POR UNA MIGRACION LEGAL Y SEGURA

8 ene 2011

Ser migrante secuestrado
MATTEO DEAN

Las redes de tráfico de personas tienen sus abogados. Hay testimonios de migrantes que afirman que hay una vasta red, muy bien organizada, para atender todo tipo de problema y situación. Las redes de tráfico de personas son muy grandes, muy poderosas y lamentablemente la mayoría de los centros de derechos humanos que tocan el tema migratorio no se meten con ellas, no porque no las ven, sino porque las temen, pues puede haber represalias, inclusive muy pesadas. Un abogado mexicano en materia migratoria me dijo lo anterior sólo unas semanas después de que se descubriera la matanza de 72 migrantes en Tamaulipas el pasado 24 de agosto. El abogado, quien pidió mantener el anonimato, insistió mucho en los peligros que conlleva hablar del tema. La trata de personas es el tercer rubro por dividendos económicos del negocio para la delincuencia organizada. Después de la droga y el tráfico de migrantes viene la trata de personas. Añadió que las redes que manejan este negocio vienen de las altas esferas que tienen corrompidas a todas las cadenas del poder público.
Lo mismo en el secuestro. Es casi imposible cruzar México sin encontrarse con alguien procedente de estas redes: desde los asaltos a los trenes hasta el secuestro. No hay migrante que no conozca esta realidad, ya sea por experiencia directa o por haberla escuchado de algún compañero suyo. Muchas veces, las organizaciones infiltran los grupos de migrantes para conocerlos, para hacerse de clientes o para ubicar a posibles secuestrados. Y admitió: “Los migrantes a veces entran en roles de complicidad con su pollero o, inclusive, su secuestrador. En algunos casos para preservar literalmente la vida, en otros casos simplemente para salvaguardar la esperanza de llegar a su destino final. En otros casos, para proteger la vida de las familias de origen que son conocidas por los polleros”.
El abogado tocó algunos aspectos sobre los que conviene profundizar. Antes que todo la diferencia sustancial entre el tráfico de migrantes y la trata de personas. Mientras el primero goza, por así decirlo, del consentimiento del migrante quien busca, negocia y contrata los servicios de los polleros; la segunda, la trata, es una práctica que engaña al migrante y termina explotándolo, ya sea reduciéndolo en un esclavo al servicio de alguna producción lícita o ilícita, ya sea secuestrándolo y convirtiéndolo en ficha de cambio para una buena ganancia.
Los datos recientemente presentados por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) hablan de cerca de 20 mil migrantes secuestrados en 2010. Dichos datos, recopilados sobre todo gracias a la ayuda del trabajo de base realizado por decenas de integrantes de la sociedad civil organizada en favor de los derechos de las y los migrantes en todo el territorio mexicano, hablan de una realidad cruel y que, al parecer, no está teniendo freno alguno. A los números anteriores hay que añadir un aumento neto de 30 por ciento (respecto de 2009) del número de denuncias relativas a violaciones a los derechos de las y los migrantes en el último año. La situación es grave: lo demuestra inclusive la última denuncia en orden de tiempo (16 de diciembre pasado) acerca de los 40 secuestrados en el estado de Oaxaca.
Otro aspecto que el abogado mexicano me reveló es la complicidad que existiría entre secuestradores y autoridades de todos los niveles. La notoria corrupción y complicidad de las autoridades deja de ser un dato folclórico e ineludible del quehacer político y colectivo en nuestro país, y se convierte en una tremenda realidad difícil de enfrentar. Las madres hondureñas de la sexta Caravana de Madres Centroamericanas, organizada por la Red de Comités de Migrantes y Familiares de Honduras (Red Comifa), que visitó México a principios de noviembre, señalaron un problema muy sencillo: No sabemos en quién confiar, pues aunque las autoridades mexicanas nos han recibido muy bien y nieguen su participación en los secuestros, nuestros hijos, hermanos, padres y amigos que migran y logran llegar o regresar a nuestro país dicen que es imposible saber quién es el secuestrador y quién el policía, pues la mayoría de las veces éstos coinciden.
Por último, el abogado en materia migratoria denunció el grande temor que genera el tema entre los que, a diferente título, se ocupan, desde abajo, de apoyar a los migrantes. Es evidente, pues, que estas redes de trata (y secuestro) de migrantes logran su cometido, gracias no sólo a las complicidades con las que cuentan, sino también gracias al grande miedo que logran infundir en la sociedad civil. A la luz de esto, resulta totalmente inútil hacer rodar cabezas de funcionarios tras el escándalo, así como de poco serviría reformar leyes para ofrecer mayor protección a los luchadores por los derechos humanos.
Lo que sí resulta apremiante es realizar una reflexión estratégica e integral que rompa definitivamente el vínculo migración indocumentada-ilegalidad-explotación. Es evidente, como en el caso de las substancia ilícitas (llamadas drogas), que sólo un camino de paulatina y estudiada legalización (y despenalización) puede substraer materia de trabajo a traficantes de cualquier tamaño, origen o puesto. Abrir caminos de migración segura y legal es la única, radical e integral manera de permitir a los seres humanos gozar de su derecho a desplazarse en plena seguridad y respeto a sus derechos.
Gobernadores de telenovela: el gran negocio de Televisa
Jenaro Villamil

