LAS CLAVES ORIENTADORAS.
2 ago 2010
Domingo 25, el contraste
BERNARDO BÁTIZ V.
Otra vez, el domingo 25 del mes pasado una multitud colmó la plaza mayor de México y escuchó los 32 mensajes de las entidades federativas, después de la presentación inicial de un proyecto alternativo de nación, propuesto a los ciudadanos por intelectuales reconocidos e intachables y luego, la culminación, que fue un mensaje cargado de consideraciones éticas, entre las que destaca el llamado al amor al prójimo, como motivación profunda y auténtica de la política, que hizo Andrés Manuel López Obrador; rescatando con ello un concepto de más de dos siglos, hoy postergado, con el que nuevamente se sacudió la anquilosada vida política que padecemos.
Todos los días leemos, vemos y oímos a los políticos convencionales, cortados con la misma tijera, a pesar de pertenecer a partidos diferentes, y todos los días oímos asombrados a veces, aburridos otras, a los comunicadores, repetidores de noticias, o leemos en los encabezados de los diarios, alarmantes augurios de más desgracia, más pobreza y pocas, muy pocas propuestas efectivas, por ello el contraste no puede ser más brusco con lo que sucedió en el Zócalo.
Se trata de una multitud que recobra la esperanza y que, ante la presencia de los representantes de todos los estados, se percata de que sus propios grupos locales no están solos, pertenecen a un gran movimiento nacional. Las propuestas que se ponen a discusión para un nuevo proyecto de nación y los informes alentadores de los representantes de los grupos del movimiento en todo el país, nos muestran que se puede hacer política en México más allá de las intrigas, las mentiras, los arreglos entre cúpulas, los enérgicos pero inútiles extrañamientos de nuestros legisladores y los ardientes discursos al vacío del titular del Ejecutivo.
El ambiente del 25, fue de esperanza y de renovación; se escucharon propuestas para democratizar los medios de comunicación, combatir la corrupción y crear una nueva economía más cercana a la equidad, a la justicia distributiva y a la abolición de los privilegios fiscales; se reiteró la necesidad de que la riqueza de México, energéticos, campo, costas, bosques, banca, minas, beneficie a los mexicanos y se preserven para la nación las áreas estratégicas.
También se escucharon desde la tribuna mensajes alentadores provenientes de todos los rincones del país; las bombas del vocero de Yucatán, la oratoria seria y fogosa del representante de Guerrero y muchas más.
Un mensaje especial, que es una bocanada de aire fresco en la política, fue el alegre y sentido de la joven representante de Nuevo León, que en el minuto y medio que tuvo para expresarse en nombre de sus paisanos, dijo algo que tenemos y queremos recordar:
“Mi casa, su casa, es un lugar muy importante para la historia de México, de ahí salen los ejemplares de Regeneración que llegan a miles de hogares. Por las noches, mis padres, sus compañeros, mis primos y los jóvenes del comité Hacienda La Silla llegan alegres comentando la jornada de repartición del periódico. Mis abuelitos ayudan en todo lo que pueden. Isabella, mi sobrina, la brigadista más pequeña, tiene sólo dos años, desde el regazo de su abuela está siempre atenta de que nadie se quede sin Regeneración”.
Qué distinto el discurso de una joven que ha visto a su alrededor la ineficacia de malos gobiernos que se traduce en desgracias y desastres para los habitantes, que ha oído los encuentros con armas de fuego y que sin duda sabe de problemas y carencias, porque el gobierno no ha podido o no ha querido darnos el mínimo de seguridad que requiere nuestra convivencia, pero que no se desanima por ello, como no se desaniman sus vecinos y familiares y aportan lo que les corresponde para el cambio pacífico de las estructuras sociales.
Con mujeres y hombres como los que participaron en la magna asamblea, con un dirigente de talla nacional, con propuestas patriotas y factibles, no podemos menos que mantener y confirmar nuestra confianza en el trabajo político y en el esfuerzo de un movimiento que se distancia de la estrategia cotidiana y menor de los chismorreos y las intrigas y va a las bases, al fondo de las cuestiones fundamentales y que, en síntesis, propone el amor al prójimo como técnica de participación política.
