PEÑA NIETO, OPORTUNISMO AUTORITARIO.

27 ago 2010

El pulso.

LUIS JAVIER GARRIDO

El país se halla inmerso, al cumplirse 200 años del inicio de la Revolución de Independencia y 100 del comienzo de la Revolución Mexicana, en un proceso de descomposición del poder público y de sus instituciones, de amplios sectores de la clase empresarial y de diversos sectores de la misma sociedad, que ha sido inducido y forjado desde la cúspide del Estado y que urge revertir.
1. La tesis de que el desastre actual en el que se halla inmerso México ha sido generado por el crimen organizado y agravado por las fuerzas sociales y políticas del país que, según el gobierno panista, no han colaborado con él en su cruzada militar y en la imposición del proyecto neoliberal, nunca fue creíble y ha terminado por derrumbarse estrepitosamente, haciendo aparecer la crítica situación actual en su verdadera dimensión: como una consecuencia de la imposición de las políticas económicas y sociales monetaristas en violación abierta al marco constitucional mexicano, del saqueo de los recursos estratégicos del país por un grupo de políticos y seudo empresarios amafiados y en abierta asociación con intereses trasnacionales, de la utilización de las instituciones de la República en función de intereses facciosos, de la incompetencia e ineptitud absolutas del gobierno surgido del PAN y de la estrategia utilizada en este sexenio de buscar desviar la atención de los mexicanos al generar un escenario de violencia inusitada con su “guerra contra el narco”.
2. La insistencia de Felipe Calderón en seguir utilizando con afanes propagandísticos político-electorales en vistas al 2012 las mismas tesis simplistas en reclamos publicitarios de radio y televisión que rebasan cualquier campaña mediática que se recuerde en el país, como lo hizo también con Joaquín López Dóriga de Televisa el martes 24 y el miércoles 25, han suscitado sin embargo una nueva oleada de refutaciones a sus aseveraciones, que evidencia la gravedad de la crisis en que se halla México, pues vienen no nada más de los diversos sectores de la izquierda sino del PRI y de las propias fuerzas conservadoras, colmados todos por la ineptitud y la mentira del gobierno, a lo que se agregan nuevas informaciones.
3. La difusión que ha hecho a finales de este mes de agosto el portal Wikileaks de nuevos expedientes de la CIA, que documentan, como ya se sabía, que el gobierno de Estados Unidos auspicia a través de esta agencia la comisión de actos de terrorismo en diversas partes del mundo para generar escenarios de violencia y hacer viables las políticas económicas de Washington y propiciar el mejor control de las multinacionales de los recursos estratégicos del planeta –en una coyuntura en la que Washington ha pretendido que los terroristas son los otros– no ha hecho de entrada más que confirmar que la estrategia de la guerra contra el narcotráfico de Calderón, que tantos estragos ha causado al país, le fue impuesta a éste desde el exterior con fines aviesos, para que con la lógica de la guerra preventiva de Bush, México se hundiera en una espiral de violencia.
4. Los objetivos domésticos de la militarización del país, que según se ha discutido en estos años, eran en lo esencial tanto consolidar a un gobernante espurio en Los Pinos como amedrentar a los movimientos sociales para favorecer el desmantelamiento de la nación y propiciar las condiciones para hacer de México un territorio de mano de obra barata, palidecen ante los fines internacionales que se han pretendido con tal militarización y que son cada vez más claros: pues se busca presentar a México como un Estado fallido y a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, lo que justificaría desde la perspectiva de las tesis bushianas una intervención directa conforme a los intereses de Washington, como se discute entre otros libros en el reciente del profesor George W. Grayson Mexico, narco-violence and a failed state (Transaction Publishers, Washington, 2009, 276 pp.).
5. El tono de autodefensa que tiene Calderón ante los señalamientos de su fracaso, y las acusaciones hacia el PRI respondidas por los priístas de manera cada vez más contundente, no hacen sin embargo más que evidenciar el desastre en el que se halla el país y la ferocidad con la que los grupos oligárquicos pelean ya desde ahora la silla presidencial, pero no es de la confrontación de los dos corresponsables de lo que acontece de donde saldrá la solución.
