INTERROGANTES
3 ago 2010
AMLO: ¿Cómo y cuándo se debatirá el proyecto alternativo?
MAGDALENA GÓMEZ
Nuevamente se colocó Andrés Manuel López Obrador en el ojo del huracán. La más reciente concentración en el Zócalo de la ciudad de México demostró, una vez más, que el persistente trabajo político a lo largo y ancho del país lo convierte en el referente obligado para considerarlo como una opción que puede abrir espacio a la posibilidad de que se termine con la lógica de más de lo mismo y un tanto peor que significó el arribo del panismo a la Presidencia de la República. No es tarea fácil la que se anunció el 25 de julio pasado, con todos los factores de poder en contra. Sin embargo la fortaleza y capital político reside en el apoyo popular que pese a todo ha logrado mantener y organizar. Los sectores medios o lo que queda de ellos después de la crisis, en general se inclinarán en el último momento por quien aparezca con más fuerza.
Ojalá se lograra dialogar en serio con los movimientos sociales, ya se vio el costo que ha significado lidiar con el foxismo y el calderonismo después de 70 años de partido de Estado.
Un factor clave en todo este proceso es la elaboración de la propuesta o proyecto alternativo. El grupo de mujeres y hombres que trabajaron en la elaboración del proyecto tienen solvencia profesional, política y moral suficiente, además de que congregan los más diversos campos de conocimiento. Se entiende que se requiriera un punto de partida para la construcción de una propuesta. Sin embargo, de la manera y los tiempos en que se organice la discusión depende la legitimidad de la misma. Lamentablemente aún no se conoce el planteamiento detallado y el enunciado tan lacónico de los 10 puntos no arroja suficientes luces. Hay muchas preguntas que responder para reorientar el rumbo y se supone que habrá apertura para generar un debate sobre los grandes problemas nacionales para decirlo en términos de don Andrés Molina Enríquez.
Me interesó analizar el tratamiento que se da a la transformación del Estado en lógica de inclusión y congruencia con el México pluricultural que somos. No me quedó buen ánimo con los escasos y muy dispersos referentes que se perfilan.
En el punto cuatro, Por una ética republicana y el combate a la corrupción, se menciona acabar con la exclusión social y política: “en tanto que el sistema político no le da suficiente voz y representación a sectores como los pueblos indígenas, las mujeres, jóvenes, y ‘minorías’, como los homosexuales, proponemos un sistema político que garantice los derechos humanos de todos y el acceso efectivo de los ciudadanos a los cargos públicos mediante un sistema de acciones afirmativas”.
De acuerdo con ello. Sin embargo, en el siguiente apartado, Crear una nueva economía, entre otras cuestiones se plantea: Todas las políticas de desarrollo y proyectos económicos tendrán en cuenta sus impactos ambientales y serán sustentables desde el punto de vista ecológico. Hoy, los recursos naturales y la calidad del aire, suelos y agua, han sido objeto de agudos procesos de deterioro. Ello es especialmente notable en los casos de la minería, el turismo, la extracción petrolera, la expansión urbana, y las modalidades industriales de agricultura, pesca, ganadería y producción forestal. Justamente ahí radica uno de los problemas estructurales que están afectando gravemente la sobrevivencia de los pueblos indígenas cuyo enfoque ambientalista, como aparece en el documento, sin el énfasis del impacto sociocultural es, por decir lo menos, la prueba de fuego para un proyecto que realmente se interese en respetar los derechos colectivos de los pueblos indígenas. Por algo se han organizado los últimos años las redes de afectados ambientales, la de defensa del maíz, la de afectados por represas y en todas ellas está presente la participación de pueblos indígenas y campesinos.
La inclusión en el punto nueve, El campo y la soberanía alimentaria, del planteamiento Reconocer los derechos autonómicos de los pueblos indígenas podría tener el orden inverso, pero no eran el punto central pese a su correcta argumentación: Porque durante cinco siglos los indígenas han sido oprimidos casi hasta la extinción, no puede haber cambio profundo sin abatir el colonialismo interno. Esto significa reconocer sus derechos políticos, socioeconómicos y culturales, lo que incluye formas específicas de autogobierno en sus territorios, derechos colectivos al usufructo de los recursos naturales ubicados en sus ámbitos de dominio, aplicación de normas consuetudinarias de convivencia, preservación y desarrollo de su cultura. Sólo que junto a estos postulados se requiere articulación con el conjunto del proyecto y eso atañe a la consabida propuesta de reforma del Estado más allá de las que así se han llamado siendo sólo electorales. El desafío está en romper el gueto conceptual en que suele colocarse a los pueblos indígenas. Entre otras formas, promoviendo su participación directa desde la elaboración de las propuestas.
