¡VENGAN A OAXACA SITIADA!
17 jul 2007
“¿Saben cuando vuelvo a Oaxaca? ¡Nunca!”
OAXACA, Oaxaca, "Tienes las manos con tierra. Tú lanzaste piedras, llévenselo", fue la deducción de un policía estatal para arrestar a Emeterio Merino Cruz.
El señor de más de 60 años viajaba a bordo de un autobús de transporte público con rumbo a la Clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social, cuando los uniformados obligaron a todos los pasajeros a bajar para revisar si activistas de la APPO iban a bordo.
A cada uno les revisaron las mochilas y objetos personales de las personas que les encontraban, por su aspecto físico, algún parecido a los appistas.
Sin mediar palabra, Emeterio fue subido a un autobús negro, sin logotipos de la corporación, en el cual ya se encontraban otros seis sospechosos, entre ellos dos mujeres.
Arriba, en medio de los empujones de los policías, alcanzó a defenderse: "No hice nada", dijo sin que nadie lo escuchara.
Merino Cruz llevaba cargando una mochila roja de tela. Un policía aseguró que en el interior guardaba las piedras. Esta situación se repitió con varios de los detenidos.
Peatones y mirones fueron levantados por elementos de la Policía Ministerial, quienes a bordo de camionetas y camiones negros sin logotipos fueron trasladados.
Calles abajo, una pareja habla por celular. De repente, tres policías los acorralan entre una malla ciclónica y los toletes.
"Con quién hablan, denme el celular", ordenó un policía.
Ante la resistencia, el uniformado asestó un golpe a uno de ellos, y enseguida se los llevaron.
Por otra parte, en el hotel Fortín Plaza, en cuyo exterior se dio el enfrentamiento más agresivo y prolongando, estaban varios niños que realizaban la clausura de su ciclo escolar, además de turistas nacionales.
Durante la refriega, los automóviles que permanecían en el estacionamiento del edificio fueron apedreados y semidestruidos.
Los visitantes y empleados fueron resguardados en la azotea del hotel, desde ahí lanzaban agua para detener los pequeños incendios que originaban en la planta baja.
Al final, los turistas pudieron salir.
"¿Saben cuándo vuelvo a Oaxaca?, ¡nunca!", dijo uno de los huéspedes al momento que abordaba su camioneta apedreada.
En seguida, salió a alta velocidad a la Ciudad de México, esquivando los camiones incendiados.
Enfrentamiento en Oaxaca: Heridos, 50 civiles y 15 policías; hay 42 detenidos
pedro matías
Oaxaca, Oax., 16 de julio.- Un enfrentamiento, de casi tres horas de duración, entre los cuerpos de seguridad estatal y el magisterio y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), dejó, de manera extraoficial, por lo menos 50 civiles y 15 policías heridos; 42 detenidos; 12 autobuses secuestrados, de los que cuatro fueron incendiados, y tres usados como Kamikases.
Los inconformes utilizaron propaganda política de la candidata del PRI, Paola España, y de Lenin López Nelio, del PRD, como barricada, y fue suspendido el servicio de transporte público en esta capital.
Así mismo, por lo menos siete reporteros gráficos y de medios impresos y electrónicos fueron agredidos por los cuerpos de seguridad estatal. Sin embargo, esta acción fue justificada por el secretario de Protección Ciudadana, Sergio Segreste Ríos, quien afirmó que, “desafortunadamente, estaban en el momento de los hechos, en medio del fuego”
Mientras, los maestros y los integrantes de la APPO realizaron su “Guelaguetza Popular” en la Plaza de la Danza, donde, a última hora, su dirigente Ezequiel Rosales Carreño anunció como escenario alterno para impedir un derramamiento de sangre, que al final fue lo que ocurrió.
La lluvia fue lo que amainó no sólo los efectos de los gases lacrimógenos, sino los ánimos, aunque los patrullajes de la policía estatal se incrementaron en la capital del estado.
Por su parte, los voceros de la APPO, Florentino López Martínez y Cástulo López Pacheco, responsabilizaron al gobernador Ulises Ruiz Ortiz de la violencia desatada, al instrumentar un plan denominado “operativo Oaxaca”, que, dijeron, consiste en “limpiar el campamento en el zócalo con tal de que tenga todo limpio para su Guelaguetza oficial”.
Sin embargo, advirtieron que esa festividad “no va a pasar” y que continuaran con sus luchas pacíficas hasta que el gobierno federal instale de manera urgente una mesa de diálogo y se resuelva definitivamente el conflicto en el estado.
Los voceros de la APPO afirmaron que, en los cuartos 410 y 418, así como el lobby del hotel Fortín Plaza, fueron donde se concentraron sicarios y policías y donde inició la provocación.
“Minutos antes de que iniciaran los disparos, armamos una comisión para avisar el gerente que si él era responsable y se deslindó. Sin embargo, minutos después se inició la ofensiva”, puntualizaron.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles de Oaxaca, Sergio Bello Guerra, afirmó que lo ocurrido es el “tiro de gracia porque de esto todo el mundo se va a enterar”.
Añadió que, por lo pronto, los turistas nacionales y extranjeros fueron evacuados de los hoteles Calenda y salieron del estado.
Batalla campal
Desde temprana hora comenzaron a concentrarse los maestros e integrantes de la APPO. Mientras cada una de las 16 delegaciones de las siete regiones de Oaxaca, con sus trajes típicos, su música y bailes, atraía a su público en la Alameda de León, una comisión de la Sección 22 buscaba la forma de conseguir el permiso del gobierno del estado para que la “Guelaguetza popular” se realizara en el Cerro del Fortín. Se lo negaron.
Sin embargo, a las 10:15 horas, comenzaron a avanzar los contingentes de manifestantes, que coreaban: “Al Fortín, al Fortín, vamos todos al Fortín”; “Porque ni Ulises ni nadie nos lo va a impedir”; “A ver a ver, quién lleva la batuta, si el pueblo organizado o el gobierno hijo de puta”; “Duro, duro contra URO (Ulises Ruiz Ortiz); “Ulises entiende la Guelaguetza no se vende”.
Los miles de maestros e integrantes de la APPO se dirigieron por la calle de García Vígil, continuaron por Allende, avanzaron por Porfirio Díaz y salieron a la carretera internacional, donde se encontraron con vallas de policías estatales y municipales, que portaban escudos, bazucas y lanzagranadas.
Eran las 11 horas cuando policías “fichaban” a algunos inconformes, lo que derivó en la violencia. Los manifestantes lanzaron un artefacto con cohetes, mientras que los policías utilizaban gases lacrimógenos contra los manifestantes y contra el hotel Fortín Plaza.
La batalla campal se extendió rápido por cinco frentes: el crucero de la Avenida Venus con Niños Héroes; la carretera El Fortín, con la desviación a la colonia Mártires de Río Blanco; la calle Marcos Pérez, en Tinoco y Palacios, y en Crespo.
