GANARLE A ELECCIONES DE ESTADO
13 jul 2010
Cómo parar al PRI: Manual del usuario
Denise Dresser
Instalación de baterías.
1. Levantar la cubierta de los regímenes autoritarios a nivel estatal. Asegurarse de que esto se haga en sitios donde el abuso de autoridad haya sido la norma.
2. Cerciorarse de que las baterías instaladas correspondan a candidatos bien conocidos, con fuertes raíces locales, preferiblemente con un perfil más ciudadano, aunque también es posible recurrir a expriistas de renombre. Se trata, más que nada, de posicionar a candidatos que trasciendan las filas partidistas.
3. Si el control del aparato anti-PRI no funciona inicialmente, checar lo siguiente: ¿Las autoridades electorales estatales se están coludiendo con el gobierno priista? ¿Los recursos de la campaña del candidato del PRI provienen de la oficina del gobernador? ¿Los medios locales han llegado a “acuerdos” con el equipo del gobernador? ¿El crimen organizado está inyectando recursos a la campaña del candidato oficial del priismo?
Conectando las antenas
1. Colocar las antenas de los electores indecisos e independientes cerca de la campaña del candidato de la coalición PAN-PRD.
2. Enchufar el adaptador del voto no ideológico encima del contacto del voto partidista. Importa más promover la alternancia en bastiones históricamente priistas que resucitar los viejos agravios y las diferencias profundas entre panistas y perredistas.
3. Conectar la antena del pragmatismo electoral arriba del purismo programático. Esta combinación es capaz de producir victorias electorales en archipiélagos autoritarios del PRI como Puebla, Oaxaca y Sinaloa. Después de haber hecho esta conexión en las elecciones del 2010, es posible pensar en su uso para elecciones futuras.
Cambio de canales
1. Pulse los botones ALIANZA PAN-PRD para cambiar los canales priistas acostumbrados. Si desea aumentar el número de canales que será posible cambiar, piense en las posibles alianzas en lugares como el Estado de México.
2. Utilice todos los mecanismos necesarios para asegurar que las alianzas se den, ya que en caso contrario la programación priista se mantendrá, tal y como ocurrió en Veracruz.
Memorización de los canales
1. El aparato anti-PRI puede memorizar y almacenar todas las prácticas ilegales detectadas a lo largo de la jornada electoral. Además identifica las que se usan con más frecuencia. La lista debe ser elaborada y diseminada de la manera más amplia posible con el objetivo de adiestrar a las fuerzas aliancistas que se preparan para la próxima elección.
2. Si desea ver una descripción más detallada de cada función, consulte las transcripciones de las conversaciones grabadas de Ulises Ruiz, Fidel Herrera y Mario Marín.
Ajuste del volumen
1. Pulse los botones Vol. + a lo largo de la campaña para asegurar que organizaciones como Alianza Cívica y los medios nacionales den resonancia y visibilidad a las irregularidades detectadas a lo largo de las campañas: el reparto de despensas, la coacción del voto, la intervención política y presupuestaria de los gobernadores en favor de sus delfines, la inequidad persistente.
2. Para subir el volumen gire la rueda hacia las conversaciones grabadas de actividades obviamente ilegales perpetradas por prominentes políticos del PRI.
3. Puede interrumpir el sonido de los nefastos discursos de Beatriz Paredes en cualquier momento pulsando el botón MUTE.
Uso del botón TOOLS
1. Se debe oprimir el botón TOOLS para seleccionar rápidamente las funciones que pueden emplearse para confeccionar la alianza PAN-PRD en el Estado de México.
2. Al apretar el botón TOOLS aparece el menú HERRAMIENTAS. Allí hay una lista de todo aquello que debe ser utilizado en una campaña en contra de Enrique Peña Nieto, incluyendo la fortuna –nunca debidamente explicada– de Arturo Montiel, la falta del debido proceso en los procesos judiciales en Atenco, el caso de Paulette, los femenicidios, el incremento de la inseguridad y la presencia del crimen organizado en el estado.
3. Para ver una versión más detallada de cada función, examine cada uno de los estados gobernados por el PRI y así obtendrá una perspectiva más clara sobre los casos de corrupción y encubrimiento a nivel local.
Configuración del mando
1. Una vez configurada la estrategia de las alianzas PAN-PRD, es capaz de funcionar en modos diferentes, en latitudes distintas, con candidatos inusuales. Queda claro que si no se alían, el PAN y el PRD no tienen la fuerza necesaria como partidos separados para ser competitivos ante un PRI que resurge.
2. Para que la práctica de las alianzas cobre fuerza en el futuro será necesario contener las voces que en ambos partidos –como las de Fernando Gómez Mont, AMLO y Vicente Fox– las han descalificado, a pesar de sus buenos resultados.
3. Pulse el botón MUTE en esos casos.
4. Mediante una campaña bien pensada e inteligente, introduzca la idea de las alianzas a nivel nacional y pulse el botón POWER para encender el motor.