La disputa por el hartazgo
MARCO RASCÓN
Sólo en México y por nuestra falta de memoria endémica, es posible que los mismos que han llevado el país al carajo, sean hoy los que con envoltura diferente, se presenten como salvadores del hartazgo que ellos construyeron. No obstante, las formas y estructuras de la disputa se repiten paso a paso, con sobrada falta de imaginación, pero absoluta ineficiencia para mostrar una salida clara y segura al país.
Los mismos que se apoderaron de la escena en 2006, preparan la nueva, sin cambio alguno, veamos:
En el PRI, las derrotas en Puebla, Oaxaca y Sinaloa, son en el fondo reacomodos de grupos ligados al viejo régimen, beneficiados del hartazgo local, pero promovidos por la pugna interna que viene desde 2006. Hay pugnas viejas en la bajada y nuevas en la subida.
La derrota no pareciera ser de manera genérica en el PRI, sino dirigida internamente contra los camisas rojas que forjó Roberto Madrazo en su ascenso y caída cuando buscaba llegar a la Presidencia por un atajo. Los camisas rojas, son claramente identificables: usan camisas rojas, en sus actos públicos, en sus escenarios políticos, en su propaganda, son una misma corriente. Las han usado en campañas de Baja California, con Carlos Hank Rohn; en los estados de México, Veracruz, Puebla, Oaxaca y Quintana Roo, pero que para los priístas legislativos y del aparato central del partido, resultan no sólo la competencia interna, sino un obstáculo en la disputa por ser los interlocutores de la oligarquía. Recordemos que el PRI, con la fuerza de los gobernadores y en el Poder Legislativo, no puede unificar al país, pero sí impedir que otros gobiernen.
Los camisas rojas perdieron bastiones gracias a Beltrones y Paredes, pues con ello ganaban posición para definir un candidato propio contra Enrique Peña Nieto, apoyado por el monopolio de los medios y la alta jerarquía de la Iglesia católica. A Peña Nieto la ventaja le cuesta cara, pues se construye con un claro perfil autoritario y de derecha, pero sirve también de señuelo para los que buscan construir su candidatura, no con base en una propuesta propia, sino estableciendo el duelo y confrontación con él. En la disputa por el hartazgo, en el PRI se preparan para la confrontación interna y todos empiezan a cambiar de piel. Sus principales armas, son utilizar las de los otros adversarios, pues mucho ganarán si su guerra se hace invisible y utilizan los la beligerancia interna de los contrarios.
En el PAN, Felipe Calderón afina sus armas y el equipo; lanza su guerra contra el crimen organizado ahora como estrategia electoral y, bajo su propia experiencia, trabaja para un precandidato falso que atraiga la impaciencia de los contrarios, mientras construye el verdadero. Es como en 2006, el lopezobradorismo, se lanzó para destruir a Santiago Creel, pero el panismo orgánico, se decidió contra las encuestas y votó por Felipe Calderón, dejando en el vacío a los contrarios.
Calderón, como conductor del panismo, ha dado varios golpes en preparación de lo electoral: a los medios los ha puesto quietos utilizando el secuestro de varios periodistas para centralizar sus versiones, sin ninguna fuga de información ni cuestionar sus boletines de prensa (destaca el hecho de un vocero del Ejército para dar la versión sobre la muerte de Nacho Coronel). Ahora no hubo escarnio público del cadáver ni fotos, pero sí un mensaje fuerte y claro: Felipe Calderón lanza el cadáver de Coronel a los pies de sus críticos, respondiendo a la acusación de protección al cártel del Chapo Guzmán y dejando el bombazo de La Línea en Ciudad Juárez, sin sustento.
