. De igual forma, no todas las mujeres que trabajan cuentan con las mismas prestaciones laborales.
La gran mayoría de madres trabajadoras no cuenta con tiempo suficiente para dedicarlo al descanso y esparcimiento. Tampoco posee información suficiente sobre sus derechos humanos y laborales y en muchos casos hasta desconoce a qué instancias recurrir para la defensa de los mismos, dijo González Ruiz.
Explicó que ello es producto de los bajos salarios que se reciben en Oaxaca, lo que ubica a la entidad en el penúltimo lugar en la tabla nacional.
En Oaxaca, del millón 483 mil 240 mil personas ocupadas, 39.6 por ciento son mujeres, unas 579 mil.
Aproximadamente 17.3 por ciento son patronas o empresarias; 37.2 por ciento son asalariadas; 38.8 trabaja por su cuenta y el 50.8 por ciento no recibe pago.
Del total de la población femenina subordinada y remunerada, el 46.7 por ciento dispone de un contrato por escrito, el 52.4 por ciento no cuenta con éste y 0.9 no especifica si dispone o no del mismo.
Desigualdad
Para la especialista en el tema laboral, Gudelia Jiménez, la incursión de las mujeres al mercado laboral y el desarrollo de una cultura de respeto a sus derechos han motivado la creación de normas que regulan su trabajo para tratar de que haya igualdad de trato y condiciones, y sobre todo que aseguren su acceso al trabajo.
Sin embargo, dijo que pese a que el gobierno federal ha trazado diversas acciones que aseguren la generación de programas para que cada vez más mujeres y madres trabajadoras accedan a mejores condiciones laborales y sientan la seguridad del cuidado de sus hijos, en los hechos esto no se traduce, pues aún sigue habiendo un gran número de casos de despidos injustificados, acoso e intimidación.
Por ello, señaló, es necesario desarrollar programas orientados a combatir la discriminación hacia las mujeres en el ámbito laboral, facilitar la integración de las mujeres al mercado laboral y fortalecer la igualdad de oportunidades laborales, garantizando la aplicación de las leyes existentes y promoviendo la actualización de las que aún lo necesitan.
"De esta manera se reconocería la aportación de las madres trabajadoras a la economía del país, y se reafirmaría con acciones el compromiso con las madres que trabajan", externó.
Exclusión, sexismo, violencia
Con reconocimiento o no, "las mujeres oaxaqueñas viven una realidad que preocupa e indigna", opinó Ana María Hernández Cárdenas, directora de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca A.C. "Me refiero a la realidad actual que viven las mujeres por motivos de discriminación, violencia, sexismo, exclusión, marginación y pobreza", agregó.
La discriminación se manifiesta de diferentes formas: la brecha salarial entre hombres y mujeres, la solicitud de requisitos físicos específicos para conseguir un empleo, su escasa participación sindical, la solicitud de examen de no gravidez para acceder a un empleo, los ascensos limitados y el permanente acoso sexual del que siguen siendo victimas en sus lugares de trabajo.
De acuerdo con el INEGI, las mujeres reciben salarios menores, sufren de un mayor desempleo y realizan actividades con mayor precariedad, en comparación con el sector varonil. Además, socialmente se les sigue responsabilizando del cuidado de los hijos y los hijas, de la atención de familiares adultos mayores e incluso de las labores domésticas, generando así la llamada doble jornada laboral.
Mujeres trabajando
La información de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo para Oaxaca muestra que en el cuarto trimestre de 2009 había 434 mil madres económicamente activas, quienes representan 45.8 por ciento del total de las de las mujeres madres con 14 años y más.
La tasa de participación económica indica que 38.4 por ciento de las madres de 14 a 29 años de edad participa en la producción de bienes y la prestación de servicios destinados al mercado, lo mismo que 55.3 por ciento de las madres entre 30 y 49 años y 38.1 por ciento de las de 50 años y más.
Las madres con educación media superior y superior registran mayores oportunidades de empleo, con una tasa de participación económica de 66.0 por ciento; en contraste, 39.0 por ciento de las que no terminaron la primaria participan en actividad económica.
De acuerdo con la situación conyugal, las madres solteras (71.1%), se insertan con mayor frecuencia en el mercado laboral, seguidas por las separadas (67.1%), divorciadas (64.0%), viudas (38.1%) y las casadas o en unión libre cuya participación económica es de 43.0 y 42.0% respectivamente
Por lo que corresponde a la participación de las mujeres en los sectores de actividad económica, 67 de cada 100 laboran en el sector terciario; de éstas, 61 de cada 100 se dedica a los servicios y 39 se dedica al comercio.
