MONSI ES DEL PUEBLO

21 jun 2010

El pueblo rindió el mejor homenaje a Carlos Monsiváis
Los discursos oficiales fueron superados por las palabras de Elena Poniatowska y las espontáneas consignas de los asistentes a la despedida en Bellas Artes
MÓNICA MATEOS-VEGA Y FABIOLA PALAPA

Periódico La Jornada
Lunes 21 de junio de 2010, p. 2
Domingo de intensos contrastes en la despedida a Carlos Monsiváis en el Palacio de Bellas Artes.
La fría y solemne mañana se transformó en una calurosa y aguerrida tarde en la que una multitud, al grito de “¡Monsi es del pueblo!”, logró abrir las vallas que marcaban distingo incomprensible entre los invitados especiales y el público común.
Fue Elena Poniatowska quien al filo del mediodía tomó el micrófono y rompió el tenso silencio que desde las 10 de la mañana permeaba en el ambiente, debido a la molestia que causaron en algunas personas tanto la presencia del secretario de Educación, Alonso Lujambio, como el hecho de que el acceso al recinto fuera restringido.
“¿Qué vamos a hacer sin ti, Monsi? Tú eres el enfrentamiento más lúcido al autoritarismo presidencial, el enfrentamiento más lúcido a las actitudes absurdas cuando no corruptas de las dos cámaras, el enfrentamiento más lúcido a los abusos del poder, la denuncia más ingeniosa y persuasiva de las actitudes y del lenguaje de los políticos,”, dijo Elena, con la voz quebrada.
Los aplausos y las lágrimas brotaron. Atrás quedaron los discursos oficiales de Teresa Vicencio, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, y de Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, que muchos escucharon sin inmutarse.
El recinto comenzaba a llenarse de fieles seguidores del cronista, lo que contrastó con el desangelado inicio de la ceremonia, a la que sólo tenían acceso los funcionarios de cultura, familiares, amigos y la prensa, quienes debieron identificarse en la entrada.
Incluso, cuando llegó el féretro, a las 10:11 de la mañana, había lugares vacíos en las áreas que fueron acordonadas por los organizadores del homenaje a Monsiváis en el máximo recinto cultural del país. Unos cuantos aplausos se escucharon al ver el ataúd subir las escaleras del vestíbulo.
Lujambio y Sáizar se apresuraron a cubrir el ataúd con la bandera de México. Y se disponían a realizar la primera guardia cuando el periodista Jenaro Villamil quitó el lábaro patrio para colocar en medio el estandarte arcoiris que simboliza la lucha por la diversidad sexual. También se cubrió a Monsi con la bandera de su alma mater, la Universidad Nacional Autónoma de México, y luego ya la del país.
Así empezaron las guardias de honor, primero la de los funcionarios federales: Lujambio, Sáizar, el director del Fondo de Cultura Económica, Joaquín Diez Canedo, quienes se retiraron luego de que Jesusa Rodríguez lanzó el grito de ¡fuera Lujambio!
Otro grito salió del público al que, de a poquito, se le permitió ingresar al recinto: ¡Viva Carlos!, “¡Viva Monsi!”
Un abatido Julio Scherer se colocó frente al féretro para sólo observar al resto de personas que hicieron guardias: José María Pérez Gay, María Rojo, Martha Lamas, Rafael Barajas El Fisgón, Denise Dresser, Jesús Ramírez Cuevas.
La Jornada preguntó si asistiría el presidente Felipe Calderón, a lo que uno de los empleados del Palacio de Bellas Artes respondió: si llega lo hará de manera discreta y entrará por la puerta de atrás, como lo hace siempre.
Quien sí acudió a realizar una guardia de honor fue Andrés Manuel López Obrador. Luego de conversar brevemente con Scherer, señaló que Monsiváis siempre estuvo al lado de las causas justas, defendió la diversidad con una postura de no violencia, fue un hombre bueno, limpio, independiente y ejerció, siempre, una crítica racional.
El flautista Horacio Franco interpretó una partita de Bach desde la cabecera del ataúd, mientras el público se formó en una fila con la promesa de que pasaría a hacer guardias de honor. Sólo se permitía pasar al área acordonada a quienes las autoridades culturales o sus jefes de prensa identificaban como funcionarios o intelectuales. Las personas comunes se quedaban tras el cerco, como la joven Ana Acevedo que, gladiola en mano, se abría paso entre los fotógrafos para intentar depositar su pequeña ofrenda cerca del féretro: “sí hizo mucho por el país el Monchi, deberían dejarlo aquí hasta mañana para que todos podamos despedirlo”, dijo.