Felipe Calderón y el PAN entran en la disputa del hartazgo, amputándose, pues Diego Fernández de Cevallos y seguidores se encuentran neutralizados. Por otra parte, Calderón hará que 2012 se convierta en un referéndum para respaldar la continuidad de la guerra, uniendo a los que buscan una salida autoritaria al hartazgo.
En el caso de PRD, PT, Convergencia y el lopezobradorismo, la voluntad es profundizar el encono y la división. Las reglas anunciadas para construir un candidato único ya se fueron a la basura. La pauta ya está dada y hay tiempo para todo menos para la democracia interna. Hasta la intelectualidad otrora crítica, festeja que se acuse de traición al que pretenda interponerse al mejor posicionado. Se utiliza a las masas no para unir, sino para golpear y reconstruir el fanatismo. En la disputa del hartazgo, la misma arma: retar, polarizar, dividir. Sólo se admite fe y propaganda. Se busca unir con la guillotina, pues la competencia es traición y toda democracia estorba.
Faltarían analizar a otros actores en la disputa por el hartazgo, como Iniciativa México, el partido de Televisa y Tv Azteca, más otras manipulaciones, que ya veremos en futuras entregas.
En la disputa por el hartazgo, predomina el pensamiento de derecha, los intereses oligárquicos, la ambición de poder personal, las ocurrencias, la necedad, las formas religiosas y sus valores. Culpables y salvadores del hartazgo son lo mismo.
MAGDALENA GÓMEZ
Nuevamente se colocó Andrés Manuel López Obrador en el ojo del huracán. La más reciente concentración en el Zócalo de la ciudad de México demostró, una vez más, que el persistente trabajo político a lo largo y ancho del país lo convierte en el referente obligado para considerarlo como una opción que puede abrir espacio a la posibilidad de que se termine con la lógica de más de lo mismo y un tanto peor que significó el arribo del panismo a la Presidencia de la República. No es tarea fácil la que se anunció el 25 de julio pasado, con todos los factores de poder en contra. Sin embargo la fortaleza y capital político reside en el apoyo popular que pese a todo ha logrado mantener y organizar. Los sectores medios o lo que queda de ellos después de la crisis, en general se inclinarán en el último momento por quien aparezca con más fuerza.
Ojalá se lograra dialogar en serio con los movimientos sociales, ya se vio el costo que ha significado lidiar con el foxismo y el calderonismo después de 70 años de partido de Estado.
Un factor clave en todo este proceso es la elaboración de la propuesta o proyecto alternativo. El grupo de mujeres y hombres que trabajaron en la elaboración del proyecto tienen solvencia profesional, política y moral suficiente, además de que congregan los más diversos campos de conocimiento. Se entiende que se requiriera un punto de partida para la construcción de una propuesta. Sin embargo, de la manera y los tiempos en que se organice la discusión depende la legitimidad de la misma. Lamentablemente aún no se conoce el planteamiento detallado y el enunciado tan lacónico de los 10 puntos no arroja suficientes luces. Hay muchas preguntas que responder para reorientar el rumbo y se supone que habrá apertura para generar un debate sobre los grandes problemas nacionales para decirlo en términos de don Andrés Molina Enríquez.
Me interesó analizar el tratamiento que se da a la transformación del Estado en lógica de inclusión y congruencia con el México pluricultural que somos. No me quedó buen ánimo con los escasos y muy dispersos referentes que se perfilan.
En el punto cuatro, Por una ética republicana y el combate a la corrupción, se menciona acabar con la exclusión social y política: “en tanto que el sistema político no le da suficiente voz y representación a sectores como los pueblos indígenas, las mujeres, jóvenes, y ‘minorías’, como los homosexuales, proponemos un sistema político que garantice los derechos humanos de todos y el acceso efectivo de los ciudadanos a los cargos públicos mediante un sistema de acciones afirmativas”.
De acuerdo con ello. Sin embargo, en el siguiente apartado, Crear una nueva economía, entre otras cuestiones se plantea: Todas las políticas de desarrollo y proyectos económicos tendrán en cuenta sus impactos ambientales y serán sustentables desde el punto de vista ecológico. Hoy, los recursos naturales y la calidad del aire, suelos y agua, han sido objeto de agudos procesos de deterioro. Ello es especialmente notable en los casos de la minería, el turismo, la extracción petrolera, la expansión urbana, y las modalidades industriales de agricultura, pesca, ganadería y producción forestal. Justamente ahí radica uno de los problemas estructurales que están afectando gravemente la sobrevivencia de los pueblos indígenas cuyo enfoque ambientalista, como aparece en el documento, sin el énfasis del impacto sociocultural es, por decir lo menos, la prueba de fuego para un proyecto que realmente se interese en respetar los derechos colectivos de los pueblos indígenas. Por algo se han organizado los últimos años las redes de afectados ambientales, la de defensa del maíz, la de afectados por represas y en todas ellas está presente la participación de pueblos indígenas y campesinos.
