HACIA EL ESTADO FASCISTA

24 abr 2011

Gestan PAN y PRI albazo para reformar ya la ley de seguridad


La única forma de que no pase es que parte del tricolor se oponga: diputados de PT y PRD

La izquierda no puede permitir una legislación que sienta las bases de un Estado militar

ANDREA BECERRIL



Periódico La Jornada

Domingo 24 de abril de 2011, p. 5

Las bancadas de PRD y PT en la Cámara de Diputados denunciaron que se prepara un albazo, a fin de aprobar de forma acelerada, en las pocas sesiones que restan al periodo ordinario, reformas a la Ley de Seguridad Nacional con las que se creará un régimen militar similar al que operó en el Chile de Pinochet y violenta la Constitución en principios fundamentales, que tienen que ver con las libertades ciudadanas.

La diputada perredista Teresa Encháustegui y el petista Mario di Costanzo coincidieron en que la única posibilidad de que no se apruebe en San Lázaro ese dictamen que da al Ejército facultades por encima de las definidas en la Carta Magna, es que una parte de la bancada del PRI se oponga a ese proyecto que los legisladores afines a Enrique Peña Nieto negociaron con el presidente Felipe Calderón y el secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván.

Entrevistados por separado, ambos legisladores coincidieron asimismo en que la izquierda no puede permitir una legislación que vulnera el régimen constitucional de garantías y sienta las bases de un Estado militar, con el pretexto de dar mayores instrumentos al gobierno federal para seguir adelante con su fallida estrategia contra el crimen organizado.

En un contexto en que las fuerzas armadas han incurrido en infinidad de violaciones a derechos humanos, en que han disparado y matado a civiles sólo porque no se detuvieron en retenes, sería gravísimo que se aprobara esa reforma que faculta al Ejecutivo federal para actuar como si se viviera un estado de excepción, recalcó Di Costanzo.

Señaló que tiene información de que PRI y PAN planean sesionar hasta el último día del periodo, el próximo sábado 30, para sacar ese dictamen, presentado por el priísta mexiquense Alfonso Navarrete Prida. Encháustegui hizo notar que los impulsores de esos cambios a la minuta del Senado seguramente intentarán mayoritear el próximo lunes, para aprobar sólo en la Comisión de Defensa el proyecto y dejar fuera a las otras cuatro comisiones dictaminadoras.

La perredista recalcó que no cree que todos los diputados del PRI avalen ese dictamen, que es una afrenta para los senadores, incluidos los del tricolor, ya que desechó los cambios que se formularon en Xicoténcatl a la iniciativa presidencial. Confiamos en que los priístas que tienen en su haber la transición más tersa en la historia nacional, el paso del régimen militar al civil en la década de 1940, rechacen esta barbaridad.

Di Costanzo consideró evidente que hay un acuerdo entre los diputados del tricolor afines a Peña Nieto con Calderón, con miras a 2012 y que se ha apresurado el proceso legislativo para evitar que la ciudadanía lo digiera y rechace. Si bien, dijo, Navarrete Prida lo impulsa con todo y los integrantes de la Comisión de Defensa están doblegados ante el general Galván, la única esperanza de que no pase es que parte de los priístas lo rechacen.

Secretaria de la Comisión de Seguridad Pública, Encháustegui expuso que para su bancada son inaceptables las modificaciones que le hicieron PRI y PAN a la minuta. Nosotros estamos en favor de una política para combatir al crimen organizado que incluya la participación del Ejército, pero con plazos temporales y sin que se violente la Carta Magna.

Expuso que en el dictamen de la Comisión de Defensa se faculta al Ejecutivo federal para decretar una afectación a la seguridad interior, que no es otra cosa que decretar estados de excepción, donde la información se considera secreta.

Hizo notar que el artículo 21 asienta que hasta por una mentada de madre a alguno de los funcionarios responsables de seguridad habrá represalias y se considerará a quien lo haga alguien que obstaculiza el proyecto nacional. Aquí cabe preguntarse, recalcó, ¿a qué proyecto se refieren, al del gobierno actual?

Di Costanzo agregó que se trata de una regresión muy grande para el país, pues los militares podrán interrogar a ciudadanos en la calle, revisar sus pertenencias, integrar expedientes confidenciales con fines políticos, usar testigos anónimos; es la legalización del michoacanazo”. En general, le dan armas al Ejército para avanzar a un Estado totalitario y lo facultan para ir contra movimientos sociales, laborales o electorales.

Rompe el silencio una víctima de pederastia

Me invitó a un partido de futbol y a dormir en su cama; para callarme me compró unos tenis

Curas acusados de abuso brincan de una parroquia a otra apoyados por sus superiores

ALMA E. MUÑOZ



Periódico La Jornada

Domingo 24 de abril de 2011, p. 2

Guadalajara, Jal. Yo tenía 14 años y quería ir a un partido de futbol. Él me invitó a su casa y a dormir en la misma cama. Me quiso tocar y... quiso estar conmigo. No recuerdo si pasó, pero sí que me asusté. Para callarme la boca me compró un par de tenis.