Del total de la población ocupada en Oaxaca, los trabajadores subordinados y remunerados representan el 44.4 por ciento (623 mil oaxaqueños); de éstos, el 47.7 por ciento son mujeres que dispone de un contrato por escrito, el 51.2 por ciento no cuenta con éste.
Para las mujeres, la situación laboral se agrava, puesto que el salario promedio se reduce. A pesar de que la inserción laboral de la mujer ha crecido, ellas siguen siendo empleadas como secretarias, taquimecanógrafas, capturistas, recepcionistas o en áreas que se catalogan exclusivamente para el sector femenino.
De hecho, a este sector todavía se le complica acceder al tres por ciento de los puestos directivos en empresas o dependencias públicas.
En este sentido, la empresaria Fabiola García Calvo opinó que es necesario promover e impulsar una sociedad más equitativa con igualdad de oportunidades donde las mujeres tengan acceso a la participación social, generando mejores condiciones de vida.
Externó que hoy por hoy las mujeres han logrado insertarse en todos los ámbitos de la vida pública; sin embargo, hay mucho por hacer, pues en muchos estratos aún persiste la discriminación.
Un día en la vida de...
"Después de preparar el desayuno, acompaño a mi niño de 11 años a la primaria, que queda a unas calles de mi casa, Luego regreso corriendo por los más chiquitos para llevarlos al kinder. De ahí me voy a trabajar y, a las 2 de la tarde, me dan permiso de ir a recogerlos. Les doy de comer, les ayudo un poco con sus tareas y me voy a esperar al grandecito que sale a las 4 de la tarde", menciona la señora Elba Mendiola. de 45 años de edad
Ella es una de las muchas mujeres trabajadoras que realizan doble función, "cuando ya están todos en casa regreso al trabajo por si se ofrece algo y salgo a las 19:00 horas. Retorno casi a las 8 de la noche sólo a darles de cenar, bañarlos y a dormir porque al día siguiente otra vez la misma rutina".
Rimel en el trabajo
• 17.3% son patronas o empresarias
• 37.2%, asalariadas
• 38.8% trabaja por su cuenta
• 6.7% no especificada
"Las mujeres oaxaqueñas viven una realidad que preocupa e indigna por motivos de discriminación, violencia, sexismo, exclusión, marginación y pobreza", agregó.
Ana María Hernández Cárdenas, directora de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca A.C.
Madres indígenas, eternas olvidadas
Juan Pablo Montes Jiménez/Corresponsal
Sociólogos y especialistas mencionan que las mujeres son doblemente explotadas: por su condición de trabajadoras y de mujeres , esto tiene que ver como el doble turno laboral puesto que las mujeres que trabajan fuera del hogar, al retornar a casa, les esperan las responsabilidades de madre y ama de casa.
Algunas mujeres indígenas mixtecas agregan a este doble turno un tercero hecho: reemplazan a sus maridos, padres, hijos o hermanos de sus responsabilidades comunitarias cuando estos migran a buscar trabajo. Tradicionalmente, en las comunidades indígenas oaxaqueñas los hombres ocupan las posiciones de autoridad. Sin embargo, debido a la migración masiva al norte de México y los Estados Unidos, son las mujeres quienes asumen dichas responsabilidades comunitarias. Cifras del INEGI indican que 19.7% de las madres indígenas son jefas de hogar, 63.2% esposas o compañeras y 6.0% hijas.
A Doña Lichita, como la conocen muchos, el semblante se le transformado con el paso de los años, su andar es ya muy pesado como tratando de romper el viento que le impide avanzar; la anciana sonríe y espera que los transeúntes le den una moneda para poder comprarse el alimento del día, otros la desprecian por no andar bien vestida y hasta se hacen un lado cuando esta humilde mujer pasa cerca de ellos.
El olvido
Muy temblorosa señala para el numero UNO "tengo dos hijos pero ninguna de ellos se acuerda de mi, vivo sola en esta humilde casa que me han prestado, a diario salgo para pedir limosna debido a que no puedo trabajar, ya estoy muy vieja, solo le pido a Dios que ya muy pronto me lleve con él para no seguir sufriendo".
La humilde mujer nos relata que no conoce nada en torno al 10 de mayo ni sabe cuando se festeja el Día de las Madres, lo único que pide es que al menos sus hijos muestren un poco de amor hacia ella y se acuerden que tienen una madre que les dio la vida; aclara que lleva más de 15 años no saber nada de ellos, mientras relata este olvido, la mujer suelta en llanto.
La mujer con 68 años y con lágrimas en los ojos explica "es difícil vivir sola, tengo hijos que son muy malos y decidieron abandonarme además nunca te ayudan. ¡Qué suerte tienen otras mujeres que a tienen al menos a un hijo que las quiere y las recuerde, por eso le pido a Dios que me lleve con el los mas rápido".