Es, podrían decirnos, una utopía, puede ser, pero es una utopía indispensable en los días que corren; si de veras queremos un cambio más allá de nombres, siglas partidistas y coaliciones oportunistas, tenemos la oportunidad, el vehículo apropiado que es el movimiento y miles de compañeros y compañeras dispuestos a cumplir con su parte en la obra, conscientes de que, como lo dijo la joven regiomontana, estamos en un lugar y en un momento muy importante para la historia de México.
Margarita Rojas y el infierno duranguense
Miguel Ángel Granados Chapa
MÉXICO, D.F., 2 de agosto.- Margarita Rojas Rodríguez, una abogada que dirigió durante 10 meses un penal peligrosísimo con tanto éxito que lo había pacificado y conseguido con ello ser nombrada La Mujer del Año, está bajo arraigo durante 40 días por orden de un juez federal, solicitada por la Procuraduría General de la República. Se le señala –y se espera probar que lo es– como responsable de una operación increíble y atroz: permitir la salida de presos bajo su custodia para que, armados con el arsenal de la prisión situada en Gómez Palacio, Durango, y acompañados por personal de la cárcel en vehículos oficiales, asesinaran a por lo menos 36 personas en Torreón.
Hasta el sábado 24 de abril la licenciada Rojas Rodríguez tenía un historial limpio, en cargos de tono menor. Licenciada en derecho por la Universidad de Coahuila, fue agente del Ministerio Público de Durango, en la Comarca Lagunera. Era presidenta del Comité de Integración Ciudadana para la Seguridad Pública de Ciudad Lerdo, su lugar de origen, cuando estalló la crisis en el Centro de Readaptación Social número 2 del estado, con sede en Gómez Palacio. En sólo un mes, sendos motines hicieron reventar a dos directores del penal, el segundo de los cuales salió tras una rebelión que dejó 20 muertos, entre reclusos y custodios.
El gobernador Ismael Hernández Deras, o su secretario de Gobierno Oliverio Reza, o el de Seguridad Pública, general Valentín Romano, designaron directora a Margarita Rojas, aunque ninguno de ellos acudió a darle posesión. Era un desafío enorme para la abogada ser la primera mujer en ese cargo y recibir la penitenciaría en ruinas, con el orden interno roto. Pero al parecer lo enfrentó con donaire. Promovió la libertad preparatoria de muchos reos que no debían estar presos, y al disminuir la población se abatió también la tensión interna. Durante meses apenas hubo uno que otro incidente (aunque en uno de ellos fueron asesinados cuatro custodios). Ese resultado hizo que Hernández Deras la nombrara Mujer del Año en abril de 2010.
Ya para entonces, si se atiende a la velocísima averiguación emprendida por la PGR, la directora de la cárcel había dejado de ser la funcionaria modelo que se suponía. Se presume que ya había entrado en comunicación con Gente Nueva, un grupo armado que presta servicios al cártel de Sinaloa. El 31 de enero se habría realizado la primera operación pactada con esa banda, que le otorgaba un sueldo mensual de hasta 25 mil pesos. Un grupo de matones presos recibió autorización para salir y matar indiscriminadamente a 11 personas en el bar Ferrie. El crimen colectivo escandalizó menos de lo que ameritaba, opacado por la matanza de Salvárcar, en Ciudad Juárez, ocurrida el mismo día, y de la que se ocupó desde Japón el presidente Felipe Calderón, quien no tuvo una palabra para los asesinados en Torreón
El 15 de mayo el mecanismo entró en operación de nuevo. El saldo fue de ocho personas muertas en el bar Juana’s. Y se repitió el 18 de julio, un domingo negro en que una fiesta en la quinta torreonense Italia Inn fue interrumpida a balazos por matones salidos para ese efecto de la cárcel. Esa vez, 17 personas fueron asesinadas.