La inclusión en el punto nueve, El campo y la soberanía alimentaria, del planteamiento Reconocer los derechos autonómicos de los pueblos indígenas podría tener el orden inverso, pero no eran el punto central pese a su correcta argumentación: Porque durante cinco siglos los indígenas han sido oprimidos casi hasta la extinción, no puede haber cambio profundo sin abatir el colonialismo interno. Esto significa reconocer sus derechos políticos, socioeconómicos y culturales, lo que incluye formas específicas de autogobierno en sus territorios, derechos colectivos al usufructo de los recursos naturales ubicados en sus ámbitos de dominio, aplicación de normas consuetudinarias de convivencia, preservación y desarrollo de su cultura. Sólo que junto a estos postulados se requiere articulación con el conjunto del proyecto y eso atañe a la consabida propuesta de reforma del Estado más allá de las que así se han llamado siendo sólo electorales. El desafío está en romper el gueto conceptual en que suele colocarse a los pueblos indígenas. Entre otras formas, promoviendo su participación directa desde la elaboración de las propuestas.
La disputa por el hartazgo
MARCO RASCÓN
Sólo en México y por nuestra falta de memoria endémica, es posible que los mismos que han llevado el país al carajo, sean hoy los que con envoltura diferente, se presenten como salvadores del hartazgo que ellos construyeron. No obstante, las formas y estructuras de la disputa se repiten paso a paso, con sobrada falta de imaginación, pero absoluta ineficiencia para mostrar una salida clara y segura al país.
Los mismos que se apoderaron de la escena en 2006, preparan la nueva, sin cambio alguno, veamos:
En el PRI, las derrotas en Puebla, Oaxaca y Sinaloa, son en el fondo reacomodos de grupos ligados al viejo régimen, beneficiados del hartazgo local, pero promovidos por la pugna interna que viene desde 2006. Hay pugnas viejas en la bajada y nuevas en la subida.
La derrota no pareciera ser de manera genérica en el PRI, sino dirigida internamente contra los camisas rojas que forjó Roberto Madrazo en su ascenso y caída cuando buscaba llegar a la Presidencia por un atajo. Los camisas rojas, son claramente identificables: usan camisas rojas, en sus actos públicos, en sus escenarios políticos, en su propaganda, son una misma corriente. Las han usado en campañas de Baja California, con Carlos Hank Rohn; en los estados de México, Veracruz, Puebla, Oaxaca y Quintana Roo, pero que para los priístas legislativos y del aparato central del partido, resultan no sólo la competencia interna, sino un obstáculo en la disputa por ser los interlocutores de la oligarquía. Recordemos que el PRI, con la fuerza de los gobernadores y en el Poder Legislativo, no puede unificar al país, pero sí impedir que otros gobiernen.
Los camisas rojas perdieron bastiones gracias a Beltrones y Paredes, pues con ello ganaban posición para definir un candidato propio contra Enrique Peña Nieto, apoyado por el monopolio de los medios y la alta jerarquía de la Iglesia católica. A Peña Nieto la ventaja le cuesta cara, pues se construye con un claro perfil autoritario y de derecha, pero sirve también de señuelo para los que buscan construir su candidatura, no con base en una propuesta propia, sino estableciendo el duelo y confrontación con él. En la disputa por el hartazgo, en el PRI se preparan para la confrontación interna y todos empiezan a cambiar de piel. Sus principales armas, son utilizar las de los otros adversarios, pues mucho ganarán si su guerra se hace invisible y utilizan los la beligerancia interna de los contrarios.