Ni fiesta ni olvido
Por otro lado María López, quien trabaja de pepenadora, menciona que el festejo del Día de las Madres "solo" es para la gente rica; relata que de personas como ella nadie nunca se acuerda, ya que hasta este día de las madres debe trabajar para buscar el sustento de sus hijos que le dejó su marido con varios años de muerto.
Dijo "no quiero regalos ni fiestas, sólo deseo que mis hijos me den un poco de amor, pero no solamente este día, todos los días, pero los hijos de ahora se olvidan de sus madres los valores morales se han perdido, los hijos buscan sus caminos y se olvidan de todo, ya los buenos tiempos se han perdido la relación hijos-padres se han ido desapareciendo poco a poco".
Las madres solteras se enfrentan a gran cantidad de problemas con los cuales deben lidiar de manera automática para lograr salir adelante. En estos tiempos la formación de las familias ha ido variando, la cifra de madres solteras ha ido en crecimiento. Otras mujeres que iniciaron su vida con un matrimonio constituido, también deben afrontar el reto solas cuando se rompe el vínculo o se divorcian.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) respecto a la relación laboran con la situación conyugal, las madres solteras (71.1%), se insertan con mayor frecuencia en el mercado laboral; seguidas por las madres separadas (67.1%), prácticamente dos de cada tres, divorciadas (64.0%); viudas, con dos de cada seis (38.1%) y las casadas o en unión libre cuya participación económica es de 43.0 y 42.0% respectivamente.
Dilema de las madres solteras
La sobrecarga es una característica de la madre soltera, ella debe asumir funciones domésticas, educativas, económicas, etc., funciones que no tiene con quien compartir por lo que ocupan casi todo su tiempo libre, trayendo como consecuencia que la madre tenga el tiempo justo y no disponga de un momento para su vida personal y social, originando el alejamiento de sus amistades y el consiguiente sentimiento de soledad y abandono. Algunas mujeres inclusive piensan en dedicarse a su hijo el 100% de su tiempo porque no creen poder encontrar a una pareja que acepte a su hijo.
Debido a que están solas con su hijo, las madres solteras necesitan de los demás para lograr cumplir con su tarea de madre y padre a la vez. Trabajan y cuidan de su hijo sin el apoyo de una pareja. Generalmente, las madres solteras se vuelven dependientes de sus padres, es decir, de los abuelos del bebé, y esto en ocasiones puede ser muy frustrante porque las madres pueden llegar a sentir que no tienen decisión sobre sus hijos. Esto fomenta que las madres desarrollen una baja autoestima pues no se sienten capaces de cumplir con todas las labores de ser madre sola.
A ello se aúna la baja escolaridad o preparación educativa, el INEGI describe en el documento "A propósito del Día de la madre que en Oaxaca de cada 100 mujeres que son madres, 48 no tienen escolaridad o tienen al menos un grado aprobado en primaria, 23 tienen primaria, 17 con algún grado de secundaria y 12 registran al menos un año aprobado en estudios medio superior y superior, el resto no especifico su escolaridad. El 35.5% de las mujeres de 12 años y más que tienen primaria incompleta, tienen seis o más hijos; mientras que 43.9% de las mujeres con estudios medio superior o superior no tienen hijos.
Otro problema que enfrentan las madres solteras es el deseo de rehacer su vida, donde en ocasiones esto se vuelve su nuevo objetivo, precipitándose en la búsqueda de una pareja con la cual consigan tener una familia "normal", recibir afecto y darle a su hijo una figura paterna. Algunas madres solteras creen que al conseguir rápidamente una pareja les resolverá todos sus problemas, pero suele terminar en el fracaso, puesto que es necesario que la nueva pareja construya un vínculo afectivo tanto con la madre como con el pequeño para poder formar una relación fuerte y duradera.
Muchas de estas decisiones terminan afectando al ámbito familiar y se decantan en violencia intrafamiliar, como reflejan las cifras oficiales: de acuerdo a la Encuesta Nacional de la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2006, la prevalencia de la violencia de pareja entre las mujeres de 15 y más años casadas o unidas con al menos un hijo, en la entidad alcanza 46.1 por ciento.
Entre las madres separadas o viudas, la prevalencia de violencia es considerablemente mayor, ya que el 65.3% declaró haber experimentado incidentes violentos por parte de su ex esposo o ex-pareja.
De lo que se desprende que la violencia doméstica es una de las principales razones de las separaciones entre los matrimonios oaxaqueños.