Ante los reclamos de la gente, que afuera resistía el sol a plomo, las puertas laterales del marmóreo recinto por fin se abrieron sin restricciones casi a las 11:30 de la mañana. Las edecanes del palacio les ordenaban a las personas que, formadas, desfilaran de prisa frente al féretro. Muchos se desilusionaron, pues las vallas no les permitían acercarse a depositar las flores (algunas compradas en la Alameda Central) o ver de cerquita el féretro, que nunca se abrió para mostrar el cuerpo de Monsiváis.
La fila de las personas comunes que querían hacer guardia comenzó a avanzar lentamente, pues debían esperar a que los funcionarios e intelectuales que iban llegando hicieran lo propio. Así aguardó formado más de una hora el pequeño Jacobo Cervantes, de 11 años, quien afirmó que admiraba a Monsiváis porque él fue a la UNAM y yo quiero estudiar ahí también, ¡ah! y porque siempre defendió a los gatos.
Era casi mediodía; el flujo de personas aumentaba: algunos con sus playeras verdes de futbol, padres e hijos, abuelos, señoras, hombres vestidos de mujer, estudiantes, parejas de novios, patinadores, turistas extranjeros, todos con alguna anécdota que contar acerca de Monsiváis, varios platicando dónde lo habían conocido, qué habían leído o qué consejo les había dado.
Se hizo una pausa en la fila que debía caminar rapidito para ver el féretro y salir. Empezaron los discursos de las titulares del INBA y el CNCA. Pero cuando Elena Poniatowska habló la emoción subió de nivel; fue recibida con una larga ovación.
La escritora dijo: “Monsi, tu mensaje fue ennoblecernos y hacer que creyéramos en nosotros mismos porque tú eres la nobleza misma, el compromiso mismo, la defensa de los derechos humanos, la indignación y el llanto en Acteal, la frase que alguna vez exclamaste tú que jamás, jamás decías groserías: ‘¡Ahora sí que no tienen madre!’”
Algunos lloraban mientras seguían atentos las palabras de una de las mejores amigas del autor de Apocalípstick: “¿Qué vamos a hacer sin ti, Monsi? Aquí caminamos a tu lado, sonreímos contigo, cantamos contigo, a ti te gustaba cantar y eras muy entonado, te gustaba reírte y reír contigo nos hacía sentirnos casi dioses. Aquí nos tienes a todos desolados y conmovidos, aquí nos tienes destanteados, aquí nos tienes dolidos hasta la médula preguntándote ¿por qué nos hiciste eso? Y si nos hiciste eso, ¿por qué no nos preparaste mejor?”
Cuando la periodista concluyó, del primer piso del recinto bajaron unos mariachis interpretando Amor perdido. Siguieron con Usted y Costumbres, de Juan Gabriel. Algunas personas se entusiasmaron, pero otras dijeron estar desconcertadas por el circo que se estaba armando: ¡No es show!
Las edecanes del INBA también llevaron a un par de organilleros que comenzaron a tocar cuando terminaron los mariachis.
“¡Viva Monsi eternamente!”, ¡Viva el hombre del pueblo!, “Te queremos, Monsi, te queremos!”, fueron los gritos de guerra de una multitud que, cuando continuaron las guardias de honor, se molestaron porque la fila de los comunes seguía sin avanzar, pues se dio prioridad a los directores del INBA Teresa Franco y Gerardo Estrada.
“¿Por qué nos hacen esto? ¿por qué nos excluyen y dan prioridad a la ‘tremenda corte’?”, dijo un señor, ya entre empujones y gritos de ¡déjenos pasar!
Las porras arreciaron: “¡Monsi es del pueblo!”, “¡Monsi fue la voz del pueblo!”, “¡Monsi no es vi ai pí!” y entonces Consuelo Sáizar dio la instrucción de que las personas pasaran de 15 en 15 para hacer guardias, todavía a través de un filtro.
Los admiradores que lograron llegar así hasta el féretro le depositaban ramitos de flores, se persignaban, acariciaban las banderas. Las mujeres, sobre todo, lloraban, ante la indiferencia de algunos funcionarios que se la pasaron echando chisme, en su muy particular feria de vanidades.
