LAS AGUAS DE CALDERON Y PEÑA NIETO

18 abr 2011

Se desborda otra vez el canal La Compañía; anega 400 viviendas


Es la tercera inundación en 10 años; apenas en marzo, Enrique Peña y Felipe Calderón inauguraron una planta de bombeo y prometieron a colonos de Valle de Chalco que nunca se volverían a encharcar

JAVIER SALINAS Y RENÉ RAMÓN

Corresponsales

Periódico La Jornada

Lunes 18 de abril de 2011, p. 28

Valle de Chalco, Méx., 17 de abril. La tragedia por inundaciones en Valle de Chalco no para. Por tercera vez (la primera fue en 2000 y la segunda en febrero del año pasado), el canal de aguas negras La Compañía se rompió –se abrió un boquete de 30 metros de longitud–, los desechos inundaron más de 400 viviendas y sorprendieron a decenas de automovilistas cuyos vehículos quedaron anegados sobre la autopista México-Puebla, cerrada a la circulación desde la 1:30 de la madrugada de este domingo.

El boquete se originó a unos 200 metros de donde en febrero de 2010 ocurrió la fractura que afectó miles de casas. Poco después de la una de la madrugada uno de los bordos del río se fracturó y dejó escapar entre 5 y 6 mil litros de agua por segundo, informó Antonio Gutiérrez, director de Agua Potable y Saneamiento de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Señaló que la temporada de calor y la falta de corriente del agua deshidrató los bordos y abrió grietas. Debido a la lluvia de ayer y la humedad, las fisuras se abrieron y generaron el boquete. No se desbordó por un volumen extraordinario de agua que haya rebasado los bordos; el desgaste fue normal, aunado a los hundimientos de la zona, estimados en 40 centímetros al año.

Hace poco más de un mes –8 de marzo–, el presidente Felipe Calderón Hinojosa y el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, inauguraron la planta de bombeo La Caldera, que forma parte del túnel profundo del río La Compañía, en la que se invirtieron más de mil 700 millones de pesos en infraestructura para evitar desastres en la zona. Ese día prometieron a los habitantes de Chalco que ya no se volverían a inundar.

El edil de Valle de Chalco, Luis Enrique Martínez Ventura, acusó que el túnel profundo del río no funcionaba, a pesar de las lluvías de los últimos días en la zona.

No me explico qué pasó; alguien cometió un error, no sé si se quisieron ahorrar algún combustible porque el túnel profundo no estaba operando bien, dijo.

En minutos, durante la madrugada, el agua inundó la autopista México-Puebla a lo largo de más de medio kilómetro, donde quedaron atrapados 12 vehículos.

La corriente de aguas negras llegó a las viviendas de 12 manzanas de la colonia San Isidro y parte de Avándaro. El agua sorprendió a las familias que dormían.

En las casas, la inundación alcanzó un metro y medio de altura. Orlando Llera, director del Organismo Descentralizado de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Valle de Chalco, apuntó que 400 viviendas se inundaron y 500 familias resultaron afectadas.

A la zona se trasladaron decenas de cuerpos de rescate de protección civil, elementos de la Agencia de Seguridad Estatal, policía municipal, con lanchas y vehículos anfibios de rescate para auxiliar a las personas. También elementos de dos cuadrillas del Ejército acudieron para acordonar la zona y aplicar el Plan DNIII.

Durante la mañana, las labores de desazolve permitieron el descenso del nivel del agua. Los vehículos anfibios hicieron recorridos por las 12 manzanas ayudando a salir a la gente. Estamos hartos de las inundaciones, exclamaron vecinos, que junto con los cuerpos de rescate sacaban a cubetazos el agua negra de sus casas.

En la autopista, la circulación permaneció cerrada en ambos sentidos por la inundación en el kilómetro 27.7, y se realizaron dos cortes a la altura del Eje 10 Tláhuac y en el entronque con bulevar Cuauhtémoc.

Miles de automovilistas quedaron varados por el cierre y la fila por el tráfico se extendió a lo largo de más de ocho kilómetros, conflicto vial que alcanzó, por momentos, la calzada Ignacio Zaragoza en el Distrito Federal.

Apenas en la tarde del domingo personal de la Conagua inició los trabajos de taponamiento del boquete y se espera que sea en un par de días cuando se controle el flujo de agua.

Una historia que se repite

En los primeros minutos del 1º de junio de 2000 ocurrió la primera fractura del río La Compañía, que inundó más de 3 mil 500 viviendas en cinco colonias de Valle de Chalco. Aquella ocasión una torrencial lluvia que duró más de 24 horas rompió el dique izquierdo del canal a la altura del kilómetro 28.5 de la autopista México-Puebla.

Las aguas negras alcanzaron 2.5 metros y permanecieron al menos 15 días en el interior de las viviendas. Cinco mil familias de las colonias San Isidro, Avándaro, Emiliano Zapata, Providencia y El Triunfo resultaron afectadas.

La madrugada del viernes 5 de febrero de 2010 se reventó el cauce izquierdo del canal a cielo abierto río La Compañía, luego de 48 horas de intensa lluvia en el Valle de México. Este caudal es el más importante de la zona oriente del estado de México pues desaloja las aguas negras que generan más de tres millones de habitantes de 10 municipios de la zona conurbada.

En esa ocasión, las aguas residuales quedaron anegadas por más de 10 días en mil 600 viviendas, donde el tirante rebasó dos metros de altura. El boquete fue sellado tras una semana de trabajos en el bordo. Cuando ocurrió esta tragedia estaba en construcción la planta de bombeo La Caldera, la cual desalojaría las aguas negras a través del túnel profundo Río La Compañía.