5. El motor deberá encender si el mando está correctamente configurado e incluye el planteamiento de estrategias de gobierno que vayan más allá de la agenda anti-PRI, y abarquen el fortalecimiento institucional, la construcción de pesos y contrapesos, y la promoción del interés público.
6. Pulse el botón SET para las elecciones presidenciales del 2012.
Cambio del formato de la imagen
1. Las alianzas PAN-PRD pueden seleccionar el tipo de imagen que mejor cumpla con los requisitos de desalojar al PRI, pero también deberán contribuir al fortalecimiento de la democracia en los estados.
2. Será imperativo evitar la reproducción de prácticas clientelares, patrimoniales y corporativas durante su paso por el poder. También será crucial remontar las divisiones internas que llevaron a la derrota de panistas y perredistas en otros lugares donde fueron gobierno.
3. Los procesos locales se han vuelto reflejo de la podredumbre que las alianzas deberán encarar y eliminar: campañas negras, intimidación de activistas, uso político de los aparatos policiacos y dispendio de recursos públicos.
4. La omisión, integración y desempeño de las autoridades electorales en los estados han resultado ser motivos de alarma. Más allá de la victoria de las alianzas, queda allí un problema estructural que México debe arreglar.
Prendiendo el aparato anti-PRI
1. Presione las palabras PODER CIUDADANO.
2. Presione en el MENÚ las palabras HARTAZGO, IMPUNIDAD, CINISMO, CARRO COMPLETO.
3. Pulse el botón ENTER; si la coalición opositora logra mantener el entusiasmo, la unidad y la determinación, la ventana del “pinche poder” –como le llamó Ulises Ruiz– del PRI desaparecerá de la pantalla o, al menos, se volverá más pequeña. El regreso del PRI a Los Pinos resultará posible, más no imparable.
Visualización de los menús
1. Con el aparato de la democracia encendido, pulse el MENÚ. En el lado izquierdo aparecen los íconos “democracia secuestrada”, “democracia disfuncional” y “democracia sitiada” que los nuevos gobiernos aliancistas en los estados deben liberar. Asegurarse de que en la lista de los candidatos ganadores, como Gabino Cué y Javier Moreno Valle, aparezcan las opciones “buen gobierno”, “transparencia” y “rendición de cuentas”.
2. Para ir a un menú superior, gire la rueda en favor de la ciudadanía.
Visualización de la pantalla
1. La pantalla identifica el canal actual. Pulse el botón DEMOCRACIA y su aparato mostrará el canal futuro, junto con el tipo de políticas públicas, el nivel de participación ciudadana y los cambios en la forma de hacer y entender la política para llegar hasta allí.
2. Pulse el botón ADIÓS CACIQUES y celebre la victoria que muchos ciudadanos mexicanos pueden y deben hacer suya.
Denise Dresser
Instalación de baterías.
1. Levantar la cubierta de los regímenes autoritarios a nivel estatal. Asegurarse de que esto se haga en sitios donde el abuso de autoridad haya sido la norma.
2. Cerciorarse de que las baterías instaladas correspondan a candidatos bien conocidos, con fuertes raíces locales, preferiblemente con un perfil más ciudadano, aunque también es posible recurrir a expriistas de renombre. Se trata, más que nada, de posicionar a candidatos que trasciendan las filas partidistas.
3. Si el control del aparato anti-PRI no funciona inicialmente, checar lo siguiente: ¿Las autoridades electorales estatales se están coludiendo con el gobierno priista? ¿Los recursos de la campaña del candidato del PRI provienen de la oficina del gobernador? ¿Los medios locales han llegado a “acuerdos” con el equipo del gobernador? ¿El crimen organizado está inyectando recursos a la campaña del candidato oficial del priismo?
Conectando las antenas
1. Colocar las antenas de los electores indecisos e independientes cerca de la campaña del candidato de la coalición PAN-PRD.
2. Enchufar el adaptador del voto no ideológico encima del contacto del voto partidista. Importa más promover la alternancia en bastiones históricamente priistas que resucitar los viejos agravios y las diferencias profundas entre panistas y perredistas.
3. Conectar la antena del pragmatismo electoral arriba del purismo programático. Esta combinación es capaz de producir victorias electorales en archipiélagos autoritarios del PRI como Puebla, Oaxaca y Sinaloa. Después de haber hecho esta conexión en las elecciones del 2010, es posible pensar en su uso para elecciones futuras.
Cambio de canales
1. Pulse los botones ALIANZA PAN-PRD para cambiar los canales priistas acostumbrados. Si desea aumentar el número de canales que será posible cambiar, piense en las posibles alianzas en lugares como el Estado de México.
2. Utilice todos los mecanismos necesarios para asegurar que las alianzas se den, ya que en caso contrario la programación priista se mantendrá, tal y como ocurrió en Veracruz.
Memorización de los canales
1. El aparato anti-PRI puede memorizar y almacenar todas las prácticas ilegales detectadas a lo largo de la jornada electoral. Además identifica las que se usan con más frecuencia. La lista debe ser elaborada y diseminada de la manera más amplia posible con el objetivo de adiestrar a las fuerzas aliancistas que se preparan para la próxima elección.