Eran ya las 12:30 y la fila para entrar a despedirse de Monsiváis salía del palacio y ocupaba una buena extensión de la explanada. Los aplausos no paraban, ni las consignas: ¡es un honor estar con Monsiváis!, ¡Se ve, se siente, Monsiváis está presente!
También brotaron los goyas, al tiempo que las autoridades entendieron por fin que debían dejar pasar a todos a despedirse del cronista. Se hizo una fila única que rodeara el féretro y se suspendieron las guardias de honor. Pero se les pedía que caminaran rápido. Los dolientes VIP quedaron relegados.
Puños izquierdos en alto comenzaron a brotar. Era casi la una de la tarde y el vestíbulo del palacio estaba totalmente lleno. Se comenzó a cantar el Himno Nacional. Los empleados de la funeraria pidieron que se hiciera una valla para salir.
Cuando cargaron el ataúd para abandonar el recinto, la multitud tronó en aplausos y se escucharon más gritos: ¡muera el mal gobierno, “Monsi, presente en la lucha de la gente”, ¡Que viva la inteligencia!
Lentamente, quienes llevaban el féretro se fueron abriendo paso hasta la carroza. Ya en la calle los ánimos se desbordaron: ¡Muera el espurio, viva Monsiváis!
Atrás del ataúd venían, tomados del brazo, Poniatowska, Lamas, Sáizar y Omar García, quien llevaba un papalote pintado con un retrato de Monsiváis.
Algunos seguían tratando de acariciar la caja. Elena fue la única que se subió a la carroza, la cual se dirigió lentamente hacia el Eje Central.
Las personas seguían con las porras y caminaban detrás, hasta que el auto, de manera intempestiva, aceleró y se perdió en las calles del Centro Histórico, para dar una vuelta alrededor del Zócalo. “¡Adiós, Monsi, hasta luego!”, gritaron, desconcertados, quienes se quedaron a mitad del Eje Central. Como huérfanos.
El cuerpo del escritor fue incinerado más tarde en el Panteón Español. Su familia informó que sus cenizas serán depositadas en el Museo del Estanquillo. Ayer, por lo pronto, descansaron en su casa de la colonia Portales. También se anunció que este lunes, alrededor de las 13 horas, se realizará un homenaje en el Teatro de la Ciudad (Donceles 36, Centro Histórico).
Cumple electricista 57 días en huelga de hambre; ofician misa en el plantón
PATRICIA MUÑOZ RÍOS

Periódico La Jornada
Lunes 21 de junio de 2010, p. 47
Este domingo, el ingeniero Cayetano Cabrera Esteva cumplió 57 días en huelga de hambre, en el campamento que mantiene el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) en el Zócalo capitalino.
El Día del Padre lo pasó en el campamento con sus hijas, Gladys y Raquel, su esposa y su suegra, quien se trasladó desde Oaxaca para verlo, y aunque describe como un día maravilloso haber podido festejar en esta lucha del SME, hubo un momento muy difícil cuando les dijo a ellas que se mantendrá en esta huelga, que sí está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias, hasta ofrendar su vida.
Si el gobierno quiere un muertito para que nos haga caso, para que se haga justicia a los trabajadores, lo va a lograr, yo ya me siento muy mal, pero yo me voy al final, no me paro, dijo Cabrera Esteva, quien para estar en esta huelga pidió un permiso sin goce de sueldo en su trabajo como maestro del Politécnico.
Sus últimos análisis clínicos señalan que Cayetano ya entró en la etapa en la que su organismo está consumiendo masa muscular. Ya tiene moretones en el cuerpo, no puede caminar más que lo indispensable. Tiene dolor de cabeza permanente, náuseas y, lo más grave, es que la miel que toma la vomita: ya no la retiene mucho mi cuerpo. Ya estoy agotado. Los doctores le han propuesto irse al hospital a hacerse un chequeo médico, pero el dice que vino a esta protesta a darlo todo.
Gladis Cabrera, su hija mayor es ingeniera electricista, a ella y sus otros familiares les dijo: me duele mucho que me pueda pasar algo, que las pudiera dejar, pero ya no hay de otra, tenemos que luchar hasta el final porque les regresen su trabajo en Luz y Fuerza del Centro, el cual, dijo, les arrebató este gobierno.