Ocurrió en esta ciudad, cerca del Hospital Civil, en el templo de San Vicente de Paul. Me quedé con él y al día siguiente fuimos al futbol. La cabeza la traía pensando muchas cosas. Ni siquiera disfruté el partido. Me sacó de onda lo que había pasado la noche anterior. Él me decía que no había nada malo. Que esto era su forma de demostrar cuando quiere a una persona.

De tez blanca y ojos aquamarina, Isidro –nombre ficticio para preservar su identidad– trata de recordar paso a paso la historia que rompió su niñez hace una década. Entonces José Mario Álvarez Dávalos, el diácono, estaba en la arquidiócesis de Guadalajara. Hace 10 años se ordenó sacerdote y oficia en el templo de Santa Mónica en La Barca, de la misma región eclesial, a cargo del cardenal Juan Sandoval Íñiguez.

A partir de una lista elaborada por la Red de Sobrevivientes de Víctimas de Abuso Sexual de Sacerdotes Católicos, con un centenar de nombres de curas presuntamente pederastas y que han brincado de una parroquia a otra, de una diócesis a otra, o de un país a otro, apoyados por sus superiores, cuando se detectó que incurrieron en este tipo de ilícitos, La Jornada recogió testimonios sobre la actuación de algunos de esos sacerdotes. El número de curas involucrados en estas prácticas en México es difícil de precisar, pero los abusos se dan con la indiferencia, el silencio o la abierta complicidad de la jerarquía católica.

Isidro narró por primera vez a un medio de comunicación la experiencia que vivió con José Mario Álvarez Dávalos, a quien conoció durante unas vacaciones de comunidad, organizadas por el seminario de Guadalajara.

“La primera noche que pasó eso sí lloré. Me saqué mucho de onda. No pedí auxilio. No me amenazó, simplemente me dijo que no había nada de malo en lo que estaba haciendo. Yo me fui a Tequila (donde vivía con mi abuela) y él me empezó a buscar. Mis padres ya se habían separado, y no sé si por necesidad o por lo que quieras regresé. Mi abuela era muy religiosa y al mencionarle voy con un seminarista decía: ‘está muy bien. Prefiero que andes con un seminarista a que andes en la calle, que no sé con quién te podrías juntar’”.

Así fue hasta que Isidro cumplió 19 años y decidió terminar la relación. Una relación en la que primero fue presentado por el sacerdote Álvarez Dávalos como su sobrino y con el tiempo se convirtió en el ahijado.

Toda su familia me conoce. Me veían como el hijo adoptivo. En casa de sus padres nos acostamos en la misma cama y ellos nunca dijeron nada. Un día antes de la ordenación de Mario como sacerdote tuvimos relaciones sexuales, así que no puede decir que se consagró plenamente, platica a La Jornada.

En junio del año pasado Isidro se confrontó con Álvarez Dávalos, quien es también su padrino de confirmación. Grabó el encuentro y lo compartió con este diario. Sabe que los tiempos legales ya vencieron para presentar una demanda, pero apela a las autoridades eclesiásticas para que sean ellas las que sancionen al cura, lo retiren del ejercicio sacerdotal y ya no tenga contacto con niños y jóvenes.



El número de curas involucrados en delitos es difícil de precisar, señaló la Red de Sobrevivientes de Víctimas de Abuso Sexual de Sacerdotes CatólicosFoto María Meléndrez Parada

A continuación extractos de la conversación:

Isidro (I): Simplemente quiero saber ¿por qué? Ojalá que el día de mañana no le pase a un sobrino tuyo, que tienes muchos.

Mario (M): Tienes razón, ojalá que no le pase... ni que le pase a tu familia ni a nadie.

I: ¿Como tú hiciste conmigo?

M: Nunca fue mi intención... Yo buscaba la manera de ayudarte, apoyarte... ¿Tú crees que lo hacía con mala intención?

I: ¿Acostándome contigo por dinero o cómo me ayudabas?

M: Yo nunca hice nada a cambio de nada. Nunca hubo un trueque.

I: ¿Nunca? Y el día que no me quería acostar contigo me dijiste ten, te doy tanto por esto, ¿no te acuerdas?, yo sí... Porque muchas veces hubo sangre...

M: Nunca regresaste. Se supone que tú estabas estudiando... Hasta ahora que viniste, estoy sorprendido en cierto sentido, pero yo qué te puedo decir... considero que sí cometí una falta.

I: Me mandabas con sicólogos, ¿por qué?, acuérdate que me mandaste al Hospital Civil por mi hiperactividad, ¿cuál? ¿Estar contigo por sexo? ¿Que tú abusaras de mí? Y ante la gente yo era el sobrino malo. Tú dijiste que era tu sobrino todo el tiempo y no somos nada. O sea, ¿para qué aparentabas?, ¿para que la gente no pensara que el padre es un pederasta? Y lo sigues haciendo.

M: Bendito sea Dios que no.

I: Pero lo hiciste conmigo.

M: Pues me equivoqué.

I: Sí, te equivocaste cinco años.