El jueves siguiente apareció en YouTube un video en que un agente de la policía municipal de Lerdo, interrogado por miembros de Los Zetas, describió las operaciones citadas y reveló que fueron posibles por la autorización de la directora. En menos de 48 horas, a partir de ese documento visual al que concedió crédito, la PGR pidió el arraigo de Rojas Rodríguez, que le fue concedido a partir del sábado. Horas después, en una insólita rueda de prensa encabezada por el flamante secretario de Gobernación José Francisco Blake Mora, el vocero de la PGR Ricardo Nájera ofreció pormenores sobre esa mecánica criminal. La prestísima investigación federal había encontrado ya que las balas disparadas en los tres asaltos en Torreón procedían de armamento oficial de los custodios. E incriminó a la directora, que fue juzgada traidora a las instituciones estatales por el gobernador Hernández Deras, quien con esa calificación ha de creer que ya cumplió su deber.
Apenas difundida la asombrosa noticia, se produjo una no menos sorprendente movilización, dentro y fuera del penal dejado acéfalo. El lunes 26 por la mañana grupos de presos en el interior del Cereso, y sus parientes a las afueras, pretendieron reivindicar a la directora depuesta y arraigada. Se convirtieron en sus valedores y demandaron su reinstalación, asegurando que era inocente de los hechos que se le imputan. Ante la gravedad de los cargos difundidos el domingo, y la insólita movilización del lunes, la prensa local y enviados de la nacional se concentraron en Gómez Palacio, a las afueras de la prisión singularizada para siempre.
Allí se inició otro episodio de esta serie de horrorosas peculiaridades. Dos camarógrafos de la televisión lagunera –Jaime Canales, de Milenio, y Alejandro Hernández, de Televisa, así como el reportero de este consorcio, Héctor Gordoa, enviado del equipo de Denise Maerker– fueron levantados hacia las tres de la tarde, y por la noche corrió la misma suerte Óscar Solís, reportero del diario local El Vespertino. Sus captores ordenaron que se difundieran videos donde presuntos presos acusan a policías municipales de colaborar con Los Zetas. Según Elisabeth Malkin, de The New York Times, Milenio Televisión puso al aire las escenas, sin recibir en respuesta la liberación de los levantados. El jueves al mediodía fue liberado uno de los ellos, Héctor Gordoa, quien informó que sus compañeros se encontraban tan bien como se puede estar privado ilegalmente de la libertad.
Menos mal. Porque por unas horas en la madrugada del martes pudo parecer que los periodistas contaban en el grupo de ocho personas, probablemente levantados también el lunes, cuyas cabezas, separadas de sus cuerpos, fueron colocadas en las vías de acceso a Gómez Palacio. Horas después, ese mismo martes, el secretario de Gobierno Oliverio Reza dio cuenta de la suerte de los comunicadores, en información tomada de inmediato por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que inició de oficio una queja y condenó la desaparición de los representantes de los medios.
La doble difusión irritó sobremanera a Ciro Gómez Leyva, el director de Milenio Televisión, quien despotricó contra Reza y contra la CNDH por no haber supuesto que los secuestradores estaban en negociación con los medios. Su iracundo texto apareció el miércoles en la edición impresa de Milenio, que dedicó su espacio principal en la primera plana al secuestro múltiple, simultáneamente a la inclusión de los videos enviados por los levantadores.
Erupciones aparte, al anochecer del jueves quedaba pendiente la libertad de los tres periodistas todavía retenidos. Y quedaba en curso la diligente averiguación federal contra la directora del Cereso que funcionaba como hotel de matones. Asombra tanta celeridad en una indagación de la PGR, que suele actuar con enorme parsimonia. No contamos con elementos para suponer un montaje contra Margarita Rojas y sus superiores, uno de los cuales, el general Romano, tuvo un agitado paso por la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz. Pero al menos habrá que congelar el juicio sobre la directora depuesta hasta que cese su arraigo y la consignación al juez incluya datos que otorguen mayor certeza a la acusación. Tan poderosas son las bandas de la delincuencia organizada y sus cómplices que no sería extravagante suponer que perfeccionen el diseño de su monstruosa operación en el Cereso incriminando a quien no tiene responsabilidad en el caso.
Ciertamente los huéspedes de un penal no cuentan con la autoridad moral para avalar a su directora. Pero quizá la funcionaria estaba realmente limpiando la cárcel y fue preciso impedir que llevara adelante su higiénica labor.