En el PAN, Felipe Calderón afina sus armas y el equipo; lanza su guerra contra el crimen organizado ahora como estrategia electoral y, bajo su propia experiencia, trabaja para un precandidato falso que atraiga la impaciencia de los contrarios, mientras construye el verdadero. Es como en 2006, el lopezobradorismo, se lanzó para destruir a Santiago Creel, pero el panismo orgánico, se decidió contra las encuestas y votó por Felipe Calderón, dejando en el vacío a los contrarios.
Calderón, como conductor del panismo, ha dado varios golpes en preparación de lo electoral: a los medios los ha puesto quietos utilizando el secuestro de varios periodistas para centralizar sus versiones, sin ninguna fuga de información ni cuestionar sus boletines de prensa (destaca el hecho de un vocero del Ejército para dar la versión sobre la muerte de Nacho Coronel). Ahora no hubo escarnio público del cadáver ni fotos, pero sí un mensaje fuerte y claro: Felipe Calderón lanza el cadáver de Coronel a los pies de sus críticos, respondiendo a la acusación de protección al cártel del Chapo Guzmán y dejando el bombazo de La Línea en Ciudad Juárez, sin sustento.
Felipe Calderón y el PAN entran en la disputa del hartazgo, amputándose, pues Diego Fernández de Cevallos y seguidores se encuentran neutralizados. Por otra parte, Calderón hará que 2012 se convierta en un referéndum para respaldar la continuidad de la guerra, uniendo a los que buscan una salida autoritaria al hartazgo.
En el caso de PRD, PT, Convergencia y el lopezobradorismo, la voluntad es profundizar el encono y la división. Las reglas anunciadas para construir un candidato único ya se fueron a la basura. La pauta ya está dada y hay tiempo para todo menos para la democracia interna. Hasta la intelectualidad otrora crítica, festeja que se acuse de traición al que pretenda interponerse al mejor posicionado. Se utiliza a las masas no para unir, sino para golpear y reconstruir el fanatismo. En la disputa del hartazgo, la misma arma: retar, polarizar, dividir. Sólo se admite fe y propaganda. Se busca unir con la guillotina, pues la competencia es traición y toda democracia estorba.
Faltarían analizar a otros actores en la disputa por el hartazgo, como Iniciativa México, el partido de Televisa y Tv Azteca, más otras manipulaciones, que ya veremos en futuras entregas.
En la disputa por el hartazgo, predomina el pensamiento de derecha, los intereses oligárquicos, la ambición de poder personal, las ocurrencias, la necedad, las formas religiosas y sus valores. Culpables y salvadores del hartazgo son lo mismo.
Nacho Coronel y sus amigos del PAN
Álvaro Delgado
MÉXICO, D.F., 2 de agosto (apro).- El hallazgo de una computadora personal de Ignacio Nacho Coronel, tras su ejecución por tropas del Ejército, ha puesto nerviosos a muchos personajes prominentes de la política de Jalisco y de México, porque presuntamente contiene vasta información sobre la red de complicidades al más alto nivel que permitió a este capo operar de manera apacible el trasiego de droga desde esa entidad.
Otros dos datos relevantes en este sentido son, también, los al menos 7 millones de dólares en efectivo ordenados en maletas, supuestamente para el pago de una nómina detallada en la laptop de Nacho Coronel, y las delaciones de Hiram Quiñónez Gastélum, quien como su lugarteniente conocía sus conexiones policiacas y políticas, la mayoría al parecer identificadas con el Partido Acción Nacional (PAN).
Aunque el Ejército custodia esta delicada información obtenida tras la eliminación de Coronel --un éxito que le urgía en medio de tantos cuestionamientos--, alguna ha comenzado a circular al más alto nivel del gobierno de Felipe Calderón, que dispone ahora de mayores datos de la colusión de autoridades de su partido en Jalisco con capos.
Conforme a información extraoficial que ha comenzado a filtrarse no se ha determinado aún qué uso darle a la información encontrada en la Laptop de Nacho Coronel, aunque hay sólo dos opciones para Calderón: Proceder contra jefes policiacos y políticos amafiados o mantener la impunidad.
El rostro adusto que exhibió el gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, en la cena con Felipe Calderón --con motivo de la inauguración del estadio de las Chivas--, quien no le avisó de la operación quirúrgica contra Coronel, realizada horas antes, y el silencio de los exgobernadores Alberto Cárdenas y Francisco Ramírez Acuña, reflejan precisamente este nerviosismo.
