NUESTRA REALIDAD, ESTA Y NO OTRA

20 dic 2010

Chihuahua: tristeza, rabia, impotencia…
Marcela Turati

CHIHUAHUA, CHIH.- Las coronas de flores llegaron al Palacio de Gobierno del estado el viernes 17 y fueron colocadas en la fachada. Una veladora encendida en la banqueta, frente a la puerta donde entra el gobernador, daba cuenta del asesinato ocurrido ahí en la víspera. Decenas de ciudadanos indignados lloraban su rabia y su tristeza. Un grupo de mujeres vestidas de negro hacían guardia de honor en la plaza ubicada frente al palacio; justo en la Cruz de Clavos donde se suma y se llora cada nuevo feminicidio.
Esta vez no agregaron a la lista a una de sus hijas desaparecida sin rastro, o una cuyos restos fueron encontrados en un terreno baldío después de haber sido violada y mutilada. Ésta llevaba el nombre de Marisela Escobedo Ortiz, una mamá valiente que se dedicó dos años a exigir castigo al asesino de la más pequeña de sus hijos, Rubí Marisol, de 16 años, y cuya última decisión fue plantarse en las narices del gobierno hasta que detuvieran al homicida que ella ya tenía ubicado.
“No me voy de aquí hasta que no detengan al asesino”, advirtió Marisela cuando tendió su campamento en la Plaza Hidalgo de Chihuahua, frente al despacho de gobierno y la Procuraduría Estatal de Justicia, y que tapizó el parque con las fotos del homicida: Sergio Rafael Barraza, y con mantas que cuestionaban por qué la justicia nada más sirve a los poderosos (¿por qué encontraron en cuatro meses al asesino del gobernador y en 15 días a los del hermano de la exprocuradora?, se preguntaba).
Hallan en Juárez el cadáver del cuñado de Marisela Escobedo
RUBÉN VILLALPANDO
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 20 de diciembre de 2010, p. 12
Ciudad Juárez, Chih., 19 de diciembre. El cuerpo de un hombre sin vida localizado ayer en la colonia Constitución de esta ciudad fronteriza fue identificado como Manuel Monje Amparán, de 36 años de edad y cuñado de Marisela Escobedo Ortiz, la luchadora social asesinada de un balazo la noche del jueves ante el Palacio de Gobierno de Chihuahua.
La Fiscalía General del Estado dio a conocer que, según el peritaje y la necrocirugía practicados, Monje Amparán murió de asfixia por sofocación y, cuando se halló su cadáver encobijado a las 11:08 horas entre las calles Mariano Vega y Ramón Alcázar, llevaba unos 90 minutos sin vida, por lo que sus captores lo mataron media hora después de levantarlo en la maderería que administraba junto con su hermano José, pareja sentimental de Marisela Escobedo.
El cadáver de Monje tenía el rostro cubierto con una bolsa de plástico y los pies y las manos atados hacia atrás con cinta adhesiva, pero no presentaba huellas de tortura. El cuerpo fue levantado tal como se le halló y trasladado al Servicio Médico Forense, donde se estableció la causa del deceso.
Testigos relataron que la mañana del pasado sábado varios hombres armados irrumpieron a la Maderería y Materiales Monje, ubicada en la esquina de Sierra Madre del Sur y bulevar Óscar Flores de la colonia La Cuesta, donde rociaron gasolina y lanzaron una bomba molotov, para luego subir a Manuel Monje a un automóvil y a una persona no identificada a otro, mientras las llamas se extendían por el local. De la segunda víctima las autoridades aún no han dado información alguna.
Estallido en ducto de Pemex deja 28 muertos y 53 heridos
Miles de vecinos de San Martín tuvieron que huir hacia otros estados
LA JORNADA DE ORIENTE, MÓNICA CAMACHO Y MARTÍN HERNÁNDEZ