M: Los que hayan sido. Si eso merece una disculpa contigo, si la aceptas bueno, y si no pues no.

I: No me vengas con estupideces de que una disculpa... Tú no sabes todo el daño que causaste y estás causando.

M: Causando no. Que causé, posiblemente. Que estoy causando ya no, porque ya estás grande.

I: ¿Por qué mejor no dejas el sacerdocio y dejas de hacer daño a la gente?

M: No, fíjate que no.

I: Porque no creo esa frase de que tú eres sacerdote para siempre, más bien tú eres pederasta para siempre. Porque eso es lo que eres.

M: Mira, te metes en cosas que no debes...

I: ¿En cuáles? ¿Me estás amenazando?

M: No. Porque me estás dando una opinión... Si me la das como un consejo, muy bueno.

I: ¿Y por qué con niños?

M: Ni modo que con niñas.

I: Si no te das cuenta, o no sabes, una relación de hombre a hombre es una relación homosexual, es lo que tuviste conmigo y no la llamo relación, fue abuso.

M: Yo no le llamaría abuso... yo lo llamaría equivocación.

I: ¿En la forma de demostrar el amor o qué?

M: Sí.

I: No sé cómo reaccionará tu familia si supiera, pero creo me da más vergüenza a mí que a tí.

M: ¿Por qué? Yo vivo mi sacerdocio muy feliz.

I: Y tu pederastia también. Todo lo vives muy feliz.

M: Es tu manera de pensar, muy respetable.

I: ¿Y la tuya, Mario Álvarez? Porque no te puedo llamar padre... porque en ningún momento fuiste consagrado bien. Acuérdate que una noche antes de tu ordenación estuvimos juntos y tuviste relaciones conmigo... y todavía, muy descaradamente, me dices al día siguiente: ¿me vas a besar las manos? Nadie me asegura que no vas a abusar de nadie más, ni tú mismo.

M: Claro, porque yo soy humano, pero espero no cometer otra torpeza.

El presbístero José Mario Álvarez Dávalos fue ordenado sacerdote el 29 de diciembre de 2000, según registro de la arquidiócesis de Guadalajara.

La guerra antinarco: victoria inalcanzable

Jorge Carrasco Araizaga



Desde 2009 Alfonso Reyes Garcés, capitán de fragata de infantería e integrante de las Fuerzas Especiales de la Armada de México, advirtió que la estrategia del gobierno federal para combatir el narcotráfico estaba encaminada al fracaso. De no cambiarla, dijo, la guerra contra los cárteles no tendrá fin. Y se explayó sobre el tema en su tesis de maestría, que presentó en diciembre de ese año en la Escuela de Posgrado Naval en Monterey, California. Entre sus críticas, el oficial de marina afirma que si el narcotráfico es una amenaza para la seguridad nacional, entonces debe ser tratado como tal. La estrategia no ha cambiado y, en efecto, el gobierno y sus fuerzas armadas no tienen manera de sostener que pueden alcanzar la victoria…

MÉXICO, DF., 23 de abril (Proceso).- Renuente a modificar la estrategia que exacerbó la violencia en el país, el gobierno de Felipe Calderón quedó entrampado en “una guerra sin fin” contra el narcotráfico y a menos de dos años de abandonar el poder ni siquiera sabe bajo qué parámetros puede demostrar una victoria.

Esta evaluación de lo que ha sido la principal política del sexenio es autoría de un jefe de la Marina, Armada de México, el capitán de fragata de infantería e integrante de Fuerzas Especiales Alfonso Reyes Garcés. La escribió en su tesis de maestría que presentó en la Escuela de Postgrado Naval (NPS, por sus siglas en inglés) de Monterey, California, centro de formación académica naval de Estados Unidos.

Adscrito actualmente al Batallón de Infantería de Marina 27, en el Distrito Federal, Reyes Garcés se graduó en diciembre de 2009 de la NPS, donde se especializó en el Departamento de Análisis de Defensa, división dedicada a la preparación de cuadros para los futuros campos de batalla, en especial en temas de terrorismo, insurgencia, guerras no convencionales y operaciones de información.

Militares estadunidenses y extranjeros egresados de esa división están ahora operando en Iraq, Afganistán, Filipinas y Colombia como parte de su formación en guerras irregulares, dentro de las cuales algunos analistas estadunidenses ubican la “insurgencia delictiva” que padece México y que la secretaria de Estado Hillary Clinton y otros funcionarios estadunidenses han tipificado como “narcoinsurgencia”.

Contrario al entusiasmo del titular de la Secretaría de Marina, Armada de México (Semar), Francisco Saynez Mendoza, con la estrategia de Calderón –que llevó incluso al almirante a declarar el miércoles 20 en Veracruz que la violencia desatada en el país se debe a que “la fiera está acorralada” y un día después a decir “que los cárteles se están desbaratando” –, Reyes Garcés hace una revisión sin paliativos de la manera en que se ha pretendido combatir el narcotráfico en el actual sexenio y las consecuencias negativas que ha tenido, sobre todo, por la creciente violencia.