2. Si desea ver una descripción más detallada de cada función, consulte las transcripciones de las conversaciones grabadas de Ulises Ruiz, Fidel Herrera y Mario Marín.
Ajuste del volumen
1. Pulse los botones Vol. + a lo largo de la campaña para asegurar que organizaciones como Alianza Cívica y los medios nacionales den resonancia y visibilidad a las irregularidades detectadas a lo largo de las campañas: el reparto de despensas, la coacción del voto, la intervención política y presupuestaria de los gobernadores en favor de sus delfines, la inequidad persistente.
2. Para subir el volumen gire la rueda hacia las conversaciones grabadas de actividades obviamente ilegales perpetradas por prominentes políticos del PRI.
3. Puede interrumpir el sonido de los nefastos discursos de Beatriz Paredes en cualquier momento pulsando el botón MUTE.
Uso del botón TOOLS
1. Se debe oprimir el botón TOOLS para seleccionar rápidamente las funciones que pueden emplearse para confeccionar la alianza PAN-PRD en el Estado de México.
2. Al apretar el botón TOOLS aparece el menú HERRAMIENTAS. Allí hay una lista de todo aquello que debe ser utilizado en una campaña en contra de Enrique Peña Nieto, incluyendo la fortuna –nunca debidamente explicada– de Arturo Montiel, la falta del debido proceso en los procesos judiciales en Atenco, el caso de Paulette, los femenicidios, el incremento de la inseguridad y la presencia del crimen organizado en el estado.
3. Para ver una versión más detallada de cada función, examine cada uno de los estados gobernados por el PRI y así obtendrá una perspectiva más clara sobre los casos de corrupción y encubrimiento a nivel local.
Configuración del mando
1. Una vez configurada la estrategia de las alianzas PAN-PRD, es capaz de funcionar en modos diferentes, en latitudes distintas, con candidatos inusuales. Queda claro que si no se alían, el PAN y el PRD no tienen la fuerza necesaria como partidos separados para ser competitivos ante un PRI que resurge.
2. Para que la práctica de las alianzas cobre fuerza en el futuro será necesario contener las voces que en ambos partidos –como las de Fernando Gómez Mont, AMLO y Vicente Fox– las han descalificado, a pesar de sus buenos resultados.
3. Pulse el botón MUTE en esos casos.
4. Mediante una campaña bien pensada e inteligente, introduzca la idea de las alianzas a nivel nacional y pulse el botón POWER para encender el motor.
5. El motor deberá encender si el mando está correctamente configurado e incluye el planteamiento de estrategias de gobierno que vayan más allá de la agenda anti-PRI, y abarquen el fortalecimiento institucional, la construcción de pesos y contrapesos, y la promoción del interés público.
6. Pulse el botón SET para las elecciones presidenciales del 2012.
Cambio del formato de la imagen
1. Las alianzas PAN-PRD pueden seleccionar el tipo de imagen que mejor cumpla con los requisitos de desalojar al PRI, pero también deberán contribuir al fortalecimiento de la democracia en los estados.
2. Será imperativo evitar la reproducción de prácticas clientelares, patrimoniales y corporativas durante su paso por el poder. También será crucial remontar las divisiones internas que llevaron a la derrota de panistas y perredistas en otros lugares donde fueron gobierno.
3. Los procesos locales se han vuelto reflejo de la podredumbre que las alianzas deberán encarar y eliminar: campañas negras, intimidación de activistas, uso político de los aparatos policiacos y dispendio de recursos públicos.
4. La omisión, integración y desempeño de las autoridades electorales en los estados han resultado ser motivos de alarma. Más allá de la victoria de las alianzas, queda allí un problema estructural que México debe arreglar.
Prendiendo el aparato anti-PRI
1. Presione las palabras PODER CIUDADANO.
2. Presione en el MENÚ las palabras HARTAZGO, IMPUNIDAD, CINISMO, CARRO COMPLETO.
3. Pulse el botón ENTER; si la coalición opositora logra mantener el entusiasmo, la unidad y la determinación, la ventana del “pinche poder” –como le llamó Ulises Ruiz– del PRI desaparecerá de la pantalla o, al menos, se volverá más pequeña. El regreso del PRI a Los Pinos resultará posible, más no imparable.
Visualización de los menús
1. Con el aparato de la democracia encendido, pulse el MENÚ. En el lado izquierdo aparecen los íconos “democracia secuestrada”, “democracia disfuncional” y “democracia sitiada” que los nuevos gobiernos aliancistas en los estados deben liberar. Asegurarse de que en la lista de los candidatos ganadores, como Gabino Cué y Javier Moreno Valle, aparezcan las opciones “buen gobierno”, “transparencia” y “rendición de cuentas”.