19.7% de las madres indígenas son jefas de hogar
63.2% esposas o compañeras
6.0% hijas
48% de las mujeres no rebasan un grado aprobado de escolaridad
23% tienen primaria
17% ha cursado algún grado de secundaria
12% registran al menos un año aprobado en estudios medio superior y superior
46.1%, casi una de cada dos mujeres dice que ha padecido un acto de violencia intrafamiliar
65.3% de las madres separadas, divorciadas o viudas afirman que sufrieron violencia
Juan Pablo Montes Jiménez/Corresponsal
Sociólogos y especialistas mencionan que las mujeres son doblemente explotadas: por su condición de trabajadoras y de mujeres , esto tiene que ver como el doble turno laboral puesto que las mujeres que trabajan fuera del hogar, al retornar a casa, les esperan las responsabilidades de madre y ama de casa.
Algunas mujeres indígenas mixtecas agregan a este doble turno un tercero hecho: reemplazan a sus maridos, padres, hijos o hermanos de sus responsabilidades comunitarias cuando estos migran a buscar trabajo. Tradicionalmente, en las comunidades indígenas oaxaqueñas los hombres ocupan las posiciones de autoridad. Sin embargo, debido a la migración masiva al norte de México y los Estados Unidos, son las mujeres quienes asumen dichas responsabilidades comunitarias. Cifras del INEGI indican que 19.7% de las madres indígenas son jefas de hogar, 63.2% esposas o compañeras y 6.0% hijas.
A Doña Lichita, como la conocen muchos, el semblante se le transformado con el paso de los años, su andar es ya muy pesado como tratando de romper el viento que le impide avanzar; la anciana sonríe y espera que los transeúntes le den una moneda para poder comprarse el alimento del día, otros la desprecian por no andar bien vestida y hasta se hacen un lado cuando esta humilde mujer pasa cerca de ellos.
El olvido
Muy temblorosa señala para el numero UNO "tengo dos hijos pero ninguna de ellos se acuerda de mi, vivo sola en esta humilde casa que me han prestado, a diario salgo para pedir limosna debido a que no puedo trabajar, ya estoy muy vieja, solo le pido a Dios que ya muy pronto me lleve con él para no seguir sufriendo".
La humilde mujer nos relata que no conoce nada en torno al 10 de mayo ni sabe cuando se festeja el Día de las Madres, lo único que pide es que al menos sus hijos muestren un poco de amor hacia ella y se acuerden que tienen una madre que les dio la vida; aclara que lleva más de 15 años no saber nada de ellos, mientras relata este olvido, la mujer suelta en llanto.
La mujer con 68 años y con lágrimas en los ojos explica "es difícil vivir sola, tengo hijos que son muy malos y decidieron abandonarme además nunca te ayudan. ¡Qué suerte tienen otras mujeres que a tienen al menos a un hijo que las quiere y las recuerde, por eso le pido a Dios que me lleve con el los mas rápido".
Ni fiesta ni olvido
Por otro lado María López, quien trabaja de pepenadora, menciona que el festejo del Día de las Madres "solo" es para la gente rica; relata que de personas como ella nadie nunca se acuerda, ya que hasta este día de las madres debe trabajar para buscar el sustento de sus hijos que le dejó su marido con varios años de muerto.
Dijo "no quiero regalos ni fiestas, sólo deseo que mis hijos me den un poco de amor, pero no solamente este día, todos los días, pero los hijos de ahora se olvidan de sus madres los valores morales se han perdido, los hijos buscan sus caminos y se olvidan de todo, ya los buenos tiempos se han perdido la relación hijos-padres se han ido desapareciendo poco a poco".
Las madres solteras se enfrentan a gran cantidad de problemas con los cuales deben lidiar de manera automática para lograr salir adelante. En estos tiempos la formación de las familias ha ido variando, la cifra de madres solteras ha ido en crecimiento. Otras mujeres que iniciaron su vida con un matrimonio constituido, también deben afrontar el reto solas cuando se rompe el vínculo o se divorcian.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) respecto a la relación laboran con la situación conyugal, las madres solteras (71.1%), se insertan con mayor frecuencia en el mercado laboral; seguidas por las madres separadas (67.1%), prácticamente dos de cada tres, divorciadas (64.0%); viudas, con dos de cada seis (38.1%) y las casadas o en unión libre cuya participación económica es de 43.0 y 42.0% respectivamente.
Dilema de las madres solteras
La sobrecarga es una característica de la madre soltera, ella debe asumir funciones domésticas, educativas, económicas, etc., funciones que no tiene con quien compartir por lo que ocupan casi todo su tiempo libre, trayendo como consecuencia que la madre tenga el tiempo justo y no disponga de un momento para su vida personal y social, originando el alejamiento de sus amistades y el consiguiente sentimiento de soledad y abandono. Algunas mujeres inclusive piensan en dedicarse a su hijo el 100% de su tiempo porque no creen poder encontrar a una pareja que acepte a su hijo.