De hecho, Ramírez Acuña, exsecretario de Gobernación, presidente de la Cámara de Diputados y aspirante a presidir el PAN, reaccionó con enfado cuando los reporteros le preguntaron su opinión y más datos sobre la captura del capo en la entidad que gobernó hasta diciembre de 2006.
“No, de eso no hay comentario”.
--¿Por qué?
--¡Porque ya los tienes --dijo, iracundo--, no hay más! ¡No tienes que estarlo comentando!
No se entiende la airada reacción de Ramírez Acuña, pero ya se sabe: Los criminales operan a sus anchas por la ineptitud o por la complicidad de las autoridades, y no se entiende el encumbramiento de Jalisco como santuario del narco sin la colusión de policías y los políticos que los designan.
En Jalisco está documentado cómo prominentes narcos de Sinaloa se asentaron junto con sus familias en el área metropolitana de Guadalajara desde principios de los 80, a raíz de la Operación Cóndor, y se insertaron en la frívola burguesía local, gracias a su ostentosa forma de vida.
Miguel Ángel Félix Gallardo, Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto, Rafael Caro Quintero y Manuel Salcido El Cochiloco, entre otros, vivieron como si nada en la capital de Jalisco, con el conocimiento de gobernadores priistas como Flavio Romero de Velasco, Carlos Rivera Aceves, Enrique Álvarez del Castillo y Guillermo Cossío Vidaurri.
Con la llegada del PAN al gobierno estatal se mantuvo el paraíso para los narcos y hasta se acrecentó: En enero de 2001, al iniciar el gobierno de Vicente Fox, cuyo gobernador era Alberto Cárdenas, Joaquín El Chapo Guzmán Loera se fugó del penal de máxima seguridad de Puente Grande.
Algunos de los cómplices sinaloenses en la fuga, o sus familias, tenían residencia en Jalisco: Juan José Esparragoza El Azul, Ismael El Mayo Zambada, Ignacio Nacho Coronel y los hermanos Beltrán Leyva, que entonces conformaban La Federación.
Eso lo sabían los gobernantes y jefes policiacos, pero es evidente que gozaban de protección al más alto nivel, sin la que no es posible entender un episodio ocurrido en marzo del año pasado: La captura y libertad de José Ángel Carrasco Coronel, sobrino de Nacho.
Resulta que El Changel, como se le conocía, fue detenido el 14 de marzo junto con otros cinco hombres, tras una balacera con militares en el municipio de Tlajomulco, y quedaron a disposición de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y las armas se entregaron a la Procuraduría General de la República (PGR).
Pero luego la propia PGJE dijo que a los sospechosos no se les comprobó delito y como tampoco tenían las cinco pistolas, que estaban en la PGR, los dejaron libres. Esto, a pesar de que el procurador, Tomás Coronado, aseguró que los detenidos habían sido puestos a disposición de la PGR, a la que nunca llegaron.
De la captura del sobrino de Nacho Coronel informó, también, el subsecretario de Seguridad Pública Federal, Francisco Niembro, quien aseguró que su identidad fue verificada y validada en el sistema Plataforma México.
El caso es que Carrasco Coronel no fue molestado hasta que el Ejército lo liquidó, el mismo día que su tío, porque ya no lo protegieron personajes que, al parecer, aparecen en la computadora que tiene nerviosos a muchos panistas de Jalisco....
Álvaro Delgado
MÉXICO, D.F., 2 de agosto (apro).- El hallazgo de una computadora personal de Ignacio Nacho Coronel, tras su ejecución por tropas del Ejército, ha puesto nerviosos a muchos personajes prominentes de la política de Jalisco y de México, porque presuntamente contiene vasta información sobre la red de complicidades al más alto nivel que permitió a este capo operar de manera apacible el trasiego de droga desde esa entidad.
Otros dos datos relevantes en este sentido son, también, los al menos 7 millones de dólares en efectivo ordenados en maletas, supuestamente para el pago de una nómina detallada en la laptop de Nacho Coronel, y las delaciones de Hiram Quiñónez Gastélum, quien como su lugarteniente conocía sus conexiones policiacas y políticas, la mayoría al parecer identificadas con el Partido Acción Nacional (PAN).
