EL ASALTO AL CIELO

10 jun 2011

La Comuna 1871, París capital insurrecta

GILBERTO LÓPEZ Y RIVAS

En el 140 aniversario del establecimiento de la Comuna de París, el ayuntamiento de la capital francesa montó una impactante exhibición en su histórico edificio de gobierno (Hôtel de Ville), del 18 de marzo al 28 de mayo de este año: La Commune 1871, Paris capitale insurgée. Por medio de fotografías, documentos, pinturas y cédulas museográficas, complementados por conferencias de especialistas, conmemoró ese efímero pero trascendente asalto al cielo, el primer gobierno autogestionario de los trabajadores en la época contemporánea.

La exhibición contaba con una introducción: París combativo y humillado, que cubría el periodo de septiembre de 1870 a febrero de 1871, en el que Napoleón III declara una guerra contra Prusia que lo hace capitular y provoca la caída del imperio; la proclamación de la República; el sitio de los alemanes sobre la capital, defendida por las milicias ciudadanas organizadas en la Guardia Nacional que se niegan a aceptar la rendición incondicional. Es el París patriota y republicano, de la defensa nacional, que se rebela frente al sometimiento de la Asamblea de Versalles.

París libre e insurreccionado y la formación de la Comuna se inician el 18 de marzo, cuando Adolfo Thiers, jefe del Poder Ejecutivo de la República Francesa, ordena el envío de tropas para el rescate de los cañones emplazados en Montmartre y comprados por los habitantes de la ciudad por suscripción popular. Oficiales y soldados se niegan a disparar sobre la multitud y fraternizan con los insurrectos, fusilando incluso a dos de los generales que venían al mando.

El Comité Central de la Guardia Nacional se instala en el Hôtel de Ville y convoca a elecciones para el gobierno de la Comuna el 26 de marzo. Se eligen 83 miembros con un perfil social excepcional: 33 obreros, cinco pequeños patrones, 14 empleados y 12 periodistas, artistas y miembros de las profesiones liberales, con el acompañamiento de activistas blanquistas, que forman el elemento motor, los revolucionarios independientes y los miembros de la I Internacional. Se estima que al menos 300 mil parisinos, entre hombres, mujeres y niños, denominados comuneros, dieron sustento y participaron en el movimiento.

La exhibición mostraba los decretos del gobierno revolucionario: autonomía de las comunas y alianza de las adheridas al pacto federal para garantizar la unidad francesa; autogestión de las fábricas abandonadas por sus propietarios; laicidad del Estado; regreso de las herramientas empeñadas por los trabajadores; abolición del trabajo nocturno, la guillotina y los intereses de las deudas; establecimiento del derecho a la educación gratuita; igualdad de salario entre hombres y mujeres; concesión de pensiones a las viudas de los miembros de la Guardia Nacional; remplazo de la leva y el ejército regular por la integración de las milicias populares a través de la Guardia Nacional, entre otros.

Dirigentes y seguidores de la Comuna daba cuenta de los nombres y fotografías de los más connotados líderes (incluyendo mujeres como Luise Michel), mientras que París de las barricadas: la capital construye sus defensas daba inicio con el decreto del 8 de abril que crea una comisión a cargo de la construcción de las barricadas; esto se hace posible con el trabajo conjunto de obreros bajo la dirección de jóvenes ingenieros unidos al movimiento. Más tarde, cuando las tropas de Thiers emprenden la represión, los comuneros levantan más de 900 barricadas en la batalla para defender su barrio, o simplemente su calle.

La semana sangrienta: París a fuego y sangre es la sección en la que se narran los acontecimientos trágicos de los siete días que van del 21 al 28 de mayo, cuando son masacrados más de 20 mil parisinos por el ejército regular y tiene lugar la más importante destrucción de edificios y monumentos que la ciudad haya sufrido en toda su historia. Las ejecuciones masivas de federados se multiplican en todas las barricadas, reducidas una a una por la acción mortífera de las tropas, que inexorablemente avanzan en la toma de la ciudad. Los postreros combates se libran en el cementerio de Père Lachaise, donde son fusilados sumariamente los últimos insurrectos. Thiers ordena dejar en exhibición los cadáveres como un espectáculo que servirá de lección.

París reprimido: arrestos, condenas y deportaciones da cuenta de las secuelas represivas que siguieron, con un estado de sitio que perduró por cinco años. Los miles de prisioneros, hombres, mujeres y niños, mantenidos hacinados en las cárceles existentes que, al rebasar su capacidad, son sustituidas por los primeros campos de concentración que se registran en la historia contemporánea. La mayoría de los miembros del consejo de gobierno son condenados a muerte o caen durante los combates, miles de personas son deportadas y sometidas a trabajos forzados en las más lejanas colonias francesas de ultramar, como Nueva Caledonia.