BERNARDO BÁTIZ V.
Otra vez, el domingo 25 del mes pasado una multitud colmó la plaza mayor de México y escuchó los 32 mensajes de las entidades federativas, después de la presentación inicial de un proyecto alternativo de nación, propuesto a los ciudadanos por intelectuales reconocidos e intachables y luego, la culminación, que fue un mensaje cargado de consideraciones éticas, entre las que destaca el llamado al amor al prójimo, como motivación profunda y auténtica de la política, que hizo Andrés Manuel López Obrador; rescatando con ello un concepto de más de dos siglos, hoy postergado, con el que nuevamente se sacudió la anquilosada vida política que padecemos.
Todos los días leemos, vemos y oímos a los políticos convencionales, cortados con la misma tijera, a pesar de pertenecer a partidos diferentes, y todos los días oímos asombrados a veces, aburridos otras, a los comunicadores, repetidores de noticias, o leemos en los encabezados de los diarios, alarmantes augurios de más desgracia, más pobreza y pocas, muy pocas propuestas efectivas, por ello el contraste no puede ser más brusco con lo que sucedió en el Zócalo.
Se trata de una multitud que recobra la esperanza y que, ante la presencia de los representantes de todos los estados, se percata de que sus propios grupos locales no están solos, pertenecen a un gran movimiento nacional. Las propuestas que se ponen a discusión para un nuevo proyecto de nación y los informes alentadores de los representantes de los grupos del movimiento en todo el país, nos muestran que se puede hacer política en México más allá de las intrigas, las mentiras, los arreglos entre cúpulas, los enérgicos pero inútiles extrañamientos de nuestros legisladores y los ardientes discursos al vacío del titular del Ejecutivo.
El ambiente del 25, fue de esperanza y de renovación; se escucharon propuestas para democratizar los medios de comunicación, combatir la corrupción y crear una nueva economía más cercana a la equidad, a la justicia distributiva y a la abolición de los privilegios fiscales; se reiteró la necesidad de que la riqueza de México, energéticos, campo, costas, bosques, banca, minas, beneficie a los mexicanos y se preserven para la nación las áreas estratégicas.
También se escucharon desde la tribuna mensajes alentadores provenientes de todos los rincones del país; las bombas del vocero de Yucatán, la oratoria seria y fogosa del representante de Guerrero y muchas más.
Un mensaje especial, que es una bocanada de aire fresco en la política, fue el alegre y sentido de la joven representante de Nuevo León, que en el minuto y medio que tuvo para expresarse en nombre de sus paisanos, dijo algo que tenemos y queremos recordar:
“Mi casa, su casa, es un lugar muy importante para la historia de México, de ahí salen los ejemplares de Regeneración que llegan a miles de hogares. Por las noches, mis padres, sus compañeros, mis primos y los jóvenes del comité Hacienda La Silla llegan alegres comentando la jornada de repartición del periódico. Mis abuelitos ayudan en todo lo que pueden. Isabella, mi sobrina, la brigadista más pequeña, tiene sólo dos años, desde el regazo de su abuela está siempre atenta de que nadie se quede sin Regeneración”.
Qué distinto el discurso de una joven que ha visto a su alrededor la ineficacia de malos gobiernos que se traduce en desgracias y desastres para los habitantes, que ha oído los encuentros con armas de fuego y que sin duda sabe de problemas y carencias, porque el gobierno no ha podido o no ha querido darnos el mínimo de seguridad que requiere nuestra convivencia, pero que no se desanima por ello, como no se desaniman sus vecinos y familiares y aportan lo que les corresponde para el cambio pacífico de las estructuras sociales.
Con mujeres y hombres como los que participaron en la magna asamblea, con un dirigente de talla nacional, con propuestas patriotas y factibles, no podemos menos que mantener y confirmar nuestra confianza en el trabajo político y en el esfuerzo de un movimiento que se distancia de la estrategia cotidiana y menor de los chismorreos y las intrigas y va a las bases, al fondo de las cuestiones fundamentales y que, en síntesis, propone el amor al prójimo como técnica de participación política.