Debido a que están solas con su hijo, las madres solteras necesitan de los demás para lograr cumplir con su tarea de madre y padre a la vez. Trabajan y cuidan de su hijo sin el apoyo de una pareja. Generalmente, las madres solteras se vuelven dependientes de sus padres, es decir, de los abuelos del bebé, y esto en ocasiones puede ser muy frustrante porque las madres pueden llegar a sentir que no tienen decisión sobre sus hijos. Esto fomenta que las madres desarrollen una baja autoestima pues no se sienten capaces de cumplir con todas las labores de ser madre sola.
A ello se aúna la baja escolaridad o preparación educativa, el INEGI describe en el documento "A propósito del Día de la madre que en Oaxaca de cada 100 mujeres que son madres, 48 no tienen escolaridad o tienen al menos un grado aprobado en primaria, 23 tienen primaria, 17 con algún grado de secundaria y 12 registran al menos un año aprobado en estudios medio superior y superior, el resto no especifico su escolaridad. El 35.5% de las mujeres de 12 años y más que tienen primaria incompleta, tienen seis o más hijos; mientras que 43.9% de las mujeres con estudios medio superior o superior no tienen hijos.
Otro problema que enfrentan las madres solteras es el deseo de rehacer su vida, donde en ocasiones esto se vuelve su nuevo objetivo, precipitándose en la búsqueda de una pareja con la cual consigan tener una familia "normal", recibir afecto y darle a su hijo una figura paterna. Algunas madres solteras creen que al conseguir rápidamente una pareja les resolverá todos sus problemas, pero suele terminar en el fracaso, puesto que es necesario que la nueva pareja construya un vínculo afectivo tanto con la madre como con el pequeño para poder formar una relación fuerte y duradera.
Muchas de estas decisiones terminan afectando al ámbito familiar y se decantan en violencia intrafamiliar, como reflejan las cifras oficiales: de acuerdo a la Encuesta Nacional de la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2006, la prevalencia de la violencia de pareja entre las mujeres de 15 y más años casadas o unidas con al menos un hijo, en la entidad alcanza 46.1 por ciento.
Entre las madres separadas o viudas, la prevalencia de violencia es considerablemente mayor, ya que el 65.3% declaró haber experimentado incidentes violentos por parte de su ex esposo o ex-pareja.
De lo que se desprende que la violencia doméstica es una de las principales razones de las separaciones entre los matrimonios oaxaqueños.
19.7% de las madres indígenas son jefas de hogar
63.2% esposas o compañeras
6.0% hijas
48% de las mujeres no rebasan un grado aprobado de escolaridad
23% tienen primaria
17% ha cursado algún grado de secundaria
12% registran al menos un año aprobado en estudios medio superior y superior
46.1%, casi una de cada dos mujeres dice que ha padecido un acto de violencia intrafamiliar
65.3% de las madres separadas, divorciadas o viudas afirman que sufrieron violencia
¿Celebración o represión para las madres?
Manuel Leòn.Rioaxaca.
La celebración del 10 de mayo es una política de represión a las mujeres mexicanas, más que un festejo, así lo señalan distintas ONG´s feministas en la entidad, además aseguran que esta medida fue creada por el entonces Secretario de Educación Pública, José Vasconcelos para contrarrestar las iniciativas liberales que se gestaban en el estado de Yucatán. De acuerdo con Tanivet Reyes, Coordinadora de la organización, Comunicación por la Igualdad, el ex Secretario de Educación apoyado incondicionalmente por el diario nacional Excélsior, fue quien promovió la creación de una fecha conmemorativa que, con el paso de los años, logró arraigarse profundamente en el tejido de la cultura mexicana.
Detalló que en 1922, surgió desde la tribuna del Periódico de la Vida Nacional, una campaña con dos objetivos fundamentales: homenajear a las madres un día al año y, contrarrestar la campaña que en Yucatán había sido iniciada por el consejo de Educación Pública, bajo la dirección del profesor José de la Luz Mena, cuyo propósito era promover entre las mujeres los beneficios de la planificación familiar.
Textos y ensayos periodísticos apuntan a que el diario, encabezado por Rafael Alducin, alertó sobre los "peligros" de la difusión de "ideas" que no se circunscribían a "la moral social", sin embargo en el diario El popular,- periódico local de Mérida-, las crónicas evidenciaban otra óptica. Desde sus páginas se invitaba a la población a participar en la Conferencia Cultural a celebrarse en la Liga Central de Resistencia del Partido Socialista del Sureste, donde se tratarían los temas de la profilaxis, enfermedades venéreas, artes manuales, relaciones familiares y jurídicas, la disciplina sindicalista y los cuestionamientos sobre la implantación en los pueblos de la escuela Racionalista.