MÉXICO, D.F., 5 de enero (apro).- Con recursos públicos que no son auditados, mezclando el espectáculo y el melodrama con el proselitismo político, algunos gobernadores ya encontraron otra fórmula para su promoción personal en la pantalla televisiva, dándole la vuelta a las prohibiciones de la ley electoral: financiar telenovelas y aparecer como parte de la “publicidad integrada” de este género que, junto con el futbol, es el que mayor rating genera.
En la edición del 2 de enero de 2010 en la revista Proceso publicamos que este modelo de “publicidad integrada” tiene como principal impulsor al vicepresidente de Comercialización de Televisa, Alejandro Quintero Iñiguez, el mismo accionista de TV Promo, empresa que opera como bróker (intermediario) del consorcio y que controla la agenda comunicación y mercadotecnia del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto.
Citamos los casos de Sortilegio, grabada en cascos de hacienda y locaciones de Yucatán con el apoyo de la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco; de Corazón Salvaje, estelarizada no sólo por el elenco de Televisa, sino por el gobernador veracruzano Fidel Herrera, que dio “todo el apoyo logístico”; Mar de Amor, ambientada en las palyas campechanas de San Lorenzo y Ceibaplaya, financiada por el gobernador Fernando Ortega Bernés; Mi Pecado, pagada e impulsada por el mandatario chiapaneco Jaime Sabines, que también apoyó la producción de Pasión Morena, telenovela de TV Azteca.
A estos casos de 2009 y 2010 se suman los ejemplos de telenovelas como La fea más bella, con su espectacular final en Monterrey, contando con el entonces gobernador Natividad González Parás y su esposa como extras del melodrama de 2007; o el polémico caso de Las Tontas no van al Cielo, grabada en Jalisco y financiada por Emilio González, el góber piadoso que no tuvo “asquito” para destinar 12 millones de pesos del presupuesto a una telenovela que generó protestas por el contenido misógino de la trama.