Los gobiernos federal y estatal, expropiaron y derribaron más de 40 viviendas de La Cuchilla en la colonia Avándaro, que era la zona habitacional más cercana al canal (originalmente un río que se llamaba La Compañia), cuyos bordos superan los nueve metros de altura.

Clamor por los desaparecidos

Gloria Leticia Díaz



Diversas organizaciones de derechos humanos del norte de la república elaboraron un alarmante informe sobre las desapariciones forzadas, especialmente en Tamaulipas: la mayoría son colectivas, de personas de alrededor de 30 años y las denuncias de estos casos son ignoradas o estigmatizadas. El hallazgo de más de cien cadáveres en fosas clandestinas en San Fernando apuntala los datos del informe y, además, dicen sus autores, es “la punta del iceberg de una realidad que debe ser atendida por organismos internacionales” porque en el país no hay experiencia ni intención de buscar a los desaparecidos.

MÉXICO, DF., 16 de abril (Proceso).- El jueves 14, familiares de ocho hombres originarios de San Diego de la Unión, Guanajuato –desaparecidos el 9 de marzo de 2010 cuando trataban de llegar a Estados Unidos vía Tamaulipas– desistieron de su intento de ir a ese estado pese a los indicios, cada vez más sólidos, de que las personas que buscan estarían entre los 145 cadáveres exhumados hasta el viernes 15 en las fosas de San Fernando.

Tras dar muestras de ADN a la Procuraduría General de Justicia de Guanajuato, los parientes de José Luis Banderas Hernández, Felipe de Jesús Tapia Frías, Jaime Rodríguez González, Javier García Campos, Jesús Humberto Cantero Hernández, Juan Balderas Tapia, Mauricio Rodríguez González y Miguel Balderas Pérez se convencieron de que su presencia en Matamoros “no aceleraría las investigaciones y que era preferible buscar una forma más efectiva de presionar a las autoridades”, dice a Proceso Ángeles López, directora del Centro de Derechos Humanos Victoria Diez.

Esa organización ha documentado 15 casos de desaparición forzada en Guanajuato que les fueron presentados a los integrantes del Grupo de Trabajo sobre Desaparición Forzada o Involuntaria (GTDFI) de la ONU durante su visita a México el mes pasado.

López agrega: “El descubrimiento de las fosas clandestinas en Tamaulipas sacudió a las familias de los desaparecidos; tanto, que muchas que se habían reservado su dolor tuvieron que salir a poner una denuncia para que la procuraduría les hiciera las pruebas de ADN. De 27 familias que habían presentado queja formal antes de lo de Tamaulipas la cifra se disparó a 60; esto habla de la gravedad del problema”.

Muchas de las familias que no han tenido el acompañamiento de organizaciones sociales, apunta, “han sufrido en solitario y al parecer son las que se desplazaron a Tamaulipas en busca de sus seres queridos”.

En entrevista por separado, Blanca Martínez, directora del Centro de Derechos Humanos Fray Juan de Larios, dice a Proceso:

“Antes de llegar al Centro muchos ya habían acudido a varios estados donde se descubría una fosa clandestina, aunque su familiar no hubiera desaparecido ahí; previamente habían ido a centros de detención, cuarteles, hospitales, psiquiátricos, morgues...

Requisan materiales del plantón

RUBICELA MORELOS CRUZ

Corresponsal

Periódico La Jornada

Lunes 18 de abril de 2011, p. 6

Cuernavaca, Mor., 17 de abril. La Red por la Justicia y la Paz denunció que durante la noche del sábado emisarios oficiales retiraron las mantas, flores, fotos y cartulinas instalados a la entrada principal del palacio de gobierno estatal, así como 18 de 96 láminas fijadas en sus columnas frontales con los nombres de las personas asesinadas en Morelos durante 2011.

Todos los implementos retirados eran parte de la protesta iniciada el 28 de marzo contra la guerra contra el crimen, del presidente Felipe Calderón, y por el esclarecimiento del asesinato de Juan Francisco Sicilia Ortega y otras seis personas.

Nayeli Mejía, integrante de la red, afirmó que sólo quedaron las veladoras y algunas flores, además de las 78 placas restantes con los nombres de personas ultimadas el presente año, mientras las mantas y lonas del vecino plantón instalado por Antorcha Popular fueron respetadas.

“Con esta acción, que atenta contra las libertades constitucionales de expresión y de manifestación, quisieron ocultar el repudio a la violencia y el descontento por las estrategias oficiales cuyo resultado son más de 100 muertos en Morelos, expuso la activista, y demandó la restitución inmediata del material, sin precisar los nombres inscritos en las láminas que fueron retiradas.

Comando irrumpe en fiesta de 15 años y mata a seis

La redacción



CULIACÁN, Sin., 17 de abril (apro).-Un comando irrumpió en una fiesta de 15 años y mató a seis de los asistentes en el poblado Caimaneros, del municipio de Mocorito.

De acuerdo con información oficial, los hechos ocurrieron alrededor de la 1 de la mañana de este domingo, luego de que un grupo de desconocidos irrumpiera en el festejo y rafagueara a los asistentes.

Cinco personas cayeron muertas en el sitio y una más falleció cuando era trasladada al Hospital del Seguro Social de la Ciudad de Navolato.



Testigos revelaron que el grupo de empistolados estaba constituido por aproximadamente 20 sujetos, quienes viajaban en cerca de ocho vehículos.

Según el reporte de la policía ministerial del Estado, dos de las víctimas fueron identificadas como Kelly Steven Angulo García y Christhian Angulo García, mientras que las cuatro restantes se encuentran en calidad de desconocidas.