En síntesis la activista social sostuvo que la campaña yucateca invitaba a analizar los beneficios de los matrimonios naturales del amor libre, e insistía en que su práctica no destruía el hogar.
¿Cuál es la historia de este movimiento?
De 1925 a 1918, el general Salvador Alvarado gobernó Yucatán. Su formación política basada en la lectura de textos de los Flores Magón dio pie a la instrumentación de decretos que rompieron con las formas tradicionales de propiedad y de régimen de trabajo.
Las reformas promovidas se encaminaron a crear un proletariado agrícola, fomentaron la industrialización del henequén y promovieron otro tipo de enseñanza escolar para combatir el fanatismo religioso. Entre las iniciativas, destacaba la de promover que las propias mujeres fueran quienes discutieran su situación social y política.
Y es que es importante señalar que justo durante el Gobierno de Alvarado, se llevó a cabo el Primer Congreso Feminista en Yucatán al que asistieron 617 delegadas con una propuesta central
Un folleto criminal
Desde la capital del país las iniciativas del gobernador Carrillo Puerto y la difusión del folleto "La Brújula del Hogar", calificado como "folleto criminal" por parte de un grupo feminista generaron inquietud entre los sectores más conservadores.
Los periódicos de la capital y de algunos estados, promovieron la protesta de los sectores conservadores para que se iniciara una investigación de la "propaganda inmoral" y del propio profesor Mena, responsable de la circulación del folleto entre los mentores. Por instrucciones de Vasconcelos, José María Bonilla acudió a investigar los hechos y a "actuar con toda energía".
Aún cuando se desconocieron las medidas tomadas por el enviado del Secretario de Educación, y ante la petición de los Caballeros de Colón de "perseguir el delito de imprenta por publicar un folleto sobre el control de la natalidad", el diario yucateco El Popular, publicó la respuesta del Procurador General del Estado, Julio Aznar, en el sentido de que las persecuciones de esta índole no podrían ceñirse en el "estrecho y arcaico criterio moral de hondos y arraigados prejuicios religiosos"
A pesar de que la respuesta circuló en forma local, Excélsior reprodujo el editorial de un diario toluqueño donde se reclamó que la investigación no hubiera concluido más que con el silencio de las autoridades y en respuesta a la "campaña que ha lacerado los corazones de los mexicanos", propuso la celebración del Día de la Madre porque éste "presta un servicio eminente a la moral y a la cultura de México".
Con Excélsior a la cabeza de los medios masivos, el apoyo de Vasconcelos y de la iglesia católica, Alducin organizó movilizaciones en escuelas de educación elemental promoviendo la manifestación del amor filial y el levantamiento de un "monumento de ternura a la que nos dio el ser".
La campaña se extendió a otros ámbitos. El "periódico de la vida nacional" contó con el apoyo de la cadena de cines Olimpia, las Damas de la Cruz Roja y la Cámara de Comercio de los Estados Unidos Mexicanos, que se encargó de promover una campaña para "halagar" a las madres con regalos de todo tipo.
El miércoles 10 de mayo de 1922 la primera plana de Excélsior fue dedicada a exaltar la labor de las madres en los trabajos domésticos y dejó de lado el trabajo remunerado. Así, el diario capitalino modificó el papel que el socialismo del sureste propuso a las mujeres; y fue de un papel activo de discusión y participación, a uno que consagraba su pasividad y sus "atributos congénitos".
La historia moderna
De acuerdo con información de la agencia CIMAC, en 1932 Excélsior propuso la construcción de un monumento en honor a las madres, anhelo que se vio realizado e inaugurado durante la gestión de Adolfo López Mateos, en esa ocasión lo acompañó su esposa y Primera Dama de México, Eva Samoano.
El Papa Pío XII aplaudió el creciente entusiasmo con el que en México se celebraba el Día de la MadreMientras el papa Pío XII aplaudía el reciente entusiasmo con el que en México se celebraba el Día de la Madre. Excélsior borró de sus planas la causa que diera lugar a esta celebración. Después de 1922 no hay referencia de "folletos inmorales" ni expresiones sobre el temor a la planificación familiar.
Durante los años siguientes, y hasta 1968, esa casa editorial promovió concursos, festivales y homenajes para las madres mexicanas con premios y participación de ídolos artísticos, a partir de 1969 el espíritu inicial de la campaña, que glorificaba la maternidad y demostraba la cantidad y calidad con que habían parido las mujeres, se tornó en exaltar sus esfuerzos intelectuales.