Es, podrían decirnos, una utopía, puede ser, pero es una utopía indispensable en los días que corren; si de veras queremos un cambio más allá de nombres, siglas partidistas y coaliciones oportunistas, tenemos la oportunidad, el vehículo apropiado que es el movimiento y miles de compañeros y compañeras dispuestos a cumplir con su parte en la obra, conscientes de que, como lo dijo la joven regiomontana, estamos en un lugar y en un momento muy importante para la historia de México.
Margarita Rojas y el infierno duranguense
Miguel Ángel Granados Chapa
MÉXICO, D.F., 2 de agosto.- Margarita Rojas Rodríguez, una abogada que dirigió durante 10 meses un penal peligrosísimo con tanto éxito que lo había pacificado y conseguido con ello ser nombrada La Mujer del Año, está bajo arraigo durante 40 días por orden de un juez federal, solicitada por la Procuraduría General de la República. Se le señala –y se espera probar que lo es– como responsable de una operación increíble y atroz: permitir la salida de presos bajo su custodia para que, armados con el arsenal de la prisión situada en Gómez Palacio, Durango, y acompañados por personal de la cárcel en vehículos oficiales, asesinaran a por lo menos 36 personas en Torreón.
Hasta el sábado 24 de abril la licenciada Rojas Rodríguez tenía un historial limpio, en cargos de tono menor. Licenciada en derecho por la Universidad de Coahuila, fue agente del Ministerio Público de Durango, en la Comarca Lagunera. Era presidenta del Comité de Integración Ciudadana para la Seguridad Pública de Ciudad Lerdo, su lugar de origen, cuando estalló la crisis en el Centro de Readaptación Social número 2 del estado, con sede en Gómez Palacio. En sólo un mes, sendos motines hicieron reventar a dos directores del penal, el segundo de los cuales salió tras una rebelión que dejó 20 muertos, entre reclusos y custodios.
El gobernador Ismael Hernández Deras, o su secretario de Gobierno Oliverio Reza, o el de Seguridad Pública, general Valentín Romano, designaron directora a Margarita Rojas, aunque ninguno de ellos acudió a darle posesión. Era un desafío enorme para la abogada ser la primera mujer en ese cargo y recibir la penitenciaría en ruinas, con el orden interno roto. Pero al parecer lo enfrentó con donaire. Promovió la libertad preparatoria de muchos reos que no debían estar presos, y al disminuir la población se abatió también la tensión interna. Durante meses apenas hubo uno que otro incidente (aunque en uno de ellos fueron asesinados cuatro custodios). Ese resultado hizo que Hernández Deras la nombrara Mujer del Año en abril de 2010.
Ya para entonces, si se atiende a la velocísima averiguación emprendida por la PGR, la directora de la cárcel había dejado de ser la funcionaria modelo que se suponía. Se presume que ya había entrado en comunicación con Gente Nueva, un grupo armado que presta servicios al cártel de Sinaloa. El 31 de enero se habría realizado la primera operación pactada con esa banda, que le otorgaba un sueldo mensual de hasta 25 mil pesos. Un grupo de matones presos recibió autorización para salir y matar indiscriminadamente a 11 personas en el bar Ferrie. El crimen colectivo escandalizó menos de lo que ameritaba, opacado por la matanza de Salvárcar, en Ciudad Juárez, ocurrida el mismo día, y de la que se ocupó desde Japón el presidente Felipe Calderón, quien no tuvo una palabra para los asesinados en Torreón
El 15 de mayo el mecanismo entró en operación de nuevo. El saldo fue de ocho personas muertas en el bar Juana’s. Y se repitió el 18 de julio, un domingo negro en que una fiesta en la quinta torreonense Italia Inn fue interrumpida a balazos por matones salidos para ese efecto de la cárcel. Esa vez, 17 personas fueron asesinadas.