2. Para ir a un menú superior, gire la rueda en favor de la ciudadanía.
Visualización de la pantalla
1. La pantalla identifica el canal actual. Pulse el botón DEMOCRACIA y su aparato mostrará el canal futuro, junto con el tipo de políticas públicas, el nivel de participación ciudadana y los cambios en la forma de hacer y entender la política para llegar hasta allí.
2. Pulse el botón ADIÓS CACIQUES y celebre la victoria que muchos ciudadanos mexicanos pueden y deben hacer suya.
PRI: Estrategia descarrilada
Jesús Cantú
MÉXICO, D.F., 12 de julio.- La apuesta del PRI, sobre todo la de su dirigente Beatriz Paredes y la del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, era llegar a la elección presidencial de 2012 con 24 gobernadores, cuyas entidades agruparían casi dos terceras partes del padrón electoral, pero la pérdida de sus bastiones en Puebla, Oaxaca y Sinaloa acabó con esa estrategia. Ahora, aun cuando en 2011 el partido ganara las cinco gubernaturas que estarán en juego, apenas controlarían 54% del padrón electoral, el mismo porcentaje que tenía en 2006.
El éxito electoral de 2009 hizo suponer a los priistas que la estrategia de delegar el control de la elección a los gobernadores les permitiría recuperar Los Pinos en 2012. Y aun cuando lograron retener Campeche, Colima y Nuevo León y recuperaron, con el auxilio del gobernador mexiquense, Querétaro y San Luis Potosí, la derrota en Sonora fue una desafortunada consecuencia de la tragedia de la Guardería ABC.
Confiada en los resultados del año pasado, la cúpula del PRI repitió la estrategia este 2010: dejó que sus gobernadores nombraran a sus delfines y se responsabilizaran de los resultados.
Además, en las tres entidades donde los priistas no eran gobierno (Aguascalientes, Tlaxcala y Zacatecas) el apoyo de los gobernadores vecinos fluyó con abundancia: el del Estado de México ayudó en las tres; y en el caso de Zacatecas, el apoyo provino de las autoridades de Nuevo León y Coahuila. El mecanismo priista funcionó a la perfección en esas tres entidades gobernadas por la oposición; pero falló en las que gobiernan sus correligionarios.
Así, perdieron tres y aun disputan los resultados en dos (Durango y Veracruz). En todas las entidades la dirigencia nacional dejó que los gobernadores colocaran a sus candidatos, aunque en dos (Sinaloa y Durango) esa decisión provocó rupturas y los militantes marginados lograron colarse como candidatos de la oposición. En el caso de Sinaloa ésta ganó, mientras que en Durango las autoridades electorales aún emiten el resultado final.
En Puebla y en Veracruz, las rupturas datan de hace cuatro años, mientras que en Oaxaca, aun cuando no hubo ruptura, los resentimientos intrapartidistas fueron suficientes para que el candidato de la alianza opositora venciera al del PRI.
Durante los procesos electorales hubo evidencias de que los gobernadores fueron los jefes de campaña de sus candidatos; algunos incluso emprendieron programas sociales para apoyar a sus correligionarios y toca a las autoridades electorales investigar si canalizaron recursos públicos para promover el voto.
En 2009, gracias a los apoyos de los mandatarios del PRI a sus candidatos, así como a los convenios con el duopolio televisivo, el partido tuvo un saldo electoral positivo, pero en 2010 las cosas no le resultaron. En las tres entidades que recuperaron los priistas hay 2 millones 700 mil ciudadanos empadronados, mientras que en las que perdieron hay 8 millones 400 mil. En resumen, el saldo negativo es de casi 5 millones 700 mil potenciales electores.
Sin embargo, más allá del aspecto cuantitativo, lo más grave del fracaso del PRI es que su estrategia resultó vulnerable; que la oposición encontró el antídoto para derrotar incluso a los cacicazgos que parecían más sólidos.
Los tricolores saben que en 2011 estará en juego la gubernatura del Estado de México, que representa el 12% del padrón electoral a nivel nacional. De perderla, llegarían a la elección presidencial de 2012 gobernando apenas 42% de los electores potenciales, aun cuando recuperaran Guerrero y Baja California Sur, que hoy gobierna el PRD, y mantuvieran Coahuila y Nayarit. Esa cifra estaría 19 puntos por debajo de la que tenían en 2000, cuando perdieron la Presidencia de la República.
Por más que los priistas quieran festinar el triunfo en nueve de las 12 entidades donde hubo comicios el domingo 4, en realidad fueron los perdedores, pero ello no significa que el PAN y el PRD puedan proclamarse triunfadores. Aunque las coaliciones que conformaron ganaron en tres entidades, en todos los casos fue con candidatos ajenos.
En Oaxaca, por ejemplo, Gabino Cué milita oficialmente en Convergencia y es cercano a Andrés Manuel López Obrador. En rigor, su triunfo no fortalece a la actual dirigencia perredista. En Puebla, Rafael Moreno Valle llega por el PAN, pero es evidente su cercanía con la maestra Elba Esther Gordillo, cuyo apoyo fue fundamental para que él se quedara con la gubernatura. En Sinaloa, Mario López Valdez, quien hasta hace cuatro meses militó en el PRI, superó a su contrincante con los votos cosechados en el norte del estado, donde tiene su principal fortaleza.