En 1979 concluyó el ciclo de celebraciones del diario y coincidió con la manifestación contra el mito de la madre, organizado por Mujeres en Acción Solidaria, nota retomada por el periódico, el día en que explicó que pese a la negativa de las autoridades del entonces Departamento del Distrito Federal (DDF) que concedía permisos para una manifestación de protesta contra el día de las madres, el movimiento feminista se alzó la voz en el monumento a la madre del parque de Sullivan.
Las exigencias de las mujeres de Siglo XXI
Tanivet Reyes señaló que en Oaxaca y en México prevalecen las políticas de sometimiento de las mujeres, teniendo como resultado la poca solidez del derecho a decidir, aseguró que una festividad como la del 10 de mayo sólo fortalece la maternidad obligada, la subordinación de las mujeres y sobre todo corta sus derechos de ciudadana.
"Las feministas no pugnamos por su desaparición si no por la transformación de los objetivos, es decir que en vez de exaltar a las mujeres en su papel de dadoras de la vida, hijas, abuelas, esposas, madres exigimos el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia...el 10 de mayo como un "homenaje a las madres" es una expresión de represión patriarcal y esto, en la búsqueda de la igualdad tendría que ser transformado".
La Coordinadora de " Nuevas Estrategias de Comunicación por la Igualdad", señaló que la nueva exigencia de las mujeres del siglo XXI es que desde Comunicación por la Igualdad se promueva la armonización del marco jurídico local con las normas internacionales. A fin de que el Poder Legislativo garantice los derechos políticos, económicos, sociales de las mujeres tomando en cuenta los instrumentos internacionales.
Manuel Leòn.Rioaxaca.
La celebración del 10 de mayo es una política de represión a las mujeres mexicanas, más que un festejo, así lo señalan distintas ONG´s feministas en la entidad, además aseguran que esta medida fue creada por el entonces Secretario de Educación Pública, José Vasconcelos para contrarrestar las iniciativas liberales que se gestaban en el estado de Yucatán. De acuerdo con Tanivet Reyes, Coordinadora de la organización, Comunicación por la Igualdad, el ex Secretario de Educación apoyado incondicionalmente por el diario nacional Excélsior, fue quien promovió la creación de una fecha conmemorativa que, con el paso de los años, logró arraigarse profundamente en el tejido de la cultura mexicana.
Detalló que en 1922, surgió desde la tribuna del Periódico de la Vida Nacional, una campaña con dos objetivos fundamentales: homenajear a las madres un día al año y, contrarrestar la campaña que en Yucatán había sido iniciada por el consejo de Educación Pública, bajo la dirección del profesor José de la Luz Mena, cuyo propósito era promover entre las mujeres los beneficios de la planificación familiar.
Textos y ensayos periodísticos apuntan a que el diario, encabezado por Rafael Alducin, alertó sobre los "peligros" de la difusión de "ideas" que no se circunscribían a "la moral social", sin embargo en el diario El popular,- periódico local de Mérida-, las crónicas evidenciaban otra óptica. Desde sus páginas se invitaba a la población a participar en la Conferencia Cultural a celebrarse en la Liga Central de Resistencia del Partido Socialista del Sureste, donde se tratarían los temas de la profilaxis, enfermedades venéreas, artes manuales, relaciones familiares y jurídicas, la disciplina sindicalista y los cuestionamientos sobre la implantación en los pueblos de la escuela Racionalista.
En síntesis la activista social sostuvo que la campaña yucateca invitaba a analizar los beneficios de los matrimonios naturales del amor libre, e insistía en que su práctica no destruía el hogar.
¿Cuál es la historia de este movimiento?
De 1925 a 1918, el general Salvador Alvarado gobernó Yucatán. Su formación política basada en la lectura de textos de los Flores Magón dio pie a la instrumentación de decretos que rompieron con las formas tradicionales de propiedad y de régimen de trabajo.
Las reformas promovidas se encaminaron a crear un proletariado agrícola, fomentaron la industrialización del henequén y promovieron otro tipo de enseñanza escolar para combatir el fanatismo religioso. Entre las iniciativas, destacaba la de promover que las propias mujeres fueran quienes discutieran su situación social y política.
Y es que es importante señalar que justo durante el Gobierno de Alvarado, se llevó a cabo el Primer Congreso Feminista en Yucatán al que asistieron 617 delegadas con una propuesta central
Un folleto criminal
Desde la capital del país las iniciativas del gobernador Carrillo Puerto y la difusión del folleto "La Brújula del Hogar", calificado como "folleto criminal" por parte de un grupo feminista generaron inquietud entre los sectores más conservadores.
Los periódicos de la capital y de algunos estados, promovieron la protesta de los sectores conservadores para que se iniciara una investigación de la "propaganda inmoral" y del propio profesor Mena, responsable de la circulación del folleto entre los mentores. Por instrucciones de Vasconcelos, José María Bonilla acudió a investigar los hechos y a "actuar con toda energía".