Fue un día difícil, porque sus familiares están muy preocupados por su salud, pero también sonreímos un momento, se me olvidó un momento la problemática en que estamos, estuve con mi familia unida, festejando de otra forma, inolvidable, en una huelga de hambre por la injusticia que el gobierno ha cometido contra los electricistas, pero también contra todos los mexicanos.
Dice que su lucha ya no es sólo del SME, sino de todos los trabajadores del país, porque el gobierno de Felipe Calderón ha tomado acciones contra todos los obreros del país. Mi coraje contra este gobierno es lo que me mantiene en esa lucha, mi meta es por lograr que los que nos gobiernan volteen a ver lo que nos están haciendo, a que nos den una solución, a que haya un acuerdo para que nos devuelvan el trabajo; dejé mi otro empleo, mi familia, me voy hasta las últimas consecuencias. Ya siento piquetes a la altura del hígado, del riñón, pero voy a seguir acá, no es posible que haya tanta injusticia en el país.
Señala que sus palabras le dolieron a sus familiares, pero que él no está ahí porque quiera, que esto no es un juego como lo ha querido hacer ver el gobierno y algunos medios.
En el campamento del Sindicato Mexicano de Electricistas en el Zócalo hubo una misa por los trabajadores que siguen en la huelga de hambre, por los obreros en general, la cual ofició el sacerdote Carlos Rodríguez, del Centro de Reflexión y Acción Laboral, y como la realizada a Cayetano se multiplicaron las visitas a los ayunantes de parte de sus hijos.
Desde políticos hasta un simpatizante del EZLN eran espiados en Cancún
Al menos 11 personas de la dirección de seguridad municipal de seguridad pública trabajaban en la intercepción de llamadas y mensajes SMS
Se encontraron las grabaciones de 13 pláticas
HUGO MARTOCCIA Y ALFREDO MÉNDEZ
Corresponsal y reportero
Periódico La Jornada
Lunes 21 de junio de 2010, p. 39
Las investigaciones que realiza la Procuraduría General de la República (PGR) en Quintana Roo para encontrar a los responsables de intervenir llamadas telefónicas del gobernador de esa entidad, Félix González Canto, apuntan a José Manuel Vera Salinas, ex director de Seguridad Pública de Oaxaca y ex asesor de seguridad del alcalde con licencia de Benito Juárez (Cancún), Gregorio Sánchez Martínez, hoy preso por presuntos nexos con el crimen organizado.
Las pesquisas señalan a Vera Salinas como encargado de operar un centro de espionaje que se instaló hace por lo menos un año en ese municipio.
Documentos ministeriales y judiciales en poder de La Jornada muestran las raíces y el alcance del equipo de espías que operaban en dos casas ubicadas en Cancún, desde donde se intervenían los teléfonos de políticos de todos los partidos, funcionarios públicos estatales y municipales, empresarios, periodistas, activistas sociales y hasta un representante del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
De acuerdo con la averiguación PGR/QROO/CAN/193/2010, Vera Salinas tenía a su cargo 11 personas comisionadas por la propia dirección de seguridad pública municipal para realizar labores de espionaje.
Desde hace dos semanas, ante el temor de que la PGR solicite una orden de aprehensión en su contra por el delito federal de intervención de comunicaciones privadas, Vera Salinas solicitó un amparo ante un juzgado de distrito en la ciudad de México contra cualquier medida cautelar que implique su arresto.
El 22 de abril, en Cancún, el gobernador Félix González y su procurador de Justicia, Francisco Alor, revelaron en entrevista que empresarios, políticos y periodistas han presentados denuncias por espionaje ante la delegación de la PGR en la entidad.
González expuso: El gobierno del estado interpuso una denuncia ante la PGR como agraviado por espionaje, al igual que muchos ciudadanos, empresarios, líderes de opinión y periodistas, principalmente. Mientras, Alor confirmó que las querellas se interpusieron luego de que el Ejército Mexicano descubrió el 14 de abril dos casas en Cancún desde donde se realizaba la intervención de comunicaciones privadas.
La Jornada tuvo acceso al expediente 316/2010 y a las constancias de la averiguación previa PGR/CAN/193/2010, abierta a partir de las denuncias penales presentadas por el gobernador de Quintana Roo y por otras personas que aseguran haber sido víctimas de espionaje telefónico.