Los resultados del domingo 4 dejan claro que PAN y PRD pueden arrebatar la gubernatura del Estado de México al PRI en 2011, lo cual debilitaría severamente al partido de Peña Nieto. Además, ello debe obligar a los priistas a cambiar su estrategia para ganar los comicios de 2012.
Sin embargo, los dirigentes de la oposición deben estar conscientes de que no tienen la fórmula para ganar la Presidencia de la República. Más allá de sus declaraciones estridentes, es evidente que en 2012 no conformarán una alianza a nivel nacional; ni siquiera es seguro que la izquierda pueda tener una candidatura común, menos aún después del adelantado autodestape de Andrés Manuel López Obrador.
El primer gran reto que tienen el PAN y la izquierda es lograr una alianza para las elecciones de gobernador en el Estado de México. Es difícil que derroten al candidato de Peña Nieto si compiten de manera separada, especialmente si el mandatario mexiquense postula a su sucesor sin afectar la unidad de su partido.
El problema es que en esa entidad no será fácil para los panistas y perredistas lograr acuerdos, en particular porque ambos han sido primera fuerza en ese disputado territorio en diferentes elecciones y tienen candidatos con suficientes merecimientos para exigir ser los abanderados.
Jesús Cantú
MÉXICO, D.F., 12 de julio.- La apuesta del PRI, sobre todo la de su dirigente Beatriz Paredes y la del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, era llegar a la elección presidencial de 2012 con 24 gobernadores, cuyas entidades agruparían casi dos terceras partes del padrón electoral, pero la pérdida de sus bastiones en Puebla, Oaxaca y Sinaloa acabó con esa estrategia. Ahora, aun cuando en 2011 el partido ganara las cinco gubernaturas que estarán en juego, apenas controlarían 54% del padrón electoral, el mismo porcentaje que tenía en 2006.
El éxito electoral de 2009 hizo suponer a los priistas que la estrategia de delegar el control de la elección a los gobernadores les permitiría recuperar Los Pinos en 2012. Y aun cuando lograron retener Campeche, Colima y Nuevo León y recuperaron, con el auxilio del gobernador mexiquense, Querétaro y San Luis Potosí, la derrota en Sonora fue una desafortunada consecuencia de la tragedia de la Guardería ABC.
Confiada en los resultados del año pasado, la cúpula del PRI repitió la estrategia este 2010: dejó que sus gobernadores nombraran a sus delfines y se responsabilizaran de los resultados.
Además, en las tres entidades donde los priistas no eran gobierno (Aguascalientes, Tlaxcala y Zacatecas) el apoyo de los gobernadores vecinos fluyó con abundancia: el del Estado de México ayudó en las tres; y en el caso de Zacatecas, el apoyo provino de las autoridades de Nuevo León y Coahuila. El mecanismo priista funcionó a la perfección en esas tres entidades gobernadas por la oposición; pero falló en las que gobiernan sus correligionarios.
Así, perdieron tres y aun disputan los resultados en dos (Durango y Veracruz). En todas las entidades la dirigencia nacional dejó que los gobernadores colocaran a sus candidatos, aunque en dos (Sinaloa y Durango) esa decisión provocó rupturas y los militantes marginados lograron colarse como candidatos de la oposición. En el caso de Sinaloa ésta ganó, mientras que en Durango las autoridades electorales aún emiten el resultado final.
En Puebla y en Veracruz, las rupturas datan de hace cuatro años, mientras que en Oaxaca, aun cuando no hubo ruptura, los resentimientos intrapartidistas fueron suficientes para que el candidato de la alianza opositora venciera al del PRI.
Durante los procesos electorales hubo evidencias de que los gobernadores fueron los jefes de campaña de sus candidatos; algunos incluso emprendieron programas sociales para apoyar a sus correligionarios y toca a las autoridades electorales investigar si canalizaron recursos públicos para promover el voto.
En 2009, gracias a los apoyos de los mandatarios del PRI a sus candidatos, así como a los convenios con el duopolio televisivo, el partido tuvo un saldo electoral positivo, pero en 2010 las cosas no le resultaron. En las tres entidades que recuperaron los priistas hay 2 millones 700 mil ciudadanos empadronados, mientras que en las que perdieron hay 8 millones 400 mil. En resumen, el saldo negativo es de casi 5 millones 700 mil potenciales electores.
Sin embargo, más allá del aspecto cuantitativo, lo más grave del fracaso del PRI es que su estrategia resultó vulnerable; que la oposición encontró el antídoto para derrotar incluso a los cacicazgos que parecían más sólidos.
Los tricolores saben que en 2011 estará en juego la gubernatura del Estado de México, que representa el 12% del padrón electoral a nivel nacional. De perderla, llegarían a la elección presidencial de 2012 gobernando apenas 42% de los electores potenciales, aun cuando recuperaran Guerrero y Baja California Sur, que hoy gobierna el PRD, y mantuvieran Coahuila y Nayarit. Esa cifra estaría 19 puntos por debajo de la que tenían en 2000, cuando perdieron la Presidencia de la República.