El jueves siguiente apareció en YouTube un video en que un agente de la policía municipal de Lerdo, interrogado por miembros de Los Zetas, describió las operaciones citadas y reveló que fueron posibles por la autorización de la directora. En menos de 48 horas, a partir de ese documento visual al que concedió crédito, la PGR pidió el arraigo de Rojas Rodríguez, que le fue concedido a partir del sábado. Horas después, en una insólita rueda de prensa encabezada por el flamante secretario de Gobernación José Francisco Blake Mora, el vocero de la PGR Ricardo Nájera ofreció pormenores sobre esa mecánica criminal. La prestísima investigación federal había encontrado ya que las balas disparadas en los tres asaltos en Torreón procedían de armamento oficial de los custodios. E incriminó a la directora, que fue juzgada traidora a las instituciones estatales por el gobernador Hernández Deras, quien con esa calificación ha de creer que ya cumplió su deber.
Apenas difundida la asombrosa noticia, se produjo una no menos sorprendente movilización, dentro y fuera del penal dejado acéfalo. El lunes 26 por la mañana grupos de presos en el interior del Cereso, y sus parientes a las afueras, pretendieron reivindicar a la directora depuesta y arraigada. Se convirtieron en sus valedores y demandaron su reinstalación, asegurando que era inocente de los hechos que se le imputan. Ante la gravedad de los cargos difundidos el domingo, y la insólita movilización del lunes, la prensa local y enviados de la nacional se concentraron en Gómez Palacio, a las afueras de la prisión singularizada para siempre.
Allí se inició otro episodio de esta serie de horrorosas peculiaridades. Dos camarógrafos de la televisión lagunera –Jaime Canales, de Milenio, y Alejandro Hernández, de Televisa, así como el reportero de este consorcio, Héctor Gordoa, enviado del equipo de Denise Maerker– fueron levantados hacia las tres de la tarde, y por la noche corrió la misma suerte Óscar Solís, reportero del diario local El Vespertino. Sus captores ordenaron que se difundieran videos donde presuntos presos acusan a policías municipales de colaborar con Los Zetas. Según Elisabeth Malkin, de The New York Times, Milenio Televisión puso al aire las escenas, sin recibir en respuesta la liberación de los levantados. El jueves al mediodía fue liberado uno de los ellos, Héctor Gordoa, quien informó que sus compañeros se encontraban tan bien como se puede estar privado ilegalmente de la libertad.
Menos mal. Porque por unas horas en la madrugada del martes pudo parecer que los periodistas contaban en el grupo de ocho personas, probablemente levantados también el lunes, cuyas cabezas, separadas de sus cuerpos, fueron colocadas en las vías de acceso a Gómez Palacio. Horas después, ese mismo martes, el secretario de Gobierno Oliverio Reza dio cuenta de la suerte de los comunicadores, en información tomada de inmediato por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que inició de oficio una queja y condenó la desaparición de los representantes de los medios.
La doble difusión irritó sobremanera a Ciro Gómez Leyva, el director de Milenio Televisión, quien despotricó contra Reza y contra la CNDH por no haber supuesto que los secuestradores estaban en negociación con los medios. Su iracundo texto apareció el miércoles en la edición impresa de Milenio, que dedicó su espacio principal en la primera plana al secuestro múltiple, simultáneamente a la inclusión de los videos enviados por los levantadores.
Erupciones aparte, al anochecer del jueves quedaba pendiente la libertad de los tres periodistas todavía retenidos. Y quedaba en curso la diligente averiguación federal contra la directora del Cereso que funcionaba como hotel de matones. Asombra tanta celeridad en una indagación de la PGR, que suele actuar con enorme parsimonia. No contamos con elementos para suponer un montaje contra Margarita Rojas y sus superiores, uno de los cuales, el general Romano, tuvo un agitado paso por la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz. Pero al menos habrá que congelar el juicio sobre la directora depuesta hasta que cese su arraigo y la consignación al juez incluya datos que otorguen mayor certeza a la acusación. Tan poderosas son las bandas de la delincuencia organizada y sus cómplices que no sería extravagante suponer que perfeccionen el diseño de su monstruosa operación en el Cereso incriminando a quien no tiene responsabilidad en el caso.
Ciertamente los huéspedes de un penal no cuentan con la autoridad moral para avalar a su directora. Pero quizá la funcionaria estaba realmente limpiando la cárcel y fue preciso impedir que llevara adelante su higiénica labor.