6. Las mentiras deliberadas del gobierno panista, ocultando información, tergiversando las cifras y utilizando las estadísticas del Inegi para falsear la realidad, son conocidas de todos, pero no es hasta ahora que los priístas parecen verlas. La andanada contra el gobierno panista la inició esta semana Francisco Labastida señalando con justicia el día 23 en Acapulco que Calderón oculta el colapso económico, y tras subrayar sus políticas deliberadas para llevar a Pemex a la muerte y al IMSS a la ruina, lo comparó con un avestruz que no sólo no quiere ver los problemas sino que busca ocultarlos.
7. El problema de México, agregó Francisco Rojas, es no tener una economía sólida que haga que el país progrese, que genere los empleos que se requiere y los resultados de la gestión actual indican que el crecimiento es inexistente, afirmaciones que suscitaron la cólera de Los Pinos y una andanada contra el PRI en los medios.
8. Las críticas de los priístas son ciertas, pero llegan a destiempo y carecen de autoridad moral, pues Calderón llegó a Los Pinos gracias a su respaldo institucional al fraude electoral de 2006 y se ha mantenido en el poder por ellos, que no pueden negar ser corresponsables del desastre nacional. Ciertamente, como decía Francisco Rojas el miércoles 25, el PRI le ha brindado un amplio respaldo en las cámaras legislativas y le ha aprobado sus exigencias esenciales, desde más de 25 instrumentos legislativos hasta los recursos para la supuesta guerra triplicándosele el presupuesto y, habría que agregar, sus políticas contra los trabajadores y contra la nación, por lo que habría que concluir que los reclamos quejumbrosos de Calderón de un apoyo incondicional son insensatos.
9. El estilo personal de gobernar de Calderón, que va de la indolencia y el desprecio ante los problemas del pueblo al autoritarismo para tratar de imponer las políticas que favorecen a los grupos oligárquicos, es grosero y el país lo repudia, porque requiere, como decía Enrique Peña Nieto en Ixtapan el martes 24 ante los diputados del PRI, de un liderazgo que cohesione a México en vez de enfrentarlo y que actúe sin sesgos clientelistas, pero no es con un nuevo autoritarismo como el que propone el gobernador mexiquense y con un Ejecutivo respaldado mecánicamente por el Congreso, como el que él sugiere, como van a resolverse los problemas del país harto del autoritarismo blanquiazul y tricolor.
10. México requiere para salir de la gravísima crisis en la que se halla sustentarse en políticas económicas y sociales que sean conformes al marco constitucional, terminar con el apoderamiento que han hecho unos cuantos grupos mafiosos de los recursos estratégicos de la nación, poner un alto a la corrupción que asfixia al país, establecer instituciones políticas y sociales que funcionen en el marco de la ley y en función de los intereses del pueblo pero, previamente, terminar con el escenario de violencia militar generado y consolidado por el gobierno panista en función de sus intereses y que ha sido un gran crimen contra la nación: y para ello requiere de otro gobierno y de otras gentes, y ni el PRI ni el PAN son una alternativa.

Astillero
A como dé lugar. Masacre endurece discurso
2006: asaltar el Congreso. ¿Lo peor? Muerte de Mouriño
JULIO HERNÁNDEZ LÓPEZ
Felipe Calderón pretende convertir el escándalo mundial de la matanza de San Fernando en un apuntalamiento, por exacerbación, de sus políticas guerreras. Colocado en una crítica situación latinoamericana, con gobiernos extranjeros exigiendo justicia, el jefe de las operaciones nativas antinarcóticos ha elevado la dureza de sus palabras, hasta llegar al punto de insinuar que lo espolea la tentación de rebasar límites y combatir sin ataduras a delincuentes bestiales: Como presidente no puedo decirlo: a como dé lugar, pero me dan ganas de decirlo. La tentativa de conjugación futurista de la frase clásica del comicial haiga sido como haiga sido (ahora sería haiga de ser como haiga de ser) se produjo durante una entrevista radiofónica con Joaquín López Dóriga, durante la gira de micrófonos que por la cercanía de su cuarto informe de actividades está desarrollando el licenciado Calderón y en la que ayer agregó, a sus crecientes muestras de enojo y desesperación, los señalamientos de que ya le está cansando tanta impunidad derivada de actuaciones judiciales sospechosas y ciertas pataletas de denuncias de violaciones de derechos humanos, e incluso deslizó que el asesinato del candidato priísta a gobernar Tamaulipas pudo haber sido cometido por el propio... (inaudible en la grabación de Radio Fórmula).