Por más que los priistas quieran festinar el triunfo en nueve de las 12 entidades donde hubo comicios el domingo 4, en realidad fueron los perdedores, pero ello no significa que el PAN y el PRD puedan proclamarse triunfadores. Aunque las coaliciones que conformaron ganaron en tres entidades, en todos los casos fue con candidatos ajenos.
En Oaxaca, por ejemplo, Gabino Cué milita oficialmente en Convergencia y es cercano a Andrés Manuel López Obrador. En rigor, su triunfo no fortalece a la actual dirigencia perredista. En Puebla, Rafael Moreno Valle llega por el PAN, pero es evidente su cercanía con la maestra Elba Esther Gordillo, cuyo apoyo fue fundamental para que él se quedara con la gubernatura. En Sinaloa, Mario López Valdez, quien hasta hace cuatro meses militó en el PRI, superó a su contrincante con los votos cosechados en el norte del estado, donde tiene su principal fortaleza.
Los resultados del domingo 4 dejan claro que PAN y PRD pueden arrebatar la gubernatura del Estado de México al PRI en 2011, lo cual debilitaría severamente al partido de Peña Nieto. Además, ello debe obligar a los priistas a cambiar su estrategia para ganar los comicios de 2012.
Sin embargo, los dirigentes de la oposición deben estar conscientes de que no tienen la fórmula para ganar la Presidencia de la República. Más allá de sus declaraciones estridentes, es evidente que en 2012 no conformarán una alianza a nivel nacional; ni siquiera es seguro que la izquierda pueda tener una candidatura común, menos aún después del adelantado autodestape de Andrés Manuel López Obrador.
El primer gran reto que tienen el PAN y la izquierda es lograr una alianza para las elecciones de gobernador en el Estado de México. Es difícil que derroten al candidato de Peña Nieto si compiten de manera separada, especialmente si el mandatario mexiquense postula a su sucesor sin afectar la unidad de su partido.
El problema es que en esa entidad no será fácil para los panistas y perredistas lograr acuerdos, en particular porque ambos han sido primera fuerza en ese disputado territorio en diferentes elecciones y tienen candidatos con suficientes merecimientos para exigir ser los abanderados.
Astillero
Capos y caciques. La nueva democracia. ¿Por quién votó el Cártel?
Sin esperanzas en Cué
JULIO HERNÁNDEZ LÓPEZ
El cuento del súbito amanecer democrático de México se cae Dia a Dia. La cruda realidad de capos, caciques y priísmo en riña consigo mismo emerge con claridad como explicación de los triunfos perreánicos, a pesar de intentos tan melosos como forzados que han hecho algunos de los promotores de esas alianzas de engaño.
Por ejemplo, Manuel Camacho, el comandante en jefe de la estrategia aliancista, ha asegurado en un artículo en El Universal que el pasado 4 de julio se dio un despertar ciudadano sólo comparable al de los mejores momentos de la lucha democrática. Titulado ¿Cómo se ganó?, el texto explica en http://bit.ly/axqKtG que el despertar ciudadano no se dio en el vacío. No ocurrió en virtud de una definición ideológica. Empezó a volverse efervescente cuando los ciudadanos percibieron que los políticos estaban haciendo bien su trabajo y que eso abría posibilidades de triunfo. Según el coordinador del Diálogo para la Reconstrucción de México (Dia), lo que se demostró en las pasadas elecciones fue que “una combinación –de políticos responsables que trabajan en equipo y la efervescencia ciudadana– sí es capaz de vencer a las más poderosas maquinarias. Eso es una buena noticia”.
Periodismo conocedor no solamente de lo que es una buena noticia sino, además, de lo que hay detrás de las apariencias, el semanario Riodoce –cuyas oficinas han sabido lo que es el envío de granadas de advertencia, sin que se haya castigado a nadie por esa amenaza– se pregunta en la portada de su más reciente número, disponible en http://bit.ly/cKXTpL ¿Por quién votó el Cártel?, con el título principal que es una forma de respuesta: El espaldarazo. Allí se habla de los “narcovotos para el ‘cambio’”. Según la publicación, hecha por periodistas que se juegan la vida cumpliendo con el oficio, “desde mediados de abril había corrido el rumor de que el cártel de Sinaloa se sentía traicionado por Jesús Vizcarra (el candidato del PRI a la sucesión) y que por ello había decidido apoyar a Malova”.