Entre los documentos destaca el oficio DGPPTYB/DA/CI//2010 que encontró la Policía Federal Ministerial de la PGR, fechado el 17 de febrero. Está dirigido a Vera Salinas y firmado por Julio César Espinoza Valente, en esa fecha director administrativo de la secretaría municipal de seguridad pública.
Espinoza solicita a Vera Salinas todos los informes confidenciales acerca del personal que le fue asignado a la dirección administrativa de la secretaría municipal de seguridad pública, las condiciones en que se encuentra el vehículo matrícula 5047 y los ocho teléfonos Nextel que se encuentran bajo su resguardo. El oficio viene acompañado de copias simples donde se asientan los resguardos de los equipos.
Además, la PGR tiene en su poder un documento titulado Lista de personal a cargo, donde aparecen los nombres, números de cobro y compensaciones que corresponden a cada uno de los 11 comisionados al centro de espionaje que encabezó Vera Salinas. Esos datos están corroborados con decenas de comprobantes de depósitos bancarios.
La autoridad federal encontró también un oficio de tres hojas titulado Requerimientos de oficinas en Cozumel, otro similar sobre Benito Juárez y un tercero que detalla los gastos de capacitación. Todos están firmados por Vera Salinas.
La PGR también analiza documentos que tienen que ver con la situación política de Quintana Roo e incluyen listas de personas cuyos teléfonos celulares y fijos fueron intervenidos. Entre los espiados estaban el gobernador de Quintana Roo, periodistas, todos los regidores de Cancún, diputados locales y federales que representan el distrito de esa entidad, líderes estatales de todos los partidos y varios dirigentes sociales, entre ellos Jacinto Robles Pérez, del movimiento del EZLN en Cancún.
Hay también un documento denominado Directorio del personal que trabaja en el proyecto RB, en clara referencia al hoy candidato del PRI a la gubernatura, Roberto Borge.
La autoridad federal descubrió al menos 19 rosetas conectadas a la red de Telmex, cada una con el nombre del espiado. Algunas tenían conectadas grabadoras.
Los espías elaboraban redes de vínculos en los que monitoreaban las llamadas realizadas por diversos personajes, detallando el nombre de la persona a la cual se marcaba, puesto o cargo, día de la llamada, número telefónico, la frecuencia de los telefonemas y el domicilio de las personas a las que se llamaba.
La PGR se incautó de 55 discos compactos y analizó el disco duro de una computadora, donde se encontraron 240 archivos de audio con 13 conversaciones telefónicas grabadas.
También confiscó 12 grabadoras tipo pluma y un equipo que sirve para intervenir y monitorear conversaciones telefónicas y mensajes de texto.
Además, los investigadores descubrieron una camioneta equipada con sistemas de intervención telefónica.
Uno de los lugares cateados estaba a cargo de Juan Ramírez, quien, según los dictámenes de grafoscopía, escribía a mano las transcripciones de las pláticas.
Quiénes ganan cuando gana el Tri
Juan Villoro

¿Una victoria mundialista es sólo eso? Imposible de encapsular en el rectángulo verde, el escritor Juan Villoro escudriña en el más allá y entreteje un rojizo país con las taquicardias futboleras que genera una selección nacional. Al fin y al cabo, como dice el cronista, mientras la gente celebra, las ametralladoras se recargan
MÉXICO, D.F., 19 de junio (Proceso).- El jueves 17 de junio dos cuerpos fueron hallados en el kilómetro 89 de la autopista México-Cuernavaca. Habían sido maniatados con cinta aislante y tenían los ojos vendados. No lejos de ahí apareció una narcomanta del Cártel Pacífico Sur deslindándose de otros homicidios: “Nosotros no matamos inocentes”. En Ciudad Juárez, grupos armados ultimaron a 12 personas; una de ellas cayó frente a las oficinas del gobierno del estado. La fachada fue alcanzada por las balas. En esa misma ciudad, se detuvo a una banda de secuestradores, Los Rojas. Uno de sus miembros es policía municipal. Cinco personas murieron en tres balaceras distintas ocurridas en Durango. En la carretera La Piedad-Zamora fue acribillado un hombre. El cadáver tenía un mensaje firmado por el cártel de La Familia: “Éste era nuestro, pero es lo que va a pasarle a todos los bandidos”.