Así, deseoso de transferir la responsabilidad oficial de lo sucedido en el rancho macabro al ámbito de los perfiles conductuales de los criminales pertenecientes al bando más malo de los narcotraficantes, Calderón cree contar con un incentivo más para sostener su muy impugnada guerra contra el narcotráfico, en la que el bando de Los Zetas parecería estar agotando su capacidad de reclutamiento natural pues, según la versión oficial sobre la masacre tamaulipeca, los migrantes habrían sido asesinados por negarse a una leva desesperada.
Felipe de retraso táctico que a casi cuatro años de haber desatado combates circunscritos a las armas de fuego cae en cuenta de que también es importante deshabilitar la base económica de los adversarios (a pesar de que ya Napoleón aseguraba que las guerras se ganaban con la trinidad formada por dinero, dinero y dinero). Felipe que lanza iniciativas de reformas legales para combatir el lavado de dinero que en México es alegre práctica empresarial consentida y sostén básico de la economía nacional. Felipe cuya tenue canciller desgrana sin aliento las fórmulas de condolencia que ya se van haciendo clásicas en el archivo del calderonismo.
El empaque personal e institucional de Calderón está a prueba ante la peor tragedia de las muchísimas que ha generado su guerra desquiciada, y lo que hasta hoy se ve parece de muy poca monta. El jefe formal de un Estado que en Latinoamérica todavía se recuerda como poderoso confiesa ser incapaz hasta de guardar información básica peligrosa (aunque, en el caso de Ignacio Coronel, el sellamiento informativo fue marcial): di la orden de que se cuidara la identidad del testigo, que no se reprodujeran imágenes del testigo, que mucho menos su nombre, y habrá que investigar por qué ocurre eso, dijo al excusarse de que se hubieran revelado esos datos que ponen en riesgo mortal a un superviviente ecuatoriano como sucedió con familiares de un marino caído en el ataque a un jefe narco en Cuernavaca. Pero el muy sincero ocupante de Los Pinos se acogió a una fórmula de autobenevolencia: Yo entiendo que hay una gran presión de los medios nacionales e internacionales. Sergio Sarmiento, quien lo entrevistaba, precisó: Pero nosotros presionamos, pero también se nos puede decir que no, y el empequeñecido interlocutor le respondió: Así es. Habrá que ver qué tan poderosos son los medios. La verdad es que no siempre se les puede decir que no. Palabra de Felipe.
Y un raro reconocimiento de la irregularidad violenta de su rendición de protesta: hablando de las exigencias priístas para que vaya a San Lázaro, Calderón recordó: ... si te fijas, se empezó a discutir este tema del informe cuando se denigró la vida en la Cámara con los informes. Presidentes que eran impulsados, bloqueados; al propio presidente Fox no lo dejaron ni llegar al salón de plenos. A lo que Sarmiento comentó: En el 2006. Y FC se siguió de largo: Yo para tomar posesión tuve que tomarla, prácticamente. Sarmiento deslizó: Por asalto. Y Calderón no refutó ni protestó por el señalamiento de asaltante: Vaya, con mucha decisión y con mucho valor de los diputados y senadores panistas. Pero lo hice porque era mi deber constitucional.
Y, entre las confesiones de jueves, Sarmiento le preguntó cuál había sido el peor momento de su gobierno, y Felipe no citó las matanzas de los jóvenes de Ciudad Juárez o San Fernando, la muerte de los niños de la guardería ABC, el crimen de dos estudiantes de excelencia del Tec de Monterrey, el lanzamiento al desempleo de decenas de miles de jefes de familia, o la suma de más de 28 mil mexicanos muertos en refriegas oscuras: Para mí, claramente, es la muerte de Juan Camilo Mouriño. Que fue un golpe demoledor para mí, en lo personal, una persona que le tenía un enorme afecto, y para el gobierno, era el secretario de Gobernación. Y además, la forma tan trágica en que fallece. Falleció a 500 metros de donde estamos nosotros. Que caiga un avión en la ciudad de México es verdaderamente insólito, y que dentro de ese avión vaya el secretario de Gobernación es todavía más. Te confieso que yo, al principio, no creí que fuera un accidente. Estaba totalmente convencido de que se trataba de un atentado, pero hizo revisiones profundas y peritajes, trajo expertos extranjeros, agotó recursos y concluyó que lo del querido Juan Camilo había sido solamente un accidente, el peor de todos los habidos en cuatro años de México convertido en funeraria social ahora de pésima fama internacional.