La exhibición cerraba con París en ruinas, borrando las trazas de un drama, que mostraba el más importante conjunto iconográfico de los inmuebles incendiados durante la semana sangrienta, así como los esfuerzos de las clases dominantes por reconstruirlos como una revancha contra la memoria de la insurrección de los trabajadores de París. La construcción de la Basílica del Sagrado Corazón, en las combativas alturas de Montmartre constituyó una suerte de exorcismo para hacer desaparecer los demonios libertarios de las clases populares y recordar a la posteridad que la autoridad, el orden y la propiedad de los poderosos deben prevalecer, a cualquier costo.

Flores rojas fueron depositadas en el Muro de los Federados, que perpetúa el recuerdo de los hombres y las mujeres que se atrevieron a soñar en un mundo de libertad, justicia e igualdad.

Edomex: elecciones regresivas

Bernardo Barranco V.*



MÉXICO, D.F., 9 de junio.- En pleno siglo XXI, las campañas electorales en el Estado de México siguen los rituales y las viejas fórmulas de los actos proselitistas placeros de los años cincuenta del siglo pasado. En poco más de dos semanas, se han estado recreando los viejos protocolos del acarreo, los montajes, la repartición de dádivas, la exaltación de los candidatos, los discursos acartonados, las promesas convencionales y, sobre todo en el caso del PRI, un desmesurado y ostentoso despliegue propagandístico.

Las campañas no han prendido entre la población. Iniciaron el lunes 16 de mayo, según las encuestadoras, con una amplísima ventaja para Eruviel Ávila, quien cuenta con todo el apoyo del aparato electoral del PRI y del gobierno. Es decir, el aparato de estado se reconfigura en un aparato electoral, ahora fortalecido con el imponente apoyo del sector del magisterio y la sombra de la maestra Elba Esther Gordillo.

Prima el derroche de recursos. La Coparmex del Estado de México calcula que cada voto mexiquense cuesta más de 60 dólares. Las dos coaliciones y el PAN cuentan con un financiamiento público para campañas de 431.6 millones de pesos, al cual podrán sumar las aportaciones privadas siempre y cuando no rebasen el tope fijado en 203.8 millones de pesos. Se calcula que los partidos gastarán cerca de 9 millones de pesos diarios en los 45 días que duren las campañas. La propaganda electoral y las imágenes de Eruviel Ávila son omnipresentes y aparatosas en todos los rincones de la entidad mediante espectaculares, vallas, bardas, pendones, propaganda en camiones, combis, móviles, videos y perifoneo. Pero ya están en ruta impugnaciones por rebasar los topes de campaña, que el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) deberá resolver. La oposición reclama derroches, soberbia, violaciones al Código Electoral. Aunque jurídica y técnicamente el órgano electoral está capacitado y obligado a manifestarse como árbitro ante una percepción generalizada de dispendios electorales, surge la duda de si políticamente acceda a hacerlo, dado que la Comisión de Acceso a Medios está dominada por la presencia de tres consejeros de cuota priista.

Los cerca de 270 mil spots que acompañarán el conjunto del proceso electoral mexiquense pueden ser un factor de saturación. Cada cuatro minutos los mexiquenses ven y escuchan una pieza de propaganda política. Este tsunami puede ser contraproducente porque los spots realzan la figura de los candidatos y empobrecen las propuestas. A través de las imágenes, el sonido, las piezas de música pegajosa, la exaltación, se realza la emoción y se expande la dimensión subjetiva, lo que puede inhibir la determinación racional de la intención del voto que se sustenta en los proyectos, plataformas y propuestas de los candidatos y partidos. En las redes sociales los tres candidatos han invertido poco, movilizando a un número relativamente bajo en Facebook y Twitter.

Eruviel es el candidato que piensa en grande con ideas cortas. Funciona bien en ambientes controlados. Al placear electoralmente promete y promete. Ante notario registrará 6 mil mini-promesas de campaña. Tuvo desplantes de ofrecer plazas de trabajo y autos como premios a sus promotores (por cierto, una falta al Código Electoral que ha pasado de noche a las autoridades). Eruviel Ávila viene de abajo. Intencionalmente evoca la actitud de Luis Donaldo Colosio, quien exaltaba el esfuerzo como su principal virtud. Se le percibe bien arropado, más por la estructura de su partido que por los grandes personajes del priismo. Pese a la ventaja que le otorgan diferentes casas encuestadoras, no escatima recursos para promocionarse en eventos masivos utilizando helicópteros como medios de transporte, y rehúye multiplicar los debates. Sobre todo, a raíz de que fue severamente zarandeado por Luis Felipe Bravo Mena en el encuentro convocado por la periodista Denise Maerker.