Además, ese día México le ganó a Francia.
¿Quién triunfa cuando triunfa la selección? La pregunta debería ser innecesaria. Por desgracia, no lo es. El presidente Felipe Calderón, la campaña de Televisa Iniciativa México y la desbocada propaganda que asocia los más diversos productos con el alma nacional, consideran que el Mundial sirve para negar la realidad. Mientras la gente celebra, las ametralladoras se recargan.
Enrique Vila-Matas tomó dos frases del diario de Franz Kafka, escritas el 2 de agosto de 1914, y las unió de esta manera: “Alemania ha declarado la guerra a Rusia. Por la tarde, fui a nadar”. Las turbulencias de la historia coexisten con la vida privada. Tenemos derecho a celebrar el merecido triunfo de la selección (entre otras cosas porque no sabemos cuándo llegará otro). Lo extraño es que el gozo íntimo, la patria idéntica a su “espejo diario” que quiso López Velarde, repercuta en la estratósfera de los negocios multinacionales. El jueves 17 los empleados de Banamex llevaban puestas camisetas de la selección. ¿Significaba eso que harían descuentos solidarios en las comisiones que cobran a los cuentahabientes? Por supuesto que no. El mensaje era otro: si gana la selección, gana este banco, es decir, Citygroup Inc., es decir, unos pálidos señores que no hablan español. ¿Sabrá el CEO de ese megaconsorcio quién es el Chicharito?
Mixtificación financiera: una voz que parece salida del Concilio del Vaticano pronuncia el credo litúrgico de Banamex, el banco extranjero que “sí cree” en Torrado, Cuauhtémoc y los otros.
Una lógica perversa define el apoyo oficial y comercial al Tri. Javier Aguirre se lo confirmó a la revista Expansión: “Te dicen que hagas eso. A mí no me pusieron una pistola antes de firmar. Yo no soy actor, pero vienen y te dicen: ‘La camiseta quiere un eslogan. Dilo. Eso me dicen: ‘Televisa quiere un eslogan. Dilo’. Es así. Yo podría decir que no, pero ya no sería técnico de la selección. Está clarísimo”. Rehén fuera de la cancha, Aguirre ha jurado que no lo es dentro de ella.
Impiden mineros a empresa canadiense sustraer maquinaria de El Cubo
Verónica Espinosa

GUANAJUATO, Gto., 18 de junio (apro).- Los trabajadores sindicalizados de la mina El Cubo bloquearon los accesos a las instalaciones de la compañía filial de Gammon Gold para impedir que los directivos retiraran maquinaria que se encuentra en el lugar.
Gammon Gold anunció ayer la suspensión indefinida de actividades en El Cubo, así como la intención de rescindir el contrato a 397 trabajadores afiliados al sindicato minero, a los cuales acusan de mantener un paro irregular y de otros ilícitos. Sin embargo, los mineros han rechazado el despido y se mantienen a las puertas de la empresa.
Benjamín Jaramillo, secretario de la Sección 142 del SNTMMSRM, denunció que la liquidación que ofrece la empresa no corresponde con los lineamientos del contrato colectivo de trabajo, por lo que se niegan a aceptarla y permanecerán en su plantón en reclamo al pago de las utilidades correspondientes al último año de actividades, aunque no las reciben desde hace más tiempo.
Mientras un par de policías municipales permanecen cerca de las instalaciones de El Cubo a bordo de una unidad oficial, al menos 300 de los mineros utilizaron vehículos para bloquear uno de los accesos a la empresa, por el cual los directivos pretendían sacar varias unidades de maquinaria pesada, tractores y camionetas.
El secretario del Trabajo del sindicato minero, Ricardo Ramírez, acusó a los directivos de Gammon Gold, de haber sacado ya parte de la maquinaria de la mina El Cubo con el propósito de retirarse de las instalaciones sin resolver el conflicto ni atender los reclamos laborales pendientes.
Aunque representantes de la empresa pidieron el apoyo del Ministerio Público ante el bloqueo del acceso por parte de los mineros, éste no acudió.
El jefe de Recursos humanos de la empresa, Ricardo Escudero, confirmó que se notificó a los 397 trabajadores sindicalizados de la decisión de rescindirles el contrato y se les ofreció la liquidación, pero éstos la rechazaron.