JUSTICIA, EN ARGENTINA.

23 dic 2010

La junta militar impuso el terrorismo de Estado

STELLA CALLONI

Corresponsal

Periódico La Jornada

Jueves 23 de diciembre de 2010, p. 3

Buenos Aires, 22 de diciembre. Los desaparecidos son eso: desaparecidos. No están ni vivos ni muertos, están desaparecidos, dijo en 1980 el dictador Jorge Rafael Videla, respondiendo con una sonrisa a una pregunta de periodistas sobre las denuncias internacionales en relación con lo que sucedía en Argentina.

El 24 de marzo de 1976, como comandante en jefe del ejército, Videla encabezó el golpe de Estado contra el gobierno de Isabel Martínez de Perón y fue designado presidente de facto. Integró la junta militar con el contralmirante Emilio Massera, por la marina, y Orlando Ramón Agosti, por la fuerza aérea.

Los primeros pasos fueron la disolución del Congreso, la imposición de la ley marcial en todo el país y ejercer el gobierno mediante decretos. Desde las primeras horas se realizaron detenciones, incluyendo a gobernantes, funcionarios, y otras más selectivas. Se impuso el terrorismo de Estado.

Y desde esos mismos momentos comenzaron los asesinatos y las desapariciones forzadas, como se registra en lo que fue la primera investigación de una comisión creada por el presidente Raúl Alfonsín, el primero de la recuperación democrática, en 1983.

El libro Nunca más recoge una de las historias más terribles de América Latina, y esa investigación abriría la puerta al Juicio a las Juntas, en 1985.

Lamentablemente, ante presiones militares y políticas, en 1986-1987 fueron enviadas y votadas por el Congreso las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, que establecieron la impunidad para los centenares de acusados.

Los jefes militares quedaron en prisión, pero fueron indultados por el ex presidente Carlos Menem entre 1989 y 1990.

Parecía que nada iba a suceder, pero la lucha de los organismos de derechos humanos continuó sin descanso.

En 1977 habían aparecido las Madres de Plaza de Mayo, que conmovieron al mundo con su coraje y resistencia. Y también las Abuelas. El mundo conoció los horrores de la dictadura.

No sólo argentinos, sino extranjeros, fueron asesinados aquí, lo cual abrió la posibilidad de juicios que comenzaron en el exterior.

Entre los hitos de la recuperación de la verdad en 1995, el ex capitán de marina Adolfo Scilingo confesó lo que ya se conocía entre familiares: la existencia de los llamados vuelos de la muerte, por medio de los cuales arrojaban vivos y drogados al mar a miles de prisioneros.

Fue el caso de las tres primeras Madres Fundadoras de Plaza de Mayo, secuestradas, torturadas y luego arrojadas vivas al mar y cuyos cadáveres aparecerían casi milagrosamente muchos años más tarde, como un dedo acusador.

Con la llegada de Néstor Kirchner al gobierno, en 2003, se produjo un fuerte cambio en el tema de derechos humanos. Hitos memorables fueron las medidas de separar de las fuerzas armadas a los responsables de aquellos hechos, la recuperación de los centros clandestinos de detención como la Escuela de Mecánica de la Armada, donde desaparecieron a unas 5 mil personas. También el envío al Congreso del proyecto por el que habían luchado los organismos para la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.

Lo anterior se concretó en 2005, y desde entonces se abrieron los juicios en todo el país. Hoy es un día histórico. Videla fue condenado finalmente.

No, no se podía fusilar. Pongamos un número, pongamos 5 mil. La sociedad argentina no se hubiera bancado (soportado) los fusilamientos: ayer dos en Buenos Aires, hoy seis en Córdoba, mañana cuatro en Rosario, y así hasta 5 mil. No había otra manera. Todos estuvimos de acuerdo en esto. Y el que no estuvo de acuerdo se fue. ¿Dar a conocer dónde están los restos? Pero, ¿qué es lo que podemos señalar? ¿En el mar, el río de la Plata, el riachuelo? Se pensó, en su momento, dar a conocer las listas. Pero luego se planteó: si se dan por muertos, enseguida vienen las preguntas que no se pueden responder: quién mató, dónde, cómo, esta fue una de las declaraciones de Videla que figuran en el libro El dictador, de María Seoane y Vicente Muleiro.

Ejecutan a médico que iba a mitin de protesta por asesinato de Marisela Escobedo

La redacción



CIUDAD JUÁREZ, Chih., 22 de diciembre (apro).- Cuando subía a su automóvil, estacionado frente a su vivienda, el médico Alfonso Pérez Domínguez, de 46 años, fue rafagueado por un comando, informó la Fiscalía General del estado.