Firmada por la Redacción, la nota menciona: “El run run corría no sólo en Culiacán, sino ahí donde el cártel tuviera influencia. De la sierra bajaba el mismo ruido: ‘El Señor ya dio la orden de que votáramos por Malova’. Otros tenían una encomienda más: promover el voto, llevar a la gente a las urnas, asegurarse de que todos (…) salieran a votar. –¿Y cómo le van a hacer– se les preguntó a algunos. –Con dinerito, dinerito…” Concluye Riodoce: “Con todo esto se descubre una de las grandes paradojas del 4 de julio: los electores rechazan a Vizcarra por ser compadre de Ismael El Mayo Zambada, y al mismo tiempo el narcotráfico promueve el voto en favor de Malova. Fueron dos maquinarias las que se movilizaron ese domingo, las dos con las mismas armas y las mismas mañas. Y el que tuvo más saliva tragó más pinole (…) ¿Concibió la coalición, El cambio es ahora por Sinaloa, una red ciudadana más grande que ésta?”
Respecto a Oaxaca, Gustavo Esteva, en La Jornada, explicó que Contra todas las apariencias, la gente no votó por Gabino Cué ni puso en él sus esperanzas. Salió de nuevo a la calle para terminar una de las tareas que dejó pendientes en 2006. Titulado Quesillo electoral, Esteva plantea en http://bit.ly/bNlJ7s que “la coalición contra natura que postuló a Cué no podía hacerlo en nombre de una ideología, un programa o una plataforma. No era por algo, sino contra algo; así se constituyó. Consiguió su propósito… pero no podrá llegar más lejos”. En realidad, muchos electores votaron con incomodidad, contra sus convicciones más profundas, como una táctica de lucha que nada tiene que ver con la democracia formal. Seguirán ejerciendo su propio poder, para la transformación de Oaxaca. Muy pocos ponen sus esperanzas en el nuevo gobernador.
En Puebla se viven situaciones similares. La jefa máxima del SNTE, Elba Esther Gordillo, ha ganado la gubernatura a través de Rafael Moreno Valle, su ahijado político que corona la cosecha de este año que aportó a la cacique sindical más plazas de poder y más presupuestos estatales y municipales a su servicio. Sinaloa, Oaxaca y Puebla como ejemplo del ilusionismo del cambio político mediante maromas electorales y alternancia de siglas. En otros lugares también se usa la fraseología democrática para alimentar presuntas epopeyas cívicas: en Hidalgo, el foxismo derrotado por el arcaico cacicazgo priísta local trata de construir un pedestal heroico para Xóchitl Gálvez, como en Veracruz la teatralidad de la oposición es representada por el antitético Miguel Ángel Yunes, o en Durango la guerra de cárteles es disfrazada de batalla cívica en el caso del hasta ahora formalmente perdedor.
Desde las cúpulas y con respaldo mediático abundante se pretende instaurar la tesis de que los comicios recientes confirmaron la viabilidad electoral y permiten sostener la esperanza de que se produzcan procesos límpidos en los pantanos y virtuosos vuelos cívicos entre tormentas. No importan las evidencias de que tan sólo se dieron ajustes de cuentas entre bandas dedicadas a los mismos negocios oscuros, y que no ganaron nada de verdad ni el PAN ni el PRD, más que apariencias y material para discursos. Lo importante para el sistema es afianzar la zanahoria electoral y concentrar el sentido actual de la competencia en la pareja provisional que forman el sol azteca y la franja blanquiazul, a reserva de que en el tramo final de la contienda arreglada (en 2012) aparezcan reconciliados el PRI y el PAN en el propósito mayor que les significa mantener el poder real entre ellos, dejando en el camino a sus tontos electorales útiles.
Y, mientras el Canal Once es convertido en Canal Bucareli, para sumarlo al arsenal electoral faccioso de Calderón, y Gómez-Mont dice que seguirá en el cargo mientras sirva, y los Legionarios tratan de poner buena cara a la intervención papal, ¡hasta mañana, con Fidel en pleno control de la política local e intercambiando puntos negativos por replanteamientos externos (Castro, desde luego, no Herrera)!
Capos y caciques. La nueva democracia. ¿Por quién votó el Cártel?
Sin esperanzas en Cué
JULIO HERNÁNDEZ LÓPEZ
El cuento del súbito amanecer democrático de México se cae Dia a Dia. La cruda realidad de capos, caciques y priísmo en riña consigo mismo emerge con claridad como explicación de los triunfos perreánicos, a pesar de intentos tan melosos como forzados que han hecho algunos de los promotores de esas alianzas de engaño.
Por ejemplo, Manuel Camacho, el comandante en jefe de la estrategia aliancista, ha asegurado en un artículo en El Universal que el pasado 4 de julio se dio un despertar ciudadano sólo comparable al de los mejores momentos de la lucha democrática. Titulado ¿Cómo se ganó?, el texto explica en http://bit.ly/axqKtG que el despertar ciudadano no se dio en el vacío. No ocurrió en virtud de una definición ideológica. Empezó a volverse efervescente cuando los ciudadanos percibieron que los políticos estaban haciendo bien su trabajo y que eso abría posibilidades de triunfo. Según el coordinador del Diálogo para la Reconstrucción de México (Dia), lo que se demostró en las pasadas elecciones fue que “una combinación –de políticos responsables que trabajan en equipo y la efervescencia ciudadana– sí es capaz de vencer a las más poderosas maquinarias. Eso es una buena noticia”.