Osorio Chong y Soy tu Dueña
Un año después, este 5 de enero de 2011, el periódico Reforma confirma esta tendencia y publica partes del convenio firmado entre el gobernador de Hidalgo, Miguel Osorio Chong, y Televisa para grabar en haciendas hidalguenses la telenovela Soy tu Dueña, con todos los gastos pagados, a cuenta del erario estatal, a cambio de que las autoridades locales aparecieran en el “pizarrazo” de inicio de la telenovela.
El documento, firmado el 23 de febrero de 2010, entre la directora general de la Secretaría de Turismo de Hidalgo, Mirna Cristina López Manilla, y los representantes de Televisa, Alejandro Quintero Iñiguez y Jorge Lutteroth Echegoyen, incluye las siguientes cláusulas:
“El Gobierno del estado cubrirá los siguientes gastos que se generen por la grabación de la telenovela Soy tu Dueña: 1. Gastos para hospedaje, alimentación, transporte y otros gastos, los cuales serán distribuidos de la siguiente manera: a) total de hospedaje; b) total de administración; c) renta de transporte; d) total de otros gastos; e) transportación en vehículos terrestres a completa disposición, incluyendo conductor y combustible.”
A cambio, Televisa se comprometió, según el convenio a hacer “una invitación a las autoridades del estado a la presentación de la telenovela, misma que será cubierta por medios nacionales” y el “pizarrazo de inicio de las grabaciones de la telenovela en el estado por parte del gobierno del estado, con presencia de medios nacionales”.
También se comprometió a insertar créditos de agradecimiento al gobierno estatal al final de cada capítulo, aparición que quedó sujeta a los tiempos “máster” de la transmisión. Lo mismo sucedió con los casos de Sortilegio, en Yucatán, y Corazón Salvaje, en Veracruz.
La nota de Reforma advierte que el propietario de las hacienda Santiago Tetlapayac, utilizada como “set” del melodrama, demandó tanto a Televisa como al gobierno de Hidalgo, alegando que la firma del convenio para grabar Soy tu Dueña, se hizo a espaldas de Ricardo Negrete Granados, dueño del 50 por ciento de este sitio.
En la demanda civil , Televisa reconoció haber suscrito el convenio civil con el gobierno de Osorio Chong, pero las autoridades estatales negaron la existencia de este documento, firmado por Delia Lozada Romero, propietaria del otro 50% de la hacienda, por la Secretaría de Turismo de Hidalgo y por Alejandro Quintero, a nombre de Televisa.
Según la demanda, Lozada Romero admitió ante el juez civil que cobró 47 millones de pesos por autorizar la grabación de Soy tu Dueña. De acuerdo con las cláusulas del convenio, estos recursos se le pagaron a Televisa con recursos del gobierno priista.
¿Cuántos recursos similares y discrecionales no habrán dispuesto los gobernadores de otras entidades para apoyar los melodramas de Televisa, a cambio de hacerse promoción en la pantalla de Canal 2?

El “Triángulo de las Bermudas” de Televisa
Experto en contenidos televisivos y, en especial, en las telenovelas mexicanas, Alvaro Cueva advirtió a Proceso que esta tendencia no es nueva. Ya desde los años sesenta, los gobiernos estatales del PRI financiaron melodramas históricos como Los Caudillos, El Carruaje, La Constitución, producidas por Ernesto Alonso.
“La diferencia es que antes el área de telenovelas estaba separada del área de noticias y de mercadotecnia política de Televisa. Ahora todo forma parte de paquetes generales que se venden a los gobernadores: programas de espectáculos, publicaciones, programas especiales, centros del Teletón y telenovelas”, precisó Cueva.
Para el especialista, existe una especie de “triángulo de las Bermudas” que determina ahora la grabación de las telenovelas: el apoyo de un gobierno estatal, el respaldo de una marca o “causa social” y la opacidad en el manejo de los recursos.
Cueva calificó como “la cúspide de la comercialización” la grabación de la telenovela Sortilegio, grabada con el apoyo financiero de los gobiernos de Yucatán y del Estado de México, más el patrocinio de las tiendas Chedraui y una “causa social” que fue el programa Un Kilo de Ayuda.
Lo mismo sucedió con Mi Pecado, telenovela grabada con recursos del gobierno de Chiapas, la promoción de Knor Suiza y una “causa social” como el cuidado del agua.
De esta manera, no sólo se lavan la imagen sino millones de pesos del presupuesto público que no son fiscalizados. Y Televisa se embolsa estos recursos, sin importarle mucho si sus telenovelas tienen los mismos niveles de rating que antes. A fin de cuentas, ya todos los gastos están cubiertos por los virreyes o virreinas estatales.