Testigos declararon a la autoridad que el doctor se disponía a asistir a una manifestación que se celebró este día contra el asesinato de la activista Marisela Escobedo.

Cuatro médicos han sido asesinados y más de quince secuestrados este año en Ciudad Juárez, según datos basados en información del gobierno de Chihuahua.



Baja escolaridad entre maestros de prescolar y primaria comunitarias

Del profesorado, apenas 98.8% tiene bachillerato, mientras los alumnos en la modalidad indígena tienen las mayores carencias: sólo 0.5% de las escuelas básicas tiene computadora

KARINA AVILÉS



Periódico La Jornada

Jueves 23 de diciembre de 2010, p. 40

Pese a que son los profesores que atienden a los alumnos con las condiciones socioeconómicas más desfavorables y los niveles de menor logro educativo, apenas 1 por ciento de los maestros que imparten clase en el prescolar comunitario cuenta con licenciatura, mientras en primaria el porcentaje sólo llega a 4.8 por ciento, de acuerdo con el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE)

Asimismo, los niños de las escuelas de modalidad indígena y comunitaria son quienes tienen las mayores carencias en los espacios destinados para el estudio, pues sólo 0.5 por ciento de las primarias comunitarias tiene una computadora para uso educativo.

“De acuerdo con las conclusiones de diversos especialistas en preparación docente, sería deseable que fueran los docentes con mayor preparación y experiencia quienes atendieran a los alumnos en estas condiciones.

Lo anterior obedece al reconocimiento de que sin docentes calificados en las escuelas que atienden alumnos de contextos socioeconómicos desfavorables es prácticamente imposible obtener logros y reducir las brechas existentes entre ellos y los menores que acuden a otras modalidades de servicio escolar, advierte el INEE en el estudio El derecho a la educación en México.

Sin embargo, 98.8 por ciento de los profesores de las escuelas comunitarias de prescolar apenas tiene bachillerato. En el caso de la primaria, el porcentaje no es muy distinto, ya que 93.2 por ciento de los docentes cursó la preparatoria o un nivel educativo de secundaria o variantes tecnológicas.

El posgrado simplemente no opera en la formación de los docentes que atienden a los niños de prescolar de la enseñanza comunitaria y únicamente 1.5 por ciento de los mentores que imparten clase en la primaria indígena ha cursado una maestría o un doctorado.

Además, en estas escuelas se presentan las mayores carencias. Los materiales audiovisuales llegan apenas a 17.7 por ciento de los alumnos de prescolar, y los de observación y experimentación a 22 por ciento.

En la educación secundaria, también son grandes las brechas entre las diferentes modalidades. Mientras en telesecundaria solamente 9.3 por ciento de las escuelas tienen al menos una computadora conectada a Internet, en los planteles de paga la cifra llega a 87.2 por ciento.

El INEE destaca que el derecho a la educación no está siendo garantizado plenamente para todos los niños en todas las modalidades del servicio educativo, pues existe una distribución desigual e inequitativa de las condiciones para la enseñanza y el aprendizaje.

Educando para la mediocridad

Denise Dresser



MÉXICO, D.F., 22 de diciembre.- A principios de mes se hicieron públicos los resultados de la prueba educativa internacional –PISA– y nuevamente México volvió a quedar en un mal lugar. Quizás en la Secretaría de Educación Pública hay quienes se congratulen porque “por lo menos” estamos arriba de Albania, Argentina, Azerbayán, Brasil, Indonesia, Jordania, Kazajastán, Panamá, Perú y Qatar. Pero será un pobre consuelo. A pesar de algunos pequeños avances documentados por la OCDE, las mediciones mostradas en matemáticas, ciencias y lectura resaltan un sistema educativo en crisis. En lugar de educar para la prosperidad, las escuelas públicas del país están educando para la mediocridad. Para la parálisis. Para el rezago. Para que el país, en términos comparativos, pierda cada vez más terreno en la competencia internacional en lugar de irlo ganando.

La verdadera sorpresa para muchos fue la posición de Shanghai-China. En su primera medición, la ciudad ocupó el primer lugar a nivel global en las tres áreas evaluadas. Y más impresionante aún: las escuelas chinas con las peores evaluaciones quedaron a la mitad de la tabla de todos los países que participaron, incluyendo los miembros de la OCDE. China, en una generación, ha logrado transitar del atraso a la excelencia, demostrando así que es posible hacerlo. Pero en México insistimos en negar la realidad o cerrar los ojos frente a ella. En muchos otros lugares del mundo, el avance chino ha producido señales de alarma en los pasillos del poder, entre los maestros, y más aún entre los padres de familia, preocupados por escuelas que no satisfacen las necesidades educativas más básicas. En Estados Unidos, por ejemplo, Barack Obama se ha referido a los resultados chinos como un “momento Sputnik”, recordando cuando la antigua Unión Soviética lanzó un satélite al espacio, demostrando que estaba a la par con su adversario en cuanto a avances tecnológicos. China ahora le demuestra al mundo que también se está convirtiendo en una potencia educativa.