Valle de Chalco y áreas vecinas: fin de la pesadilla
IVÁN RESTREPO
Después de muchos años, miles de familias del cada vez más poblado Valle de Chalco, Ixtapaluca y áreas vecinas, duermen tranquilas pues las aguas negras no invadirán más sus viviendas, negocios y calles de las colonias donde viven. Cada año sufrían la pérdida de su patrimonio y la infraestructura pública destrozada al ser insuficiente la red para captar el agua de lluvia, la de los asentamientos humanos y de los ríos del poniente de la cuenca de México. José Luis Luege, titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), anunció el fin de la pesadilla al informar el fin de las obras que impedirán las inundaciones, la última en febrero pasado.
Pero suele ocurrir que cuando los funcionarios anuncian un logro, aparecen los aguafiestas, como los ediles de Ixtapaluca y Valle de Chalco, que temen próximas inundaciones pues el canal que atraviesa la zona de sur a norte incrementó su caudal recientemente y está a 90 por ciento de su capacidad, mientras los hundimientos del suelo agravan los desniveles del canal y áreas circundantes, lo que obliga a bombear las aguas negras para enviarlas fuera de la cuenca.
Compartimos con reservas el optimismo del titular de la Conagua, pues persisten las causas que originaron las inundaciones en el oriente y resto de la cuenca. Hay una, fundamental, que el licenciado Luege mencionó hace justo dos años, cuando puso en su lugar a las autoridades del estado de México y el Distrito Federal por hacer lo contrario de lo que dicta la sensatez: alentar nuevos asentamientos humanos en áreas agrícolas o de reserva que son básicas para captar el agua de lluvia y alimentar con ella los acuíferos. Luege se refería a los nuevos desarrollos autorizados por las instancias locales en los municipios conurbados de Los Reyes La Paz, Chalco, Ixtapaluca, Cuautitlán, Tlalnepantla, Coacalco y varios más. Criticó por eso a los gobernantes de ambas entidades federales aprovechando la reunión del Consejo de Cuenca del Valle de México (no sesionaba desde hacía 12 años), y que se celebró en las instalaciones de una compañía cervecera. Anotemos que para producir un litro de cerveza se requieren cuatro de agua.
En esa reunión se informó que todos los acuíferos de la cuenca están sobrexplotados al máximo. Entre otros motivos, para abastecer de líquido nuevos asentamientos, servicios y negocios. Extraer dos, tres, cuarto, cinco veces la capacidad de recarga es una locura, dijo Luege a los presentes, porque cada día extraemos de mucho más profundidad y los hundimientos son constantes. De paso anunció la construcción de seis megaplantas de tratamiento a fin de no sacar ya tanta agua del subsuelo.
Pero no todo fue regaño por parte de Luege, pues reconoció el esfuerzo del gobierno de la capital del país para tener en buen estado el emisor central, el drenaje profundo, y reducir así la posibilidad de inundaciones generalizadas en buena parte de la ciudad. Meses antes había dicho que el drenaje tenía fallas estructurales.
Un año después del regaño, se fracturó el emisor poniente, construido hace cuatro décadas y ya insuficiente para desalojar las aguas negras de los nuevos desarrollos inmobiliarios del norte de la cuenca, uno de los cuales, Valle Dorado, sufrió una grave inundación. No volverá a ocurrir algo semejante gracias a otra obra que presume Luege: el emisor dos, costoso proyecto para sacar el agua de la cuenca, no para retenerla en ella, como debía ser la prioridad.
La inundación de Valle Dorado sirvió para que el Secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan Elvira Quesada, anunciara una iniciativa del gobierno federal para tomar el toro por los cuernos y frenar la expansión anárquica de la metrópoli sobre las áreas que sirven para recargar los acuíferos. Además de nuevas medidas para tratar las aguas negras, captar las de lluvia y lograr el uso racional del líquido en hogares, empresas, comercios y servicios públicos. Seguramente por los asuntos que ocupan prioritariamente el tiempo de Elvira (la próxima cumbre sobre el clima y su pre campaña a la gubernatura de Michoacán por el PAN), la iniciativa no aparece. En cambio sí la amenaza de nuevas inundaciones en la cuenca.