Y, mientras en Guerrero el Dia se hace de otro priísta para cerrarle el paso al PRI, y el senador Gustavo Madero aparece como la nueva propuesta de docilidad a imponer en el PAN-gobierno, ¡feliz fin de semana!

Lujambio: la superficialidad y la ignorancia
Sara Lovera

MÉXICO, D.F., 26 de agosto (apro).- Uno de los grandes proyectos de la nación mexicana, desde la Independencia, fue sacar de la ignorancia a sus habitantes.
La democracia y la libertad son los dos signos filosóficos y políticos del proyecto educativo que arrancó en el siglo XIX. Y el Artículo Tercero Constitucional, precisamente, pone por encima de la moral el tema de la democracia.
La primera Dirección de Instrucción Pública, que se instituyó a iniciativa de Valentín Gómez Farías –varias veces presidente–, estaba fundamentada en el método Lancasteriano, siempre pensando en la urgencia de atender a muchas personas, a una amplia población. Esto en plena construcción de la República, con una visión laica e inclinada a desarrollar la democracia y dar oportunidades a las masas, seguramente de indios e indias que estaban dispersos en las comunidades del país.
Los científicos de Porfirio Díaz acercaron a la elite lo que entonces se discutía del positivismo en Europa, así como de Ilustración, y tal vez por ello en el Porfiriato se abrieron las escuelas de artes y oficios para mujeres.
Es decir, la idea de aprender, de masificar el conocimiento como algo realmente valioso, integrante de la visión de país, incluyendo a las niñas, como examina Samuel Ramos en El Perfil del Hombre y la Cultura en México, dio lugar a la reflexión. Nadie podría hablar de desarrollo del pensamiento sin aquel Ateneo de la Juventud a que se refiere Ramos.
No venimos de la nada, señor secretario Alonso Lujambio. ¿Por qué lo reclamo? Por su absoluta superficialidad y su incapacidad para ser heredero de esa fortaleza que es la Secretaría de Educación Pública, no sólo por los frescos de Diego Rivera que están ahí vigilantes de la cultura, sino por lo que ha representado en la construcción de nuestra identidad.
Los gastos y las respuestas sobre las tonterías de la fiesta del bicentenario lo han hecho derrapar y mostrar su verdadero rostro, señor Alonso Lujambio, nada más y nada menos que el encargado de la política educativa nacional.
Y Lujambio, que se retrata para promocionarse como precandidato a la presidencia de México, es tan superficial que no atina a responder por qué las 34 canciones para el bicentenario fueron escritas y arregladas --de arreglo musical- digo-- sólo por hombres; que para ello, entre sus amigos, el señor Leoncio Lara tuvo 600 millones de pesos para repartir y no sabía que había mujeres músicas, que no las llamó a participar, menos a concursar con los hombres, porque no hizo concurso. Y dice este señor Leoncio Lara que no tiene idea de cómo se aplica “la cuota de género”.
Esto es el colmo. Un verdadero horror de ignorancia y superficialidad ¿Quién le dijo a Lujambio que se trata de una cuota? No, señor Lujambio, no señor Leoncio Lara, no es un tema de cuota. Se trata de saber que en este país hay hombres y mujeres haciendo música desde el siglo XIX, ya de manera formal; se trata de saber que en las escuelas de música se han formado compositoras y compositores desde hace años, a pesar de que el neoliberalismo intentó desaparecer por completo las escuelas de iniciación artística de Bellas Artes. Como se lee.
Se han creado 34 canciones –algunas totalmente ridículas, sin gusto y malas-- para los festejos del bicentenario, todas hechas por hombres, pedidas entre amigos, sin concurso. La ignorancia es tan grave, que el señor secretario de Educación Pública no sabe historia y no sabe en qué lío se metió, porque tal vez incurre en falta administrativa grave al no hacer concurso y, encima, excluir a las creadoras.