En México, sin embargo, los resultados de la prueba PISA ocuparon las primeras planas de algunos diarios durante un par de días y después el tema regresó al cajón. Al archivero. Al último lugar de las prioridades nacionales, desplazado por la boda de Enrique Peña Nieto, la elección interna del PAN y la última ronda de encuestas políticas. La pasión por mejorar la educación parece estar confinada a grupos pequeños de ciudadanos preocupados y algunas ONG como Mexicanos Primero. Como ha sugerido David Calderón, estamos tan mal educados que ni siquiera sabemos cuán importante es la educación. Pero China lo entiende y en los últimos diez años ha reformado sus escuelas y entrenado a sus maestros con el objetivo de producir alumnos de clase global. Pero en nuestro país la escuela pública se ha convertido en una fábrica para pobres; un lugar que condena a los mexicanos a quedarse en el mismo lugar en el cual nacieron, sin acceso a la movilidad social y poco preparados para la competencia global.

La mejor manera de reaccionar sería a través de una apreciación crítica y honesta de cómo llegamos a la pésima situación en la que estamos parados. Con altos índices de abandono educativo. Con un nivel de desempleo alto y con una informalidad aún mayor. Con resultados que colocan a los jóvenes en una ruta de colisión con el futuro. La economía global que surgirá de esta recesión será muy diferente: la competencia entre los mercados emergentes será mayor y sólo los países que cuenten con una fuerza de trabajo competente y capaz podrán salir del hoyo. Va a ser necesario un esfuerzo educativo nacional que enseñe no sólo lo básico. Va a ser indispensable producir mexicanos creativos, críticos, pensantes, capaces de entender problemas complejos y cómo resolverlos. Y ello requeriría comprender la urgencia de transformar nuestro sistema educativo para sustituir la mediocridad por la excelencia.

Muchos piensan que eso no será viable mientras Elba Esther Gordillo siga al frente del SNTE. Mientras los maestros puedan vender, heredar o intercambiar sus plazas por favores sexuales. Mientras los gobernadores puedan ofrecer plazas al mejor postor y hagan de ello un gran negocio. Mientras la clase política conciba a la educación como un coto político en vez de un trampolín social. Hoy el debate incipiente en torno a la educación está imbuido de un gran pesimismo frente a obstáculos que parecen insuperables. Pero como lo revela un reporte reciente de McKinsey sobre la evolución de veinte sistemas educativos en los últimos años, el cambio es posible y no habrá que esperara hasta que La Maestra se muera para instrumentarlo. En sitios donde ha habido mejoras sustanciales, el cambio ha ocurrido en periodos relativamente cortos, en países con culturas muy distintas, con niveles de ingreso muy diferentes, con divisiones étnicas muy marcadas, en sistemas federales y en sistemas descentralizados. A cada paso del viaje hacia la excelencia educativa hay estrategias comunes: México necesita dejar de mirarse el ombligo y estudiar lo que están haciendo otros países en el mundo.

Al país le urge mejorar la calidad de sus maestros, enfatizar la excelencia por encima de la cobertura, reclutar a sus mejores graduados y canalizarlos hacia la profesión educativa, otorgarle al maestro la autonomía y la dignidad perdidas. Todo ello requerirá un liderazgo para la transformación profunda que ha estado ausente hasta el momento en la SEP. El progreso modesto de los últimos años simplemente no es suficiente a pesar de la retórica oficial al respecto. México necesita un secretario de Educación Pública cuya ambición sea ascender a los primeros lugares de la prueba PISA en menos de una generación, y no personas que calientan la silla detrás del escritorio de José Vasconcelos en espera de un dedazo presidencial. La SEP ya no puede seguir perdiendo el tiempo, conformándose con avances milimétricos, congratulándose con cambios microscópicos, manteniendo a los mexicanos rehenes de una educación que los condena a la mediocridad. La ruta internacional a la excelencia es clara y con buena señalización; sólo falta la voluntad política para tomarla. En un mundo globalizado, el éxito estará definido por individuos y sociedades que logran adaptarse con velocidad y cambiar sin oponer tanta resistencia. Si no somos capaces de entender este “momento Sputnik” y los retos que implica, seguiremos atados a la tierra mientras los chinos ascienden a la estratósfera.