Periodismo conocedor no solamente de lo que es una buena noticia sino, además, de lo que hay detrás de las apariencias, el semanario Riodoce –cuyas oficinas han sabido lo que es el envío de granadas de advertencia, sin que se haya castigado a nadie por esa amenaza– se pregunta en la portada de su más reciente número, disponible en http://bit.ly/cKXTpL ¿Por quién votó el Cártel?, con el título principal que es una forma de respuesta: El espaldarazo. Allí se habla de los “narcovotos para el ‘cambio’”. Según la publicación, hecha por periodistas que se juegan la vida cumpliendo con el oficio, “desde mediados de abril había corrido el rumor de que el cártel de Sinaloa se sentía traicionado por Jesús Vizcarra (el candidato del PRI a la sucesión) y que por ello había decidido apoyar a Malova”.
Firmada por la Redacción, la nota menciona: “El run run corría no sólo en Culiacán, sino ahí donde el cártel tuviera influencia. De la sierra bajaba el mismo ruido: ‘El Señor ya dio la orden de que votáramos por Malova’. Otros tenían una encomienda más: promover el voto, llevar a la gente a las urnas, asegurarse de que todos (…) salieran a votar. –¿Y cómo le van a hacer– se les preguntó a algunos. –Con dinerito, dinerito…” Concluye Riodoce: “Con todo esto se descubre una de las grandes paradojas del 4 de julio: los electores rechazan a Vizcarra por ser compadre de Ismael El Mayo Zambada, y al mismo tiempo el narcotráfico promueve el voto en favor de Malova. Fueron dos maquinarias las que se movilizaron ese domingo, las dos con las mismas armas y las mismas mañas. Y el que tuvo más saliva tragó más pinole (…) ¿Concibió la coalición, El cambio es ahora por Sinaloa, una red ciudadana más grande que ésta?”
Respecto a Oaxaca, Gustavo Esteva, en La Jornada, explicó que Contra todas las apariencias, la gente no votó por Gabino Cué ni puso en él sus esperanzas. Salió de nuevo a la calle para terminar una de las tareas que dejó pendientes en 2006. Titulado Quesillo electoral, Esteva plantea en http://bit.ly/bNlJ7s que “la coalición contra natura que postuló a Cué no podía hacerlo en nombre de una ideología, un programa o una plataforma. No era por algo, sino contra algo; así se constituyó. Consiguió su propósito… pero no podrá llegar más lejos”. En realidad, muchos electores votaron con incomodidad, contra sus convicciones más profundas, como una táctica de lucha que nada tiene que ver con la democracia formal. Seguirán ejerciendo su propio poder, para la transformación de Oaxaca. Muy pocos ponen sus esperanzas en el nuevo gobernador.
En Puebla se viven situaciones similares. La jefa máxima del SNTE, Elba Esther Gordillo, ha ganado la gubernatura a través de Rafael Moreno Valle, su ahijado político que corona la cosecha de este año que aportó a la cacique sindical más plazas de poder y más presupuestos estatales y municipales a su servicio. Sinaloa, Oaxaca y Puebla como ejemplo del ilusionismo del cambio político mediante maromas electorales y alternancia de siglas. En otros lugares también se usa la fraseología democrática para alimentar presuntas epopeyas cívicas: en Hidalgo, el foxismo derrotado por el arcaico cacicazgo priísta local trata de construir un pedestal heroico para Xóchitl Gálvez, como en Veracruz la teatralidad de la oposición es representada por el antitético Miguel Ángel Yunes, o en Durango la guerra de cárteles es disfrazada de batalla cívica en el caso del hasta ahora formalmente perdedor.
Desde las cúpulas y con respaldo mediático abundante se pretende instaurar la tesis de que los comicios recientes confirmaron la viabilidad electoral y permiten sostener la esperanza de que se produzcan procesos límpidos en los pantanos y virtuosos vuelos cívicos entre tormentas. No importan las evidencias de que tan sólo se dieron ajustes de cuentas entre bandas dedicadas a los mismos negocios oscuros, y que no ganaron nada de verdad ni el PAN ni el PRD, más que apariencias y material para discursos. Lo importante para el sistema es afianzar la zanahoria electoral y concentrar el sentido actual de la competencia en la pareja provisional que forman el sol azteca y la franja blanquiazul, a reserva de que en el tramo final de la contienda arreglada (en 2012) aparezcan reconciliados el PRI y el PAN en el propósito mayor que les significa mantener el poder real entre ellos, dejando en el camino a sus tontos electorales útiles.
Y, mientras el Canal Once es convertido en Canal Bucareli, para sumarlo al arsenal electoral faccioso de Calderón, y Gómez-Mont dice que seguirá en el cargo mientras sirva, y los Legionarios tratan de poner buena cara a la intervención papal, ¡hasta mañana, con Fidel en pleno control de la política local e intercambiando puntos negativos por replanteamientos externos (Castro, desde luego, no Herrera)!