Aunque el Ejército custodia esta delicada información obtenida tras la eliminación de Coronel --un éxito que le urgía en medio de tantos cuestionamientos--, alguna ha comenzado a circular al más alto nivel del gobierno de Felipe Calderón, que dispone ahora de mayores datos de la colusión de autoridades de su partido en Jalisco con capos.
Conforme a información extraoficial que ha comenzado a filtrarse no se ha determinado aún qué uso darle a la información encontrada en la Laptop de Nacho Coronel, aunque hay sólo dos opciones para Calderón: Proceder contra jefes policiacos y políticos amafiados o mantener la impunidad.
El rostro adusto que exhibió el gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, en la cena con Felipe Calderón --con motivo de la inauguración del estadio de las Chivas--, quien no le avisó de la operación quirúrgica contra Coronel, realizada horas antes, y el silencio de los exgobernadores Alberto Cárdenas y Francisco Ramírez Acuña, reflejan precisamente este nerviosismo.
De hecho, Ramírez Acuña, exsecretario de Gobernación, presidente de la Cámara de Diputados y aspirante a presidir el PAN, reaccionó con enfado cuando los reporteros le preguntaron su opinión y más datos sobre la captura del capo en la entidad que gobernó hasta diciembre de 2006.
“No, de eso no hay comentario”.
--¿Por qué?
--¡Porque ya los tienes --dijo, iracundo--, no hay más! ¡No tienes que estarlo comentando!
No se entiende la airada reacción de Ramírez Acuña, pero ya se sabe: Los criminales operan a sus anchas por la ineptitud o por la complicidad de las autoridades, y no se entiende el encumbramiento de Jalisco como santuario del narco sin la colusión de policías y los políticos que los designan.
En Jalisco está documentado cómo prominentes narcos de Sinaloa se asentaron junto con sus familias en el área metropolitana de Guadalajara desde principios de los 80, a raíz de la Operación Cóndor, y se insertaron en la frívola burguesía local, gracias a su ostentosa forma de vida.
Miguel Ángel Félix Gallardo, Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto, Rafael Caro Quintero y Manuel Salcido El Cochiloco, entre otros, vivieron como si nada en la capital de Jalisco, con el conocimiento de gobernadores priistas como Flavio Romero de Velasco, Carlos Rivera Aceves, Enrique Álvarez del Castillo y Guillermo Cossío Vidaurri.
Con la llegada del PAN al gobierno estatal se mantuvo el paraíso para los narcos y hasta se acrecentó: En enero de 2001, al iniciar el gobierno de Vicente Fox, cuyo gobernador era Alberto Cárdenas, Joaquín El Chapo Guzmán Loera se fugó del penal de máxima seguridad de Puente Grande.
Algunos de los cómplices sinaloenses en la fuga, o sus familias, tenían residencia en Jalisco: Juan José Esparragoza El Azul, Ismael El Mayo Zambada, Ignacio Nacho Coronel y los hermanos Beltrán Leyva, que entonces conformaban La Federación.
Eso lo sabían los gobernantes y jefes policiacos, pero es evidente que gozaban de protección al más alto nivel, sin la que no es posible entender un episodio ocurrido en marzo del año pasado: La captura y libertad de José Ángel Carrasco Coronel, sobrino de Nacho.
Resulta que El Changel, como se le conocía, fue detenido el 14 de marzo junto con otros cinco hombres, tras una balacera con militares en el municipio de Tlajomulco, y quedaron a disposición de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y las armas se entregaron a la Procuraduría General de la República (PGR).
Pero luego la propia PGJE dijo que a los sospechosos no se les comprobó delito y como tampoco tenían las cinco pistolas, que estaban en la PGR, los dejaron libres. Esto, a pesar de que el procurador, Tomás Coronado, aseguró que los detenidos habían sido puestos a disposición de la PGR, a la que nunca llegaron.
De la captura del sobrino de Nacho Coronel informó, también, el subsecretario de Seguridad Pública Federal, Francisco Niembro, quien aseguró que su identidad fue verificada y validada en el sistema Plataforma México.
El caso es que Carrasco Coronel no fue molestado hasta que el Ejército lo liquidó, el mismo día que su tío, porque ya no lo protegieron personajes que, al parecer, aparecen en la computadora que tiene nerviosos a muchos panistas de Jalisco....