Aún cuando se desconocieron las medidas tomadas por el enviado del Secretario de Educación, y ante la petición de los Caballeros de Colón de "perseguir el delito de imprenta por publicar un folleto sobre el control de la natalidad", el diario yucateco El Popular, publicó la respuesta del Procurador General del Estado, Julio Aznar, en el sentido de que las persecuciones de esta índole no podrían ceñirse en el "estrecho y arcaico criterio moral de hondos y arraigados prejuicios religiosos"
A pesar de que la respuesta circuló en forma local, Excélsior reprodujo el editorial de un diario toluqueño donde se reclamó que la investigación no hubiera concluido más que con el silencio de las autoridades y en respuesta a la "campaña que ha lacerado los corazones de los mexicanos", propuso la celebración del Día de la Madre porque éste "presta un servicio eminente a la moral y a la cultura de México".
Con Excélsior a la cabeza de los medios masivos, el apoyo de Vasconcelos y de la iglesia católica, Alducin organizó movilizaciones en escuelas de educación elemental promoviendo la manifestación del amor filial y el levantamiento de un "monumento de ternura a la que nos dio el ser".
La campaña se extendió a otros ámbitos. El "periódico de la vida nacional" contó con el apoyo de la cadena de cines Olimpia, las Damas de la Cruz Roja y la Cámara de Comercio de los Estados Unidos Mexicanos, que se encargó de promover una campaña para "halagar" a las madres con regalos de todo tipo.
El miércoles 10 de mayo de 1922 la primera plana de Excélsior fue dedicada a exaltar la labor de las madres en los trabajos domésticos y dejó de lado el trabajo remunerado. Así, el diario capitalino modificó el papel que el socialismo del sureste propuso a las mujeres; y fue de un papel activo de discusión y participación, a uno que consagraba su pasividad y sus "atributos congénitos".
La historia moderna
De acuerdo con información de la agencia CIMAC, en 1932 Excélsior propuso la construcción de un monumento en honor a las madres, anhelo que se vio realizado e inaugurado durante la gestión de Adolfo López Mateos, en esa ocasión lo acompañó su esposa y Primera Dama de México, Eva Samoano.
El Papa Pío XII aplaudió el creciente entusiasmo con el que en México se celebraba el Día de la MadreMientras el papa Pío XII aplaudía el reciente entusiasmo con el que en México se celebraba el Día de la Madre. Excélsior borró de sus planas la causa que diera lugar a esta celebración. Después de 1922 no hay referencia de "folletos inmorales" ni expresiones sobre el temor a la planificación familiar.
Durante los años siguientes, y hasta 1968, esa casa editorial promovió concursos, festivales y homenajes para las madres mexicanas con premios y participación de ídolos artísticos, a partir de 1969 el espíritu inicial de la campaña, que glorificaba la maternidad y demostraba la cantidad y calidad con que habían parido las mujeres, se tornó en exaltar sus esfuerzos intelectuales.
En 1979 concluyó el ciclo de celebraciones del diario y coincidió con la manifestación contra el mito de la madre, organizado por Mujeres en Acción Solidaria, nota retomada por el periódico, el día en que explicó que pese a la negativa de las autoridades del entonces Departamento del Distrito Federal (DDF) que concedía permisos para una manifestación de protesta contra el día de las madres, el movimiento feminista se alzó la voz en el monumento a la madre del parque de Sullivan.
Las exigencias de las mujeres de Siglo XXI
Tanivet Reyes señaló que en Oaxaca y en México prevalecen las políticas de sometimiento de las mujeres, teniendo como resultado la poca solidez del derecho a decidir, aseguró que una festividad como la del 10 de mayo sólo fortalece la maternidad obligada, la subordinación de las mujeres y sobre todo corta sus derechos de ciudadana.
"Las feministas no pugnamos por su desaparición si no por la transformación de los objetivos, es decir que en vez de exaltar a las mujeres en su papel de dadoras de la vida, hijas, abuelas, esposas, madres exigimos el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia...el 10 de mayo como un "homenaje a las madres" es una expresión de represión patriarcal y esto, en la búsqueda de la igualdad tendría que ser transformado".
La Coordinadora de " Nuevas Estrategias de Comunicación por la Igualdad", señaló que la nueva exigencia de las mujeres del siglo XXI es que desde Comunicación por la Igualdad se promueva la armonización del marco jurídico local con las normas internacionales. A fin de que el Poder Legislativo garantice los derechos políticos, económicos, sociales de las mujeres tomando en cuenta los instrumentos internacionales.