Alejandro Encinas tiene una enorme virtud como candidato. Es un político respetado, cualidad rarísima y en vías de extinción entre la clase política. Tuvo el talante requerido para unir a los principales líderes y corrientes del PRD, aunque fuera para la foto. Sin embargo, a pesar de un ligero repunte, su campaña aún no ha tomado la altura ni la intensidad necesarias para amenazar realmente al puntero. Sobre todo, tiene en contra el estrecho margen de tiempo. Puede estar pagando una doble factura: haber dado la espalda a la consulta ciudadana, y su registro como candidato bajo la duda acerca de su residencia; pasó, pero fruto de acuerdos políticos que franquearon la legalidad. Aparentemente relajado, se presenta como un candidato con experiencia de gobierno aunque a veces exagera en auto-referencias de éxito al frente del Gobierno del DF. Diversos sectores le piden una campaña más agresiva y crítica, así como proyectar la imagen de un líder político con tamaños para trastocar los privilegios y la corrupción del sistema en el poder.

Luis Felipe Bravo Mena es un candidato que luce más veterano de lo que es. Heredero de un viejo catolicismo teocrático, su estrategia de campaña se ha centrado en reiteradas críticas al desempeño de Enrique Peña Nieto y en los valores cívicos y morales. Se puso en evidencia el escaso apoyo que inicialmente tuvo de su partido a nivel nacional. Es un hecho que su campaña no ha levantado y ha soportado lamentables incidentes de intolerancia política, como agresiones de enardecidos sectores del SME. Después de dos semanas, su porcentaje ha bajado. Aunque el propio Luis Felipe lo niegue, crecen los rumores de una posible declinación a favor de Alejandro Encinas. Se habla también de reuniones de los presidentes estatales del PRD, Luis Sánchez, y del PAN, Octavio Germán, otrora entusiastas aliancistas, barajando hipótesis. El escenario se presta.

Las declaraciones van subiendo de tono. Hasta ahora no hay guerra sucia abierta. Se han producido algunos incidentes, y la atmósfera se va calentando más cada día. Habrá dos debates que serán importantes. El primero se realizará el 8 de junio, y el segundo, el 22. Está latente el advenimiento de la guerra sucia; es un recurso político repugnante, pero ha dado resultados en diversas campañas. Pueden presentarse escándalos, difamaciones, rumores y hasta encono que enrarezcan la atmósfera cívica que debe prevalecer en las contiendas electorales. Finalmente, las campañas pondrán a prueba las fortalezas y las debilidades de los partidos de cara al 2012.

Andrés Manuel López Obrador está arrinconando al PAN hasta la tercera fuerza, tendencia que puede replicarse en la elección federal del próximo año. Para Peña Nieto más que para el PRI, lo importante no sólo es ganar, sino cómo ganar. El PAN tendrá que cargar la tendencia a la baja. Con la creciente imagen deteriorada del gobierno de Felipe Calderón, la pregunta es si Bravo Mena claudicará. Hasta ahora el proceso electoral no ha contagiado. Imperan las campañas sin propuestas de fondo, las dádivas y la simulación, los órganos electorales sumisos y, sobre todo, el grotesco despilfarro de recursos económicos. Si las elecciones del Estado de México, ahora regresivas, son el laboratorio del 2012, entonces muy poco podemos esperar.

El precio a pagar

LUIS JAVIER GARRIDO

La marcha por la paz de Javier Sicilia y cientos de mexicanos a Ciudad Juárez en esta primavera de 2011 está recogiendo la exigencia del pueblo mexicano al gobierno panista de poner un fin a su delirante “guerra contra el narco” para terminar con los delirios desquiciados del presidencialismo actual y establecer en México un régimen de legalidad.

1. La afirmación hecha por Felipe Calderón a funcionarios de la embajada estadunidense en México, en el sentido de que las violaciones a los derechos humanos cometidas por funcionarios del gobierno panista de facto en estos años, incluyendo las miles de muertes de mexicanos inocentes, constituyen el precio a pagar en su escenario de supuesta “guerra contra el narco”, según aparece en el despacho diplomático 09México3093, del 27 de octubre de 2009, suscrito por John Feeley (encargado de negocios de Estados Unidos), entregado por Wikileaks a La Jornada, y publicado el miércoles 8, ha generado una viva indignación en el país por el carácter fascistoide de la afirmación y el desprecio que entraña para los mexicanos.

2. La obligación fundamental de un gobierno es la de velar por la vida e integridad de quienes se hallan en territorio nacional, lo que los gobernantes del PAN han desconocido por completo, creyendo tener la prerrogativa de poder sacrificarlos como piezas de un ajedrez macabro, lo que es más criminal al conocerse que los objetivos de la “guerra contra el narco” de Calderón no son –ni pueden ser– terminar con los cárteles, sino crear un escenario de terror para entregar las riquezas estratégicas de la nación a las multinacionales y los aparatos del Estado a Washington, en nombre de la globalización.