Hay que contarle al señor secretario de Educación Pública que cuando se pensó en un Himno Nacional, como elemento fundamental para forjar la identidad de mexicanos y mexicanas que triunfaron en la guerra de la independencia, hubo un concurso, se llamó a toda la población para que participara, con el deseo de ver quién expresaba mejor el sentimiento nacional de aquella época --por cierto salió un himno guerrero y machín--, pero, en fin, lo importante, escúchese bien, es que se concursó, y fueron el poeta Francisco González Bocanegra y el músico Jaime Nunó los elegidos.
Se sabe que uno de los dos no quería, y fue precisamente su hermana quien lo impulsó y lo encerró por días, según los cuentos del profesorado en la época en que estudié la primaria.
Ahora nada. Estos neoliberales, conservadores e ignorantes, han tomado la batuta. Los gastos millonarios para las fiestas del bicentenario, de más de 2 mil 700 millones de pesos, son escandalosos. Lo que ha sucedido con las canciones, hechas sólo por músicos varones, revela que no sabremos cómo y con quién se reparten los recursos, lo que se suma a la gravedad de la exclusión de las artistas.
Lo de Lujambio es una vergüenza. Acabo de leer, el pasado lunes 23, que le rectificó al rector de la UNAM la cifra de jóvenes de 15 a 18 años que no estudian ni trabajan, asegurando que lo exacto son las estadísticas oficiales de INEGI, no las que expresó José Narro.
Pero existe un abismo entre lo que expone el Instituto Nacional de Geografía y la encuesta que la propia Secretaría de Educación Pública hizo, y ahora resulta que ¿se la inventó el público, el rector, cualquier comentarista? No hay seriedad, señor secretario.
A mí me da pena este señor Lujambio, cuyo libro de política está en una cadena de tiendas, como pidiendo que lo pongan en las novedades, además de que se toma fotografías pensando en que su “guapura” es un elemento electoral. Y más: aprobó el cambio de libros de texto minimizando hechos históricos, como el del 2 de Octubre de 1968; se lima y arregla las uñas de las manos, pero no tiene idea de que en México las niñas y los niños van a la escuela juntos, desde la época de Gómez Farías, y que las primeras mujeres profesionistas mexicanas se recibieron en tiempos de don Porfirio: la primera dentista Margarita Chorné y Salazar (1886) y la primera médica Matilde Montoya (1887).
No sabe que la señora, ahora diputada federal, Josefina Vásquez Mota, fue secretaria de Educación Pública porque las mujeres forman parte del entramado social de este país. Otras mujeres también hacen música o son de las más brillantes pintoras.
Pero hay más. El señor Lujambio no sabe que las maestras (el primer gremio masivo del país, porque el plan de nación tenía en el centro la idea de esparcir el conocimiento) son las actoras principales en la historia de México para pedir el voto ciudadano de todas las mujeres; ellas, además, fueron promotoras originarias de algunos otros derechos de las mujeres, que según el último censo de población, representan poco más de la mitad de la población (cifra institucional).
Es verdad. El diagnóstico del Banco Mundial sobre la falta de eficacia del sistema educativo de los gobiernos panistas de hace más de una década y de la ignorancia de los ejecutores de la política han dejado en el rezago a miles y miles de jóvenes. Cayó la calidad educativa y desgraciadamente parecemos un país sin futuro.
No digo que los únicos responsables sean los políticos panistas, retrógradas e ignorantes, sino que 10 años de panistas, sin conocimiento de la historia, sin títulos ni capacidades de estadistas, con espíritu guerrero como el de Felipe Calderón, le pusieron la cereza al pastel, ya que se aliaron con lo más nefasto del SNTE y no sabremos qué pasa con el dinero del pueblo.
Pero, entre todos, el señor Alonso Lujambio es un lujo, porque subió dos pisos del edificio de la SEP y se creyó, como Fox, que ya estaba en Los Pinos. La diferencia entre este secretario y Vicente Fox es solamente el sombrero. Lujambio pactó con las trasnacionales de frituras, refrescos light y porquerías alimenticias para vender en las escuelas, y Fox lo hizo con una refresquera trasnacional.