Periódico La Jornada
Lunes 20 de diciembre de 2010, p. 4
Puebla, Pue., 19 de diciembre. Al menos 28 muertos y 53 heridos, 115 viviendas afectadas y daños aún incuantificables a la infraestructura urbana a lo largo de kilómetro y medio de las márgenes del río Atoyac fue el saldo que dejó en el municipio poblano de San Martín Texmelucan el estallido de un ducto de 30 pulgadas de Petróleos Mexicanos (Pemex), informaron autoridades federales y estatales.
Entre los muertos, 13 eran menores de edad. La conflagración ocurrida la madrugada de este domingo dejó en ruinas a 32 viviendas y causó pánico entre miles de habitantes de la cabecera municipal, que huyeron inmediatamente hacia la capital poblana y localidades vecinas de Tlaxcala, Hidalgo y el estado de México.
Según las investigaciones iniciales, el primer estallido se suscitó en una toma clandestina del ducto de petróleo crudo ubicada en la unidad habitacional San Damián, mientras las explosiones posteriores obedecieron a que el hidrocarburo se derramó hacia el Atoyac, donde halló un punto de ignición y extendió el fuego a casas, negocios y oficinas asentados a lo largo kilómetro y medio, aproximadamente.
Según los vecinos, el estallido inicial se oyó a cinco kilómetros de distancia, pero las llamaradas eran visibles desde más lejos, y el denso humo negro cubrió rápidamente la región, hasta abarcar municipios como Atlixco, Huejotzingo, San Juan Cuautlancingo, San Andrés Cholula y la capital poblana.
Una vecina de Vista Alta mencionó que el río Atoyac parecía impregnado de chapopote, y eran aproximadamente las 8 horas cuando el olor a combustible quemado ya inundaba el sur de la ciudad de Puebla, cuando desde dos horas antes había iniciado la movilización de bomberos, personal de Protección Civil, ambulancias y elementos del Ejército hacia la zona del siniestro.
El gobierno del Distrito Federal envió 38 bomberos, 10 asistentes de Protección Civil, 10 carros-tanque, tres carros-bomba y otros tres vehículos con agua ligera para respaldar las tareas de auxilio y protección. Los esfuerzos conjuntos fueron insuficientes y los vecinos debieron participar en el rescate de heridos y el retiro de cilindros de gas.
Por las explosiones en registros y atarjeas que produjo el petróleo filtrado al drenaje se temía un mayor desastre, pero los bomberos vertieron inhibidores de fuego y explosividad en la red de aguas negras para conjurar la amenaza.
A esa hora el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, se comunicó con el gobernador del estado, Mario Marín Torres, para realizar una primera evaluación. Luego la presencia militar aumentó, y los efectivos desplegados bloquearon los accesos a la cabecera municipal.
La central camionera de Puebla suspendió las corridas hacia San Martín, pero el aeropuerto Hermanos Serdán mantuvo sus actividades a pesar de la nube negra en el cielo. El tráfico en la carretera federal Texmelucan-Huejotzingo se reanudó a las 9:30, y a esa hora comenzó el retorno de quienes abandonaron sus hogares.
Entre llamaradas, árboles calcinados y casas destruidas el riesgo de más explosiones era latente, mientras los periodistas transitaban sin mayor problema por el área restringida, lo mismo que civiles en busca de familiares.
La radio local interrumpió su programación dominical para ofrecer los primeros reportes del incendio –que fue controla a las 10 de la mañana–, y el secretario de Gobernación estatal, Valentín Meneses, dio a conocer que 10 de los muertos eran miembros de una familia.
Cinco fotógrafos que llegaron de inmediato al área del desastre se introdujeron a una vivienda calcinada, sin que el personal de Protección Civil presente lo evitara.
El salario ha caído 26% en los regímenes panistas: CNC
MATILDE PÉREZ U.

Periódico La Jornada
Lunes 20 de diciembre de 2010, p. 20
La Confederación Nacional Campesina (CNC) afirmó que el aumento de 4.1 por ciento a los salarios mínimos es insuficiente y prevé un panorama desalentador para el próximo año ante la volatilidad de los precios internacionales de los alimentos por la reducción de los inventarios en el mundo.
Gerardo Sánchez García, dirigente electo de la CNC, comentó que los efectos de la falta de una producción interna más elevada y de una reserva de granos “ya se empieza a sentir en el país. En una década, la canasta básica se incrementó en 68 por ciento y el precio de la tortilla en 300 por ciento; durante los dos regímenes del PAN, el salario de los trabajadores ha disminuido en 26 por ciento en términos reales.
Alfonso Ramírez Cuéllar, dirigente del Barzón, sostuvo que la situación se torna demasiado grave. En 2007 la crisis de precios también inició con el incremento a la tortilla y absolutamente todos los productos alimenticios se incrementaron. Los resultados de la crisis a finales de ese año y en el siguiente provocaron que 2 millones de personas cayeran en la pobreza; los esfuerzos que se habían realizado desde el año 2000 en materia de política social y de disminución de la pobreza, quedaron borrados.
La CNC y el Barzón sostuvieron que el alza al precio de los alimentos no puede seguir abordándose como algo coyuntural. Ramírez Cuéllar urgió a la Comisión Federal de Competencia (Cofeco) a actuar. Tiene la facultad para iniciar una investigación sobre el control del mercado y la fijación oligopólica de precios. Debe anunciar el inicio de medidas para establecer sanciones y castigar las prácticas comerciales contra los consumidores, principalmente los más pobres.
Asentó que la situación internacional y los altos niveles de especulación que se presentan en el mundo y a nivel nacional deben obligar al gobierno a actuar con mayor energía, y a establecer una reserva de granos.
Sánchez García dijo que ante la volatilidad de los precios –en 10 años el pan de caja aumentó 93 por ciento; el arroz, 312; el frijol, 170; el aceite, 174; el azúcar, 200; el huevo, 132, y la leche, 67– es altamente probable que las cosas se compliquen más el próximo año.