3. La caravana encabezada por el poeta Javier Sicilia de Cuernavaca a Ciudad Juárez (4-10 de junio) ha adquirido por todo una nueva importancia, ya que no es como muchos pretenden simplificar un simple espacio de desahogo y consuelo para dejar un memorial de agravios. No: la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad está recogiendo la exigencia nacional de poner un alto a la guerra y hacer vigente el orden constitucional.

4. Los reclamos y exigencias de los mexicanos agraviados no se equivocan al señalar a lo largo del recorrido de la caravana al responsable de los crímenes de estos años, que es el gobierno surgido del PAN, por más que los sectores de las ONG clericales, que han sido en lo que va de este siglo cómplices del calderonismo, pretendan diluir esa responsabilidad al imponer en los discursos el eufemismo de la clase política, que sí tiene en su conjunto una responsabilidad por su complicidad con los crímenes del segundo gobierno del PAN, al mismo título que la jerarquía católica y las ONG vinculadas a ésta, pero que no se equipara a la responsabilidad criminal del gobierno y de quien lo encabeza, y es eso lo que hay que decir.

5. Esos reclamos y exigencias están siendo contundentes y sitúan al poeta Sicilia y a sus compañeros en una disyuntiva que no es la que expresan los analistas de la derecha, pretendiendo que lo fundamental es decidir el futuro del movimiento que anhelan se calderonice (Proceso 1805). Lo esencial para millones de mexicanos es detener la guerra y establecer un gobierno fundado en la razón y el derecho: no en el fanatismo y en los negocios ilícitos como el de Calderón. No en vano muchos de los que tratan de cercar a Sicilia han buscado reducir las demandas del movimiento entre otras cosas a respaldar la contrarreforma electoral del PAN, ya desechada para este periodo, pretendiendo que éste convierta en su bandera las propuestas electorales del blanquiazul, cuando no constituyen más que una nueva engañifa. No buscan ciudadanizar los procesos electorales sino montarse sobre las demandas de plebiscito, referéndum, rendición de cuentas, revocación del mandato, acción ciudadana, iniciativa ciudadana o candidaturas ciudadanas, expresadas desde hace más de un cuarto de siglo desde la izquierda, para hacerlas inviables con múltiples candados, sometiendo al control y gustos del poder estas figuras de democracia semidirecta.

6. El destino del movimiento estará en lo que decida su dirigencia en el futuro inmediato, es decir en los próximos días. Las tentativas de Calderón de usarlo en su beneficio entrevistándose con sus dirigentes en lo oscurito o de los legisladores tratando de mistificar su sentido y convertirlo en un proponente de leyes, son dos de los principales escollos que se le enfrentan pero el principal es el de adentro: el de poder definir en Ciudad Juárez con vigor su exigencia fundamental de terminar con la guerra e instaurar en México la legalidad.

7. El gobierno panista de Felipe Calderón ha llegado a los mayores abusos de poder y a la mayor depredación de las instituciones que se recuerde desde el fin de la Revolución Mexicana, no sólo con sus políticas y acciones contra el pueblo al que ha vejado, humillado y empobrecido como pocos, sino también ante la elite del poder. La detención urdida en Los Pinos del político-empresario Jorge Hank Rhon, buscando intensificar la guerra sucia contra el PRI con vistas al 2012, ha terminado por revertirse contra Calderón hundiéndolo en el ridículo, porque con su fallido quinazo violentó las garantías domiciliarias y procesales de los detenidos y hundió al Ejército en el descrédito al hacerlo actuar de manera inconstitucional y fascistoide, generándole a las autoridades un torrente de críticas, expresadas no por defender al detenido, un personaje turbio, sino porque cualquiera que sea el pretexto no se puede violentar de manera tan grotesca el estado de derecho.

8. La realidad del país, como se ha visto a lo largo de la caravana, dista mucho de lo que dice la propaganda gubernamental, y la versión que dan las cadenas televisoras y radiales. En un coloquio internacional organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, en el que los ponentes fueron en su mayoría abogados conservadores (6-10 de junio), éstos no pudieron sino condenar sin ambages al régimen calderoniano por su violación sistemática al orden constitucional de la República y exigieron el establecimiento en México de un estado de derecho.

9. La disyuntiva de México, en otras palabras, es esa: proseguir en la barbarie o buscar el camino hacia la legalidad.

10. Las muertes de civiles inocentes durante el gobierno de Felipe Calderón, esencialmente a manos de los aparatos de seguridad del Estado, han sido el precio a pagar, no para que el país alcance un clima de seguridad sino para que el gobierno espurio de la ultraderecha se consolide en el poder y pueda seguir haciendo negocios y entregando el control de la nación a fuerzas del exterior, y por ello se le sigue exigiendo cada vez con una mayor indignación ciudadana que se detenga, espetándole el: ¡Ya basta!