IVÁN RESTREPO
Después de muchos años, miles de familias del cada vez más poblado Valle de Chalco, Ixtapaluca y áreas vecinas, duermen tranquilas pues las aguas negras no invadirán más sus viviendas, negocios y calles de las colonias donde viven. Cada año sufrían la pérdida de su patrimonio y la infraestructura pública destrozada al ser insuficiente la red para captar el agua de lluvia, la de los asentamientos humanos y de los ríos del poniente de la cuenca de México. José Luis Luege, titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), anunció el fin de la pesadilla al informar el fin de las obras que impedirán las inundaciones, la última en febrero pasado.
Pero suele ocurrir que cuando los funcionarios anuncian un logro, aparecen los aguafiestas, como los ediles de Ixtapaluca y Valle de Chalco, que temen próximas inundaciones pues el canal que atraviesa la zona de sur a norte incrementó su caudal recientemente y está a 90 por ciento de su capacidad, mientras los hundimientos del suelo agravan los desniveles del canal y áreas circundantes, lo que obliga a bombear las aguas negras para enviarlas fuera de la cuenca.
Compartimos con reservas el optimismo del titular de la Conagua, pues persisten las causas que originaron las inundaciones en el oriente y resto de la cuenca. Hay una, fundamental, que el licenciado Luege mencionó hace justo dos años, cuando puso en su lugar a las autoridades del estado de México y el Distrito Federal por hacer lo contrario de lo que dicta la sensatez: alentar nuevos asentamientos humanos en áreas agrícolas o de reserva que son básicas para captar el agua de lluvia y alimentar con ella los acuíferos. Luege se refería a los nuevos desarrollos autorizados por las instancias locales en los municipios conurbados de Los Reyes La Paz, Chalco, Ixtapaluca, Cuautitlán, Tlalnepantla, Coacalco y varios más. Criticó por eso a los gobernantes de ambas entidades federales aprovechando la reunión del Consejo de Cuenca del Valle de México (no sesionaba desde hacía 12 años), y que se celebró en las instalaciones de una compañía cervecera. Anotemos que para producir un litro de cerveza se requieren cuatro de agua.
En esa reunión se informó que todos los acuíferos de la cuenca están sobrexplotados al máximo. Entre otros motivos, para abastecer de líquido nuevos asentamientos, servicios y negocios. Extraer dos, tres, cuarto, cinco veces la capacidad de recarga es una locura, dijo Luege a los presentes, porque cada día extraemos de mucho más profundidad y los hundimientos son constantes. De paso anunció la construcción de seis megaplantas de tratamiento a fin de no sacar ya tanta agua del subsuelo.
Pero no todo fue regaño por parte de Luege, pues reconoció el esfuerzo del gobierno de la capital del país para tener en buen estado el emisor central, el drenaje profundo, y reducir así la posibilidad de inundaciones generalizadas en buena parte de la ciudad. Meses antes había dicho que el drenaje tenía fallas estructurales.
Un año después del regaño, se fracturó el emisor poniente, construido hace cuatro décadas y ya insuficiente para desalojar las aguas negras de los nuevos desarrollos inmobiliarios del norte de la cuenca, uno de los cuales, Valle Dorado, sufrió una grave inundación. No volverá a ocurrir algo semejante gracias a otra obra que presume Luege: el emisor dos, costoso proyecto para sacar el agua de la cuenca, no para retenerla en ella, como debía ser la prioridad.
La inundación de Valle Dorado sirvió para que el Secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan Elvira Quesada, anunciara una iniciativa del gobierno federal para tomar el toro por los cuernos y frenar la expansión anárquica de la metrópoli sobre las áreas que sirven para recargar los acuíferos. Además de nuevas medidas para tratar las aguas negras, captar las de lluvia y lograr el uso racional del líquido en hogares, empresas, comercios y servicios públicos. Seguramente por los asuntos que ocupan prioritariamente el tiempo de Elvira (la próxima cumbre sobre el clima y su pre campaña a la gubernatura de Michoacán por el PAN), la iniciativa no aparece. En cambio sí la amenaza de nuevas inundaciones en la cuenca.